Enredos de amor: Capítulo 25

El fin del principio

Con pasos apresurados, Jaejoong irrumpió en la oficina de Yoochun ignorando a la secretaria de este quien lo seguía desde atrás. Park alejo la vista del monitor de su computadora observando el rostro afligido de la mujer y el enfurecido de su amigo.
—Está bien Jisook-ssi, te puedes retirar —habló con voz calmada asintiendo cuando ella salió—. ¿Qué sucede? —Le preguntó al hombre ahora frente a él.

—¡¿Por qué le diste el proyecto del spa a Nam Gwangsu?! —cuestionó casi gritando sin siquiera sentarse.
—Antes que nada baja la voz que todos afuera escucharan.
—Explícame por qué lo hiciste —Jaejoong aminoro el tono apretando los puños a sus costados.
—Porque en este momento no tienes la capacidad de tenerlo a cargo, el señor Yoon me ha llamado para preguntar cómo va todo porque tú no contestas sus llamadas, además tu equipo de trabajo dice que has cambiado el diseño más de siete veces y que constantemente discutes con ellos —Yoochun entrelazo los dedos de ambas manos poniéndolas en la superficie del escritorio.
—Así que ellos no solo no acatan mis órdenes sino que ahora conspiran en mi contra —Jaejoong mencionó quedamente—. Y tú ni siquiera te tomas la molestia de hablar conmigo, solo me haces a un lado como si fuera alguien inservible.
—Trate de hablar contigo, pero siempre me mandabas decir con tu secretaria que estabas muy ocupado.
—¡Y así era! ¡Sabes que trabajo!
—Jae, últimamente muestras una actitud complicada de manejar, se que tu vida personal no está del todo bien y es difícil para mí pedirte esto, pero la empresa necesita que separes tus sentimientos de tus obligaciones, tus problemas deben quedarse fuera del edificio.
—Es curioso pero no esperaba menos de ti —Jaejoong resoplo mostrado una sonrisa de lado—. A ti que te importan los demás mientras puedas ir a pararte el cuello delante de todo mundo.
—No tomare tus palabras en serio por esta vez, después del trabajo vamos a algún lugar y hablemos de esto —Yoochun lo miró con rigidez desde su asiento.
—¡No! —Palmeo el mueble quedando levemente inclinado sobre este—. Solo dime si vas a quitarme todo el trabajo que tengo y así de una maldita vez renunciar.
—¿Por qué no te tomas el resto del día y vas a tu casa a descansar? o ve a otro sitio a despejar tu mente.
—¿Para qué? ¿Para pensar tonterías? ¿Para extrañar cosas inútiles? lo único que quiero es trabajar.
Jaejoong enderezó su cuerpo fijando sus ojos en Yoochun, cuando se encontró con esa mirada que podía catalogar como penosa, volvió a apretar sus manos en puños dándose media vuelta hablando sobre su hombro mientras caminaba hacia la puerta.
—Cuando decidas que hacer conmigo, házmelo saber.
Salió de la oficina sin mirar de nuevo al hombre dentro de ella, no deseaba comprobar que ahora Yoochun sentía lastima por él.
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Frente a su escritorio, Jaejoong se mantenía caminando de un lado a otro intentando encontrar una labor que le permitiera enfocar su energía en otra cosa que no fuera la exasperación que sentía por verse relevado de uno de sus proyectos, dejándolo ahora con solo dos a su cargo.
Sacudió la tela de su pantalón como si quisiera eliminar el polvo inexistente en este y volteó a su costado topando su mirada con la mesa de dibujo plegada en la pared cerca del archivero. Sonrió con pesadez recordando el momento en que Yunho le dijo que conservándola en su oficina podría ir con el pretexto de necesitar algún utensilio guardado ahí. A pesar de que la remodelación del condominio Bongchul había terminado, Jaejoong acepto porque no le pareció una mala opción usar esa excusa y así tener un par de momentos más de los debidos en su horario de trabajo. Hoy solo creía que el haberse negado sin duda habría sido la mejor elección.
Caminó hasta tomar su teléfono marcando la extensión del almacén de la empresa. Aguardo un minuto antes de que la voz de un hombre se escuchara.
—Soy Kim Jaejoong del área de diseño, tengo una mesa de dibujo aquí que necesito vengan a recoger.
—Sí señor, enviaremos a alguien mañana a primera hora.
—Ustedes han dicho eso varias veces ya, por semanas de hecho —habló apretando el cable en espiral del teléfono—. ¡¿Qué demonios se supone que debo hacer para deshacerme de ella? ¿Llevarla yo mismo?!
—N...No señor, ahora mismo irán por ella.
—¡Sera mejor que así sea!
Enfadado, Jaejoong termino la llamada. Sabía que probablemente acababa de sobre reaccionar con el empleado descargando en él algo del estrés que desde hace tiempo venia acumulando, pero el conseguir tener fuera de su vista al mueble valía la pena.
Paso su mano por su frente mientras se apoyaba en la orilla de su escritorio fijando su vista hacia el espacio en blanco que antes era ocupado por un cuadro pintado con acuarelas, el mismo que ahora reposaba dentro del closet de su habitación. El verlo todos los días no estaba ayudándole nada en su estado de ánimo, así que lo descolgó decidiendo guardarlo en su casa al rehusarse todavía a tirarlo o inclusive regalarlo.
—Rayos.
Susurro frotando sus sienes antes de escuchar el toquido en la puerta, volteó hacia esta irguiéndose al notar a los dos hombres con overol café. Les indicó con su mano que pasaran, obedeciéndole de inmediato, uno de ellos tomó la mesa y el otro se acercó a Jaejoong cautelosamente mostrándole una hoja y la línea donde debía firmar para que pudieran retirarse.
Después de que ellos se marcharon, Jaejoong suspiro sabiendo que una cosa menos le ataría al pasado. Apenas ayer había hecho lo mismo con la llave del departamento que solía ocupar Yunho. Los primeros días, se las había ingeniado para escabullirse dentro del lugar cuidando que Yoochun no se percatara de ello, algo difícil tomando en cuenta que vive a tan solo unos metros de ahí, pero lo logro. Permanecía un par de horas sentado en el sillón simplemente mirando al televisor frente a él con la tenue iluminación de una pequeña lámpara.
Conforme pasó el tiempo, resistió la necesidad de entrar, conformándose con pasar por el edificio al conducir a su casa aunque con esto se desviara un tanto de su recorrido habitual. Luego cuando recobro su ruta normal, estando ya en la habitación de su casa, mantenía firmemente apretada la llave en el puño de su mano. El día anterior por fin había dado el gran paso al arrojarla en un contenedor de basura de una de las tantas calles por las que pasaba y ahora solo faltaba desaparecer los recuerdos dentro de su mente.
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—¿Puedo pasar?
Jaejoong observo la cabeza de Junsu asomada dentro de su oficina, sonrió ante lo ridículo de la situación al ver a un hombre que solo quiere mostrar su rostro cuando se resguarda a través de una puerta trasparente, ignorando el hallazgo, asintió hacia su primo.
—Yoochun me dijo que tuvieron una pequeña discusión —Junsu mencionó tomando asiento en una de las sillas disponibles.
—No me gusto la actitud que tomó para conmigo, me hace ver como si estuviera incapacitado para hacer mi trabajo.
—Se que él parece que está actuando fríamente, pero está cuidando de los intereses de nuestra empresa —Junsu mordió su labio inferior notando como Jaejoong negaba con su cabeza—. Él ha estado dando miles de pretextos al dueño del spa, pero se vio entre la espada y la pared cuando este insinúo que tal vez recurriría a otra compañía, cuando Chun decidió retirarte del proyecto supo que reaccionarias mal pero era la única manera de hablar contigo.
—Lo único que he hecho es cumplir con mis obligaciones.
—Lo sé —Dio una ligera sonrisa pasando sus dedos en una de las orillas del escritorio—. Y a decir verdad yo me hice a un lado de esto porque quería darte tiempo para que te ajustaras a la nueva etapa.
—¿Cual nueva etapa? —Jaejoong preguntó arqueando sus cejas.
—Estar sin Yunho.
—No lo digas como si él representara mi vida porque no es así —Se movió incomodo en su silla afilando su mirada—. Antes de él yo tenía algo aquí y aun después, lo sigo teniendo.
—Sí, pero tienes que aceptar el hecho de que parte de ti aun sigue molesta con eso, me refiero a que él se marchara.
—Molesto o no, ya termino, así que prefiero no hablar más del tema.
—Jae, yo….
—Lo de Yoochun fue suficiente para que me doliera la cabeza, fue algo que no esperaba pero lo superare —Se giro hasta quedar su vista en la pantalla de su computadora—. Ahora debo seguir con mi trabajo, no quiero que terminen por retirarme de todo por incumplimiento.
—Está bien, hablaremos después.
Junsu se levanto irritado por ver la forma en que Jaejoong se negaba a confrontar las cosas. Estaba llegando al límite de su paciencia para con él, porque sabía que su comportamiento no le traería nada bueno.
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Después del día caótico que atravesó en la empresa, Jaejoong entró cansado a su recámara aflojándose la corbata y desabrochando los botones de su camisa mientras caminaba hacia el interior del baño.
Resoplo recargándose en el lavabo antes de abrir el grifo dejando salir al instante agua fría. Acuno sus manos debajo del chorro recolectando un poco de esta llevándola directamente a su rostro. Cerró la llave volviéndose a apoyar en el lavamanos y levanto su cabeza para verse a sí mismo en el espejo ovalado. Su imagen reflejada era tan distante a la que había llegado a acostumbrase, ahora era ocupada por la de un hombre que lucía cansado, agobiado y decaído.
Apretó los dientes arrugando su nariz, tratando de detener las repentinas ganas de llorar. Aclaro su garganta saliendo de ahí, dejándose caer en su cama en cuanto llego a esta. Metió su mano dentro de la funda de una de las almohadas sacando de ella la pequeña foto de Yunho que había robado de Junsu.
Odiaba sentirse así, desganado y solo deseando permanecer todo el tiempo ahí recostado. Y se preguntaba cuánto más le tomaría regresar a ser el antiguo Jaejoong. Al principio creía que sería solo cuestión de días, sabía que como toda relación que terminaba, tomaría su tiempo de duelo, que el pasar toda una noche sollozando en el departamento de Junsu y después terminar con un duro resfriado por más de una semana, sería lo más fuerte que enfrentaría. Pero ya habían transcurrido casi tres meses y solo consiguió aprender a disimular que todo estaba mejor para él, reprimía sus sentimientos tanto fuera como dentro de su casa. Aunque aparentemente esto no estaba funcionando bien, puesto que su trabajo comenzaba a verse afectado.
Estaba harto de pretender y sentir que no podía tener un minuto ni para respirar fuera de sus pensamientos. Se consideraba a si mismo fuerte pero era completamente indefenso ante su memoria. Lo único que podía hacer, era tratar de mantener su mente ocupada, aun cuando esto fuera imposible por la noche cuando mientras dormía, esta lo traicionaba reviviendo momentos pasados.
Devolvió la foto a su lugar y cerró sus ojos cubriéndolos con su brazo derecho. Nunca supuso que Yunho significara tanto para él y ahora estaba pagando las consecuencias por ello. Lo extrañaba tanto que dolía.
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Otra jornada más de trabajo dejo a Jaejoong exhausto, ese era justo el estado en que deseaba terminar diario. Cuando se dirigía al estacionamiento el hombre sonriente frente a él detuvo sus pasos.
—Hola hyung —Minho saludo acercándose un poco más, estrechó sus labios al ver que Jaejoong solo le contestó con un asentimiento—. ¿Podemos ir a tomar algo?
—¿Tienes edad para beber?
—Por supuesto —respondió con tono indignado reforzándolo al rodar sus ojos—. Pero si lo prefieres podemos comprar un helado.
—No me gustan, cualquier otra cosa esta bien para mí.
Minho asintió comenzando a liderar el camino hacia una tienda de conveniencia de donde ambos salieron con una botella con agua en las manos. Atravesaron la calle para sentarse en una banca situada en la esquina de esta. Jaejoong desenrosco la tapadera y dio un sorbo de la botella.
—Changmin y yo discutimos —Minho sorprendió a Jaejoong con su declaración—. Dice que no puedo subir a ninguno de mis amigos en mi auto, ¿verdad que no es justo hyung?
—Yo….
—¡Es mío! ¡Y si yo quiero subir a un vagabundo entonces lo hare, maldita sea!
—Perdón que te interrumpa pero, creo que no es a mí a quien deberías estarle diciendo esto, además, no deberías involucrarte con vagabundos, solo te traerán problemas.
—Hyung~, estaba solo dando un ejemplo.
—Como sea —Jaejoong levanto su mano hacia él—. Sigo creyendo que te sería más conveniente estar con él en lugar de estar aquí conmigo hablando.
—Yunho hyung me dijo lo mismo antes de colgarme la llamada diciendo que estaba demasiado ocupado —Minho resoplo cruzando los brazos sobre su pecho.
—Bueno entonces es obvio lo que debes hacer —habló antes de tomar otro trago de agua.
—¿Y tú, hyung? ¿Cómo te va todo?
—Bien, supongo.
—¿Ya tienes un nuevo prospecto? ¿Un nuevo pretendiente en puerta?
—Digamos que estoy analizando las opciones —contestó bajando sus hombros dando una sonrisa tímida.
—¿Cuántos tienes?
—No muchos —Jaejoong sujeto con sus dientes el interior de su mejilla mientras pensaba en que la curiosidad de Minho no tenia limites y por lo tanto era mejor retirarse antes de que descubriera su mentira—. Oye, mañana tengo que trabajar así que….
—Entiendo, pero también quería pedirte un favor, mi papá está buscando gente que sepa de diseño y esas cosas, así que si sabes de alguien que esté interesado en trabajar en Jeju nos ayudarías bastante.
—Veré entre mis conocidos.
—Gracias —pronuncio Minho sonriendo levantándose junto con Jaejoong y comenzando a caminar en la misma dirección.
—Espero que llegues a un acuerdo con él esta noche.
—Yo igual, mientras dos personas estén destinadas a estar juntas, no importa cómo ni cuantas veces se separen, siempre volverán a juntarse —Amplio su sonrisa dando media vuelta y giro su cabeza de nuevo hacia Jaejoong—. deseo que Changmin y yo estemos predestinados el uno al otro —Agitó su mano en despedida, ampliando sus pasos hasta que se perdió de vista al dar vuelta en la esquina, sacando rápidamente su celular oprimiendo una tecla y llevándolo a su oreja—. Changmin-ah, ya puedes venir por mí.
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Jaejoong subió las escaleras hacia su habitación después de guardar en el refrigerador la cena que su mamá le había dejado preparada antes de salir con Jongil. Últimamente su apetito era casi nulo por las noches, pero se obligaba a comer cuando notaba la preocupada mirada de su madre sobre él. Sabía que ella estaba dándole su espacio y respetando su decisión de no preguntarle cómo se sentía cada vez que lo veía, y estaba agradecido por ello.
Abrió la puerta entrando en su recamara sorprendiéndose al encontrar a Junsu y Yoochun sentados en el borde de la cama.
—Mi tía nos dio permiso de entrar —Junsu detuvo la pregunta que estaba por soltar Jaejoong—. Y también nos autorizo a darte una paliza si te niegas a hablar.
—¿Eso quiere decir que mis planes de tomar un baño y luego dormir, se cancelaron? —Jaejoong habló con sarcasmo mientras vaciaba los bolsillos de su pantalón.
—Queremos que renuncies —Yoochun soltó ignorando el comentario.
—¿Cómo? —Jaejoong detuvo sus movimientos para mirarlos fijamente.
—Así como escuchaste, es tiempo de que empaques y te mudes.
—¿Se volvieron locos?
—Hemos estado investigando y parece que a Yunho ha estado yéndole muy bien —Junsu se levanto para caminar y tomar la mano de Jaejoong jalando de ella para llevarlo casi a rastras a la cama.
—¿Eso que tiene que ver conmigo? Creí que acordonamos que….
—Sí, que no volveríamos a mencionarlo —Yoochun se recorrió haciendo espacio suficiente para que Jaejoong se sentara junto a él—. Pero el hecho de que no lo hagamos, no significa que lo hayas superado —Sonrió cruzando su pierna derecha sobre la izquierda.
—Eso no es cierto, y aunque fuera así, estas cosas toman tiempo.
—¿Cuánto? ¿Una eternidad? —Sentado a su lado, Junsu le palmeo hombro—. ¿Cuál es el caso de que te resistas?, admite que tú también has pensado en ir a buscarlo.
—No.
—Mentiroso —Yoochun le revolvió el cabello y fue sentarse en la superficie del tocador frente a ellos.
—¡Yah! ¡Vas a romper el mueble! —Jaejoong intento levantarse pero Junsu se lo impidió.
—¿Qué es lo que esta reteniéndote aquí?
—¿Hablas en serio? —Junsu asintió y él solo rodó los ojos—. Mi trabajo, mi mamá, ustedes, toda mi vida está aquí.
—Aprecio que nos mencionaras pero puedes borrarnos de la lista, nosotros no queremos frenarte —Yoochun indicó examinando las etiquetas de los productos que se encontraban a su alrededor.
—Y tu trabajo en la empresa no ha sido el mejor en estos meses —Junsu sonrió tímidamente mordiendo su dedo índice.
—Chicos, si lo que quieren es despedirme por incompetencia, ahórrense esto y simplemente díganmelo —Jaejoong bufo dejándose caer en el colchón sobre su espalda.
—No vamos a cambiar el tema, esto no tiene nada que ver con la empresa —La expresión de Junsu se torno cansada al apoyar ambas manos en sus rodillas.
—Tu mamá se casara en cuatro meses, pronto unirá su vida con la de un hombre y tendrá en él un compañero, estoy seguro que quiere lo mismo para ti —habló Yoochun poniéndose sobre sus pies caminando hacia el otro par.
—Aun tengo inconclusos mis proyectos en la compañía.
—Bueno hablando abiertamente, no es que hayas avanzado mucho en ellos, podemos asignárselos a alguien más —Yoochun puntualizo acomodándose junto a Junsu pasando sus brazos alrededor de él.
—Te extrañaremos pero nos las arreglaremos para conseguirte un reemplazo a si sea contratando a dos personas más para que hagan todo lo que tú haces —La voz de Junsu sonó animada mientras acariciaba las manos de Yoochun sobre su estomago.
Jaejoong colocó sus manos encima de su frente pestañeando varias veces viendo hacia el techo. Aun persistían en sus oídos las palabras de Minho, por mucho que tratara de reprimirlo, en una parte de él seguía existiendo la ilusión de que Yunho volviera a su lado, podía ser esto un deseo inútil pero le era imposible borrarlo. Y ahora de pronto, lo que había lucido complicado y lleno de inconvenientes, parecía ser todo lo contrario, y eso le había dejado sin suficientes excusas, solo su orgullo.
—Quizás él realmente ya no quiera saber de mí, posiblemente ya ni me recuerda y ya está con alguien más, tal vez él…
—Diablos, creo que extrañare demasiado tu paranoia —Yoochun sonrió descansando su cabeza sobre el hombro de Junsu.
—Cuando Yunho y yo fingíamos salir, le propuse que nos convirtiéramos en una pareja real, pero él no acepto, aunque…
—Hey, eso no lo sabía —Yoochun se enderezó queriendo continuar con su protesta pero Junsu le cerro los labios con sus dedos. Indignado hizo un puchero que paso desapercibido para los otros dos.
—Aunque al principio me dio ciertas razones —Rió palmeado la cabeza de Yoochun quien resoplando, se recargó otra vez en su hombro—. Después me confesó que me había rechazado por ti, cuando me lo dijo sentí compasión por él porque creí que ustedes eran tan diferentes que jamás compaginarían, pero sin duda me equivoque, ustedes se complementan mutuamente.
—¿Por qué tengo que ser yo el que dé el primer paso? —Jaejoong preguntó rodándose fuera de la cama para verlos de frente.
—Porque alguien tiene que ser el inteligente —Junsu asintió hacia la respuesta de Yoochun—. Aun no entiendo que le viste pero… ay, eso dolió Su —Se quejó sobándose la mano donde recibió un pellizco.
—Así que, hyung, ¿te reservamos un boleto de avión?
—No —Jaejoong negó saliendo de su cuarto dirigiéndose a la estancia donde había dejado su laptop.
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Jaejoong bostezo apretando el volante de su auto mientras esperaba que la embarcación terminara de atracar en el muelle, movió su cuello en círculos tratado de despertarse por completo. Uno de los empleados dio la señal y la fila de vehículos comenzaron a moverse hacia tierra.
Cuando fue su turno, piso ligeramente el acelerador para dirigirse fuera del navío. El pequeño rebote del carro al pasar de una superficie a otra, hizo que una de las cajas acomodadas en la parte trasera, se fuera hacia delante y golpeara el respaldo de su asiento en la parte de su cabeza. Resoplo al escuchar cómo se vaciaba el contenido de esta en el espacio entre los asientos. Sabía que había sido mala idea no inspeccionar el embalaje que Yoochun le ayudo a preparar.
Auxiliándose del GPS, pudo llegar al hotel donde se hospedaría. Aparco su auto delante de la entrada donde dos empleados se encargaron de la mayoría de su equipaje y otro se llevo el vehículo hacia el estacionamiento subterráneo. Con solo un par de maletas en sus manos, Jaejoong llego con uno de los recepcionistas del lobby, le dio sus datos y después de registrarse fue guiado hasta su habitación.
Luego de que sus cosas fueron dejadas y los hombres se retiraron, Jaejoong tomó su celular marcando de inmediato en este.
—Su, ¿conseguiste la dirección?
¿Tienes donde apuntar?
Oh, espera.
Jaejoong busco en una de las bolsas de su maleta sacando de ella un bolígrafo, corrió hacia el baño y regreso con un trozo de papel. Fue a sentarse en uno de los dos sillones en la esquina apoyándose en el brazo de este para escribir.
—Listo, ¿cuál es?
Al terminar de anotar, le dio las gracias a su primo antes de presionar el botón rojo de su teléfono para finalizar la llamada. Miro la hora en el reloj en su muñeca comprobando que aun era temprano, lo que le daba por lo menos un par de horas para descansar y prepararse.
Se levanto estirando sus brazos caminando directo a la gran cama en medio de la habitación, se dejo caer boca abajo cerrando sus ojos imaginando lo que sucedería más tarde.
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Jaejoong se sintió demasiado ansioso como para manejar, así que en su lugar tomó un taxi que lo condujo hasta una gran edificación blanca. Descendió del vehículo pidiéndole al chofer que lo esperara, en menos de cinco minutos regreso indicándole al hombre que diera vuelta y siguiera por otro camino.
De nuevo el taxista se orillo a la banqueta y Jaejoong saco dinero de su cartera para entregárselo después de que abandono el vehículo. Paso sus manos sobre sus muslos eliminando con ello el ligero hormigueo que recorría sus piernas, acomodo su camiseta y entró en la construcción frente a él.
Varios hombres con cascos y paliacates sobre sus cabezas, caminaban de un lado a otro. Jaejoong volteó a todos lados sin encontrar a una persona adecuada para preguntar, suspiro acercándose a un hombre que permanecía de pie leyendo lo que parecía ser un plano.
—Disculpe, estoy buscando a Jung Yunho.
—¿El arquitecto Jung? —El sujeto mencionó mirado a su alrededor—. Creo haberlo visto por allá, le diré que lo buscan —Señaló hacia uno de los pasillos antes de perderse entre la multitud de trabajadores.
Jaejoong retrocedió unos pasos cuando un albañil con una carretilla casi choco con él. Se acercó a la pared detrás suyo y se apoyo en esta mirando hacia el mismo pasillo por donde el hombre se había marchado. Instantes después, su cara se ilumino cuando distinguió al sujeto acompañado con dos personas más. Jaejoong se enderezó aguardando a que Yunho lo reconociera, frunciendo el ceño al notar como este reía y murmuraba con la mujer que caminaba a su lado. Volvió a recargarse en el muro cruzando sus brazos y tobillos sin apartar su vista de las personas ya no muy lejos de él.
Observo a Yunho despedirse de ambos cuando el hombre le indicó con su mano quien era el que lo solicitaba. Tranquilamente este se acercó hacia él, sonriendo cuando estaban frente a frente.
—Hola.
—¿Nueva clienta? —Jaejoong cuestionó aun con expresión molesta.
—¿Clienta? —Yunho ladeo su cabeza no estando seguro a lo que el otro se refería—. ¿Hablas de Hyesun-ssi? ¿la mujer con la que venía? —Rascó su cuello viendo como Jaejoong bajaba sus hombros con fastidio.
—Quiero proponerte un negocio —Le dijo cambiando al tema que realmente le interesaba.
Yunho achico sus ojos con recelo sugiriéndole que lo siguiera hacia otra área. Después de que ambos estuvieron dentro de esta, cerró la puerta acallando los murmullos del exterior.
Jaejoong examino la habitación vacía y luego volteó hacia las nubes en el cielo que la falta del techo le permitía apreciar. Escaneo con sus ojos sin localizar algo en lo que sentarse por lo que necesitando un poco de fortaleza, se arrincono contra la pared.
—Tú dirás —Yunho paso sus manos hacia delante juntándolas sobre su abdomen a la expectativa de lo que escucharía.
Inquieto, Jaejoong encajo las uñas de sus dedos en la palma de sus manos escondidas dentro de las bolsas de su pantalón y sin darse cuenta comenzó a balancearse levemente sobre sus talones.
—Hasta hace unos meses, tenía un novio muy tonto que me dejo y… por ridículo que suene, quiero recuperarlo —Alzó su vista chocando con la de Yunho y humedeció sus labios repentinamente secos—. Escuche que tu último trabajo en reunir a una pareja fue un éxito, así que me preguntaba si podrías ayudarme… si es que estas disponible —agrego sutilmente.
—Lo estoy pero, no puedo asegurar que mantendré mis manos alejadas del cliente que me contrate —contestó disminuyendo la distancia entre los dos.
—Supongo que es un riesgo que tendré que tomar —Una pequeña sonrisa nerviosa se formo en su rostro al notar como uno de los brazos de Yunho lo tomaba de la cintura, considerándose atrevido, poso sus manos en el pecho de él.
—Aparte, mi tarifa es alta.
—¿Cuánto? —Jaejoong preguntó antes de que su mejilla derecha fuera rozada por un par de dedos.
—Muy exorbitante y esta vez me siento forzado a pedir un adelanto.
Los ojos de Jaejoong se ampliaron por el desconcierto que le dejaron las palabras de Yunho. Luego se cerraron bruscamente cuando aprecio que este se inclino hacia él. Consiguió escucharlo reír e inmediatamente después, sus labios estaban correspondiendo al otro par sobre ellos.
Estuvo a punto de quejarse por frustración cuando Yunho decidió romper el beso, pero este lo abrazo metiendo su cabeza entre su cuello y hombro.
—Eche tanto de menos esto —Yunho murmuró inspirando el perfume sobre la piel bajo su nariz.
Jaejoong arrastro sus manos hasta la espalda de él moviéndolas de arriba-abajo sin poder evitar sonreír por la alegría en su interior. Yunho se aparto de la curva donde se resguardaba mostrando una apariencia maliciosa.
—Olvida a ese imbécil de tu ex y quédate conmigo —propuso subiendo y bajando sus cejas, deteniendo el gesto al recibir un empujón en su frente por el dedo índice de Jaejoong.
—Ni en sueños.
Yunho soltó una corta risa sujetándolo de la mano llevándolo de regreso al salón principal. Al pasar al lado de un hombre, lo detuvo para decirle que se retiraría y no regresaría sino hasta mañana, luego de que este asintió, siguieron su camino fuera del lugar ingresando en el estacionamiento aledaño.
—¿En qué viniste? —Detuvo sus pasos para preguntarle a Jaejoong.
—Taxi.
—Ok.
Yunho metió su mano en uno de los bolsillos de su pantalón sacándola después con un par de llaves sujetas a un pequeño control negro del cual oprimió un botón e hizo sonar la alarma de uno de los carros situados ahí.
—Ya tengo auto —mencionó sonriendo al ver a Jaejoong arquear una ceja.
—¿No pudiste comprar uno más viejo?
—Lo que no podía era gastar mucho —respondió divertido por la mirada de desagrado del otro para el vehículo—. La ventaja es que consume muy poca gasolina.
—Lo imagino, debe quedarse varado por todas partes antes de que esta se agote.
—Yah, solo es de medio uso —Yunho se quejó abriéndole la maltratada puerta.
—Yo diría de uso completo —susurró Jaejoong acomodándose en el asiento del copiloto—. Pudiste ahorrarte también la instalación de la alarma, creo que hay mucho mejores opciones para robar que… esto —dijo mientras trataba de despegar una calcomanía rota en la guantera.
—Ya la traía instalada —Yunho introdujo la llave y encendió el motor —¿A dónde vamos?
—Me hospedo en el hotel de tu familia —mencionó mordiendo su labio.
Jaejoong observo el asentimiento que dio Yunho al mirar por el retrovisor conduciendo en reversa y así salir del estacionamiento. En cuanto tomaron la vía rápida, sintió que su mano era agarrada por la de Yunho entrelazando sus dedos entre sí. La mirada de Jaejoong cayó sobre el vínculo de sus manos, sonriendo al pensar que tan solo por obtener el estar así, definitivamente había tomado la decisión correcta.
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El sonido del celular encima del buro, los sacó de la pequeña siesta que ambos tomaban acostados uno junto al otro en la cama. A pesar de la resistencia que puso Jaejoong, Yunho estiró su mano tomando el aparato con facilidad y presiono ‘contestar’ en la pantalla táctil.
—Hola.
¿Yunho?
El mismo —escucho la risa peculiar de Junsu y le provoco a él mismo, otra.
Imagino que Jae está ahí contigo.
Sí, ahora le paso el teléfono.
No, solo quería saber cómo iba todo pero supongo que es obvio.
Eso creo —habló sin perder la sonrisa—. ¿Qué podía hacer ahora que me dijo que no puede vivir sin mí?, no me queda más remedio que hacerme cargo de él.
Me alegro que lo tengas claro —Su risa se convirtió en carcajada al oír las protestas y lo que supuso golpes, que Jaejoong le propinaba a Yunho—. Dile que me llame más tarde, adiós~.
Yunho logro acabar la llamada antes de que le fuera arrebatado el celular de su poder. Jaejoong arrugo el entrecejo revisando su teléfono y depositándolo arriba del buro a su lado, lejos del alcance del otro.
—¿Por qué inventaste tales cosas?
—Me dio vergüenza admitir que era todo lo contrario —mencionó rápidamente antes de que Jaejoong se levantara, consiguiendo además de frenar su movimiento, un rubor que se desplego en sus facciones y que le proporcionara un suave puñetazo en su estomago.
—Todavía estoy molesto por la forma en que te despediste de mí antes de irte de la empresa —Detuvo su queja al verse rodeado por los brazos de Yunho apegándolo a su pecho.
—Estaba enojado en ese momento, lo siento.
—Me hiciste sentir mal.
—Lo siento.
—No me escribiste ni llamaste ni una vez.
—Lo siento.
—¿No sabes decir otra cosa? —Yunho se incorporo viéndolo directo a los ojos.
—¿Soy un idiota?
—Con i mayúscula —agrego Jaejoong dándole un manotazo en el brazo izquierdo—. Por esto, lo mínimo que espero es realmente un regalo muy pero muy costoso.
—Lo tendré en mente cuando vaya a comprarlo.
Le dijo Yunho sonriendo, pasando su mano entre los cabellos detrás de la cabeza de Jaejoong. El silencio que se instalo en la habitación le dio un lapso para recordar su última llamada con Minho, y de pronto una realidad lo golpeo.
—¿Quiénes son esos prospectos que tienes en Seúl?
—¿De quienes hablas? —preguntó con voz adormilada.
—Los que dijiste que tenías —Su declaración desconcertó aun mas a Jaejoong quien se removió hasta encararlo notándose despistado.
—¿Minho habló contigo? —Eso fue lo único que pudo ocurrírsele después de pensarlo por un momento.
—Seguido habló tanto con él como con Changmin.
—Ah —Jaejoong se volteó de nuevo sonriendo decidiendo seguir el juego—. Son dos tipos extremadamente atractivos que estaban sobre mí todos los días.
—¿Como se llaman?
—Ahm, Dongwoo y… y Dongwoo Jr. —arrugó su cara por su propia respuesta.
—Yo tampoco salí con nadie —Aunque no podía verlo, Jaejoong estuvo completamente seguro de que Yunho dijo aquello mientras sonreía, abrumado por la timidez opto por hablar de algo más.
—¿Que tan lejos de aquí está tu casa?
—Uhm, tres pisos arriba.
—¿Vives aquí? —Al instante Jaejoong se viro hacia él, agradando los ojos cuando lo vio asentir—. ¿Llevas casi tres meses quedándote en un hotel?
—Tiene muchas comodidades el hacerlo, alguien lo mantiene siempre limpio y no pago nada porque soy en parte propietario del lugar.
Los refunfuños del hombre, le hicieron a Yunho suspirar ladeando su cuerpo fuera de la cama para ir por su chamarra encima de la cómoda casi en la esquina del cuarto. De entre la bolsa interna, obtuvo un sobre regresando con este para volverse a recostar junto al otro. Se lo entrego a Jaejoong antes de enroscar sus brazos de nueva cuenta sobre él.
—¿Qué es esto?
—Un boleto de avión.
—¿Vas a ir a Seúl el siguiente fin de semana? —Lo cuestionó estrechando su boca.
—Ya no será necesario, por lo que iba ya está aquí conmigo —confesó reforzando su agarre mientras contemplaba a Jaejoong analizar al papel en sus manos—. Me alegra que te adelantaras.
—¿Qué ibas a hacer allá?
—Convencerte de que me esperaras, he estado trabajando a marchas forzadas aquí, creo que hasta me apodaron esclavista, terminaría esto lo más rápido y volvería —Yunho declaro recibiendo de regreso el pasaje de avión.
—Creí que te quedarías por lo menos un año aquí.
—Pensé lo mismo pero preferí volver Seúl, a encargarme de otros proyectos.
—¿Por mi? —Jaejoong preguntó arrogantemente oyendo el ligero ‘si’ que Yunho balbuceo sobre su cabello mientras una y otra vez sus dedos se sujetaban y soltaban de los de él—. ¿Por qué no lo dijiste antes de que renunciara? ahora ya no puedo regresar.
—Entonces creo que retomare al plan original y conseguiré más trabajo para mantenernos —Rió por el gesto de desconformo en la cara de Jaejoong enfatizándolo con una mirada afilada—. ¿Cómo conseguiste traer tantas cosas?
—Tome el ferri —Con su talón, le dio un golpe en la pantorrilla—. Desperdicie más de medio día en ello.
Yunho inspecciono las cajas, maletas y cosas envueltas en papel estraza apiladas alrededor de la habitación y la felicidad lo anego al imaginar cómo sería el vivir juntos.
—¿Como piensas recompensarme? —Jaejoong rompió el silencio alejando a Yunho de sus reflexiones.
—¿Que es lo quieres?
—Lo primero es un lugar fijo donde vivir, no quiero permanecer en un hotel.
—Hecho —Yunho acepto con facilidad—. Ya que no me quedare sin trabajo, puedo disponer de mis ahorros.
—Hablando de eso, necesito que me consigas un empleo, porque por tu culpa acabo de abandonar uno asombroso.
—He oído que la compañía del padre Minho estaba buscando diseñadores de interiores.
—Si yo también lo supe —Su tono irónico emergió con esa frase, aclaro su garganta y continúo—. Pero antes que nada, quiero que sepas que la idea de vivir en amasiato no va conmigo, deseo algo formal y me refiero a eso que implica un compromiso y un papel firmado.
Jaejoong mordió el interior de su mejilla porque Yunho repentinamente cambio su postura para sentarse y mirarlo fijamente. Paso hondo por el semblante serio que le mostró.
—¿Estás diciendo que quieres que nos casemos? —El calor y transpiración que Jaejoong sintió sobre si, se derrumbo al apreciar la sonrisa del otro—. Eh~ quieres asegurarme ¿cierto? tienes miedo de que alguien más intente algo conmigo ¿verdad? Aw por fin sacaste tu lado posesivo en todo su esplendor.
El único objeto más efectivo que encontró, fue la esponjosa almohada. Así que Jaejoong la tomó de una de las orillas y la utilizo para apalearle con ella la espalda.
—¡Yah! ¡Estas viéndolo todo a tu conveniencia! —Acuso, pero de un rápido movimiento Yunho logró inmovilizarlo recostándolo en el colchón, apresándolo de las muñecas—. Ya no quiero nada, simplemente olvídalo —Jaejoong soltó girando su cabeza al lado contrario del otro.
—Ah no, ahora que lo dijiste no hay marcha atrás, así que… ¿deberíamos empezar a practicar?
—¿Practicar qué? —argumento mientras intentaba liberarse congelándose cuando Yunho le dio una sonrisa ladina.
—La luna de miel, por supuesto.
—Tú loco, suéltame —Le ordenó incrementando las sacudidas de sus brazos y piernas.
—Lo estaría si lo hiciera —Yunho le refuto inclinándose hasta dejarle un beso sobre la punta de su nariz para luego acercarse a su oído y musitar—. Jae, ¿te casarías conmigo?
Mágicamente, los movimientos de Jaejoong cesaron, cambiándolos por una resplandeciente sonrisa que trato de ocultar antes de tomar con ambas manos la cabeza de Yunho y ponerlo frente a él.
—Te responderé después del primer ensayo —Sin vacilación, junto los labios de ambos imposibilitándolo de cualquier protesta que quisiera externar.
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Cuatro meses después….
El salón de fiestas adornado con grandes arreglos blancos de orquídeas, tulipanes y alcatraces, estaba casi por completo lleno a su capacidad máxima.
Camareros iban y venían de un extremo a otro con bandejas de entremeses y finos licores sobre sus brazos. La música clásica interpretada por un quinteto le daba el toque armonizante al distinguido ambiente que tanto Go Jongil como su ya ahora esposa Go Mihwa, se esforzaron en conseguir para la celebración de su matrimonio.
Yunho se había encargado de facilitarles los mejores servicios que proporcionaban en el hotel donde se estaba llevando a cabo la recepción de la boda, sus planeadores más especializados habían dado todo de sí para que esa noche fuera lo más cercana a la perfección.
La gran cantidad de gente que se concentraba en la pista de baile era casi igual a la que permanecía sentada en sus lugares asignados o la que conversaba en algún otro rincón.
Los halagos no se hicieron esperar recalcando la gran elegancia y excelente organización del evento. Aunque la mayoría se preguntaban por qué no había sido lo mismo con la aún reciente boda del único hijo de la recién casada.
A casi un mes del enlace matrimonial de Yunho y Jaejoong, todavía se hablaba de su discreta ceremonia que se había efectuado a las afueras de Seúl en una pequeña propiedad de la familia Kim. Fue tan privada que no más de quince invitados asistieron a ella.
El empeño de Jaejoong por mantener sus nupcias en bajo perfil, le hizo imposible a su madre que fuera el acontecimiento del año. El hecho de que no fuera en un gran recinto, ni tuviera el gran banquete o la crema y nata de la sociedad como testigos, lo dejaba lejos de lo que anhelaba para su hijo. Pero en cambio, fue un sueño hecho realidad para la pareja. Ambos les habían informado a sus familias que lo único que deseaban era unir sus vidas, y para ello no necesitaban de una pomposa fiesta. No requerían de ser el espectáculo de la ciudad para intercambiar sus votos matrimoniales si lo único que importaba era que ellos así lo ambicionaban. Y nadie podía estar más feliz de cumplir sus sencillas exigencias.
Moviéndose al compás de la música casi en el borde de la pista de baile, Yoochun capto por el rabillo de su ojo a la madre de Jaejoong entregado otro pedazo de pastel a su marido, la sonrisa de ambos despertó en él un anhelo reprimido que no creyó que fuera a salir nunca.
—Junsu-ah, deberíamos comprometernos también nosotros —Lo asió un tanto más fuerte de la cintura al pretender dar un giro que fracaso al por poco chocar con un mesero.
—Aun no estás listo Chun —Junsu habló ignorando el pisotón que su pareja acababa de darle.
—Si lo estoy —Le aseguró.
—No, aun no.
—¡Yah! lo que pasa es que tú no quieres formalizar lo nuestro —Achico sus ojos retrocediendo para aumentar el espacio entre ellos.
—Tss… que ridículo, los chantajes no van contigo —Junsu rodó los ojos y lo jaló de la mano devolviéndolo a su posición anterior.
—Tal vez debería buscarme a alguien que si quiera dar ese paso conmigo —Yoochun insinúo quedamente.
—Adelante —Apuntó con sus manos alrededor agachándose de hombros—. Si eso es lo que deseas.
—Junsu~.
—Necesitamos más tiempo de noviazgo —Divertido por la reacción, concluyó que debía explicar su punto de vista sino quería un berrinche en medio del salón.
—¿Para qué?
—Para conocernos.
—Pero si ya nos conocemos lo suficiente —Yoochun viro su rostro asegurándose de que su media sonrisa fuera captada—. En todos los ámbitos.
—Aun así creo que es demasiado pronto —Junsu evito reír apretando sus dientes y apartando su mirada de él.
—Su-ah, ¿no te gustaría pasar más tiempo conmigo?
—Trabajamos juntos, comemos juntos, vamos al trabajo juntos, ¿cuánto más pides?
—Las noches, eso quiero —habló con tono exigente.
—Quizás podríamos intentar compartir un mismo departamento y ver qué sucede.
—¿Unión libre? —Yoochun volvió a separarse interrumpiendo el conteo del uno, dos, tres en sus pasos.
—Sí.
—Pero me criaron conservadoramente —Yoochun aumento la velocidad de sus movimientos alertando a Junsu quien afortunadamente noto la peligrosa aproximación entre la columna de mármol y ellos por lo que pudo darle un vuelco a su trayectoria salvándolos de una desastrosa colisión.
—Si claro, y seguro el libertinaje también te lo inculcaron.
—¡Yah! eso es pasado, ahora soy otro hombre —Sonrió ampliamente—. Una persona renovada gracias a ti.
—El concubinato es un buen comienzo —Junsu detuvo la inepta imitación que hacían del vals, para echar un vistazo al par de hombres sentados a unas cuantas mesas de distancia—. A ellos parece funcionarles bien.
—Pero ellos son más jóvenes, por supuesto que no quieren un compromiso a largo plazo.
—Yo a ambos los veo muy convencidos de lo que tienen —Regreso su vista a Yoochun—. Chunnie, no hay porque acelerarse cuando no hay prisa alguna, no porque alguien se aviente al barranco significa que también tengamos que hacerlo —Sonrió y pego el costado de su rostro con el de él—. Pero me alegra saber que tomas a nuestra relación como algo serio.
Yoochun dejo sobresalir su labio inferior e inflo sus mejillas a modo de decaimiento. Era verdad que Changmin y Minho parecían llevarse bien en su status de vivir juntos sin estar unidos bajo ninguna ley, pero él quería establecerse en un hogar y Junsu era el indicado para ello. Aspiraba compartir con él incluso más de lo que ya hacían, sabía que eso le traería más responsabilidades pero también la sensación de pertenencia que el vinculo reafirmaría en ellos.
Quizás lo que necesitaba Junsu era avanzar algo más lento, y si eso era, él podría concedérselo porque no le cabía la menor duda de que paulatinamente, contraerían matrimonio.
¨¨¨¨.
Minho observo con diversión la mueca que Yoochun tenía mientras intentaba bailar al ritmo de la música, algo que a simple vista le era muy complicado.
Suspiro cambiando su vista hacia la banda de platino en el dedo anular de su mano izquierda. Eso, era el producto de tres semanas en las que insistió por conseguir algo más tangible de su relación. En uno de esos días, Changmin se había aparecido frente a su universidad para ir juntos a una de las joyerías a escoger su propio anillo de pareja. Y Minho realmente estaba contento con el resultado.
—Changmin-ah, nosotros… ¿para cuándo?
—¿Qué? —suponía a lo que se refería Minho pero quiso que él lo dijera claramente.
—Nos casaremos —susurró.
—Creí que tenias bastante claro que yo no deseo casarme —Levanto su mano zurda enseñando el anillo que hacia juego con el de él—. Y que esto, sería lo máximo a lo que llegaría.
—Las sortijas están bien, es una manera de mostrar ante el mundo el compromiso entre los dos pero yo quiero…
—Minho —Changmin detuvo su discurso de convencimiento—. Cuando empezamos a salir, lo hablamos…
—Sí, sí, me dijiste que el matrimonio no es algo que buscabas, pero yo en ese momento lo acepte porque no sabía que tan profundo seria lo nuestro.
—No hay boda y punto —Dio por terminada la conversación negando con la cabeza y cambiando su atención hacia Yunho quien sonreía mientras arrastraba a Jaejoong fuera de la estancia.
Minho resoplo tomando de un solo trago el vino blanco de su copa. Solo por ese momento desistiría con el tema, pero ya encontraría otra manera de sacarlo a flote y utilizaría todas sus artimañas para lograr su propósito. Después de todo, siempre existía una manera de persuadir a Shim Changmin.
¨¨¨¨.
Yunho deslizo la tarjeta de acceso sobre el lector de la puerta logrando que esta se desbloqueara. Entro en la habitación después de que Jaejoong lo hizo cerrando detrás de sí. Encendió las luces mientras se deshacía de sus zapatos junto con los calcetines y desajustaba la corbata alrededor de su cuello.
Con su vista asentada en Jaejoong quien con precaución deposito el saco de su traje negro sobre el mueble más cercano y ahora desabrochaba su chaleco reuniéndolo con la otra prenda. Sus dedos se encargaron de soltar el cinturón en la pretina de su pantalón y liberar el botón del ojal de este.
—Por esto sugeriste que la recepción fuera en tu hotel ¿verdad? —habló abriendo la cremallera comenzando a descender la ropa sobre sus muslos—. Para poder raptarme y llevarme a uno de los cuartos.
—Este o cualquier otro hotel no me hubiera detenido de hacerlo —Yunho contestó riendo ya sin pantalón y terminando de desabrochar su propia camisa.
—Pervertido.
—Si, como si te hubiera forzando a subir —Abandono rápidamente su camisa en el piso para ir con Jaejoong quien estaba volviendo a colocarse su pantalón. Paso sus brazos detrás de las rodillas y espalda de él, llevándolo consigo a la cama y sentándolo en la orilla de esta—. ¿Pensabas abandonarme? —Le preguntó mientras le desabotonaba la camisa.
—Mira en lo que me has convertido, en un lujurioso que se escabulle de la boda de su propia madre para tener arrumacos —respondió mostrando un puchero.
—Pero la falta es menor porque lo haces con tu marido —La aclaro sin detenerse en su labor por dejarlo desnudo.
Jaejoong asintió levemente cruzando sus brazos detrás del cuello de Yunho una vez que este lo libero de su camisa. Sutilmente lo inclino hacia él besándolo en cuanto la distancia entre sus rostros fue casi nula. El toque frio de las yemas de los dedos de Yunho le hicieron respingar cuando fue despojado de su ropa interior que salió de él después de su pantalón y calcetines de un solo tirón.
—Alguien tiene prisa —balbuceo sin apartarse del beso.
—Creí que preferirías que nadie notara nuestra ausencia, pero si no es así entonces….
De un rápido movimiento, Jaejoong se deshizo de la última tela en el otro cuerpo dejándolo completamente al natural ante él.
—Woow, me gusta esto de más acción y menos palabras —Yunho comento al tiempo que lo sujetaba de la cintura en cuanto este se colocó encima de sus piernas extendidas sobre el colchón.
Las rodillas de Jaejoong se doblaron debajo suyo, apoyándose tanto en ellas como en sus pantorrillas en el momento en que la espalda de Yunho quedo pegada en la cabecera de la cama. Los dientes de él, apresaron suavemente el lóbulo de su oreja izquierda administrándole sensaciones chispeantes a lo largo de su espina dorsal y los ojos se le cerraron sin poder controlarlo, proyectándose tenues luces brillantes detrás de sus parpados por la cantidad de emociones que lo dominaban. Sus manos se enredaron en los cortos cabellos de Yunho al percatarse de los dedos que comenzaban a explorarlo internamente.
Sintió la respiración agitada de Jaejoong sobre su rostro antes de que su boca fuera reclamada en un dominante beso. Yunho continúo con la preparación mientras que una de las manos de Jaejoong descendió suministrándole caricias en cada centímetro que tocaba hasta que llego a su regazo sujetando la excitación de ambos en el mismo agarre.
Perdido en el encantamiento, la cabeza de Yunho cayó hacia atrás golpeándose en la áspera madera del mueble, la risa de Jaejoong duro solo instantes antes de que fuera cortada por la aceleración en la mano del otro en él. La diabólica sonrisa que el hombre plasmo en su cara, lo hizo sonrojar aun mas e incapaz de cruzar su mirada con la de él, desplazo sus dos brazos a los hombros de Yunho y se oculto en su cuello.
Satisfecho con la reacción que causo en Jaejoong, retiro sus dedos del interior de este poniéndolos ahora sobre un lado de su cadera para instarlo a levantarse un tanto y ayudarlo a deslizarse sobre él quedando totalmente conectados en menos de un minuto.
Se despego del cuello de Yunho al crecer su deseo por probar otras partes de él. La mandíbula fue su primera elección, luego una de las mejillas y por ultimo dejo un beso en cada uno de los ojos cerrados de Yunho.
Los lentos movimientos de sus pelvis los hacían reencontrarse y Jaejoong tuvo la urgencia de sostenerse de algo cuando un espasmo se hizo cargo suyo, con sus manos se aferro del pecho del hombre culpable de su estado híper sensible, impulsándose con la poca fuerza en sus piernas para aumentar el ritmo del balanceo de sus cuerpos.
Yunho entreabrió sus ojos notando como la espalda curveada de Jaejoong delataba la proximidad de su plenitud, afianzo sus manos en la cintura de él incrementando su velocidad llevándolo fácilmente al éxtasis. Cuando la forma lánguida se desplomo encima suyo, le tomó cuidadosamente recostándola sobre el colchón sin perder la unión entre ellos. Se sostuvo de sus brazos y nuevamente el frenesí lo invadió recobrando sus acelerados movimientos en el hombre bajo él.
Sus labios volvieron a acoplarse en la humedad del momento en el que Yunho casi alcanzaba el éxtasis. La debilidad en la mitad inferior de su cuerpo fue la antecesora al maravilloso cosquilleo en su piel cuando las inminentes olas del orgasmo lo golpearon.
Las respiraciones entrecortadas de ambos los aturdieron por un rato, hasta que finalmente la sonrisa de Jaejoong rompió el letargo. Sus meñiques recorrieron las cejas de Yunho quien se mantenía apoyado sobre las palmas de sus manos arriba de él, palmeo afectuosamente sus mejillas atrayéndolo después hacia si en un apretado abrazo.
—Tenemos que volver a la fiesta.
Susurro obteniendo un bufido de Yunho y un rápido beso detrás de su oreja antes de levantarse con la asistencia de este guiándolo al baño.
Precavidos de no mojarse el cabello, se ducharon prontamente borrando toda señal que evidenciara su actividad realizada. Recogieron sus ropas desperdigadas por el suelo y muebles de la habitación, aparentemente aun en medio del arrebatado suceso, fueron lo suficientemente cautelosos como para salvaguárdalas de alguna muy visible arruga.
Mutuamente se encargaron de dejarse entre sí, cada prenda en su lugar. Ni siquiera se tomaron un segundo para comprobar el tiempo que habían dedicado en su aventura amorosa, pero intuían que había sido el suficiente como para que al menos alguno de los invitados se percatara de su desaparición. Abordaron el elevador comprobándose el uno al otro la impecable apariencia de cada uno. El sonido avisando la llegada al piso deseado, los hizo tomar una última gran aspiración y salieron del aparato con una considerable sonrisa en sus rostros y sus manos entrelazadas.
Un suspiro de alivio escapo de ellos al encontrar al salón casi igual a como lo dejaron, con toda la gente perdida en sus propios mundos y ajenos a lo que se suscitaba a su alrededor. Los ojos acusatorios de Changmin pasaron desapercibidos cuando Yunho obligo a Jaejoong a adentrarse con los demás en la pista de baile.
La tonada romántica de la música que era interpretada por el quinteto era propicia para el acercamiento entre las parejas, pero Yunho lo llevaba un grado más allá al estar casi adherido a Jaejoong. La clara risa de Junsu llego a los oídos de su primo quien evadió la mirada con él y susurro suplicando porque se separaran aunque fuera un poco. Yunho al contrario, ciñó mas su afiance sobre él, riendo cuando este trato de zafarse resultando sus esfuerzos en vano.
Yoochun observo con atención la escena y rodó los ojos cuando su archienemigo quien ahora orgullosamente se proclamaba ser el esposo de su amigo, le enseño la lengua en forma de burla. Minho alzo sus pulgares en muestra de apoyo para él y Yunho le guiño un ojo en respuesta por la aprobación de sus actos.
La vista de Jaejoong divago por todo el lugar dando con su madre en uno de los extremos felizmente bailando con su nuevo esposo. Las esquinas de sus labios se alzaron ligeramente, convirtiéndose en una sonrisa completa por el panorama que encontró hacia el lado que Yunho le indicó que volteara. El señor Jung junto con su suegra y el esposo de ella, mantenían una copa en alto en honor a ellos. Ambos asintieron hacia las tres personas antes de volver sus ojos hacia ellos mismos.
El pequeño mohín de Jaejoong fue correspondido por la nariz fruncida de Yunho, antes de que un suave ‘te amo’ fuera pronunciado por cada uno. Aun no entendían como sus personalidades habían encajado o como es que lograban sobrellevar sus constantes desacuerdos, pero el hecho era que instantes como este, sobrepasaban cualquier enredo que se presentara en su vida juntos.


— FIN —

23 comentarios:

  1. bella historia, me atrapo de principio a fin, gracias por publicar.

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  2. ¡Hola!
    Ja, pensabas que no iba a comentar por aqui ¿eh? Vale, lo dejo, es que hoy creo que me he tomado demasiado azúcar ^^

    Después de ir unos cuantos días con el fic de un lado para otro, leyéndolo en cuanto tenía un minuto por fin lo he terminado y debo decir una cosa.... ¡lo adoro! Me gusta cómo escribes, me gusta la naturalidad con la que la historia fluye y que las situaciones son tan cotidianas que dices: "Me lo creo, esto podria estar pasando ahora mismo". Vamos, que aquí tienes a otra personas enganchada a tus historias... por si quedaba alguna duda.

    Gracias gracias y mil gracias por compartirlo con nosotras <3 Voy a seguir entre coranzocitos un rato más antes de volver a la realidad jejeje

    ¡Un beso!

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    1. si en realidad no espero comentarios aquí porque la mayoría ya lo leyó hace tiempo, pero me alegro que aun así quien apenas lo hace deje su opinión. Y la idea era esa, que las personas quedaran en love mode on al final :D

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  3. Este FF esta entre mis favoritos! *O*
    lo leí en amor-yaoi & aún me encantaaaaaaaaaaaaaa!!!<3
    anwhwbdhudb! :D

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  4. increiblemente yo no lo habia leido
    y me encanto de principio a fin

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  5. muchas gracias por la.historia ! soy una fiel lectora y tuve que re-leer esto y me volvi a emocionar :-V

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  6. recien lo leo y me encanto la historia la dosis suficiente de todo muchas gracias lo maximo

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  7. hermosa historia me encanto y al final el amor reina esta bellisima me encanto el final yunho y jj casados y muy enamorados dándose con todo para disfrutar de su amor los adoro

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  8. Esta historia fue hermosa ... El final estuvo genial..
    El amor de Jae y Yunho es interminable ..

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  9. Esto fue muy lindo! Todos al final encontraron la forma e resolver sus problemas amorosos. Y el yunjae dándose amor!!

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    1. dándose amor y muchas cosas mas...

      gracias por comentar ^^

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  10. me encanto, se que es un fic,pero mi corazón yunjae siempre va querer que esto se convierta en realidad,a pesar que los años pasan ........Gracias por compartir

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  11. Me encanto el final, bella historia de amor, donde Yunho y Jae no temieron al compromiso porque su amor es total y verdadero.

    Gracias por compartirlo.
    !!!

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  12. Aaaahh mil gracias!!!! por un momento mi corazón sufrió pensando que Yunho y Jaejoong ya no estarían juntos, gracias Yoochun y Junsu por ayudar a Jae a dar el siguiente paso y luchar por su amor....la ame de principio a fin

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  13. Hola... encontre tus fics en amoryaoi y pues vi que tenias blog y wo las historias que tienes se ven interesantes y Enredos de Amor es el primero que leo y lo termine siii soy feliz muy lindo rei mucho... gracias por tus lindas historias... bonito final soy feliz... suerte y espero regreses pronto... bay

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  14. jaja me encanto sobre todo las personalidades del yunjae XD

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  15. lo ame desde el comienzo gracias por tu tiempo

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  16. lo ame desde el comienzo gracias por tu tiempo

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    1. Después de tantos años me alegra que siga gustando, gracias.

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  17. Este fic es uno de mis favoritos...
    Tenia q comentarlo ya q la primera vez q lo lei no lo hice...me encanta como escribes... Gracias x compartirlo

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