Enredos de amor: Capítulo 9

Nada ocurre tal como se planea

Ese sábado por la mañana Jaejoong arrastraba de mala gana una bolsa grande llena de latas aplastadas, estaba casi repleta.
—No sabía que necesitaras dinero que ya hasta recolectas latas para venderlas —Yunho se encontraba de pie frente a él bebiendo de su botella con agua luciendo como si viniera de correr.

—Ja ja muy gracioso —Kim siguió jalando de la bolsa.
—Yo no tomó mucho refresco ni mucho menos cerveza pero si me encuentro una lata tirada en la calle con gusto la guardare para ti.
—Mejor guárdala para ti, a leguas se ve que estas muy necesitado —Jaejoong hizo mala cara bufando.
—Ya no te enojes, a ver te ayudo —Pasó junto a él y le quito el costal de sus manos.
—¡Dámela! ¡Yo puedo solo! —Se adelantó para arrebatarle la bolsa.
—Que carácter, está bien como quieras —Yunho avanzo hasta el ascensor y presiono el botón para llamarlo, volteó de nuevo con Jaejoong para verlo seguir batallando hasta que se le resbalo el plástico provocando que se le cayeran unas cuantas latas en el piso, Kim se inclino para recogerlas y Yunho no pudo evitar mirar—. ¡Qué buena vista! —Afortunadamente en ese instante las puertas del elevador se abrieron y él entró evitando que sus oídos fueran reventados por el grito que Jaejoong soltó.
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Yoochun esa mañana se levanto temprano por la estrepitosa risa de Junsu que desde el jardín se escuchaba, se levanto de su cama y fue a asomarse a la ventana que daba a la parte trasera de su casa, sus padres junto con su amigo se encontraban sentados en unas sillas desplegables mientras desayunaban a la intemperie, era una imagen que le llenaba de felicidad y por la que daría cualquier cosa por tener siempre.
—¡¿Se divierten sin mi?! —Yoochun gritó desde arriba.
—¡Baja rápido y ven a desayunar! —Su madre le gritó de vuelta.
Park no contestó nada más que una sonrisa y fue a cambiarse de ropa rápidamente, bajo las escaleras y camino hacia el exterior para reunirse con los demás. Cuando se acercó jaló una de las sillas y se sentó en ella.
—¿Y qué es eso tan gracioso que los hace reír tanto?
—Junsu nos contaba de las aventura de él y Jaejoong cuando eran niños.
—Oh… si Jae se entera, eres hombre muerto —Yoochun vació un poco del jugo contenido en una jarra al centro de la mesa y bebió de él.
—Pero no lo sabrá, a menos que tú se lo digas… pero si tú lo haces yo le diré de aquella vez que te levantaste sonámbulo para ir a la casa de tu vecina a usar su baño… con la puerta abierta.
—¿Eh? ¿Por qué le contaron? —Volteó a ver a sus padres quienes sonrían disimuladamente.
—Tranquilo Chunnie, no diré nada…. a menos que me obligues a hacerlo —Junsu le guiño un ojo.
—¿A dónde piensan ir hoy? —La señora Park interrumpió queriendo distraer a Yoochun del enojo por su indiscreción.
—Uhm, pensé en ir a caminar por la montaña pero no sé si a Junsu le parezca bien.
—Me encanta la idea —Kim sonrió feliz—. Hace tanto que no camino por un lugar donde haya tanto verde.
—Bueno entonces termino mi desayuno y nos vamos —Yoochun siguió comiendo recordando después que sus padres también estaban presentes—. ¿Ustedes quieren venir?
—No, nosotros respiramos de este aire tanto que a veces cansa —El señor Park contestó.
—Vayan ustedes —Su madre sonrió para ambos.
Después de una hora Junsu y Yoochun iban caminando por un paisaje lleno de arboles y flores silvestres.
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Jaejoong le entrego las latas al vigilante para que este se las diera a Joonhyuk, un niño de ocho años que vivía en el edificio contiguo quien estaba juntando dinero para comprarle un regalo a su madre por su cumpleaños. Junsu lo había conocido por casualidad cuando se disponía a tirar un envase metálico vacio en un contendor, el niño le había pedido de favor el que se lo entregara contándole porque lo necesitaba, Junsu se ofreció a reunir cuantas latas pudiera y entregárselas en dos meses que fue la fecha que él mismo Joonhyuk propuso.
Cuando Jaejoong supo de eso, lo primero que hizo fue decirle a su primo lo fastidioso que sería hacerlo pero después hasta él mismo ayudaba a recolectarlas. Habían juntado una gran cantidad para tampoco tiempo y eso era algo que de cierta forma lo hacía sentir orgulloso, no sabía si con ellas lograría obtener una buena cantidad de dinero pero seguramente de algo ayudaría.
Estaba a punto de salir del edificio cuando su hombro rozo el brazo de un hombre, volteó a verlo y el rostro de él le resulto familiar, ambos asintieron en forma de disculpa antes de que Jaejoong siguiera su camino, subió en su auto y mientras conducía rumbo a su casa supo de quien se trataba, era el chico que había visto con Yunho fuera de la empresa. Dio vuelta en ‘u’ dispuesto a saber de qué se trataba todo eso.
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A un segundo de meterse a bañar, el timbre de su departamento se escucho y Yunho no tenía ni la menor idea de quién podría tratarse, se colocó rápidamente de nuevo sus ropas para abrir la puerta. Minho se encontraba con el semblante serio y el mayor opto por apartarse de la entrada y dejar que Choi ingresara.
Minho se quito sus zapatos antes de caminar hasta el sillón, dejándose caer sobre el, subió ambas piernas y las cruzo, tomó uno de los cojines para colocarlo sobre sus muslos e inclinar su cabeza en el. Yunho fue a sentarse en el sillón a un lado del otro. Minho dio un profundo suspiro y volteó a ver a su amigo.
—Hyung… ¿crees que Changmin y yo nos apresuramos al decidir vivir juntos?
—¿Y ahora por qué pelearon?
—Creo que Changmin está hartándose de vivir conmigo.
—Aunque nunca me he casado, se que las parejas que recién viven juntas sufren un tiempo de adaptación, es normal que te desesperes de sus hábitos o comportamientos, pero terminaran por acoplarse.
—Él y yo no estamos casados.
—Da lo mismo, hacen todo bajo el mismo techo ¿no? Que importa si existe o no un papel que lo acredite como legal.
—¿Crees que soy inmaduro?
—Bueno, aun eres muy joven.
—Supongo que eso es un sí —Minho agachó su mirada viendo hacia el suelo—. Pero si eso le molesta ¿por qué hasta ahora lo dice? No es como si le hubiera ocultado mi verdadero yo antes de vivir juntos.
—Es por lo mismo que te dije antes, no es lo mismo verse de vez en cuando a pasar los siete días de la semana juntos, estoy seguro que tú también has descubierto defectos en él que no habías notado antes.
—Sí, pero eso no quiere decir que este arrepentido de estar con él, hay momentos en los que deseo golpearlo pero no puedo porque lo quiero y tampoco puedo abrazarlo porque lo odio ¿si me explico?
—No… pero ustedes tienen una relación extraña.
—Ayer dormí en otra habitación, no tenía ganas de verle la cara en ese momento.
—Deberías hablar con él, ¿siquiera lo viste esta mañana?
—Sí, cuando desayunamos juntos, pero no hable con él, decidí aplicarle la ley del hielo.
Yunho rió y se levanto para caminar hasta el baño y tomar la ducha que antes se vio en la necesidad de interrumpir.
—Voy a bañarme, cuando salga seguimos hablando.
Cerró la puerta comenzando a desvestirse al instante. Minho se apoyo sobre el respaldar del sillón y levanto el cojín aun en sus piernas hasta cubrir su rostro. Pensó en que tal vez después de todo, si estaba actuando muy infantil.
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A Jaejoong en realidad no le tomó mucho tiempo el regresar al edificio pero cuando puso un pie dentro de este, se puso a pensar en la excusa que daría por llegar tan repentinamente al departamento de Yunho, estaba pasando un mal rato porque nada venia a su mente, solo ideas tontas que tal vez funcionarían con cualquiera de sus amigos pero con ese hombre no, porque sencillamente era más que obvio que entre ellos dos no existía una buena relación.
Después de quince intensos minutos de concentración, se le ocurrió algo y aunque no muy conforme llego hasta la puerta con el número novecientos tres, presiono el botón en la pared haciendo que un ligero sonido se escuchara. Lentos pasos se aproximaron a la puerta y esta se abrió revelando a un joven alto.
—¿Si?
—¿Se encuentra Shim Yunho?
—¿Shim? No querrás decir….
—¿Quién es? —Yunho salió de su habitación cuando escucho el timbre, no había pasado mucho tiempo desde que salió de bañarse, vestía un pantalón de mezclilla y mientras caminaba iba poniéndose la playera negra que tomó rápidamente del closet antes salir—. Oh Jaejoong.
—Hola, siento venir tan de repente no quise importunar.
—No lo haces, pasa.
—Gracias —Minho se aparto de la puerta dejando el camino libre para el hombre.
Jaejoong observo a su alrededor y por un momento creyó que había entrado en el departamento incorrecto, todo lucía en perfecto orden. Yunho miró la expresión en el rostro de Kim y sonrió.
—Te dije que solo era cuestión de limpiar un poco.
—Si claro —Jaejoong rodó sus ojos decidiéndose enfocar en su objetivo—. Oh mi nombre es Kim Jaejoong —Extendió su mano a Minho recibiendo la de él.
—Choi Minho.
—Y dime ¿a qué se debe tu visita? —Yunho comenzaba a sentirse nervioso por lo que quiso despachar rápidamente a Jaejoong.
—¿Podrías prestarme las llaves del auto de Junsu? Necesito unos documentos que él tiene en la guantera.
—Voy por ellas —Velozmente Yunho fue a su habitación por las llaves que había dejado encima de la cómoda frente a su cama.
—¿Eres amigo de Yunho? —En cuanto Jaejoong vio que el otro los dejo solos se apresuro a preguntar.
—Sí, bueno en realidad yo soy su….
—Aquí están —Yunho agitó las llaves en sus manos frente a Kim—, ten.
—Gracias, iré a buscar esos papeles y después volveré aquí para regresártelas.
—Eh… no es necesario, yo te acompaño para que no tengas que volver a subir.
—No es ningún problema, después de todo soy yo el que está molestando, tienes una visita y seria grosero de mi parte que por mi culpa tuvieras que dejarlo solo.
—No es molestia, de verdad yo te acompaño, además Junsu me encargo su auto y debo asegurarme de que quede bien cerrado.
—¡¿Estas insinuando que no puedo encargarme de eso yo mismo?!
—No es eso, pero no quisiera quedarme con la duda.
—Actúas como si estuvieras tratando con un inepto.
—Más vale prevenir.
—Aish como quieras —Jaejoong caminó hasta la puerta sin voltear—. Fue un gusto conocerte Minho-ssi.
—Igualmente —Minho salió de la confusión en la que se encontraba por ver el pequeño debate entre los otros dos.
—No tardo —Yunho también salió y cerró la puerta.
—¿Soy yo o hay tensión sexual entre esos dos? —Minho dijo para sí mismo.
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El paseo había sido largo pero el que Yoochun y Junsu fueran conversando mientras caminaban había hecho que el trayecto recorrido no resultara ser agotador. A poca distancia de la cima del monte se encontraba un sencillo restaurante que ofrecía un descanso para los que como ellos sentían un poco de hambre. Entraron al establecimiento y fueron a sentarse en una de las mesas rusticas, la vista desde ahí era hermosa y el aire que se respiraba llenaba sus pulmones de frescura.
Cuando les llevaron su comida el olor hizo que algo dentro de sus estómagos se retorciera ligeramente.
—Se ve delicioso.
—¿Cuándo visitas a tus papás vienes aquí?
—No realmente, mis padres prefieren ir a pescar al río o algo así.
—Oh pescar, hace mucho que no voy a pescar Chunnie.
—¿Deberíamos ir mañana?
—¡Sí!
—Bien, nos levantaremos muy temprano e iremos al río.
El ver la sonrisa de Junsu le inyecto una cantidad enorme de energía que le daba la impresión de que si lo quería podría caminar cinco veces más el mismo recorrido que acababa de hacer. Todo iba perfecto, era como antes, nada era diferente, toda la atención de Junsu estaba sobre él y eso era algo que le hacía sentir poderoso e invencible.
Después de que terminaron de comer decidieron regresar a casa, lo hicieron tranquilamente disfrutando del paisaje a su alrededor. Para cuando llegaron a casa eran casi las siete de la tarde, ni siquiera se habían dado cuenta de cuánto tiempo habían pasado fuera, bien decían que cuando uno se divertía el tiempo pasaba volando.
Los padres de Yoochun habían salido a una cena de último momento con una pareja de amigos, eso a Park le dio una idea por lo que le propuso a Junsu el salir esa noche a bailar, algo que ambos disfrutaban y desde hacía ya bastante tiempo no hacían juntos. Junsu al principio dudo pero dada la insistencia de su amigo no le quedo otro remedio que aceptar, así que ambos fueron a prepararse para esa noche poniéndose de acuerdo en estar listos en no más de hora y media.
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—Agh, al fin.
Jaejoong se sentó en una de los bancos junto a la isla de la cocina cuando termino de lavar los platos que habían utilizado él y su madre en la cena, tardo casi una dos horas en ello y no es que hubieran sido muchos pero tenía muchas cosas en su cabeza que no lo dejaban concentrase, él mismo se descubrió lavando por tercera vez un vaso o incluso resbalándoseles constantemente de sus manos. Apoyo sus brazos sobre la superficie frente a él y hundió su cabeza en ellos.
—A lo mejor me descubrió, debería meterme a curso de actuación y así aprender a mentir con facilidad.
Cuando él y Yunho llegaron al coche de Junsu, Kim abrió la puerta del copiloto y entró poniéndose sobre una de sus rodillas en el asiento, abrió la guantera comenzando a sacar las cosas que se encontraban ahí guardadas.
De reojo Jaejoong veía a Yunho quien se mantenía de pie junto al auto, observándolo mientras tenía sus brazos cruzados. Una vez que vacio el pequeño espacio volteó hacia Yunho y trato de poner una expresión de extrañeza simulando su incertidumbre por no encontrar lo que buscaba. El más alto le preguntó si quería buscar en la cajuela pero él le dijo que no era necesario ya que no creía que Junsu pusiera documentos en esa parte. Jaejoong volvió a poner todo dentro de la guantera y luego salió del coche diciéndole a Yunho que tal vez su primo había dejado los documentos con su secretaria antes de partir de viaje. Entonces Yunho le sugirió que le marcara a Junsu para cerciorarse de eso, Jaejoong comenzó a sentirse un tanto inseguro y cuando intento sacar su celular este resbalo de sus manos y cayo. Yunho se agacho a recogerlo y en cuanto se lo entrego, Kim estuvo seguro de que el otro pudo sentir a su mano temblorosa porque le preguntó si se sentía bien, Jaejoong solo asintió con la cabeza oprimiendo el número de 2 en su celular para hacer la llamada a Junsu, cuando llevo el teléfono a su oreja oprimió discretamente el botón para cortar y entonces disimulo el esperar que su primo contestara. Debe estar ocupado, fue lo que mencionó Jaejoong cuando bajo su celular y lo guardo en su pantalón.
Kim le entrego las llaves a un atónito Yunho pidiéndole disculpas por quitarle su tiempo, camino hacia la salida del estacionamiento maldiciéndose por su poca creatividad y falta de experiencia en engañar a las personas. Subió a su auto y se dirigió a su casa.
Y ahora estaba ahí en medio de la cocina con más dudas que antes y millones de teorías acerca de la vida de ‘Shim Yunho’.
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El lugar que había escogido Yoochun se encontraba casi a reventar por la cantidad de personas ahí dentro, Park era experto en esos lugares, sabía exactamente con quien hablar para conseguir una buena mesa y así fue como terminaron sentados en la zona vip del segundo piso.
La música inundaba sus oídos pero gracias a que estaban alejados de la pista de baile es que podían escucharse cuando platicaban aunque para eso tenían que hablar más fuerte de lo normal. Cuando Yoochun le preguntó a Junsu si quería bailar este inmediatamente dijo que si, Park sujeto la mano de su amigo y lo guio por las escaleras hasta adentrarse en el mar de gente.
El ritmo movido del remix que sonaba en ese momento inconscientemente los envolvió como en una burbuja, aislándolos de las personas alrededor. Ellos dejaron a sus cuerpos fluir libremente, respondiendo a sus impulsos e instintos, Junsu elevo sus brazos ondeándolos conforme a las notas de la canción y Yoochun frecuentemente colocaba sus brazos alrededor de él. Ambos se perdieron en la melodía y continuaron danzando hasta que sus gargantas empezaron a secarse y por ello volvieron a su mesa.
—Extrañaba esto —Junsu se sentó y le pidió al mesero unas bebidas.
—Yo también.
—Bueno tú vienes a lugares como este por lo menos cada fin de semana.
—Pero no es lo mismo porque ni tú ni Jae van conmigo.
—Eso es porque solo te estorbamos con tus conquistas.
—Ustedes nunca me estorban, mucho menos tú.
Junsu sonrió feliz y afortunadamente en ese momento su coctel fue colocado en la mesa así que tomó de este para refrescarse y tratar de despejar a su mente de ese montón de corazones que repentinamente se formaron en su cabeza.
Kim escucho un ‘disculpa’ y volteó hacia a un lado donde un par de mujeres se encontraban paradas cerca de ellos.
—Mi amiga y yo nos preguntamos si quisieran bailar —Una de ellas habló con timidez hacia ambos.
—Oh… si claro.
Yoochun se levanto poniendo su mano en la espalda de la chica que había hablado hace solo un momento, Junsu solo observo su espalda mientras se alejaba hacia la pista, frunció el ceño y tomó de un solo trago todo el contenido de la copa frente a él.
—Tú… ¿no quieres bailar?
—No.
—¿Puedo sentarme? —Kim volteó a ver a la otra chica que permanecía en el mismo sitio y le hizo una seña hacia la silla frente a él como para indicarle que lo hiciera—. Me llamo Raenmi.
—Junsu.
—Mucho gusto Junsu-ssi.
—Mmm.
Junsu odiaba el hecho de ser grosero pero no podía evitarlo, de cierta forma culpaba a esa mujer de su actual situación de abandono, pero dentro de sí sabía que ni ella ni su amiga habían obligado a Yoochun para que bailara.
Pidió otro trago igual y en cuanto llego lo tomó como si de agua se tratara.
Paso canción tras canción hasta que según sus cálculos fueron siete y Yoochun seguía bailando como si no le importara que había ido con él, su rostro dibujo una sonrisa sarcástica al darse cuenta de lo tonto que era, en primer lugar esto ni siquiera es una cita se dijo a sí mismo, se levanto y miró a la chica que se encontraba jugando con su celular.
—Cuando vuelva mi amigo y tu amiga por favor le dices a él que tuve que irme.
No espero ninguna respuesta para avanzar hacia la salida del lugar, en la calle detuvo a un taxi y subió en el indicándole la dirección de la casa de los Park.
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—¿Podemos hablar?
Changmin se sentó cerca de Minho quien estaba sentado en la orilla de la piscina con los pies sumergidos en ella, apenas una hora antes había llegado sin decir una palabra, dirigiéndose directamente ahí.
—Se que estas enojado, pero si no hablas, nada se solucionara y yo….
—¿De qué quieres hablar? ¿De lo infantil que me comporto o de que ya te arrepentiste de vivir conmigo?
—Jamás he dicho que me arrepiento de vivir contigo.
—Pero lo has pensado ¿cierto?
—Bueno… tal vez… pero eso no significa que en verdad lo sienta.
—A lo mejor ahorita no, pero si ya lo pensaste no tardara mucho en suceder.
Minho comenzó a dar patadas ligeramente, haciendo que sonidos de chapoteo se escucharan y pequeñas olas se formaron en la alberca.
—Antes de comprar esta casa pensé mucho en los pros y contras de vivir juntos, sabía que perdería mi intimidad, que revelaría por completo a mi verdadero yo y tal vez no te gustaría del todo, que verías mis defectos y yo vería los tuyos, que aunque me molestara contigo no podría ocultarme de ti por mucho tiempo, que tendría que ser tolerante con tus costumbres y que tal vez no te agradarían algunas de las mías, que alguno de los dos o ambos tendríamos que soportar el mal genio del otro, pero… el saber que no tendría que esperar al día siguiente para volver a verte, que podría abrazarte, besarte o hablar contigo cuando quisiera hizo que me diera cuenta de que tenía más cosas que ganar que perder.
—Si tienes tus desperfectos pero aun así no saliste tan malo —Minho sonrió alegremente—. Bien, estás perdonado.
—¿Así de fácil? ¡Toda la maldita tarde me la pase pensando en una enorme lista de palabras melosas y cosas cursis que decirte por si no cedías!
—¿Tú pensando en cosas cursis? No finjas algo que no eres Shim Changmin.
—Es que ese lado mío aun no sale a relucir.
—Pues debe estar bien escondido bajo capas y capas de sarcasmo.
—¡Yah!
—¡Changmin!
Ambos cayeron en la piscina cuando Changmin se abalanzo sobre Minho, ninguno de ellos llevaba puesta la ropa apropiada como para nadar, así que el pantalón preferido de Choi se había mojado y el costoso reloj de Shim probablemente sufriría alguna descompostura ya que no era resistente al agua. Aun así, esto pareció no importarles ya que se sometieron a una lucha inútil por ver quien se mojaba mas, era más que obvio que los dos ya habían perdido.
Sin darse cuenta comenzaron a reducir la distancia entre sus cuerpos y el primer beso se dio, seguido del segundo y tercero hasta que se perdió la cuenta, ambos se mantenían flotando en una de las esquinas mientras Changmin tomaba con una de sus manos la mejilla de Minho y con la otra daba ligeras caricias en su espalda. Choi por su parte llevo una de sus manos al cuello de su novio mientras la otra sujetaba la húmeda camisa de él.
La falta de aire les hizo separarse y mirarse a los ojos provocando una sonrisa en sus rostros. Changmin agarro la mano de Minho arrastrándolo hasta los tres escalones para salir de la alberca, había sentido la necesidad de continuar en la habitación.
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Yunho se encontraba recogiendo el poco desorden en su mesa, esa noche había cenado sin gastar un solo centavo, la vida estaba mostrándole su lado rosa, tenía un departamento con todas las comodidades, ya tenía trabajo y ahora un amigo le había invitado la cena, ¿que mas podía pedir?... por el momento nada.
Descubrió en carne propia que era cierto lo que decían de “barriga llena, corazón contento” mientras seguía tirando la basura cantaba felizmente.
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Yoochun llego a las cuatro treinta am a la habitación que por esos días compartía con Junsu, cuando Raenmi le dijo que su amigo se había marchado pensó en pagar la cuenta y también irse pero Hanna la otra chica, tomó su brazo y le pidió que les hiciera compañía a ambas, dudo por un momento pero cuando ella le susurro palabras insinuantes en su oído opto por sentarse y solo quedarse un rato más.
Tomo un pantalón holgado de su maleta y fue al baño a cambiarse, salió con el rostro recién lavado y su torso descubierto, por unos minutos observo a Junsu dormir pacíficamente y después camino a su cama individual, levanto las cobijas para meterse en ella.
Cerró sus ojos y dejo de pensar en el motivo por el cual su amigo decidió dejarlo solo en aquel lugar.
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Junsu se había despertado temprano por la mañana y descubrió que los padres de Yoochun también lo habían hecho, el señor Park le conto que pensaba ir a pescar con algunos de sus amigos y lo invito a unírseles, él acepto sin pensarlo mucho por lo que ambos salieron rumbo al río.
Regresaron casi pasado el medio día y mostraron con orgullo dos pescados grandes en una hielera, la señora Kim se ofreció a cocinarlos junto a la señora que le ayudaba en las labores del hogar. Yoochun no llevaba mucho tiempo de que se había levantado, cuando noto la ausencia de su amigo fue a preguntarle a su madre, quien le dijo que él y su padre habían salido, Park se sintió ignorado y después de irse cabizbajo a darse una ducha regreso ya cambiado y ahora se encontraba sentado viendo hacia la nada en una de las bancas detrás de la casa.
Espero a que por voluntad propia Kim se acercara a él, pero se canso de ello y fue hacia la habitación en su búsqueda. Cuando abrió la puerta solo encontró el cuarto vacio, pero entonces escucho el sonido del agua cayendo por lo que supo que Junsu se encontraba bañándose, fue a sentarse en el borde de la cama y no mucho después su amigo abrió la puerta del baño dejando escapar una nube de vapor, este se sorprendió de ver a Yoochun sentado frente a él pero hizo algo que tenía casi perfeccionado desde hace tiempo, fingir que no le afectaba su presencia, esa era su manera de ocultar sus celos y frustración por él. Camino como si nada hacia su maleta sacando de ahí la ropa que se pondría, todos sus movimientos eran cuidadosamente seguidos por los ojos de Yoochun, incluso podía sentir la mirada sobre él.
—¿Por qué ayer te fuiste solo?
—Me enfade de estar ahí —Junsu sacó una playera a rayas y se quito la bata que llevaba puesta para ponerse la prenda.
—¿Y no podías esperarme e irnos juntos?
—Se veía que estabas pasándola muy bien, no quise interrumpirte —Tomó un pantalón de gabardina y comenzó a colocárselo por encima de su ropa interior.
—¿Y por qué no me despertaste esta mañana para ir a pescar? ¿No habíamos quedado en ir juntos?
—Ignoro la hora en que llegaste, pero imagino que fue más cercana al día que a la noche, así que supuse que no tendrías ganas más que de dormir.
—Como sea yo me hubiera levantado.
—En ese caso lo siento —Acomodó su ropa y tomó su crema-loción corporal para untársela en sus brazos, cuello y torso —pero creo que eso será un buen pretexto para que vuelvas pronto a visitar a tus padres.
—No necesito eso para venir a verlos.
—Como quieras —Metió todo a su maleta dejándola lista para su partida—. Nos vemos abajo.
—¿Por qué estas evitándome? —Yoochun lo detuvo por el brazo para que no abandonara la habitación.
—No lo hago.
—¡Si lo haces! Ayer… ayer todo estaba bien entre tú y yo…. Y ahora de nuevo te portas frio e indiferente conmigo.
—Es tu imaginación —Junsu sacudió su brazo para salir del agarre pero por el contrario este se hizo más fuerte.
—¿Es por Yunho?
—¿Qué tiene que ver él en todo esto? además que te preocupa, tú y yo solo somos amigos.
—¡Pero en este momento no actúas como tal! Parece como si solo quisieras que saliera de tu vista lo más pronto posible.
—Eso es lo que quieres ver tú, ahora suéltame que me estas lastimando.
—Desde que llego él, estas diferente conmigo —Soltó el brazo de Junsu y lo miró a los ojos—. Es como si me estuvieras reemplazando con alguien más.
—Solo estas siendo egoísta, tú sales con miles de personas y no solo precisamente “salir” y yo cuando te he dicho eso ¿eh? ¿Es que acaso no tengo permitido hacer nuevas amistades? ¿Es que acaso no tengo permitido encontrar a alguien de quien enamorarme? ¿Tengo que pedirte permiso para eso? Tú nunca me lo pides a mí.
—¿Enamorarte de él? ¿De ese? ¡No sabes nada de él!
—Para eso las personas comienzan a salir ¿no? para conocerse, para ti quizás el amor no es más que un acostón casual cuando tienes ganas y si… tal vez funciona para ti, pero no para mí. No lo juzgues sin saber, no te tomes atribuciones que no te corresponden.
—Yo….
Junsu salió rápidamente caminando hasta la cocina para ver si necesitaban ayuda. Yoochun aun en el dormitorio, volvió a sentarse en la cama mientras analizaba lo que acaba de escuchar de Junsu, había dolido, algo en su interior resulto herido pero no estaba seguro del que. Jamás nadie le había hablado de aquella manera y nunca espero que Junsu fuera quien lo hiciera.
Se levanto yendo hacia la ventana, si hasta hace unos instantes había tenido hambre esta había sido opacada con la tristeza que llenaba todo su ser.
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Durante el viaje de regreso a Seúl, Junsu permaneció callado con los ojos cerrados tan solo escuchando la música a través de los audífonos conectados a su reproductor portátil, habían salido casi cuando estaba poniéndose el sol en el horizonte, ahora todo estaba oscuro.
Antes de las diez de la noche Yoochun dejo a Junsu en el edificio de su departamento, solo se despidieron con un ‘nos vemos mañana’. Kim subió en el elevador y presiono el número nueve, durante el trayecto en la carretera estuvo pensando llegando a una conclusión, y ahora mismo lo haría.
Yunho abrió la puerta sonriendo en cuanto lo vio, hizo el intento de pronunciar algo pero Junsu lo interrumpió.
—A partir de hoy, estamos saliendo oficialmente.

3 comentarios:

  1. :o pobre su... YC esta siendo muy injusto :/

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  2. Jae tienes mucha curiosidad por la vida de Yunho, porqué será? La curosidad mató al gato....

    Gracias!!!

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  3. Siempre me ha dejado con la idea de que esa parte aunque le dolió a mi Chunne.

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