Como en casa: Capítulo 12

Dudas

Jaejoong intentó volver a dormir por quinta vez, pero los pasos apresurados y el agudo grito que se escuchaba no muy lejos de su habitación, desvanecieron su sueño. Sabía que en un par de horas el cansancio regresaría a sus ojos, pero por ahora no había razón por la que seguir acostado en su cama.

Así que apartó la sábana de sus piernas, bajó de la cama y salió de su habitación para averiguar a qué se debía tanto alboroto. Entonces al acercarse al pasamanos, vio a Heechul pasando la aspiradora de mano por los sillones y él se preguntó desde cuando tenían una y por qué nunca la usaban.
—Un poco de ayuda no nos vendría mal —Heechul dijo mirándolo directamente, sin dejar de aspirar—. Si al menos la gente tuviera un poco de solidaridad, se levantarían lo antes posible para trabajar en equipo.
Jaejoong frunció el ceño, era demasiado temprano para escuchar sus acusaciones.
—Pero claro, olvidé con quien estamos tratando. Qué más da la impresión que demos, qué más da la opinión de los demás. Lo único importante es cobrar a tiempo.
—¡Hyung! ¡Ayuda!
El grito de Junsu, que incluso sobrepaso al ruido de la aspiradora, hizo que Heechul apagara el artefacto y se dirigirá a la cocina.
—No entiendo cuál es tu afán por lucir como el perfecto amo de casa. Y menos entiendo por qué me vi arrastrado en esto —le dijo apenas entrando.
Junsu bajó la vista a la salsa blanca que cocinaba a fuego lento, la removió y revisó el guiso de carne que se cocía en otra cazuela. —¿Podrías sólo cuidar esto en lo que limpio el suelo?
Heechul entornó los ojos y tomó la cuchara que Junsu le ofreció. Malhumorado comenzó a moverla en círculos sin mucho interés mientras lo observaba mojar un trapo para pasarlo por la harina esparcida en el suelo. —Y todo porque Changmin dijo ‘por favor, Junsu-ah’ —habló entre dientes.
—¡No es por eso! Es porque su mamá siempre ha sido tan amable con nosotros que esforzarnos por un día bien vale la pena.
—¿Necesitas que te ayude en algo?
Junsu alzó su cabeza, hallando a Jaejoong bajo el arqueado umbral, descalzo y completamente despeinado. —Oh hyung, olvidé comprar las cosas para la cena, si pudieras conseguir los ingredientes sería de gran gran utilidad.
—Yo podría haber hecho las compras —Heechul espetó frunciendo el entrecejo—. Eso es más fácil que limpiar. Y de todos modos, ¿estás planeando hacer un banquete? Veo suficiente comida aquí.
Junsu mordió el interior de su mejilla y luego abrió la boca como si fuera a decir algo, arrepintiéndose, la cerró para después susurrar: —Changmin dijo que su mamá esperaba volver a probar todas esas cosas que comimos la última vez que vino. Así que…
Entonces un silencio incomodo se instaló entre los tres. Jaejoong rascó uno de sus brazos y bostezo. —Haz una lista con lo que necesitas e iré por ello.
—Gracias —Junsu dijo asintiendo, volviéndose de nuevo a la limpieza en el piso.
—Aprovechando el viaje, yo también ocupo cosas.
Jaejoong lo miró por encima de su hombro. —Agrégalas a la lista.
Heechul resopló con un gesto de suficiencia que se borró de inmediato en cuanto lo escucho decir, ‘y deja el dinero junto a esta’.
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Yunho suspiró antes de desabrocharse el cinturón de seguridad y salir de su auto. Separó su camisa adherida a su espalda y fue a recargarse en la puerta del pasajero. Estaban en pleno verano y el calor era insoportable.
Ladeó su cuerpo para echar un vistazo al interior de la tienda de regalos, donde Changmin y la madre de este, llevaban más de veinte minutos examinando minuciosamente los estantes empotrados contra la pared llenos de bisuterías.
Revisó la hora en su reloj de pulso encontrando que habían transcurrido tres minutos desde la última vez que lo hizo. El tiempo pasaba lento y aburrido. Por inercia, sacó su celular dispuesto a comprobar si no había recibido un mensaje o una llamada que pasó desapercibida, pero al ver la pantalla en negro recordó que lo había apagado antes de salir de casa.
No quería hablar con Kyeonghwa, no estaba listo para hacerlo, y tampoco estaba seguro de que era a lo que más le temía.
«Jaejoong».
El nombre vino a su mente de la misma forma en que lo hizo en las otras tantas ocasiones en lo que iba del día. Siempre que pensaba en ella, la imagen de Jaejoong también aparecía. Quizás eso era obra de la culpabilidad. Del hecho de saber que su comportamiento no era el correcto y que en su poder estaba el frenarlo, pero no lo hacía.
Aparentemente, su conducta seguía siendo la de costumbre, con él yendo al trabajo, saliendo con Kyeonghwa, conviviendo con sus amigos y pasando el resto del tiempo en casa. En casa, donde tenía una buena relación con los demás que allí vivían, exceptuando por Jaejoong, quien en su gran mayoría no mostraba reparo en ignorarlo, corroborando el desinterés que sentía por él pero que no se notó la semana pasada cuando lo aprisionó contra la encimera de la cocina para besarlo fugazmente, o hace tres días, cuando mientras regaba el jardín, fue empujado no tan sutilmente contra el naranjo para de nueva cuenta ser besado.
No hubo explicaciones ni palabras después de ello, sólo fue como si nada hubiera ocurrido. No sabía que era lo que detonaba ese comportamiento en Jaejoong pero no tenía el suficiente valor para preguntárselo, no cuando este le indicaba con la miraba que se mantuviera alejado, haciéndolo sentir como un cobarde por no enfrentarlo.
Hablar en persona con Kyeonghwa cada vez era más complicado, verla a los ojos aumentaba el peso de su conciencia porque aunque tratara de negárselo a sí mismo, Yunho deseaba que Jaejoong volviera a besarlo.
Quería a Kyeonghwa, pero no podía evitar el sentirse atraído por Jaejoong.
—¿Vienes a la gran ciudad y sólo escoges un broche para el cabello? ¿Un prendedor que estoy seguro hubieras encontrado cerca de casa? —Yunho se enderezó en cuanto vio a Changmin y a la madre de este, acercársele.
—Esta tienda no tenía mucho por escoger, pretenden vender baratijas como si fueran joyas —La señora respondió, haciendo ademanes con ambas manos, sin importarle que la escucharan las empleadas de la tienda.
Changmin sacudió la cabeza, abriendo la puerta trasera del auto para que ella subiera. —Ahora entiendo porque la tacañería de nuestro casero no me sorprende, tengo una madre que también lo es.
—¡El dinero no crece en los arboles! Y si aprendieras a no despilfarrar el dinero de tu beca, no tendrías que trabajar de noche poniendo en juego tus estudios.
Changmin entornó los ojos antes de abrocharse el cinturón de seguridad en el asiento del copiloto. —Ni mis estudios peligran ni estoy despilfarrando, tan sólo obtengo dinero extra.
—Dinero que no sé en que estas gastando porque no has agregado nada nuevo a tu cuarto desde la última vez que vine. A menos que estés ahorrando.
—Quisiera hacer eso, pero la renta subió por el cambio de dueño y he tenido otros gastos.
—No es mucho lo que podríamos enviarte, pero si necesitas, tu padre…
—Por ahora estoy bien, les diré si llego a necesitarlo.
—Bien —respondió ella, cambiando su vista hacia el exterior—. ¿En verdad ese chico es tan avaro?
—¿Quién? ¿Jaejoong hyung? —preguntó Changmin girando su cuello para ver a su madre asentir—. Supongo que sí, incluso en el trabajo tiene esa reputación. Me contaron que cuando era mesero se comportaba muy quisquilloso con sus propinas, y nunca le prestaba dinero a nadie, ni siquiera un won.
—Yah, no es tan así —dijo Yunho dándole un ligero codazo en el brazo antes de girar el volante para entrar a la calle de la casa—. Sólo es cuidadoso con su dinero.
Changmin se encogió de hombros. —Por si acaso, no me confiaré ni tentaré mi suerte, siempre le daré prioridad al pago de la renta.
—Tu mamá va a pensar que convivimos con una persona mezquina.
—Los arrendadores por lo regular son así —aseguró la señora Shim—. Pero no me haré malas ideas de alguien que me ha tratado tan bien. No cualquiera deja hospedarse a un extraño sin un cargo extra a la renta.
—Eso es porque eres mi mamá —especificó Changmin.
Yunho asintió, presionando el botón que abría el portón de la casa. —Y él sabe cuán importante es eso para ti.
—¿Ves? Una persona que es así de comprensiva, no puede ser como tú la pintas.
Mientras el auto ingresaba a la casa, Changmin pensó en las palabras de su madre. Tal vez sí, Jaejoong no era la persona que creían. Sus acciones se contraponían entre sí, creándole una imagen distinta con cada una de ellas. Pero al final de cuentas él no podía ser tan codicioso ¿o sí?
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Jaejoong colocó cuatro bolsas de tela en la encimera de la cocina mientras veía de reojo a Junsu aún trabajando en la comida.
—Imagino que todavía no regresan.
Junsu negó con la cabeza revolviendo por última vez el contenido de la cazuela y apangándole al fuego. —Ya no deben de tardar. —Limpió sus manos en un trapo y luego lo arrojó en el fregadero—. Gracias por las cosas —dijo señalando las bolsas.
Jaejoong mostró un atisbo de sonrisa y agitó su mano cerrada en un puño, sosteniendo las llaves de la casa, antes de dar media vuelta para dirigirse al segundo piso.
La habitación de Heechul estaba totalmente abierta pero prefirió dar dos suaves toquidos en la puerta y a continuación entrar.
—Lo que encargaste. —Extendió su brazo para dejarle una pequeña bolsa de plástico encima de su cama.
Heechul abandonó la revista que hojeaba, para vaciar el contenido de la bolsa en su regazo. —Gracias —murmuró sin alzar la vista. Examinando cada artículo, hizo una mueca de disgusto al encontrarse con uno que no era el que deseaba—. Oye, este jabón no es el que pedí —se quejó, causando que Jaejoong se detuviera estando a un paso de salir al pasillo.
—Pero es neutro —Jaejoong refutó, cruzándose de brazos y anticipando una discusión tan sólo por ver la expresión de Heechul.
—Sí, pero no hipoalergénico.
—¿Y?
Heechul agitó sus manos en el aire, exasperado. —¡¿Y?! ¿Se te olvida lo delicada que es mi piel? ¿Que no sabes que no puedo permitirme el tener imperfecciones? ¿Acaso no sabes lo costoso que es una simple cita con el dermatólogo?
Jaejoong rodó lo ojos lentamente, conforme se rascaba la cabeza. —Estás discutiendo por un simple jabón. ¿No sabes lo ridículo que es eso?
—¡Estoy discutiendo por el bien de mi apariencia! Quizás a ti no te importe la tuya, lo cual es obvio, pero la mía es mi sustento.
—Entonces la próxima vez asegúrate de darme más dinero porque esa maldita marca de jabón no es barata. O mejor aún, ve a conseguirlo tú mismo.
Heechul soltó un largo suspiro, achicando los ojos. —¿Es por eso que no lo trajiste? ¿No podías sólo pagarlo con tu dinero y luego pedirme la diferencia?
Por un instante, Jaejoong permaneció en silencio, luego lo vio directo a los ojos, tratando igualar la severidad y desafío en su mirada. —No.
—¡Diablos, ¿cuánto más pudo ser? ¿billones?!
—¡Exactamente lo que me haría falta para pagar los servicios de esta casa, lugar donde los despilfarrados se cometen sin conciencia alguna!
—Ja, te pagamos para eso también, por si no lo recuerdas —habló Heechul mostrando media sonrisa. El gesto de suficiencia que Jaejoong tanto odiaba, quien respiró profundo y trato de mantener sus facciones sin ningún gesto de molestia.
—Teniendo en cuenta la enorme cantidad de tiempo que una persona toma solamente para secarse el cabello, es de esperar que lo que ustedes aportan no alcance para pagar la luz, de todos modos, ¿qué clase de hombre tarda tanto secándose el cabello?
Pasándose los dedos por encima de su cabeza, Heechul enarcó una ceja y levantó la barbilla. —Uno con estilo, ese.
Jaejoong soltó un ‘hum’ y un resoplido nasal. Los absurdos argumentos ya le habían tomado más tiempo del necesario. Se necesitaban dos para seguir discutiendo y él ya no pensaba hacerlo.
Abriendo la boca para ponerle punto final al alegato, casi muerde su lengua al ser empujado hacia el interior del cuarto y ver como Yunho entrecerraba la puerta con rapidez.
—¿Qué sucede aquí? Sus voces se escuchan hasta la cochera —dijo, haciendo caso omiso de la fulminante mirada que Jaejoong le dirigió.
—Lo habitual, la avaricia de nuestro casero —siseó Heechul.
Jaejoong puso los ojos en blanco mientras levantaba sus brazos en señal de rendición. Dio media vuelta para intentar salir pero se detuvo cuando se encontró con Yunho tapándole el paso, trató de esquivarlo al mismo tiempo en que este intentaba apartarse. Chocaron de costado y las llaves que Jaejoong todavía llevaba en su mano, cayeron al suelo.
El ruido metálico atrajo la atención de Yunho, quien prontamente se agachó y alzó las llaves. Su pulgar derecho recorrió un lado del mosquetón gris, estudiándolo pausadamente. —¿Este es…?
—Mis llaves —espetó Jaejoong, arrebatándoselas y marchándose de allí sin decir más.
Yunho permaneció absorto en su mano vacía, espaciando en sus recuerdos, hasta que las palabras de Heechul lo sacaron de sus pensamientos:
—Te lo juro, ese hombre es tan avaro que no presta ni atención a por dónde camina.
—¿Debo recordarte de quien es el piso en el que ahora mismo estás parado? —le dijo, metiendo ambas manos dentro de sus bolsillos—. Además, no es el día adecuado para hacer escándalos, tenemos visitas.
Heechul caminó hacia el espejo del tocador, se peinó y ajustó sus ropas. —Entonces pondré mi mejor cara y actuaré como si amara a todas las personas que viven en esta casa —habló poniendo una sonrisa al final.
—A mí me amas —declaró Yunho.
—A veces no tanto.
Riendo quedamente y pasándole un brazo por sobre sus hombros, condujo a Heechul hacia el pasillo, donde se detuvo brevemente para pegarse a la puerta de la recámara de Jaejoong. —Junsu dijo que en diez minutos podríamos comer. Estaremos esperándote.
—Y será mejor no te tardes —advirtió Heechul, obteniendo un golpe en su hombro, antes de que Yunho lo alentara a continuar su camino.
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—Hyung, cada vez que cocinas te superas a ti mismo —elogió Changmin, dejando los palillos a un lado del tazón vacío y apoyándose contra el respaldo de la silla.
Junsu se sintió sonrojar al ver a los demás asentir. —Gracias —musitó.
—Hacía tanto que no comíamos algo con sazón en esta casa —comentó Heechul al volver a la mesa con un vaso de agua—. Lo único bueno es la limonada que hay de vez en cuando —elevó una de las esquinas de sus labios mirando directamente a Jaejoong un segundo antes de sentarse y agregar—: y eso es gracias a que es de sobre.
Yunho carraspeó enderezándose en su silla. —Lo dice el hombre que lo poco que come es bajo en calorías y sin muchos condimentos. Perdón pero por tu gusto culinario no puedes considerarte un buen juez.
Heechul frunció la nariz, poniendo un gesto de disgusto. —Mi físico necesita cuidados especiales —rebatió—, pero eso no significa que no sepa distinguir una buena de una mala comida.
—Cuando cocinas, nunca puedes darle gusto a todo mundo —La mamá de Changmin interrumpió—. No tomes cuidado de los comentarios, Jaejoong-ssi.
—Nadie está obligado a comer —murmuró Jaejoong.
Entonces, Yunho se puso de pie y comenzó a apilar los tazones y platos que estaban a su alcance. —¿Terminaron? —dijo y sin esperar respuesta se los llevó a la cocina.
La señora Shim lo siguió con la vista. —¿Sigue saliendo con la doctora?
—Eso parece —respondió Changmin imitando la expresión de disgusto de Heechul.
—Será un buen esposo, y además de todo es médico, que mejor adición a la familia que un doctor. —agregó ella.
—O un chef, como nuestro Junsu-ah quien cocina tan bien que ya está listo para casarse —dijo Heechul—. Serás una magnifica esposa. —Alzó su vaso con agua como si estuviera brindando.
—¡Hyung! No tienes derecho de poner mi masculinidad en duda —protestó Junsu entrecerrando sus ojos—. Ni siquiera eres el indicado.
Heechul vio por el rabillo de su ojo a Yunho regresando, con una sonrisa en su rostro. —¿Qué? ¿Hoy todos decidieron atacar mi credibilidad? ¿Ya no puedo externar mi opinión?
Nadie dijo nada, lo cual Jaejoong aprovecho para ponerse de pie. —Yo me retiro, me tengo que preparar para ir a trabajar —mencionó al tiempo que volvía a acomodar la silla.
—Hyung, gracias por conseguirme un reemplazo para hoy —dijo Changmin.
Jaejoong lo miró y luego agitó su mano en el aire. —No fue nada.
—Fue tan amable al ayudarte a conseguir el día libre —habló la madre de Changmin una vez que Jaejoong estuvo subiendo las escaleras—. No importa cuánto se quejen de él, me sigue pareciendo un buen muchacho.
—Por supuesto que lo es —dijo Yunho en tanto pasaba un trapo húmedo por la mesa.
—No hay que fiarse de sus intenciones.
Yunho volteó hacia Heechul y le lanzó el paño. —Deja de hablar mal de la gente y mejor ayúdame a limpiar.
Heechul obedeció a regañadientes.
—Bien, yo también debo alistarme, tengo que tomar un tren en un par de horas. —La madre de Changmin se levantó siendo seguida por este—. Gracias por tan buena comida —le dijo a Junsu.
Junsu se cohibió, sólo atinando a asentir y bajar la cabeza en respuesta. Al pasar a su lado, Changmin le palmeó la espalda susurrando ‘gracias, Junsu-ah’ y eso había sido suficiente para hacerlo sonrojar.
—Ajá. —Heechul lanzó el trapo contra la mesa—. Ahí lo tienes, gran mentiroso. Todo este esfuerzo fue por él.
—Ssh. —Junsu se cubrió los labios con el dedo índice, volteando hacia arriba para comprobar que nadie lo hubiera escuchado—. Basta con eso, hyung —siseó.
—Sí, sí, niégalo —dijo Heechul recogiendo el trapo y dando media vuelta, yendo a la cocina—. Quizás así tú mismo comiences a creértelo.
Junsu frunció el ceño mientras lo veía entrar en la cocina. No necesitaba decirse nada a sí mismo, tenía perfectamente claro sus sentimientos y lo que debía hacer respecto a ellos. O al menos esperaba estar en lo correcto.
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Hacía quince minutos que Siwon había llegado. Lo primero que hizo al ver a Yunho comiendo una manzana en la cocina mientras Junsu lavaba los platos, fue quejarse por no haber sido incluido en los planes familiares sí él era “como de la familia” y la madre de Changmin prácticamente pudo haber sido su suegra, «en un mundo bizarro», Yunho se había burlado.
Ahora que estaban en la habitación de Heechul, disputaba con Yunho por un lugar en la cama mientras Junsu insertaba el disco blu-ray en el reproductor y presionaba ‘play’ antes de sentarse en una de las esquinas del colchón.
—¿Por qué prefieren ver películas aquí en vez de ir al cine? —preguntó Siwon empujando el muslo de Yunho con uno de los suyos.
—Porque es más barato —contestó Junsu con simpleza.
—Es más cómodo —agregó Heechul.
Y Yunho, luego de apretarle fuertemente la rodilla y aventarlo fuera de la cama, añadió: —No hay necesidad de salir de casa.
Siwon se tambaleó unos cuantos pasos pero después recobró el equilibrio sin mucha elegancia. —Aburridos —profirió alisando su camiseta, cruzándose de brazos de mala gana al ver a Yunho extenderse a lo largo de la cama, dejando nulo espacio disponible.
—Extraño los fines de semana en los que no tenía un empleo fijo y podía quedarme a ver películas con ustedes. —Changmin suspiró profundamente, arrastrando sus pies dentro del cuarto.
—Renuncia y vuelve al negocio del modelaje —sugirió Heechul—. El profesor ha seguido preguntando por ti.
—Hablando de eso, ¿qué ha pasado con esa muestra de fin de curso? ¿finalmente alguno de los cuadros saldrá a la luz? —preguntó Siwon sonriendo, cambiando su expresión a una seria en cuanto notó la manera en que Heechul lo veía.
—Estoy lista —declaró la madre de Changmin, y él les hizo gestos para que no se hablara más del asunto.
—¿En verdad no quieren que los lleve a la estación? —preguntó Yunho poniéndose de pie.
—No, hyung, ya no has llevado a suficientes partes —respondió Changmin al tiempo que alzaba el par de maletas que su mamá había dejado en el suelo—. No soy tan abusivo.
—No tengo ningún problema en hacerlo.
—No, en serio, quédate a ver la película —apuntó hacia el televisor donde una escena de acción estaba pausada.
—Entonces, ten. —Yunho extendió su brazo, haciendo tintinear las llaves que sujetaba en su mano—. Llévate mi coche.
—¿Estas prestándome tu auto?
Yunho rio mientras rascaba su nuca. —Suenas tan sorprendido que cualquiera pensaría que nunca presto nada.
—Es sólo que… guau… gracias.
Heechul resopló, acercándoseles. —Es un préstamo, no un regalo. —Abrió ampliamente sus brazos y rodeó con ellos a la señora Shim—. Vuelve pronto, y la próxima vez trae también a ese sexy marido tuyo.
—Oye, estás hablando de mi padre —Changmin protestó.
—Está bromeando. —Yunho apartó con delicadeza a Heechul y también abrazo a la mujer—. Buen viaje.
—En sus próximas vacaciones podremos venir juntos. Gracias por hospedarme y ayudarme a cuidar a este chico que finge ser capaz de valerse por sí mismo —habló ella, con su voz siendo amortiguada por el hombro de Siwon quien tomó su turno para abrazarla.
—No, mamá, no finjo, puedo hacerlo.
Desechó la declaración de su hijo agitando una mano y caminó fuera del cuarto. —Cuídense.
—Vuelvo en un rato.
—Yo… yo voy con ustedes. —dijo Junsu.
Changmin se encogió de hombros siguiendo a su madre mientras que Junsu le entregaba el control del reproductor de blu-ray a Yunho y se apresuraba en alcanzarlos.
—Siempre quise tener una madre como ella —declaró Heechul, volviéndose a la cama.
—Qué extraño, antes no dejabas de decir que ella era alguien de cuidado y un tanto preguntona —rebatió Yunho.
—Sí, pero en el buen sentido, aparte de de que es por demás mejor a la mía.
Yunho asintió. —Y que la mía.
—Bueno ya, ¿podrían dejar de hablar de temas familiares y continuar con la película? —Siwon protestó desde la cama, que para disgusto de Yunho, había acaparado su lugar habitual.
—¡Oye! —protestó él, frunciendo el ceño—. ¿Tú que haces aquí? ¿No deberías estar allá fuera divirtiéndote?
—Hoy me dieron ganas de venir —contestó Siwon, entrelazando sus manos por debajo de su cabeza—. ¿Ya no puedo o qué?
Heechul reprimió su sonrisa mientras se acomodaba del otro lado de Siwon, y le quitaba la pausa a la película. Yunho, por su parte, fue a sentarse al borde de la cama, tapando la mitad de la pantalla.
—¡Hey! No puedo ver nada —reclamó Siwon.
—Entonces ya sabes, muévete —le dijo Yunho por encima de su hombro.
Reacio en dejarlo salirse con la suya, Siwon dobló las piernas y con las puntas de sus pies comenzó a picotearle la espalda baja. En respuesta obtuvo un manotazo, pero ese no fue un impedimento para que siguiera haciéndolo, no hasta que recibió el quinto golpe.
—¡Eso dolió, bastardo maldito! —se quejó, deteniéndose y acariciando sus pies.
Yunho rio y se giró hacia él. —Se dice maldito bastardo, idiota, y ese era el propósito.
Siwon abrió la boca y amplió los ojos mientras trataba de enderezarse hasta quedar sentado. —Vaya, ¿con esa boquita besa a su novia, doctor Jung?
—Sí, ¿quién lo diría, eh? El distinguido Jung Yunho diciendo malas palabras.
La voz femenina proveniente de la puerta lo hizo a todos virar sus miradas hacia esa dirección. De pie y bajo el umbral, estaba Kyeonghwa sonriendo y sujetando su bolso con ambas manos. —Hola —dijo ella.
Yunho fue el único que se levantó y atinó a decir algo: —¿Hola? ¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste?
—No te muestres tan entusiasmado por verme. —Aunque sus palabras fueron sarcásticas, la sonrisa jamás desapareció de su boca. Caminó hacia él y con el dorso de su mano, le retiró el cabello que caía sobre sus ojos—. Vi tu coche saliendo de la casa, así que pensé que te ibas pero luego noté que Changmin era quien lo manejaba, después me dejaron entrar. Y ustedes, ¿qué hacen?
—Estamos viendo una película, ¿te gustaría unirte a nuestro improvisado club de cinéfilos haraganes? —ofreció Heechul.
Ella volvió a sonreír, esta vez con más sinceridad. —Si no es molestia y aceptan chicas, por supuesto.
A Yunho le tomó unos segundos el comprender su respuesta, parpadeó un par de veces y dijo: —Esto no es el club de Toby, Kyeonghwa. —Enseguida fue al rincón de la habitación y después de haber quitado las revistas que tenía encima, jaló el enorme puff arrastrándolo hacia el pie de la cama. Sin decir palabra se dispuso a amoldarlo hasta que estuvo satisfecho en como quedó—. Siéntate.
Luciendo inconforme pero sin otro remedio, ella se sentó mientras que Yunho ocupó el lugar a su lado, de pronto sintiéndose sofocado.
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—¿Y qué tal tu familia, Junsu? —preguntó la madre de Changmin.
—Bien, supongo, al menos eso es lo que dijeron la última vez que los llame.
—No entiendo cuál es su descontento contigo, eres trabajador y honesto. De verdad no lo entiendo.
Para los oídos de Changmin, la risa de Junsu se escuchó como si lo tuviera pegado a su costado y no en la parte posterior del auto. Le echó un rápido vistazo por el retrovisor y lo encontró con la cabeza apoyada en el respaldo del asiento, con las manos en sus rodillas.
—Bueno, no tengo mi propio restaurante, ni siquiera me dedico a nada referente a la gastronomía, y a estas alturas de mi vida —Junsu tomó un respiro—, aún no estoy casado. —Listó alzando un dedo por cada cosa mencionada—. Soy un fracaso ante sus ojos.
—Pero es como si fueras un vago, eres un profesional.
—No en lo que ellos quisieran. Todos en mi familia de alguna forma están en el negocio de la comida, es como una tradición para ellos, ¿me explico? como las familias que están llenas de doctores o abogados. Me gusta cocinar, pero no soy bueno en ello —Giró su cabeza hacia la ventanilla—. Lo intenté y no sirvo para eso.
—¿De qué hablas? Tú no cocinas mal —dijo Changmin, dándole otra mirada furtiva al espejo retrovisor, en esta ocasión topándose con la de Junsu.
—Sí, Junsu, lo haces bien, muy bien —reafirmó la señora Shim.
—No funciono en situaciones estresantes, tiendo a… a cometer errores, incidentes.
—Ah —dijo Changmin con simpleza—. Como cuando estuviste a punto de quemar nuestra cocina al freír arroz. —No pudo evitar sonreír al recordar la expresión de pánico de la señora Jang al descubrirlos a él y Junsu, limpiando los estantes humeados. La impresión la había hecho colocar una mano en su pecho y recargarse en el refrigerador mientras contemplaba la escena.
Avergonzado, Junsu asintió. —Atender la de un restaurante es una gran responsabilidad. Un pequeño accidente podría convertirse en una enorme tragedia. —El percance del arroz no había ido más allá de tiznar los muebles, pero sabía que un lugar con tantos utensilios y suplementos, fácilmente potenciarían su tendencia a provocar catástrofes—. Además siempre me he preferido la enseñanza. A mis padres nunca les gustó la idea de que me dedicara a ello, ahora lo aceptan pero eso no quita que cada que voy a visitarlos me recuerden como es que no soy lo que ellos hubieran querido que fuera.
—Los padres siempre quisiéramos que nuestros hijos eligieran ciertas cosas, pero finalmente no es nuestra vida así que ustedes tienen derecho a vivirla como consideren correcto. Algún día lo entenderán. Mientras tanto, no dejes de llamarlos. —Ella miró a Changmin—. Una llamada ocasional es como un tranquilizante cuando no vives con ellos.
«Un reproche», concluyó Changmin. —Sí, trataré de hablarte más seguido —dijo con tedio, apagando el motor—. Llegamos.
Los tres bajaron del coche, Changmin sacó las maletas de la cajuela mientras que Junsu desatoraba la bolsa de tela que pusieron atrás. —Yo esperaré aquí —dijo este último, abriendo sus brazos y envolviendo con ellos a la señora Shim—. Fue bueno verte de nuevo.
—Gracias por la comida —respondió ella, sujetando la bolsa que Junsu le tendía.
—Trata de no romper nada —dijo Changmin por encima de su hombro mientras caminaba junto a su madre hacia la entrada de la estación.
—Heechul tiene razón, un cocinero que además es lo suficientemente inteligente como para pasar sus conocimientos a otras personas, es una buena adición a la familia.
—Ma…
—No estoy sugiriendo nada —aclaró rápidamente—. Sólo es por si acaso no lo habías pensado.
Y no, Changmin no lo había hecho, a él le daría lo mismo si en vez de ser profesor Junsu fuera astronauta, carnicero o bombero, su profesión era lo de menos. Le gustaba él por como era y no por lo que era. Pero decidió no decírselo a su madre, en su lugar sujetó ambas maletas con una sola mano y colocó la otra en la espalda de ella, apurándola a caminar y a su manera, asegurándole en silencio que estaba de acuerdo con lo que dijo.
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La escena que en ese momento se reproducía en el televisor, era una donde el protagonista descubría in fraganti a la esposa de su jefe y a su compañero de trabajo —y de piso—, acomodándose las ropas mientras salían de una habitación. Él los estaba confrontado, mostrándose sorprendido al saber que habían estado teniendo un amorío por casi un año. Meses de estar viviendo con su compañero y nunca se percató de ello.
Kyeonghwa resopló, cruzándose de brazos. —¿Realmente alguien podría estar teniendo una relación enfrente de los demás sin que estos se den cuenta? —No obtuvo respuesta por lo que continuó—: Si pasa desapercibida es porque no es algo serio, es decir, el amor no es algo que se pueda ocultar, ¿cierto?
—No creo que el no querer compartirlo con los demás demerite lo que tienes —opinó Heechul.
—A menos que sea porque se trata de una infidelidad —habló Siwon, señalando la pantalla plana.
Pasos resonando por el pasillo detuvieron lo que sea que cualquiera fuera a decir. Todos voltearon hacia la puerta abierta, justo a tiempo para ver a Jaejoong pasando.
—¿Ya te vas? —le preguntó Yunho.
Jaejoong frenó sus pasos súbitamente, volteándose hacia él. —Sí —contestó seriamente.
—Ojala que tus clientes de esta noche sean dadivosos al dejarte propinas.
Jaejoong entornó los ojos por las palabras de Heechul. Restándoles importancia, únicamente agregando: —Me voy. —Y entonces se marchó.
—Parece que la sola mención del dinero lo enfurece.
Yunho torció su cuello para poder ver a Heechul. —Es tu manera de decir las cosas, no trates de fingir inocencia. —Negó con su cabeza.
Kyeonghwa dio un vistazo hacia el pasillo, cerciorándose de que Jaejoong ya no estuviera allí, luego dijo: —Él parece ser de clase de persona que podría salir con alguien en secreto.
Heechul arqueó una ceja, olvidándose completamente de la película para enfocarse en la conversación. —No habría sentido de su parte para ocultarlo, no es como si a nosotros fuera a interesarnos saber con quién… —hizo ademanes en el aire— se involucre. Claro, el morbo siempre es tentador pero el no saber de quién se trata, es una persona menos de la que sentir pena.
—A no ser que estuviera saliendo con alguien de esta casa —rebatió Siwon, sonriendo con satisfacción cuando las miradas de los demás fueron directo a él.
—No creo que ninguno de los que viven aquí, tengan tal gusto —habló Heechul, luciendo completamente seguro de sus palabras.
Kyeonghwa se volteó en el puff, tanto como pudo, y miró a los hombres sobre la cama. —¿Qué hay de Changmin? el también siempre me ha parecido misterioso, bien podría estar teniendo un amorío con Jaejoong-ssi.
La risa de Heechul brotó al instante. —Es absurdo…
Siwon alzó su mano y la puso frente a su boca para callarlo. —No tanto, si lo piensan, ahora que trabajan en el mismo sitio pasan más tiempo juntos, por lo tanto conversan y están conociéndose más a fondo, la chispa podría surgir —dijo intercalando su mirada con cada uno—. Además, ambos son libres. ¿O es que alguno de ellos está saliendo con alguien más? ¿Yunho?
Yunho se sintió repentinamente expuesto mientras un escalofrió recorría su cuerpo, era como si ellos pudieran ver a través de él y ahora supieran que era lo que había estado sucedido con Jaejoong. Sin embargo, intentó controlar su nerviosismo e impedir que este se reflejara en su rostro. Atinó a fruncir el ceño y murmurar: —No sé. —Mas le fue imposible evitar que una imagen se formara en su mente. Una donde Jaejoong le sonreía a Hyunjoong—. En todo caso, no me gusta inmiscuirme en vidas ajenas. Lo único que quiero es seguir viendo la película, si ustedes hicieran el favor de mantenerse callados se los agradecería mucho.
Justo entonces todos guardaron silencio, regresando la atención al televisor donde la película continuaba reproduciéndose. Iba a dificultárseles el volver a entender la trama pero en realidad eso no era tan relevante ya que de todos modos para ellos no existía concentración alguna cuando las especulaciones les habían dejado tanto en que pensar.
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—Muero de hambre.
Junsu volteó a ver a Changmin y arrugó la cara. —No hace mucho que comimos.
Él se encogió de hombros, tamborileando los pulgares en el volante en lo que esperaba que el semáforo cambiara a la luz verde. —Tengo hambre.
—Bueno, llegando puedes comer... más —dijo Junsu, reclinándose en el asiento y cerrando los ojos.
—¿Qué tal si vamos por algo? —sugirió de pronto, comenzando a mirar a los alrededores en busca de un negocio de comida.
—¿Algo como qué?
—Cualquier cosa. ¿Qué se te antoja?
—Nada. Mis intestinos aún están digiriendo lo de esta tarde.
—Entonces vayamos a beber.
Junsu parpadeó, cubriendo el bostezo que soltaba en ese momento. —¿Beber? ¿Contigo? —Agitó sus brazos a manera de negativa—. No gracias, la última vez que lo hice quedé casi inconsciente.
—Hey, pero te divertiste —rebatió Changmin—. Podemos comprar cervezas y llevarlas a casa con el pretexto de una noche de chicos, así, si es que ella todavía está allí, se sentirá excluida y se irá.
—¿Ella?
Changmin rodó los ojos. —Kyeonghwa.
—Ah —Junsu rio asintiendo—. ¿Por qué nunca te ha caído bien?
—No sé, quizás por sus intentos por agradarnos. A leguas se nota el esfuerzo que hace al intentar incorporarse a nosotros. No me gustan las personas que fingen por conveniencia.
—¿Conveniencia? ¿Y según tú qué es lo que obtiene de eso?
—La aprobación de Yunho hyung. —Se aseguró de sonar como si lo que decía fuera lo más obvio del mundo—. Sabes que a él le gusta que todos se lleven bien, si su novia y las personas con las que vive no simpatizan, no estará contento y si es así, ella no podrá convencerlo de arrastrarlo al altar.
Junsu negó con la cabeza. —¿No crees que estas siendo demasiado severo?
Changmin ladeó la suya, quedándose en silencio y luego cuando parecía que no se hablaría más del asunto, dijo: —Hyung no debería seguir con ella. Admito que al principio lucían bien juntos y el interés de ambos era evidente. Últimamente parece que sólo siguen por compromiso o porque ya invirtieron mucho tiempo y no lo quieren dar por desperdiciado.
Junsu suspiró profundamente, volviendo a cerrar los ojos. —Las relaciones pasan por diferentes etapas, es natural que cambien.
—¿No se supone que el noviazgo es la eterna luna de miel?
—Ya ves que no.
—De todos modos, no los veo casados y si llegan a hacerlo no les auguro mucho tiempo
—No seas así. —Junsu le dio un manotazo en el brazo—. Yunho hyung merece ser feliz.
Changmin asintió. —Por eso mismo, deben separarse.
El resoplido que Junsu dio como respuesta fue seguido por el bullicioso ruido vehicular, el cual fue lo único que se escuchó hasta que Changmin recordó la plática que habían tenido rumbo a la estación.
—¿Era en serio eso de que a tus padres les molesta que todavía estés soltero?
—Sí —contestó Junsu con desgana—. Mi familia tiene la filosofía de ‘cásate pronto y ten hijos’. Mis hermanos y primos ya lo hicieron, incluso los menores les dieron bisnietos a mis abuelos. Yo en cambio ni siquiera estoy en una relación estable.
Changmin maniobró para meterse en la calle que sabía los conduciría a una tienda de conveniencia. Una idea atravesó su mente y no dudo ni un segundo en compartirla. —Entonces sería oportuno rifarte, ya para que salgas. —Había esperado una mala reacción ante eso, pero no una tan fuerte como fue el puñetazo que recibió en su hombro. Casi podía jurar que los nudillos de Junsu se quedaron marcados en su piel—. Sólo bromeaba —dijo moviendo su hombro en círculos para aligerar el dolor—. Aunque tal vez sí deberíamos ayudarte a buscar un buen prospecto o por lo menos uno mejor que los que has conseguido por ti mismo. Sinceramente, todos y cada uno de ellos han dejado mucho que desear.
Junsu iba a pegarle por tercera vez consecutiva pero desechó la idea con un simple movimiento de su mano y giró su cabeza hacia la ventanilla. Una rara sensación llenó su estómago al repetir las palabras de Changmin dentro de su cabeza. Sabía que estaba siendo ridículo pero le era imposible no desear que como tantas veces antes, él se hubiera ofrecido para ser ese prospecto.
Sin embargo dejó de lado sus emociones y fingió una expresión de resentimiento en su rostro cuando Changmin bajó del auto y tocó el parabrisas para apresurarlo a que también saliera. Se rehusó a hacerlo con la esperanza de que si en lugar de acompañarlo lo esperaba allí, tendría tiempo a solas y dejaría de anhelar cosas extrañas. Pero lo que necesitara a Changmin no le importó, porque con un rápido tirón lo sacó del coche y lo comenzó a empujar dentro de la tienda.
—Aprisa, hyung. Tenemos que devolver el coche.
Y para colmo, él volvía con lo de ‘hyung’.
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Yunho abrió la puerta trasera y emergió en la oscuridad del patio. El amanecer ya estaba cerca pero aún no había ni un dejo de claridad en el cielo. La ligera y fresca brisa llenó sus pulmones de inmediato, incitándolo a respirar profundamente para después de repetir esta acción otras tres veces más, no sabía si era su imaginación pero el olor a alcohol todavía podía percibirlo en él mismo, a pesar de haberse duchado antes de irse a dormir. Por lo menos no tenía una resaca.
Estiró su cuerpo al bajar la rampa de cemento con pasos lentos, se sentía cansado pero simplemente no podía seguir durmiendo, así que consideró que recostarse en el columpio del jardín lo relajaría.
El follaje del árbol creaba una sombra semicircular en el pasto, cubriendo la poca luz que provenía del alumbrado público. El ruido de las hojas moviéndose con el viento y el suave rechinido del metal, era todo lo que podía escuchar.
Estando a mitad del jardín no podía ver más que a un par de pies descalzos balanceándose a escasos cinco centímetros del césped. No estaba por completo seguro de a quien pertenecían estos, pero si sus sospechas estaban en lo cierto, dudaba que su presencia fuera a ser bien recibida.
Recorrer la distancia que lo separaba del columpio no le tomó mucho, así que con media sonrisa, se sentó en el desocupado cojín a la izquierda de Jaejoong. Y a pesar de que intentó pasar desapercibido, el leve bamboleo que causó fue lo suficiente para que apresuradamente se abrieran los ojos del otro hombre.
Soltar un resoplido fue lo primero que Jaejoong hizo al verlo, enseguida se deslizó más hacia su derecha y volteó la cara al otro lado.
Yunho amplió su sonrisa cruzando los brazos sobre su pecho. —¿Cómo estuvo tu noche? —le preguntó, aguardando un instante por una respuesta que no obtuvo—. La mía salió un poco de la rutinaria; bebí con los chicos, tardé en dormirme y un par de pesadillas me despertaron, la última me hizo perder el sueño.
Jaejoong resopló de nuevo, esta vez haciendo el amago de levantarse pero cuando estuvo a nada de logarlo, el impulso que Yunho hizo con sus pies sobre la tierra, provocó que el columpio se moviera y él se desequilibrara. Sin mucha gracia cayó de regreso en el asiento, golpeándose en el respaldo y quedando un poco más cerca de Yunho.
—¿Cuál es tu problema? —siseó apretando los dientes.
Mostrándose impasible, Yunho ignoró el evidente malhumor en su voz. —Me recuerdas a la señora Jang, era testaruda, imponía reglas inflexibles y era difícil de hacerla cambiar de opinión. Pero su bondad no tenía límites y aunque nunca lo dijo, le gustaba que viviéramos aquí, con ella.
La mente de Jaejoong se quedó en blanco. Sus protestas fueron anuladas por esa inesperada declaración. Por un lado quería exigirle que lo dejara en paz y por el otro, persuadirlo para que le contara más sobre esa mujer de la que únicamente conocía el nombre y que se decía era su tía. Al final, luego de unos minutos de silencio, optó por irse. Pero apenas había dado un par de pasos cuando volvió a ser detenido, ahora no con un movimiento sino con palabras.
—¿Por qué lo haces? —preguntó Yunho con tranquilidad, no hubo ninguna señal de marcharse por parte de Jaejoong, por lo que continuó—: Te acuestas conmigo y dices que no fue nada, pero entonces me besas a cada oportunidad para después ignorarme por completo. ¿Por qué?
Los dedos de las manos de Jaejoong se flexionaron ligeramente, como si fueran a cerrarse en un puño, aunque no lo hicieron. Su demás cuerpo permaneció totalmente rígido, aún después de virarse para enfrentarlo. —¿Es una queja? No escuché ninguna en cualquiera de esas ocasiones.
Yunho lo miró directo a los ojos, no intimidándose por el enfado que encontró en ellos. —Estoy preguntándotelo porque necesito saberlo.
—Estabas allí, y es obvio que no eres una persona a la que una relación le impida involucrarse con alguien más. Yo no soy el que le debe fidelidad a nadie, así que ¿por qué no reaccionar al momento?
—¿Eso es lo que soy para ti? ¿Un capricho momentáneo? ¿Es lo único?
Una sonrisa ladina apareció en la cara de Jaejoong al distinguir el tono de reproche. —¿Ahora es que estás indignado? ¿No crees que es demasiado tarde para eso? Yo pienso que sí.
No se dijo más, Jaejoong se alejó y Yunho cruzó sus tobillos echándose hacia atrás en el respaldo. El cielo empezaba a aclararse, y él tan sólo esperaba que lo mismo comenzara a suceder con sus sentimientos.

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Yunho corrió para acercarse a la anciana que intentaba recuperar el equilibrio que parecía haber perdido. Sujetándola por el codo, logró que ella se mantuviera sobre sus pies y que sólo un paquete de papel higiénico cayera al pavimento.
—¿Se encuentra bien, señora Jang? —le preguntó mientras se inclinaba para recoger el papel, sin dejar de sostenerla con su otra mano.
Ella sonrió gentilmente al tiempo que buscaba dentro su bolso las llaves de su casa. —El sol debió afectar mi vista porque no vi la piedra con la que tropecé.
Yunho miró a su alrededor no encontrando más que la plana banqueta libre de cualquier objeto. Sin embargo, asintió sin contrariarla. —Quizás estaba caminando muy rápido, trate de hacerlo con más cuidado la próxima vez.
—Sí, eso haré. —Sonrió de nuevo, abriendo la puerta y estirando la mano para recibir los rollos de papel—. Gracias por tu ayuda.
En los pasados tres meses que llevaba conociéndola, había notado que este tipo de “tropiezos” le ocurrían más que seguido. Por fortuna ninguno de ellos había pasado de ser el susto de una caída, pero Yunho no dejaba de preguntarse qué es lo que pasaría si ella tuviera un accidente dentro de su casa, y viviendo sola, nadie estuviera allí para ayudarla.
Indecisamente, Yunho le entregó el paquete y aguardó a que entrara. Cuando la mujer inclinó brevemente su cabeza, dispuesta a cerrar el portón, él la detuvo con la palma de su mano.
—¿Qué ha pensado acerca de rentarme una habitación?
—No sé, Yunho-ssi, no estoy segura si sea una buena decisión el compartir mi casa con un hombre.
«Al menos ya no me llama extraño», Yunho pensó. Ella parecía haberse acostumbrado a su presencia, y viviendo a unos cuantos metros, no era raro que fuera así.
—Creí que la opinión de los demás no le importaba.
—Y así es. —Ella abrió más la puerta—. Pero llevo años viviendo sola, volver a compartir el techo con otra persona, no es algo que estuviera esperando.
—Podría hacer el intento. Un mes, ¿qué le parece? Vivir con mi amigo y su novia se ha puesto demasiado incómodo. Mis turnos en el hospital no me han dejado el tiempo suficiente para buscar un nuevo lugar y realmente creo que es momento de que salga de ese departamento. Puedo comprar mi propia comida, ayudaré con los gastos de los servicios y pagaré el alquiler que usted decida.
—Eso suena a que puedes darte el lujo de mudarte a cualquier sitio.
—Pero me gusta esta zona, además de ser tranquila, está relativamente cerca de mi trabajo.
La señora Jang bajó sus ojos al suelo, casi cerrándolos por completo y luego soltó: —Discutámoslo mañana, ven por la tarde a verme y si pudieras traer una de esas deliciosas tartas que hace ese amable muchacho que tienes por novio, ganarías puntos extras.
Yunho mostró un atisbo de sonrisa antes de encogerse de hombros. —Lo siento, él y yo ya no estamos juntos.
—Oh —susurró ella—. Es una lástima, parecía ser un buen chico.
—Lo es. De cualquier forma me aseguraré de no venir con las manos vacías —se apresuró a decir.
Luego de un asentimiento, la puerta se cerró y Yunho dio media vuelta para dirigirse al edificio situado en la siguiente cuadra.
Yoochun se había marchado apenas dos semanas atrás, y su otro amigo acaba de instalarse en la habitación desocupada. Cuando la boda de su antiguo compañero de departamento se aproximaba, Yunho le insistió tanto a Siwon en que se mudara con él, que ahora no sabía cómo es que le diría que esta vez era su propio turno de marcharse.
Cual fuera la justificación que le diera, Siwon iba a molestarse. Después de todo, le había dicho que aun a su edad, no estaba preparado para vivir solo, que al no tener a Yoochun en ese departamento iba a ser triste, que el dividir los gastos sería conveniente para ambos y que hacerse compañía mutuamente, lo sería todavía más.
¿Cómo reaccionaría al explicarle que repentinamente decidió que era mejor vivir en otro lugar, hacerle compañía a otra persona y probablemente gastar más de lo que ya hacía?
Pero la verdad era que Siwon podía arreglárselas por si solo y aparentemente Jang Nayoung, no. Una mujer con los achaques de la edad que ella misma decía padecer, necesitaba más de un compañero de casa, que un cardiólogo juerguista como él.
Echando un vistazo hacia el cielo y listo para enfrentarlo, Yunho entró en el edificio yendo directo al elevador. Con suerte y en dos días estaría usándolo para bajar sus cosas y llevarlas a su nueva habitación.

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33 comentarios:

  1. aaaaaaah capitulo nuevo!!!!
    muchas gracias!!!! pues la verdad me he quedado en blanco, es que bueno con la relacion que hay entre junsu y changmin a veces siento que las cosas se van dando pero despues ambos o son muy tontos para darse cuenta o algo cobardes para arriesgarse, y despues la relacion entre yunho y kyeonghwa (lo escribi bien?? xD) bueno opino lo mismo que changmin, esa relacion debe de llegar a su fin por el bien de los dos, es que se nota que yunho ya no la quiere, tal vez en un principio hubo algo pero ahora pienso que es mas por costumbre o por el miedo? a estar solo....y finalmente el yunjae! aaaah esos dos me desesperan!!! es que su historia esta algo muy enredada, no veo que haya algun avance con ellos u.u , apenas dan un paso y retroceden dos TT.TT..... de cualquier forma me tiene enganchadisima esta histora.... muchas gracias por la actualizacion tenia tiempo esperandola, la verdad no importa tanto el tiempo que puedas demorar en actualizar, lo importante es que no has dejado las historias inconclusas, gracias por eso :)..... y pues estare al pendiente del nuevo capitulo y claro del fic que dices estas traduciendo xD.... nos leemos

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    1. changmin esta harto de junsu, nah no es cierto, gracias por comentar y si, si escribiste bien el nombre :D

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  2. Joongie Villegas:
    Aww. X fin actuuuuu *o* si q demoraste mucho XD y gracias x avisarme u.u
    me encantó el capoo.. Comprendo a Jaejoong...
    Heechul lo juzga así sin ni si quiera saber del pasado de JJ ToT
    bueno gracias x la actu... Ah y kiero lemon.. De veras q amo tus lemons *o*
    y tmb espero esa traduccion de la q hablas

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    1. dijiste que ya no lees esas partes!! pero estarás de acuerdo en que si lo pongo la infidelidad de yunho llegara al máximo nivel, verdad? no impo rta? a muchas no les gusta eso de andar engañando ni siquiera en fics :S

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  3. asdfghasdfg sin palabras!!!

    en verdad este Fic me ha gustado demasiado, y no me importa esperar, aveces e sbueno, se pone más interesante la curiosidad por leer loq ue pasara en el siguiente capitulo!!

    y como el nombre de este capitulo, Dudas, asi estoy yo conla forma de ser de JJ y de JS, comprendo, los miedos, razones y reproches que puedan tener, pero definitivamente todo tiene un tiempo, y a Junsu se le paso el que CM le ofreció ahora si, si quiere azul celeste que le cueste y Yunho creo que JJ le esta haciendo pagar esa desición que tomo, demasiado cruel...

    Yespero en verdad con anssias en siguiente capitulo!!!

    :3

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    1. u.u pobrecito yunho como lo maltratan

      gracias por comentar ^^

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  4. Wuuaaa que agradable sorpresa me encuentro al ver que hay nuevo capo de esta historia!!!

    Hablando del capo... está empezando a caerme suuper mal Heechul, eso de que ande molestandolo a cada rato me da coraje, si no le cae bien pues que se largue de ahi y deje de molestar.

    Por otro lado, ¿que le pasa a Junsu? ahora si esta sintiendo algo por Min o es que le molesta que no ande de encimoso con él? Por favooor haz que sufra un poco tanto Junsu como Yunho haber si asi reaccionan esos dos.

    Uno que acepte que le gusta Min y el otro que mande a la goma a esa tipa.

    Muchisimas gracias por este nuevo capo!!!

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    1. a mi tambien me esta cayendo gordo heechul, me di cuenta de eso en este cap y como ya había escrito mucho decidi mejor reformarlo para los proximos :P

      gracias por comentar :)

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  5. ahhhh!!!!
    Muchas gracias por la actualizacion, espero q pronto se resulevan los sentimientos de cada uno <3 muero por ver al yunjae juntos una vez mas

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  6. gracias por actualizar :D espero pronto el sig cap.

    ahh!!! mendigo yunho... debe de esforzarse por JJ ....

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    1. como que mendigo?!! jajaja gracias por comentar ^^

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  7. Así que YunHo conoció por mucho tiempo a la tía de Jaejoong y como vio que estaba enferma la convenció de rentarle una habitación para así poder cuidarla???? o.o

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  8. ame el capitulo y eso de la infidelidad le llego duro a Yunho jajajajajajjaja todos tirando palos allí xDD
    en cuanto a Junsu y Changmin creo que ambos son unos cobardes, porque Junsu no le dice q lo quiere, si Changmin ya le dijo que lo quería, que espera??, serán idiotas xDD
    ojala el próximo capo venga pronto ^^
    grax por el capitulo!!!

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  9. ohhh gracias por actulizar... todas las semana me pasaba a ver si habia actulizado....
    estoy tan ansiosa con lo que va a ocurrir con el yunjae

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    1. entonces ademas de gracias por comentar gracias por la fidelidad XDD

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  10. no sabia que habias actualizado yheeee, me encanta esta historia, jae y yunho tercos ninguno da su brazo a torcer y se entregan a su amor, que tendra q pasar para q se amen plenamente, me encantaaaaa *w* espero puedas actualizar pronto :)

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    1. que casualidad yo tambien espero hacerlo!!

      gracias por comentar =)

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  11. Ummm el Yunjae es raro, bueno jaejoong parece como si qisiera venganza o algo asi

    Yunho no puede exigir nada, tiene novia y aun asi pide y se acuesta con jaejoong

    Heechul qejandose a todo momento xD

    El minsu uff

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    1. cada vez que leo tu nombre se me figura ver el nombre de un negocio que ofrece eso, lemones XD

      y si, yunho es un limosnero y con garrote. Gracias por comentar :)

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  12. AAhhh hasta ahora comento... pero, aún no hay otro cap, por lo que es bueno(?

    Como sea~ ya quiero ver que más pasa en todo... si lo que anda sucediendo con Yun y Jae llegará a... "otro nivel" LOL... y... sobre Junsu~ ho~ fui yo o me parecio que la mami de Changmin le agrada Su para yerno ¬w¬ ... hehe~ (o mi mente se hace cada idea xD)

    Estaré esperando el siguiente capítulo :33

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    1. yo supongo que debería ser malo que no haya otro capitulo, pero me haré la loca y diré que es bueno~

      :3 gracias por comentar

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  13. Estoy super enganchada con la historia, pero no hay mas capisss Y_Y
    Quisiera que el YunJae se cruzara al menos mas de 4 frases, hablan muy muy muy poco y de paso ninguno da un paso para solucionar la situacion, menos Yunho que no se que espera para terminar con la noviecita esa! sabe que NO LA QUIEREE!, pero bueno...

    Espero que Changmin siga castigando a Junsu con su indiferencia se lo merece!! la gente se cansa!

    Y Heechul, bueno es Heechul jajaja, en el cualquier papel es lo maximo ajajaja

    De verdad que espero ver el nuevo capitulo pronto...

    xoxo

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    1. u.u me da penita que después de tanto tiempo aún no tenga un nuevo capitulo...

      gracias por comentar, saludos

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  14. Cuando actualizaras!!!!! quiero mas yunjae porfavor actualiza pronto

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  15. Y aquí estoy tratando de asimilar para cuándo habrá una actualización? Excelente historia, me ha encantado. En fin, cruzando los dedos para saber que pasará con todos.

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  16. Me encanta este fic, pero cuando actualizaras, no nos dejea en suspenso de lo que pasará.

    Gracias!!!

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  17. cuando actualizaras me encanta la historia y todos pobreando a yunho soy la unica que piensa que se lo merece? comprendo totalmente a jaejoong debio ser muy dificil toda su responsabilidad con su madre en el hospital y aveces es tan dificil abrirse cuando nadie te apoya y de seguro la madre de jj murio poco despues de que yunho terminara con el y por eso su rencor hacia yunho es muy grande por que no estuvo con el cuando mas lo necesitaba intrigada por saber que pasara actualizaras?

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  18. No sé si aún tengas pensado actualizar, pero si es así no tardes más esta historia es muy interesante dejas muchas dudas de las cuales uno puede imaginar tantas cosas.

    ACTUALIZA PRONTO PORFAVOR 🙏🙏🙏🙏🙏

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  19. Pense que estaba finalizado 😭😭😭😭😭😭😭😭
    Esta demasiado interesante ❤
    Me encantaron todos los capitulos :(
    Espero actualices pronto ❤❤❤❤❤

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  20. Hace poco acabo de dar con esta cuenta y leyendo.. Y oh sorpresa.. Tiene años sin actualizar y no está completa?!!!

    Es muy desmoralizante y más xq es una buena historia y yo tengo mis apuestas a xq Jae es así de... Como decirlo, como lo dice heechul tal vez, muy codo, pero tengo mis presentimientos respecto a esto.

    Mantengo la fe y esperanza de que volverás autora.... La esperanza es lo último que se pierde

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