Como en casa: Capítulo 8


Alcoholizados

Yunho rodó sus ojos por tercera vez en los más de veinte minutos que Siwon llevaba en su oficina. Dos de las madres de sus pacientes le habían cancelado y si no fuera por la cita que tenía en una hora, él ya se habría marchado. El profesionalismo y deber siempre ante todo, se había dicho a sí mismo cuando estuvo a punto de pedirle a su asistente que le agendara otra fecha para esta.

—¿Deberíamos organizarte una fiesta de bienvenida al mercado de los solteros? —Yunho escuchó a Siwon preguntar, pero sabía que era en realidad una aviso de lo que haría—. Podemos aprovechar para salir los tres como solíamos hacer antes, porque tal vez utilizando lo tuyo como pretexto conseguiremos sacar del yugo al mandilón de…
—No haremos nada, y cuando digo nada estoy excluyendo cualquier tipo de evento, mi situación sentimental no debería ser motivo de celebración, se supone que eres mi amigo, no actúes como si lo único que te importara es lo beneficiosa de mi desdicha para ti.
—Por favor, lo tuyo con Kyeonghwa no era realmente serio —Siwon soltó con sorna apoyando su tobillo derecho en su rodilla izquierda—. Ambos lo sabemos.
—¿De qué estás hablando? claro que era serio. ¿O qué insinúas? ¿Que estaba jugando con ella?
—No exageres las cosas, tampoco es como si estuvieras muriéndote porque ella te dejó. Si fuera tan importante ahora mismo estarías intentando atiborrándote con estos dulces de menta —dijo señalado a la canasta en el escritorio llena de caramelos, los mismos de los que Yunho tomó un puño amenazándolo con lanzárselos a su cara—. Admítelo, lo de ustedes no llegó a trascender.
—Solo porque tú nunca has tenido una relación verdadera no quiere decir que yo tampoco.
—Auch eso fue un golpe bajo —Siwon puso sus manos sobre su estómago como si este le doliera—. Quizás no la haya tenido, aún, pero eso no significa que no sepa reconocer una cuando la vea. E insisto, lo que tenías con ella no lo era.
Yunho refunfuñó pero no dijo nada más, en su lugar agarró una de las carpetas en su escritorio y después de hojear los documentos que contenía, la depositó dentro del hondo cajón del mueble.
Siwon sonrió de medio lado comprendiendo que Yunho pretendería que se encontraba solo, sin volver a prestarle atención hasta que finalmente lo corriera de su consultorio. Exhaló como si hubiera contenido una gran cantidad de aire y comenzó a levantarse poniendo ambas palmas de sus manos en las rodillas. —Confía en mí, tú y yo nos divertiremos a partir de ahora —Le dijo sacudiendo la canasta de dulces, marchándose antes de que el otro protestara.
Yunho entrelazó sus dedos detrás de su cabeza, apoyándose en el respaldo de su silla después de acomodar el cesto que Siwon movió. Odiaba que tanto él como Heechul siempre lo fastidiaran revolviendo sus cosas, pero más detestaba que Siwon tuviera algo de razón, porque Yunho tenía que aceptarlo, ni siquiera había puesto empeño en hablar con Kyeonghwa para por lo menos dejar saludablemente saldada la relación.
Probablemente debido a que al hacerlo tendría que analizar sus verdaderos sentimientos y con ello despertar fantasmas del pasado, es que todavía no deseaba enfrentarla.
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—Quizás sería una buena idea poner protecciones en las escaleras, o de ese tipo de sillas eléctricas para subir y bajarlas con seguridad.
—¿No te basta con lo miserable que me siento que quieres empeorarlo? —Junsu dijo hincándose para reunir las teclas en el piso—. ¿Qué voy hacer ahora? No tengo dinero para comprarme otra.
—Tengo un amigo que tiene un amigo cuyo hermano repara laptops, quizás él pueda… solucionar… el… problema —Changmin habló arrastrando las palabras intentando sonar esperanzador.
—Más bien la catástrofe —murmuró Junsu sentándose en el suelo llevando su estropeada computadora portátil a su regazo.
La pantalla estaba estrellada, las orillas estaban descarapeladas y había varios espacios desocupados en el teclado. Junsu hizo una mueca de dolor cuando vio que la bandeja del lector DVD se encontraba en la mano de Changmin.
—¿De verdad crees que tenga arreglo?
—Quizás, al menos no se partió en dos —Changmin dijo acomodando una de las teclas en su lugar correspondiente, una contenida risa alcanzó a escapar de sus labios—. Fue demasiado estúpido tratar de detenerla con tu pierna.
—Fue un reflejo —Junsu se justificó repasando los bordes del botón de encendido con la yema de su dedo índice.
Quizás era su culpa que él bajara las escaleras distraído con las imágenes del nuevo celular que deseaba comprar, ansioso por comentárselo a Changmin y pedirle su opinión, pero no lo era que pisara mal un escalón, su laptop resbalara de sus brazos y él intentara frenar la caída con una parte de su cuerpo.
Por naturaleza las personas tratan de capturar el objeto que está a punto de caer, a veces lo logran, otras no y también en ocasiones como esa, solo se empeora la situación.
Él no pretendía patear su notebook ni mucho menos ocasionar que rodara por los peldaños, dañándose con cada golpe hasta llegar al inicio de la escalera. Ahora no solo no podría cambiar su celular sino que tendría que sustituir su computadora.
—Por lo pronto puedes usar la mía.
Junsu asintió tratando de encajar por sí mismo otra de las teclas. —Solo lo haré cuando sea estrictamente necesario y no la estés utilizando, no quiero ser una molestia.
—No lo serás —Changmin puntualizó. El que su computadora fuera de escritorio, significaba que para utilizarla, Junsu tendría que ir a su recámara y permanecer allí hasta desocuparla, mismo tiempo en el que él se encargaría de estar presente.
—¿De ustedes?
Ambos voltearon hacia arriba donde el brazo extendido de Jaejoong les tendía una batería para laptop.
Junsu bajó su cabeza levantado su mano para recibir la pila sin siquiera verla, sus dedos se cerraron en torno a esta antes de depositarla junto a él.
—¡Adivinen qué! —Heechul exclamó entrando en la casa, lanzando sus llaves al aire y atrapándolas con agilidad—. Si ya tienen planes para esta noche cancélenlos, porque tenemos fiesta —mencionó cantando el final de su frase.
—No estamos para fiestas hyung —Junsu indicó torciendo su cuello para verlo.
—Si, si lo estamos —Heechul afirmó con entusiasmo—. Y más porque se trata de una celebración para tu Yunho hyung.
—¿Celebración? ¿De qué?
—¡De libertad!
—Oh, por el rompimiento con su novia —Changmin dedujo.
—¿Rompimiento? Yo no sabía que ellos habían terminado —Junsu soltó arrugando la frente—. ¿Hey, por qué nadie me habló de eso? ¿Por qué siempre soy el único que no se entera de nada? ¿Tú también lo sabías Jaejoong hyung?
Jaejoong negó, apenas si había visto a Yunho de lejos, el saber sobre su vida simplemente estaba fuera de discusión.
—Hace una semana ya —explicó Heechul—, por lo tanto ha pasado el luto suficiente, es hora de que vuelva a estar a disposición.
Changmin se puso de cuclillas para levantarse, sacudiendo la parte posterior de su pantalón. —Generalmente desaprobaría tu ligereza en cuanto a las relaciones amorosas se trata, pero la verdad es que su ahora ex, nunca me agradó.
Heechul cubrió su boca imitando un gesto de sorpresa. —De ningún modo lo hubiera imaginado de ti, juraba que la adorabas —ironizó.
Changmin entornó los ojos yéndose a sentar en uno de los sillones. —Una pregunta, ¿Yunho hyung sabe de esto? —Junsu comentó guardándose los pedazos de su laptop –que cabían– dentro de sus bolsillos.
—¿Del desagrado de Changmin hacia Kyeonghwa o de los planes para salir? —Heechul profirió observando con confusión lo que Junsu hacía—. Supongo que si a lo primero, Changmin no sabe ocultar sus sentimientos —Olvidó la destrozada computadora al notar la mala cara del mencionado, su boca se curvó socarronamente—. Respecto a lo otro, no lo sé, ¿qué más da? se enterara cuando este ahí.
—Creo que él estará en contra de esto —declaró Junsu poniéndose de pie equilibrando las cosas en sus brazos.
—Lo que sea —Heechul agitó su mano con desintereses virándose hacia Jaejoong—. Tú igualmente, si quieres, puedes venir con nosotros.
—Trabajo —Jaejoong respondió asombrándose de que la invitación proviniera de él.
—Ah sí, que lastima —dijo fingiéndose decepcionado—. Bueno entonces debemos decidir a dónde iremos, Siwon acaba de llamarme para delegarme como el organizador oficial así que, propongan.
Jaejoong frunció el ceño manteniéndose ahí unos segundos para luego continuar su camino hacia el patio trasero. Y aunque quiso no hacerlo más, no pudo dejar de pensar en lo que acababa de escuchar. Yunho estaba soltero.
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—Sigue sin parecerme una buena idea, de tantos sitios precisamente tenía que ser aquí —Heechul bufó golpeando la suela de su zapato en el pavimento.
—Se ve bien este —Junsu declaró asomando su cabeza hacia la punta de la fila donde aguardaban por entrar. Parecía infinita.
—Si tienen empleados como el avaro, no lo creo.
—¿Dos contra uno, recuerdas? Por mayoría de votos acordamos que vendríamos aquí ¿así que podrías dejar de quejarte hyung?, después de todo lo dejaste a nuestra consideración, la decisión se tomó por lo tanto, acéptala.
Heechul se quedó en silencio volteando su cara hacia los transeúntes en la acera opuesta.
Junsu suspiró mirando la hora en su celular, llevaban casi diez minutos formados y solo habían avanzado un lugar, a ese paso entrarían después de la media noche. —¿Y si le pedimos a Jaejoong hyung que use sus influencias para dejarnos pasar?
—Que influencias va a tener un hombre como él —Heechul dijo entre dientes.
—¡Hyung, basta! ¿Por qué siempre tienes que tener un mal comentario de él? jamás he visto que él se exprese de ti así como tú lo haces de él. ¿Cuál es su pecado, heredar la casa? ¡Ni siquiera fue su culpa!
—¿Y ahora te convertirás en su defensor? Creí que nuestra amistad era solida.
Junsu elevó sus brazos al frente estirándolos entre ambos. —Yah, ¿vinieron a pelear o qué? si es así, entonces me voy —Dio un paso hacia delante siendo detenido por los otros dos.
—Llama a tu amigo, a ver qué tan solidario resulta —Con tono desafiante, Heechul le dijo a Changmin.
Alentado por la provocación, Changmin apretó su teléfono por encima de la mezclilla de su pantalón conteniéndose en el último instante. Jaejoong actualmente ya le estaba haciendo un favor, ¿no sería demasiado confianzudo al pedirle otro?
Gracias a él, ese mes sus ingresos extras como chofer para personas indispuestas se incrementaron, ya que Jaejoong se había estado dando a la tarea de proporcionar una sus tarjetas de presentación a los clientes que parecían necesitarlo. Changmin se lo había planteado un día y él aceptó hacerlo sin peros.
Él sabía que Jaejoong podía ser indescifrable al ser tan reservado, pero en el fondo era absolutamente una amable persona. No obstante, no deseaba tentar sus límites.
—¿Y bien? —Heechul inquirió arqueando una ceja mientras se revisaba las uñas.
Changmin oprimió sus labios contra sus dientes todavía con la disyuntiva revoloteando en su cabeza.
—Ash tan lentos, yo lo haré —Junsu indicó con exasperación sacando su celular.
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De mala gana Jaejoong le había pedido a otro de sus compañeros que por algunos minutos, cuidara de sus clientes. Si el señor Ahn se percataba de que él estaba abandonando su puesto para ir a hablar con el portero del club no solo lo reprendería sino que encontraría el pretexto perfecto para retractarse del ascenso que acaba de darle. Afortunadamente ese día se había reportado indispuesto y no se presento a trabajar.
Llegando a la puerta, esquivando a las personas que entraban, se acercó al fornido y alto empleado de seguridad que indiferentemente daba el visto bueno o malo de la gente que pretendía pasar al interior. Una larga fila estaba alineada contra el muro de concreto del establecimiento. Quienes la conformaban se mantenían dando miradas hacia el frente tratando de hacer contacto con el sujeto para que este se apresurara en dejarlos pasar.
Jaejoong dio un largo resoplido antes de palmear el hombro del empleado pidiéndole que se inclinara un poco para poder hablarle. Por el bullicio de la música que alcanzaba a escapar del centro nocturno y el de la calle, Jaejoong se vio obligado a susurrarle en el oído para que lo escuchara.
El hombre agitó negativamente su cabeza en un par de ocasiones hasta que Jaejoong sonrió e hizo ademanes suplicantes con sus manos, mostrándose amistoso y alegre como escasas veces lucía. Luego de que el tipo asintiera, Jaejoong le palmeó fraternalmente el brazo y envió desde su celular un mensaje.
En cuanto distinguió los rostros familiares volvió a acaparar la atención del hombre, interrumpiéndolo en sus labores. —Son esos tres —Señaló con su mano agitado los dedos para indicarle a los mencionados que se dieran prisa.
El portero observó a Junsu, Changmin y Heechul de pies a cabeza, haciendo una mueca arrogante, soltó la cinta de contención para dejarlos entrar.
—Faltan dos —Junsu dijo mirando a Jaejoong, deduciendo que este inmediatamente sabría de quienes se refería.
Jaejoong torció la boca dirigiéndose al encargado con otra expresión suplicante. —Ellos se acercaran y te dirán su nombre —propuso dando media vuelta para retirarse, deteniéndose un segundo para hablar por encima de su hombro—, uno de ellos se llama Siwon —exclamó empujando a Junsu y Changmin hacia adentro, huyendo de los abucheos y protestas de la demás gente que si aguardaba debidamente para acceder.
—Esto es una excepción muy especial —Le dijo a Junsu quien asentía fervientemente—. Si planeaban venir hoy me lo hubieran dicho antes de que saliera de casa, de esa forma no habría tenido que recurrir a pedir favores a terceras personas.
—Si si como sea, gracias por la ayuda, ¿ahora podrías asignarnos una mesa?
Jaejoong frunció el ceño por la petulante manera en que Heechul movía su mano. Esa actitud se la toleraba a los clientes comunes, pero a él no. Dispuesto a contestarle, se percató del estorbo que representaban para el paso de quienes ingresaban o salían. Retirándose de la transitada ruta al exterior, se topó con el nuevo camarero al que le pidió que se aproximara.
—Él los atenderá —dijo con simpleza regresando a sus deberes, dejando a Heechul con la palabra en la boca.
—Por aquí —El chico les indicó serpenteado un camino entre las personas con las que se topaba a su paso—. Estaré rondando por aquí por si necesitan algo —dijo para sin más retirarse.
Heechul miró a su alrededor encontrándose con mini salas formadas por pequeños sillones casi en su totalidad ocupados. —¡Ja! ¿No hay mesa?
Changmin se sentó en el único-cercano taburete blanco disponible, estiró sus piernas cruzando los tobillos con precaución ladeando los pies para que estuvieran fuera del alcance de los demás. —Hyung, es obvio que esto está a reventar, y no es que vayamos a consumir mucho de todos modos.
—¿Y qué? ¿El tipo este nos conoce y ni por eso podía conseguirnos una? —Heechul refunfuñó acaparando rápidamente el doble asiento que se acababa de desocupar.
—Por lo mismo, él sabe que no somos clientes potenciales, así que reserva las mesas para los que sí —Junsu opinó haciendo a un lado a Heechul, quitándolo de en medio para que dejara libre uno de los dos lugares del cual inmediatamente se adueñó.
—Eso me tiene sin cuidado, debería de mostrar un poco de lealtad con sus compañeros de vivienda. No, nosotros debimos ir a otro sitio, yo conozco mejores.
—Y seguramente cada uno de ellos costoso —Changmin especificó recorriendo con la mirada el establecimiento.
Heechul rodó los ojos recargando sus codos en las rodillas. —De todos modos, si su querido hyung se rehusó a atendernos, olvídense del maldito descuento que pretendían obtener.
Junsu y Changmin se vieron directo a los ojos y luego cabizbajos suspiraron a la par.
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Yunho guardó el comprobante que el hombre del valet parking le entregó a cambio de las llaves de su auto. Miró el letrero del club nocturno y se viró hacia Siwon. —¿Quién eligió el lugar?
—No lo sé, Changmin solo me envió un mensaje con la dirección diciéndome que no necesitábamos formarnos, tenemos pase directo si nos presentamos con el de seguridad.
Yunho se encogió de hombros siguiendo a su amigo, desentendiéndose de la breve charla que Siwon tuvo con el portero para exclusivamente perseguirlo cuando se adentro en el ruidoso local.
—Wow, lleno.
Siwon silbó esquivando justo a tiempo a una pareja que tambaleándose se dirigía a la salida. Con el poco espacio que había para moverse, a poco estuvo de encajar su codo en las costillas de la mujer que restregó su cuerpo en su espalda. Estar en un sitio atiborrado también tenía sus ventajas, pensó él.
—Fin de semana ¿qué esperabas? —Yunho pronunció con desidia, él no estaba de ánimos para estar ahí, mucho menos con tanta gente rodeándolos—. Una hora y me voy.
—Dios eres tan aguafiestas. Con la mejor de nuestras intenciones queremos brindarte una buena noche, ¿y lo único que se te ocurre es tener esa amargada actitud? Francamente no nos mereces.
—Para muchos no merezco muchas cosas y sin embargo las tengo, sabes por qué, porque soy una persona que sabe respetar los deseos de los demás y procura su felicidad sanamente. Cosa que tú no haces.
—Si como sea, señor quejumbres, se supone que los demás nos esperan al fondo a la derecha bajo las escaleras —recitó Siwon el segundo mensaje de texto proveniente de Changmin—. Esa indicación me pareció la dirección de los baños —dijo arqueando una ceja—. Ojala que no sea así.
—Me da igual, no me quedare por mucho rato.
Esta vez Siwon prefirió no comentar más. Era verdad que Yunho había sido el pretexto para salir, y ahora que lo había logrado no permitiría que por él se echara a perder la ocasión.
Localizando a los otros tres en un rincón, Siwon acrecentó sus pasos para colocarse en menos de cinco segundos frente a ellos. —Hemos llegado.
Los sonrientes rostros de Changmin y Junsu se alzaron en tanto que Heechul se levantaba para enganchar su brazo con el de Yunho. —Ya volvemos —gritó antes de jalarlo para guiarlo hacia la barra.
—Entonces ¿por qué escogieron sentarse aquí, tan alejados de todo? —Siwon profirió acomodándose en el taburete que abandonó Heechul, peguntándose a sí mismo que dijo mal para que sus acompañantes mostraran expresiones decepcionadas.
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—Aquí tienes tu agua mineral.
—Gracias —Heechul declaró tocando con las puntas de sus dedos a los del barman que los atendía. Contagiándose con la sonrisa de este pero durándole poco al ver a Jaejoong aproximarse al otro encargado de la barra. Por lo fuerte de la música le fue imposible oír lo que hablaron pero ninguno de los dos hombres parecía feliz—. Hay personas que hacen que hasta los chicos guapos pierdan el atractivo con los gestos de enfado que les provocan.
Jaejoong quien arrastrando su bandeja por la barra, se había acercado a Hyunjoong, frunció la nariz no prestándole demasiada importancia a las palabras de Heechul. —Yongup no quiso atenderme, tú estás de testigo —Le dijo a Hyunjoong mostrándole la orden en su tableta pidiéndole implícitamente que la alistara.
Hyunjoong miró de soslayo a Johnny ahora ocupado con otros meseros y luego volvió su vista a Jaejoong. —Imagino que tu manera de pedírselo no fue amigable.
—No somos amigos, pero tampoco fui altanero si a eso es a lo que te refieres —Ladeó su cabeza hacia Heechul viéndolo de arriba-abajo—. Yo no soy esa clase de persona.
—Ustedes tienen que limar asperezas o por lo menos dejar su antipatía fuera del trabajo —Hyunjoong dijo poniendo dos vasos junto con dos botellas en la charola de Jaejoong.
—Ok, lo evitaré —Jaejoong propuso ligeramente sonriendo al darse media vuelta preparado para marcharse.
—Estamos por allá —Yunho mencionó señalando la cueva que el techo de los peldaños de la escalera formaba—. Si tienes un descanso, reúnete con nosotros.
Jaejoong empuñó con más fuerza la bandeja, contemplando la cara de Yunho sin ocurrírsele que decir. Ellos no habían hablado desde el ‘gracias’ que le dio el día que regreso de su viaje, ni siquiera le había dicho algo por el cupcake que sabia él le había regalado.
—No tengo descansos —Jaejoong contestó secamente, permaneciendo ahí medio minuto más para después retomar su camino.
—Que insociable es, ¿por qué insisten ustedes en integrarlo? Es claro que él no quiere hacerlo —Heechul lo regañó virándose para sonreírle a Hyunjoong—. ¿Tú tampoco tienes un momento libre?
—¿Eh? no con tanto trabajo —Hyunjoong respondió pasando un trapo por la superficie—. ¿Son amigos de Jaejoong?
—Tengo el gusto de decir que no —Yunho jaló la oreja de Heechul al escucharlo, le entregó una copa y él agarro las cuatro botellas de cerveza antes de con la rodilla instarlo a que caminara—. Yah Yunho, estaba conversando —Heechul recriminó tratando de mantenerle el paso, no lográndolo hasta que se detuvieron frente a los otros tres.
Yunho repartió las bebidas quedándose con la copa que Heechul sujetaba. —Estas van por mi cuenta, las próximas serán por la suya puesto que yo soy el festejado ¿no es así?
—Claro —Siwon afirmó limpiando la boca del envase con la orilla el dobladillo de su camiseta, recorriéndose unos centímetros dándole espacio a Heechul para sentarse.
—Pensándolo bien, ¿cómo es que teniendo compañeros atractivos, no alivia sus frustraciones con alguno de ellos?
—¿De quién hablas? —Siwon le preguntó a Heechul.
—De Jaejoong —Apuntó al segundo piso donde el aludido estaba atendiendo a los clientes—. Por ejemplo está el chico lindo de la barra. Si le diera gusto al cuerpo, se le quitaría ese mal genio.
Changmin frotó su frente con dos dedos tomando un trago de su cerveza. —Hyung, deja de meterte en la vida privada de los demás, en serio, a ninguno de nosotros nos consta lo que él hace o no, cuando no estamos presentes.
—¿Le sabes algo? —Heechul cuestionó provocando que los demás voltearan a ver a Changmin, expectantes a su respuesta.
Él los vio de reojo, sintiéndose repentinamente nervioso. —No, solo digo que, ya olvídalo, es inútil hablar contigo —Dio otro trago rápido de la botella antes de entregársela a Siwon para aferrarse a la mano de Junsu, tirando de esta para que se levantara junto con él—. Bailemos —decretó llevándolo consigo al centro del establecimiento.
—Nah, yo insisto, una canita al aire le vendría bien.
Yunho distinguió una sonrisa tanto en Heechul como en Siwon. Sacudió su cabeza para deshacerse de la imagen mental que acababa de instalarse en él. Y en lo que trataba de borrar sus pensamientos, oyó a quien creía su mejor amigo decir: y él no es único ¿verdad?, mientras sutiles palmadas eran dadas en su espalda.
Quizás empezar a reconsiderar sus amistades sería buena idea.
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Heechul inspeccionó la pista de baile notando como la mayoría de las personas ahí se contoneaban con movimientos sensuales alrededor de los otros, sin importar si estuvieran bailando directamente con ellos o no, simplemente no les interesaba cuan pegados estuvieran uno del otro. Una mueca de desaprobación apareció en su semblante y apresó entre sus labios el popote para beber de su largo vaso con refresco de toronja.
—Es verdad lo que dicen, últimamente se necesita de mucho ingenio para cometer un pecado original.
Heechul asintió hacia Siwon quien también observaba al mar de gente moviéndose al ritmo de música de los ochentas. La época que más detestaba escuchar.
—Deberían cambiar de DJ, ¿acaso no se da cuenta que ya han pasado más de tres décadas desde que eso fue considerado un éxito? Este sitio ni siquiera tiene un aspecto vintage.
—Creo que pocos deben estar poniendo atención a eso, además la mezcla es buena —Siwon opinó explayándose en su asiento.
—Calor —Junsu interrumpió sentándose de golpe junto a Yunho –quien ni se inmutó– en el sillón en forma de media luna que habían monopolizado para ellos mismos—. Es un sauna este lugar —dijo agitando su camisa tratando de que se filtrara un poco de aire por el cuello de esta.
—Ten —Changmin le ofreció un vaso del cual Junsu precipitadamente bebió.
El liquido transparente fue disminuyéndose hasta desaparecer y aunque en apariencia era similar a agua, Siwon estaba seguro que estaba lejos de serlo pues la manera en que Junsu arrugó la cara al pasarlo lo demostraba contundentemente. —¿Planeas emborracharlo? —Le preguntó a Changmin
—Es un licor suave, y él dijo que esta noche no tomaría nada que no lo tuviera ¿cierto?
—Cierto —Junsu contestó hipando.
—Además todos lo estamos haciendo con moderación, y si se le pasan las copas a alguien de nosotros, los demás estaremos para brindarle apoyo.
—Se supone que el único que tendría derecho a que le pasara eso es Yunho, pero dado que el homenajeado de esta celebración solo nos ha mostrado apatía, supongo que cada uno tiene el derecho de olvidarse de él y pasar el resto de la noche como más le plazca.
—¡Amén! —Junsu alzó el vaso en su mano después de chocarlo con el de Siwon, en un amago por llevárselo a la boca recordó que este estaba vacío, así que recogió los tres envases colocados en la diminuta mesa delante del sofá y rodeándolos con sus brazos se paró—. Ya vuelvo.
Changmin acabó con su trago y con calma se puso de pie justo en el momento que la música cambiaba dando paso al estilo de los noventas.
Heechul reconoció la canción al instante a pesar de que se trataba de un mix que le daba un toque moderno a Fast love, y aunque el sonsonete electrónico reemplazaba la sensualidad de la versión original, a él le seguía encantando la voz de George Michael. —Por fin algo de mi agrado, vamos —proclamó Heechul, reteniendo a Changmin por la muñeca para arrastrarlo hasta la gran conglomeración que saturaba el espacio para bailar.
Junsu regresó con una cantidad de cervezas igual a las que se llevó, las dejó sobre la mesita y preguntó por los dos ausentes.
—Allí. —Señaló Siwon con su dedo índice pateando el pie de Yunho obteniendo un resoplido como resultado—. Si no conociera por años a este hombre juraría que realmente rompió con el amor de su vida —dijo al ver a Yunho con sus brazos doblados  en la cima del respaldo usándolos como soporte para su cabeza. Estaba sentado en una posición que extrañamente torcía sus piernas y torso, fingía dormir como si el ruido que retumbaba en sus oídos no le afectara.
Junsu oyó a Siwon hablar pero su atención estaba en la pareja que mencionó antes. Las manos de Changmin se desplazaban de las caderas a los costados de Heechul mientras este escandalosamente se flexionaba o erguía conforme los beats de la música, sus brazos oscilaban de lado a lado estirándose en los puntos altos de la canción.
—Siempre he creído que Changmin es sexy, pero ahora que veo a Heechul bailando con él, no se cual de los dos lo es mas —Siwon continuó, nuevamente sin obtener una réplica por parte de Junsu.
Junsu parpadeó queriendo despojarse del ligero conflicto que estaba teniendo para fijar su vista, pero al no lograrlo se inclinó para tomar la botella de cerveza que Yunho había dejado entre sus pies hacía un cuarto de hora cuando dijo que cerraría sus ojos para descansarlos por cinco minutos. De un trago terminó con el contenido del envase y agarró una de las que acababa de traer porque tal vez la sed estaba causando estragos en su visión y quizás también era la causante de que surgiera en él un poco de molestia para con Heechul, y de que unas ganas enormes por robarle a su pareja estuvieran carcomiéndolo en su interior.
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Yunho se había enderezado con los ojos muy abiertos cuando un objeto cayó en su pie izquierdo, no fue el peso sino lo duró que se sintió el golpe sobre la uña de su primer dedo lo que lo sacó de su reposo.
—Ups, my bad.
Giró su cabeza encontrándose con un risueño Junsu que intentaba sujetar la botella que aun inmóvil en el piso, se le complicaba el capturarla. Era evidente que estaba ebrio. —No inglés Junsu-ah, no somos alumnos de una de tus clases —Changmin le dijo sonriendo, perdiendo el equilibrio al agacharse para ayudarle a atrapar el envase, evidentemente él tampoco estaba en buenas condiciones.
Yunho vio el reloj en su muñeca ignorando el punzante ardor en su pie, los números dieron tres giros enfrente de sus ojos antes de que pudiera interpretarlos. Se asombró de cuan tarde era y que si sus cálculos no le fallaban, habían pasado cerca de cinco horas desde su llegada ahí.
—¿Dónde está Siwon? —inquirió comenzando a sentirse mareado, probablemente debido a su precipitado movimiento.
Una graciosa risa emergió de Changmin mientras con una mano frotaba su frente y con la otra la de Junsu. Aparentemente sus cabezas habían chocado en el todavía absurdo intento por recoger la botella. —Hyung, hyung se fue hace horas con Chullie hyung —enunció aún riendo.
Yunho encontró no solo confusión en la frase sino también en su mente, ya que tardó más de dos minutos en entender que Siwon se había marchado junto con Heechul, dejándolos allí varados.
—Qué buenos amigos, se van sin avisar —siseó cruzándose de piernas, tirando con ello un vaso en el suelo provocando que varios meseros voltearan a verlos.
—Shh —Junsu y Changmin al unisonó silbaron como si Yunho estuviera haciendo el gran escándalo—. De hecho, hyung, si lo hicieron y propusieron enviarnos en un taxi a casa pero ¿por qué íbamos a hacerlo cuando lo estamos pasando tan bien? —Changmin explicó en tono bajo.
—Tú estuviste de acuerdo en quedarnos un rato mas —Junsu agregó recargándose en el respaldo del sillón.
—¿Lo estuve?
—Si —Changmin afirmó aclarándose la garganta para con un fallido intento imitar la voz de Siwon al decir—: Es aburrido salir con gente que tiene poca tolerancia al alcohol. ¿Ya que ellos no se quieren ir, puedes quedarte a cargo Yunho?
Junsu rió aplaudiendo con ímpetu, atrayendo de nuevo las miradas de los empleados con lo que Yunho pudo percatarse esta vez de que el lugar que había estado repleto de personas, ahora lucía como si todos hubieran sido evacuados, dejando solo al personal para hacerse cargo del desorden que quedo atrás. Él se preguntó a sí mismo cuando fue que esto ocurrió y como es que no recordaba en lo absoluto la conversación con Siwon.
—¿Y qué fue lo último que dijo Heechul hyung? —Junsu rascó su cabeza tronando los dedos enseguida—. ¡Oh si! la noche es joven pero ustedes ya están acabados —Con una imitación peor que la de Changmin, pretendió hablar como Heechul.
—Ellos son lo que ya deben estar profundamente dormidos —Changmin aseguró soltando un largo bostezo.
—Bueno, vámonos —Yunho dijo tratando de ponerse de pie, desistiendo cuando un mareo lo atacó.
—¿Te movieron el piso? —Changmin se burló poniéndole una mano en el hombro—. Esto es la consecuencia de tu exceso con la bebida, hyung. Lo bueno es que nos quedamos para cuidarte.
Yunho cubrió con ambas manos sus ojos. Evidentemente él había consumido alcohol y debió ser en grandes cantidades como para que una inmensa laguna en su memoria estuviera afectándole. Vagos destellos de momentos acudieron a su cerebro, pero en su mayoría eran risas que no le sirvieron para dilucidarse.
Sus parpados pesaban gravemente alentándolo a dormir, pero para eso primero tenía que ir a casa. El problema era que su cuerpo no respetaba sus pensamientos.
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Jaejoong suspiró con cansancio notando como todos sus compañeros ponían atención en los tres hombres sentados en el rincón, los únicos clientes en el Exile bar. La única razón por la que no les habían pedido que se retiraran fue porque sabían que eran conocidos de él, Johnny se había encargado de infamárselo a cada uno de ellos con un gesto de menosprecio.
Si de por si la noche fue en particular tediosa con sus atareados viajes de un lado a otro por el lugar, sus inquilinos se la habían empeorado al dar un espectáculo gratuito a los presentes. No es que fueran los primeros en hacerlo, de hecho nunca llegaba a faltar el grupo de clientes que pasados de copas se comportaban de manera bochornosa, pero la diferencia era que ninguno de ellos tenía relación con él.
Como todos los fines de semana se guardaban varias de las mesas en el área principal con el fin de ampliar la pista de baile, y en cambio se arreglaban pequeñas salas minimalistas que aunque eran insuficientes, solo se utilizaban para reponer energías puesto que la gran mayoría de los que acudían al establecimiento, iban a bailar. Creyendo que eso es lo que harían Junsu y su séquito, optó por desechar la irracional idea de asignarles una de las mesas en la zona VIP de la que ahora era uno de los encargados, para dejar que fueran atendidos por alguien que no fuera él.
Sintió remordimiento porque el pensar en el bajo presupuesto que probablemente tenían para esa salida, fue la más importante razón por la que se desentendió de ellos. Ya que concluyendo que al hacerlo él mismo, no obtendría ni propina ni mucho menos la costosa cuenta que era esencial para que alguien ocupara uno de esos lugares. Fue cruel anteponer su trabajo pero al fin y al cabo eso era su obligación.
Sin embargo conforme avanzaron las horas, estuvo más que aliviado de haber actuado así, puesto que cada vez que tenía oportunidad de observarlos, los encontraba comportándose muy desinhibidamente, como cuando entre Siwon, Heechul y Changmin hicieron un baile erótico en medio de la multitud o cuando Junsu lo hizo también pero solo para Yunho. Además de que en todas las ocasiones en que los vio, ellos traían algún tipo de licor en sus manos.
Estuvo tentado en ir a pedirles que actuaran con decoro, pero lo detuvo el hecho de que se trataba de adultos que iban a divertirse, y que si no los conociera jamás pensaría en intervenir. Al menos se mantuvieron alejados de conflictos, eso ya fue ventaja.
—Jaejoong, tal vez sería mejor si acompañaras a tus amigos a sus casas. El señor Ahn no vino así que ¿por qué no aprovechas y lo haces ahora mismo? —Hyunjoong aconsejó quitando de las manos de Jaejoong, una charola llena de vasos—. Puedo cubrirte por lo que resta de tu turno.
Jaejoong lo dudo por un momento decidiéndose al escuchar la estrepitosa risa de Junsu, resonar por el salón. Definitivamente Hyunjoong tenía razón, por el bienestar moral tanto de ellos como de él, lo más favorable era que se los llevara de ahí cuanto antes.
Desanudó su delantal dando un vistazo a los demás, quizás no estaba el supervisor pero bien podía enterarse de su temprana partida por otras fuentes. Hyunjoong pareció leer en su expresión la preocupación puesto que de inmediato hablo: —Vete, nadie dirá nada, nos harás un favor si te los llevas.
Jaejoong asintió murmurándole un ‘gracias’ y fue directo a su casillero de dónde sacó su mochila para luego sin cambiarse de ropa dirigirse rápidamente al hueco debajo de las escaleras.
—Tardaste demasiado en unírtenos —Changmin le dijo sonriendo, fingiendo ver la hora en el inexistente reloj en su brazo izquierdo—. Creo que ya están por cerrar.
—En efecto, así es —Jaejoong soltó, de reojo viendo a Yunho sentado con los brazos cruzados mientras cabeceaba—. Vámonos.
—Solo hay que despertar a… —Junsu mencionó apuntando hacia Yunho.
Changmin movió su cabeza en aprobación, alzó su mano señalándose con esta a sí mismo, agarró su celular con la otra y oprimió un botón. El fuerte sonido de una sirena de ambulancia brotó desde el bolsillo del pantalón de Yunho, quien bruscamente brincó en su lugar frotándose la cara y palpando su pierna en busca de su teléfono.
—Lo uso para despertarlo cuando necesito que me lleve a la universidad —Changmin dijo cortando la llamada y guardando su celular.
—¿Qué hora es? —Con una voz profunda Yunho preguntó entrecerrando los ojos porque la iluminación lo cegaba.
—Hora de irnos —Jaejoong respondió con seriedad ajustando los tirantes de la mochila en sus hombros—. ¿Pueden caminar recto, verdad?
Los tres contestaron con gestos titubeantes y Jaejoong esperó que realmente ninguno ocupara apoyo para salir, ya era demasiada la atención que estaban recibiendo como para atraerla más.
—No creo poder manejar —expresó Yunho mostrando en la palma de su mano el comprobante del estacionamiento.
—Júralo —Jaejoong pronunció entre dientes, quitándole el papel y adelantándose para entregárselo al encargado de los automóviles.
Desde afuera, Jaejoong los vigiló mientras se aproximaban. El caminar era lento pero no tan impreciso como había supuesto. Detrás de ellos Hyunjoong apareció, estirando su mano para entregarle una identificación. —La olvidó en la barra —Le dijo.
Jaejoong la giró en sus dedos para ver la fotografía impresa en esta, pero no alcanzó a verla puesto que Changmin se la arrebató sutilmente. —Hey, es mía —farfulló tirando de su cartera en la bolsa trasera de su pantalón para introducir la credencial en uno de los compartimentos.
Un resoplido escapó de Jaejoong notando la mirada de simpatía que Hyunjoong le daba. —Nos vemos —dijo en cuanto el auto de Yunho fue colocado al ras de la banqueta. Recibió las llaves del hombre y mantuvo la puerta del conductor abierta.
—Dame las llaves, yo manejo, soy el conductor designado.
—Yah, Changmin-ah, no seas terco, tú no puedes hacerlo —Junsu reprendió con diversión en su rostro y dado que Changmin no daba muestra de estar conforme con ello, Jaejoong comprendió que él no era alguien fácil de tratar en estado etílico. Por lo que lejos de querer perder más tiempo, abrió la puerta trasera, presionó la nuca de Changmin hacia abajo propiciando que este se agachara y antes de que pudiera reaccionar, lo empujó en el asiento dando un portazo casi de inmediato.
Al entrar también en el vehículo, Jaejoong escuchó las protestas en el interior pero las ignoró mientras metía la llave y encendía el motor. Las otras dos puertas fueron cerradas después de que Junsu se sentara junto a Changmin y Yunho en el lado del copiloto.
El aroma alcohólico se regó en el ambiente provocando que la nariz de Jaejoong se arrugara, bajó la ventanilla y tomó una gran respiración del aire en el exterior. En silencio condujo hasta detenerse por la luz roja del semáforo, lo incoherentes cuchicheos que detrás de él escuchó en lo que llevaban de recorrido, desaparecieron, por lo que imaginó que tanto Changmin como Junsu se habían quedado dormidos tal cual lo estaba Yunho, para corroborarlo echó un vistazo en el espejo lateral, extrañándose al distinguir el espacio donde se suponía debía estar Changmin, vacío.
Pisó el acelerador cuando la luz verde se puso y en cuanto pudo oprimió un botón para iluminar dentro del carro maniobrando después el retrovisor hasta sorprenderse al descubrir que la realidad variaba estratosféricamente de su imaginación.
Prontamente apagó la luz rememorando en su mente la imagen de Changmin reclinado sobre Junsu quien apoyado en la orilla del respaldo del asiento, con las manos en su cintura lo mantenía pegado a él mientras se besaban.
La vergüenza lo embargó haciendo que no se atreviera ni a devolver a su posición original al retrovisor por temor de que se percataran de esto y fueran a pensar que pretendía espiarlos, afortunadamente parecía que ellos no percibieron el cambio en la iluminación o sí lo hicieron, no les interesó.
Jaejoong contuvo su risa cuando un gemido fue captado por sus oídos, aflojó su agarre en el volante al relajarse por divisar el alto edificio de departamentos que se encontraba frente a la casa. Menos mal que estaban cerca, él no sabía que podrían estar haciendo ese par en la parte trasera pero ciertamente no quería ser testigo de ello.
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Apenas Jaejoong estaciono el auto, Junsu salió de este acompañado de Changmin, ninguno molestándose siquiera en cerrar la puerta del coche antes de irse riendo, tropezando constantemente.
Jaejoong tocó el hombro de Yunho con las puntas de sus dedos, insistió hasta que el hombre abrió los ojos. —Llegamos —declaró bajándose del carro, rodeando este para cerrar la puerta trasera. Entregó las llaves a Yunho y se apresuró en entrar en la casa.
A tientas encontró y presionó el interruptor de luz, logrando alumbrar el lugar y con ello la dos figuras haciendo algo más que abrazarse junto al pasamanos, quedaron al descubierto.
Yunho carraspeó ante la escena, lo suficientemente alto para que el propio Jaejoong se sobresaltara. Changmin y Junsu se separaron solo para seguir su camino arriba, trastabillando con la mayoría de los escalones.
Tomando una distancia prudente Jaejoong los siguió en el recorrido, arqueando una de sus cejas cuando vio que los dos entraban en la habitación de Junsu. Negó con su cabeza antes de virarse hacia la suya.
—Espera —Yunho dijo reteniéndolo por el codo—. Te daré el dinero del alquiler. Prácticamente ya es fin de mes.
Jaejoong frunció el ceño sacudiendo su brazo para soltarse. —Podemos posponerlo hasta dentro de unas horas, no es tan urgente —Retrocedió no consiguiendo llegar lejos porque volvió a ser sujetado, esta vez por la muñeca.
—Insisto —Yunho dijo viéndolo a los ojos.
Entornando los suyos y respirando sonoramente, Jaejoong se rindió moviendo su mano recién liberada, estirándola para señalar el pasillo, esperando que Yunho liderara el trayecto a su recámara.
Superficialmente, Yunho –comparando a los tres– era quien más mesura tenía, pero eso no significaba que su consumo de alcohol no le afectara. Con gran esfuerzo conservaba un punto de equilibrio entre el suelo y su cuerpo, pero los precipitados movimientos que realizaba alrededor del cuarto no estaban más que ocasionándole tanta desestabilidad en sus piernas que varias veces chocó con los muebles con los que se topaba.
—Oye, búscalo con calma y dámelo después.
Yunho abandonó la búsqueda en el cajón de su cómoda para ver fijamente a Jaejoong. —No, sé que solo necesitas de un pretexto para correrme de aquí y no será el atrasarme con la renta.
Jaejoong bufó emparejando la puerta y se recargó en la pared observando a Yunho remover todos los objetos que tenía a su alcance, zarandeando uno de los cajones de su tocador cuando este se atoró.
—Permíteme —Jaejoong le dijo retirándole las manos de la gaveta, acomodándola correctamente para que esta se deslizara por el corredor.
Yunho sonrió cuando con soltura, la rueda de plástico rodó por las guías metálicas. —Gracias —pronunció entrecerrando los ojos dando un apretón a las manos de Jaejoong, y para incomodidad de este, no muy apartado de él.
Jaejoong sintió un escalofrió en su espina dorsal al notar que Yunho no tenía intenciones de soltarlo, y él por alguna razón tampoco hacia algo por conseguirlo. Sus ojos se desviaron al suelo porque podía sentir a Yunho escudriñándolo con los suyos. Pero cuando nada sucedió levantó sus parpados dispuesto a enfrentarlo.
Yunho parpadeaba como si le costara mantenerse despierto, en un segundo su cara se inclinó hacia adelante ocasionado pánico en Jaejoong puesto que en su cabeza una voz gritaba «va a besarme» y él no estaba seguro si quería evitarlo o permitírselo. Una floja sonrisa irrumpió en la expresión adormilada de Yunho, enderezándose al tiempo que pasaba su pulgar por la mejilla de Jaejoong.
En el pecho de Jaejoong se sintió como si el corazón hubiera dado un vuelco, con la sangre bombeándole tan fuerte que temía que en cualquier instante sus oídos fueran a zumbarle por el aumento de su presión arterial. Yunho bajó sus manos pretendiendo continuar con la búsqueda dejando a Jaejoong pasmado por la acción.
Jaejoong no supo si sus nervios habían sufrido un grave daño o si el estrés finalmente le provocó estragos, pero no pudo contener a su brazo que extendiéndose se apoderó del cuello de Yunho atrayéndolo hacia sí.
Sus bocas se estrellaron con rudeza una en la otra, los dientes golpearon sus labios pero nada importó cuando hicieron espacio para fusionarse entre ellos. Jaejoong recordó las antiguas sensaciones, concibiéndolas tan enérgicas que era como si fueran en realidad recientes. Sus dedos se prendieron fuertemente de los cortos cabellos de Yunho por arriba de su oreja, jalando de estos hasta sacarle un quejido en protesta por la tosquedad.
Jaejoong cedió el afiance cuando Yunho intentó romper el beso, su otra mano entonces subió para impedirle a este que se separara. Sus dedos le inmovilizaron la cabeza mientras que su boca se rehusaba a dejar ir a la otra.
Un cosquilleo se dispersó por el bajo vientre de Jaejoong, y lo que quedaba de su raciocinio reconoció a esto como excitación. Si la cordura le dictaba que lo que sucedía era incorrecto, las reacciones en su cuerpo eran más que suficientes para anularla. A él no le hacía falta meditar nada, se había rendido al deseo desde el primer contacto que tuvo con Yunho, y para bien o para mal no iría en contra de ello.
Con un sonido húmedo Jaejoong terminó la unión de ambos, respirando pausadamente mientras analizaba el rostro de Yunho, ni un atisbo de arrepentimiento halló en este. Bajó sus manos a los hombros de él dispuesto a volver a besarlo pero Yunho se le adelantó sosteniéndolo por el cuello juntándolos de nuevo en otro arrebatado beso.
Jaejoong comenzó a dar pasos atrás siendo instados por los que Yunho daba hacia el frente. La cama obstaculizó su retroceso tan de repente que le fue imposible no caer sentado sobre esta trayéndose encima al otro.
Yunho notó como Jaejoong se recostaba sobre su espalda sin soltarlo y si no fuera por sus rodillas, todo su peso habría caído sobre él. Arrastró sus manos extendidas en el colchón para apoyarse sobre estas, con una a cada lado de la cabeza de Jaejoong.
Jaejoong distinguió la vacilación en los ojos de Yunho, como si este acabara de despertar de un hechizo y apenas ahora estuviera viendo las circunstancias en las que estaban. No dándole tiempo para retractarse, Jaejoong cruzó sus talones por detrás de la cintura de Yunho e impuso toda su fuerza para volcarlos invirtiendo las posiciones.
Yunho abrió ampliamente sus ojos al tener a Jaejoong sentado en su abdomen, desabrochándose la camisa y lanzándola al suelo continuado con el cinturón y pretina del pantalón. El calor lo invadía por completo, anulando su sensatez, quedando a merced de lo que el hombre sobre de sí quisiera hacerle.
La camiseta de Yunho fue difícil de quitar, pero Jaejoong no se rindió hasta lograrlo, las yemas de sus dedos marcaron líneas rectas un tono más claro que el color de piel a lo largo del torso. No existía gentileza en el tacto porque su subconsciente se negaba a complacer a alguien que no fuera el mismo. Si estaba haciendo esto era por su propio placer, no por el de Yunho.
Comenzó a balancear su cadera, averiguando con el roce que la excitación era mutua. Satisfecho con la reacción debajo de él, Jaejoong se levantó brincando fuera del colchón y fue hacia la puerta, la cual cerró poniéndole seguro. Dejó en penumbras la habitación proporcionándole lo que le faltaba de osadía para deshacerse del resto de sus prendas. En un santiamén él estuvo desnudo al pie de la cama liberando a Yunho también de las suyas.
Jaejoong gateó colocándose en el mismo lugar inmediatamente retomando el ritmo interrumpido. Lo asió por los hombros para que se incorporara hasta quedar sentado, sus bocas se reencontraron y la lujuria lo colmó.
—Aguarda, necesito, necesitamos —Yunho dijo en medio de un jadeo, tomando por los brazos a Jaejoong alzándolo para colocarlo a su lado. Con sus pies tanteó el piso hasta que dio con su pantalón. Se dobló para agarrarlo, sacando del bolsillo una tira de condones, desprendió uno de ellos y descartó los otros dos lanzándolos sobre su cómoda. Por si hoy tienes suerte y consigues acción, le había dicho Siwon al metérselos en el bolsillo una vez que salieron de su consultorio. Yunho trató de regresárselos pero se detuvo cuando rumbo a la entrada principal se encontraron con Kyeonghwa, habría sido demasiado vergonzoso que en su primer encuentro después de terminar, ella creyera que él ya estaba preparándose para estar con alguien más, cuando era todo lo contrario, aunque precisamente eso estaba haciendo ahora mismo.
Dejó caer su pantalón oyendo el ruido de sus llaves y billetera al tocar el suelo. Rió internamente al descubrir que esto último era lo que había estado buscando, estúpidamente olvidó que su cartera todavía la llevaba consigo.
Volteó hacia su cama desde donde Jaejoong apoyado en sus codos seguramente lo observaba. Por la oscuridad, de lejos solo podía ver el perfil de Jaejoong y quizás para este, también era lo único que veía de él. Si le pagaba la renta en ese momento, posiblemente se marcharía y se ahorrarían lo que sea que fuera a suceder luego de esa noche. Utilizar el dinero podría ser un buen pretexto para dar marcha atrás, solo que él estaba indeciso sobre usarlo o no.
—¿Yunho?
El llamado de Jaejoong fue lo que Yunho requirió para disipar sus dudas, si estaba cometiendo un error al guiarse por su instinto lo averiguaría en otro momento puesto que él dejaría al razonamiento para después.
Jaejoong envolvió la espalda de Yunho con sus brazos en cuanto lo tuvo a su alcance. Sus pies se plantaron en la cama para impulsarse hacia arriba, friccionándose entre sí. Sus manos pellizcaban duramente la piel mientras mordía débilmente el labio inferior de Yunho. Jamás se consideró a si mismo ser del tipo de amante salvaje, pero con él la faceta brotaba con naturaleza.
Sentándose, le arrebató el preservativo a Yunho, desgarrando el empaque y colocándoselo con suma facilidad. Yunho intentó tomarlo del mentón, probablemente para besarlo, pero Jaejoong no le dio la oportunidad al darse vuelta y ponerse sobre su estómago atrayendo una almohada para ocultar su cara en esta.
Yunho estuvo a punto de protestar pero finalmente no lo hizo. Contempló la forma que yacía frente a él y se cuestionó si Jaejoong no quería verlo, si prefería pretender que estaba con otra persona y no con él. Negándose a esa posibilidad, exhaló avanzando de rodillas hasta sujetarlo por la cintura separándole los muslos e introduciendo dos humedecidos dedos en él.
Jaejoong desahogó su dolor triturando la funda con sus dientes, había sido un tiempo ya desde la última vez que estuvo en circunstancias similares, por lo que comprendía que su cuerpo tardaría mas en acostumbrase a algo ajeno en el. Aún así no deseaba parar ni dar señales que supusieran esto.
Por una no adecuada preparación, el ardor que Yunho le causó cerró su garganta. Sudor frío plagándolo prácticamente en su totalidad aunque afortunadamente para él, el hombre que lo cubría espero a moverse hasta que la molestia disminuyó.
En seguida de abrir los ojos, Yunho se percató de las manos de Jaejoong empuñadas en el edredón. Su propia necesidad le había hecho apresurar su entrada en él, por ambición dejando de lado toda delicadeza. Al menos se logró controlar un momento antes de continuar.
Aunque no ocupaba más estimulación alguna, anhelaba que Jaejoong se virara para demandarle caricias o simplemente para verle, porque la falta de contacto emocional comenzaba a afectarle. No obstante Jaejoong nunca despegó su rostro de la almohada.
Sus manos se ajustaban en la espalda baja de Jaejoong, aproximándolo más hacia sí sincronizando la cadencia de sus pelvis. Sus músculos se tensaban conforme el orgasmo se construía anunciando la inminente culminación.
El agotamiento llegó y con ello el clímax debilitando cada centímetro de Yunho. Sus brazos incapaces de sostenerlo, se vencieron cayendo a los costados de los de Jaejoong y con ello su parte superior en la de este también.
Mientras se retiraba de él, aprovechó la cercanía para depositarle suaves besos a lo largo de uno de sus hombros, pero fueron de inmediato cortados por el súbito movimiento de Jaejoong, quien rodó fuera de la cama yendo a prender la luz.
La fluorescencia del foco en el techo deslumbró a Yunho por lo que entrecerró sus ojos enfocados en Jaejoong vistiéndose.
—Jae.
—Más tarde puedes darme lo del alquiler —Jaejoong declaró abrochándose el pantalón en lo que localizaba sus demás ropas. En cuanto lo hizo, las enrolló apretándolas bajo su axila antes de irse de la habitación.
Yunho tapó su cara con las palmas de sus manos. Frustración y enojo prontamente reemplazaron su efímera sensación de satisfacción. Es por esto que siempre rechazó la idea de tener encuentros de una noche, el vacío en lugar de llenarse solo se hacía más grande.
Al final Siwon estuvo en lo cierto, él consiguió acción, aunque no estaba tan contento por ello.
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Yunho rió por quinta vez y Jaejoong volvió golpearle con su puño en la rodilla para que dejara de hacerlo.
—No es gracioso, es la enfermera que casi siempre atiende a mi mamá ¿Qué tal si la próxima vez le cuenta a donde vio entrar a su hijo?
—Para eso en primer lugar tendría que admitir que ella salió de ahí mismo.
—Podría decir que iba pasando cuando nos vio.
Yunho sacudió su cabeza recargándola después en la cabecera de la cama. —Estas preocupándote por nada, me he topado con ella un par de veces por los pasillos y no parece del tipo indiscreto. Puedo pedirle que no diga nada si eso te hace sentir mejor, aunque realmente no creo ella misma quiera tocar el tema, lucía más apenada que tú.
—No debiste dejarme elegir este lugar.
—Hey no es mi culpa, te dije que podíamos usar mi casa, tú insististe en venir a un hotel.
—Lo sé —Jaejoong dijo, ahogando su voz al hundir la cabeza entre sus rodillas—. Pero tu amigo podía llegar en cualquier momento y el que nos encontrara en medio de… no sería la mejor manera de conocerlo.
—La probabilidad habría sido muy poca, él prácticamente solo duerme ahí, y además no es como si no tuviera una habitación propia, tengo bastante privacidad.
Jaejoong se encogió de hombros levantándose para ir a asomarse por la ventana que daba a la calle. —¿A qué hora tienes que regresar el auto? —inquirió girándose hacia Yunho.
—No hay límite, el amigo que me lo prestó casi nunca lo usa, prefiere su motocicleta ¿Por qué? ¿Quieres pasar la noche aquí? —Yunho preguntó bajando y subiendo sus cejas irritando a Jaejoong con el gesto.
—Lo digo porque quizás deberíamos marcharnos... ya.
—Oh vamos —Yunho se arrastró al borde la cama, estirando las piernas en el suelo—. Ya pasamos la peor parte, ¿malgastaremos la habitación por un encuentro inoportuno?
—Fue en verdad muy vergonzoso —murmuró acercándose a Yunho, deteniéndose cuando las puntas de sus pies tocaron a las del otro.
—¿Tanto como la primera vez que pedimos un cuarto?
—No tanto —respondió sentándose junto Yunho. La idea de ir a un hotel había sido planeada por ellos durante un par de semanas hasta que decidieron finalmente realizarla. Uno pequeño fue el que ambos escogieron una tarde en la que sin rumbo fijo recorrieron la zona a las afueras de Seúl. Ninguno tenía prisa pero ese pareció el momento correcto para hacerlo.
El vestíbulo era básicamente llenado por tres sillas de plástico y un mostrador negro donde el encargado mantenía sus brazos apoyados. Jaejoong le había dado un codazo a Yunho cuando este –sin hablar– permaneció revisando los folletos de diversos restaurantes como si realmente le interesara encontrar uno de su agrado. El hombre detrás del mueble comenzaba a notarse impaciente por lo que Jaejoong destrabó su lengua y preguntó acerca de alquilar una habitación.
El precio mencionado fue por una noche y Jaejoong no estuvo seguro de cómo el señor tomaría si él le pedía una tarifa por menos horas, después de todo ellos no pretendían quedarse ahí hasta la mañana siguiente.
Al no tener el coraje para hacerlo, introdujo su mano por debajo de la camiseta de Yunho, pellizcándole en el costado para atraer su atención.
Yunho tranquilamente se alejó del toque sacando y desdoblando su cartera. —La tomamos —declaró con sus dedos listos para agarrar el dinero.
Lo demás había sido fácil puesto que al hombre no pareció interesarle que no trajeran equipaje ni que no solicitaran una habitación doble hasta que el mismo lo ofreció, Jaejoong había dicho ‘una está bien’ con un tartamudeo.
Entonces apareció la esposa del encargado proponiéndole el acompañarlos a su cuarto puesto que ella también iba a la tercera planta para limpiar el pasillo. Ellos incluso le habían ayudado a subir los utensilios de limpieza. Y el que les deseara una placentera estadía fue la cereza que adorno el incomodo suceso.
Abandonar el hotel había sido otro suplicio, puesto que Jaejoong tuvo la magnífica ocurrencia de salir por separado, como si cada quien viniera por su parte. Afuera ya estaba oscuro, prolongando su estancia un poco más para que fuera así. Porque según las creencias de él, los empleados pasarían por el cambio de turno y no tendrían que toparse con el mismo que los atendió.
Jaejoong fue el primero en salir desalentándose porque sus suposiciones fueron incorrectas. El mismo hombre estaba ahí sentado detrás del mostrador y su mujer enfrente en una de las sillas jugando con quien imagino era su hijo. Ambos le sonrieron cuando él, dando una rápida venia, caminó fuera del lugar esperando a Yunho en la esquina de la cuadra. Era un comportamiento infantil, pero no le importó.
Yunho apareció no mas diez minutos después, visiblemente divertido. —Es un hotel familiar, Jae, ellos deben ser los únicos que trabajan allí —dijo metiendo la mano en su pantalón—. Me dieron una tarjeta —Le mostró el pedazo de cartón en su mano—. Dijeron que esperaban que regresáramos pronto, te das cuenta, ellos hablaron en plural.
Jaejoong no pudo decir nada al respecto más que palidecer. Instado por Yunho, atravesó la calle sintiéndose avergonzado de lo ridículo que debió parecer para ellos. Porque ni siquiera el haber estado con Yunho dentro de la habitación le había causado sonrojarse como seguramente lo estaba en ese momento.
Él no quería volver nunca más a ese lugar.
Y esta vez, muchos días después y acudiendo a un hotel distinto, la experiencia se repetía. ¿Cuánta probabilidad existía de encontrarse con un conocido cuando menos deseaba hacerlo? Jaejoong no sabía con exactitud pero sin duda todas eran en su contra.
—Entonces superar esto será pan comido —musitó Yunho tomando sus manos halándolo hacia su regazo.
Las piernas de Jaejoong se doblaron bajo sus muslos a cada lado de él, entrelazó los brazos por detrás del cuello de Yunho cerrando los ojos mientras este recorría la línea de su mandíbula con los labios.
Perdido en las sensaciones, Jaejoong se olvidó del resto del mundo mientras era sostenido por Yunho.

24 comentarios:

  1. Iliz!!! gracias por el cap!!!

    Pero cada vez estoy mas intrigada por saber que fue lo que paso con el YunJae... cmo fue que llegaron a lo que son hoy?? Porque terminaron???

    Y ahora como seran las cosas de ahora en adelantes despues del revolcon que se dieron???


    Mil gracias por el cap... ^^

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    1. no fue tanto como un revolcon, yunho no es esos!! XDD nah es solo que dicen... dicen que cuando la gente esta ebria esta mucho mas ganosa, y a ellos les ganaron las ganas.

      gracias por comentar :D

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  2. Ohh me encanta el capítulo, es simplemente genial. He disfrutado muchísimo leyéndolo, ver cómo se van relacionando todos... y ese momento del YunJae simplemente perfecto... aunque doloroso, a ver qué es lo que trae a partir de ahora. El flashback es tan lindo, tan diferente, sabes perfectamente plasmar las emociones de una pareja plenamente enamorada y eso me encanta, a diferencia de la situación que hay ahora.

    Ya dejo de enrollarme... ¡muchísimas gracias por el capítulo! Besos ^^

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    1. eres buena para elevarme el ego >.< gracias por leer y comentar *o*

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  3. OMG esta historia cada vez es mas interesate

    Pobre Jae fue presa de sus emociones ;_;....pero si se aman por que no estan juntos???

    Gracias pr la actualizacion ^_^

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    1. XD porque primero necesitan reconocer que lo están. gracias por comentar :)

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  4. OMG por dios, cuanta accion xDDDD, parece q si les sirvio despues de todo la salida jajajajajja, haaaa quiero saber como reaccionara el yunjae luego, y se nota que entre siwon y heechul esta comenzando a pasar algo, lo que quiero saber es si realmente paso algo en el cuarto de junsu grax por el capo, lo ameee!!!

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    1. lo que paso entre el minsu estará en el próximo. gracias por comentar =)

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  5. Sí tus personajes se emborrachan, yo tambien lo haré.
    *glu glu glu*

    Me divertí mucho con lo del bar... no sé, me recordó muchas cosas.
    OMG! parece que los cinco amigos y el 'avaro' (ay Heechul!!) se la pasaron muuuy bien esa noche.

    Yo amo al conductor designado... espero que le tengas un venir en próximo capítulo.

    Saluditos ilz <3

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    1. yo también pensé hacerlo pero con chocolates rellenos de licor, luego me arrepentí porque los chocolates son dañinos en muchos aspectos.

      saludos (:

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    2. Ohhhh x fin cap!!!!!!
      Ya tuvieron su "choque y fuga"
      Ahora q haran???q actitud tomaran ???

      Muero x el sgte cap

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    3. no mueras!! luego quien me lee u.u no te creas :P

      gracias por comentar ^^

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  6. oh my... por qué terminaron, dios, quiero saberlo, si estaban tan bien, tan excelentemente bien ;_;
    y bueno la noche yunjae... de lo mejor, pero, jae... quiero golpearlo por dejar a yunho así, o tiene que ver con el por qué terminaron, no sé, y quiero saber lol
    y junsu y min, también tuvieron su choque y fuga? XDDD
    quiero más capos por favor... maaaaaaaasssssss XD
    gracias por actualizar ^^

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  7. O.o pareciera que jae se aprovecho de Yunho, siento que lo uso,
    que habra sucedido entre ellos en el pasado??, pareciera como que Jae le guarda cierto rencon a YUnho ¿¿es asì??

    vaya noche que tuvieron el SiCHul u el minsu...
    gracias por actualizar!!!

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    1. pero al menos jj le dio un buen uso XD

      gracias por comentar (:

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  8. por fin capitulo nuevo, me encantan tus historias siempre ponen una sonrisa en mi rostro.
    att. Rukia02

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  9. Oh god!
    Sinceramente te quedó hermoso
    Qué más puedo decir?
    Espero leer el sgte cap ♡
    Amo tu blog ♥

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  10. XD eso.Jaeboo.busco.si propio.placer desnudand a yunho ansiosamnt y yunho parece q aun sient algo x jj
    Aunq algo le abra echo a jj para q el aya sido tan frio.

    Lo otro xD.el minsu los pude imaginar riendse todos.ebrios besandoce xD y q paso con el.sichul? Seguro todos follaron(?) xD

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  11. tu fic quedo muy bueno >< actualiza pronto porfis

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  12. oh por kami-sama esta vez la experiencia se fue fria, me refiero al sexo del YunJae, pero en los recuerdos parece que pasaron cosas que no lo hicieron asi.....aaaw cuando se daran una nueva oportunidad :3

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  13. Después del buen uso que le dió Jae a Yunho.... ahora como se comportarán?, pues Jae lo trato como "usar y desechar". MinSu y SiChul también ya tuvo acción...

    Gracias!!!

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