Enredos de amor: Capítulo 24

Por caminos separados

Mientras escurría la pasta en el colador, Jaejoong alcanzo a ver por el rabillo de su ojo a la mano de Junsu tratando de tomar uno de los camarones que acaba de colocar en un plato junto a él. Con un rápido movimiento le dio un manotazo fuera de ellos.
—¿Cuándo te volviste tan envidioso? —Junsu le preguntó haciendo puchero mientras se sobaba la parte afectada —No eres más mi primo preferido.

—Vas a ir a una cena ¿no puedes esperar para comer allá? ¿por qué quieres hacerlo antes?
—Es que se ven tan apetitosos —Jaejoong rodó los ojos dispuesto a cederle uno de estos pero el timbre del departamento se escucho—. Debe ser Chunnie —Junsu dijo corriendo hacia la puerta.
—¿Listo? —Yoochun asomo solo su cabeza para saludar a Jaejoong.
—Si —respondió Junsu tomando su saco y girándose hacia su primo —nos vemos el lunes Jae, disfruten de su cena.
—Ustedes también —Jaejoong agitó su mano sonriendo.
Junsu cerró la puerta tras él antes de acomodarse las mangas de su camisa para ponerse el saco recibiendo la ayuda de Yoochun al ajustarle el cuello.
—¿Cómo puede preferir cenar con ese, a pasar una velada con nosotros? Indiscutiblemente somos mejor compañía —mencionó Yoochun haciendo un gesto de dolor cuando su mejilla fue pellizcada por Junsu.
—Nadie es mejor compañía que la persona que quieres.
—¿Insinúas que Jaejoong no nos quiere?
—No —Junsu rió—. Pero a Yunho lo quiere de una forma especial, además hace días que no se ven.
—¡Aish! —refunfuñó—. Ese hombre solo vino a meterse entre nosotros, estábamos tan bien sin él.
—Claro que no, ahora gracias a él estamos mejor.
Yoochun sonrió asintiendo con su cabeza mientras sujetaba la mano de Junsu al salir del edificio.
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Yunho enrosco algunos de los espaguetis en su tenedor para después soltarlos y repetir la acción. Según las cuentas de Jaejoong, llevaba así algo más de cinco minutos, por lo que mordió su labio inferior antes de hablar.
—¿No te gusto? Tal vez no solo debí seguir las instrucciones del empaque y preguntarle a mi mamá, aunque de haberlo hecho ella me hubiera soltado un montón de preguntas y….
—De hecho sabe muy bien —Yunho lo interrumpió—. Es solo que estaba pensando en cosas del trabajo —confeso llevando a su boca un trozo de camarón.
—Prometimos que esta noche no haríamos eso.
—Lo sé y lo siento —Suspiró alcanzando con su mano a la Jaejoong para darle un ligero apretón y luego soltarla volviéndola a su cubierto.
Habían pasado ya seis meses desde que Yunho le entrego una copia de la llave de su departamento a Jaejoong, la misma noche en que estuvieron juntos por primera vez. Ocasionalmente ambos se reunían ahí para cenar o simplemente para pasar el rato, pero en la última mitad del tiempo, este era el lugar de reencuentro cuando Yunho volvía de Jeju.
Yunho había estado dividiéndose entre su trabajo en A&D Kim y la reconstrucción del centro turístico en la isla, además de que recientemente se hacía cargo de asuntos extras porque su abuelo se encontraba enfermo, un resfriado que al no atenderse adecuadamente se complico más de lo normal y ahora estaba casi encadenado a su propia habitación bajo las estrictas ordenes del médico de no abandonar su casa a menos que fuera urgente, excluyendo por supuesto cualquier cosa referente al trabajo.
Esta vez a Yunho se le había otorgado una semana de permiso para ausentarse, pero luego se prolongo a dos. Así que Jaejoong declino a la invitación del coctel de su empresa para preparar una cena para los dos. Ante sus ojos, Yunho lucía cansado, pero Jaejoong aunque pareciera egoísta de su parte, se negaba a decirle que estaba bien si se iba a descansar, él solo quería pasar un rato más juntos.
—Lamento también que no hayas ido al evento.
—Yo no, pasar una noche entre tanta gente es algo tedioso.
—Tu mamá debe estar comenzando a odiarme por acapararte.
—Lo curioso es que ella opina lo contrario, dice que soy yo quien te monopoliza —Sonrió—. Eres algo así como el hijo que nunca tuvo.
—Bueno mi encanto no perdona género ni edad.
—Si señor modestia —Jaejoong elevo la palma de su mano haciendo un gesto de fastidio antes de ponerse de pie —si ya terminaste dame tu plato.
—¿Te quedas esta noche cierto? —Yunho obedeció levantándose también.
—¿Para qué? Puedes dormir solo ¿no? —Le dijo al tiempo que caminaba a la cocina con una pila de platos en sus manos.
—Duermo mejor cuando tengo a que abrazarme —Lo siguió deteniéndose en el umbral observando como Jaejoong colocaba cuidadosamente cada utensilio en el lavaplatos.
—Usa una almohada o cómprate un peluche.
—Lo haría si fueran de carne y hueso.
—Que asqueroso —Jaejoong pronuncio lavándose las manos y luego volteó hacia el hombre—. Me quedare solo porque estoy cansado, después de todo cocine además de arreglar todo tu maldito departamento, ¿por qué volviste a ser tan descuidado?
—Yah, no he tenido tiempo de limpiar últimamente.
—Sí pero, por lo menos se mas… ordenado.
—Deberías de mudarte y así ya no tendría problemas —Yunho puso su brazo por detrás de la espalda de Jaejoong hasta alcanzar su antebrazo izquierdo dirigiéndose a las escaleras.
—Hey, no me convertiré en tu sirviente personal —Se quejó comenzando a subir los escalones.
—No lo decía en ese sentido, sino para que me impusieras el orden.
—Si claro.
—Oye, es una propuesta seria.
—Tienes que hacer meritos para que siquiera lo piense —Le indicó.
—Ah dame un par de horas para descansar y te los daré —Con su mano derecha, Yunho giro el pomo de la puerta de su recamara para abrirla, permitiendo que Jaejoong entrara primero para después hacerlo él.
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Pasando el medio día de ese lunes, Changmin se entero por medio de su secretaria que Yunho se encontraba en el hotel teniendo un almuerzo con uno de los socios de su abuelo, así que le pidió a uno de los encargados que le avisara cuando su hermano se desocupara y no lo dejara partir hasta que él estuviera ahí. Aunque habían sido solo unos pocos minutos los que Changmin tardo en bajar, el otro ya se mostraba desesperado por marcharse.
—Pedí solo dos horas en la empresa, así que apresúrate que ya solo me quedan veinte minutos —Mientras esperaba a que su hermano hablara, Yunho empezó a guardar los documentos en su maletín.
—No podre ir a Jeju este fin de semana, se presento un problema en contabilidad y debo arreglarlo lo antes posible.
Yunho dejo de lado lo que hacía para colocar ambas manos sobre su frente manteniendo sus ojos cerrados tratando de calmar su desesperación. Su cerebro trabajaba a marchas forzadas para hallar una solución inmediata al contratiempo que acababa de presentarse.
—Lo mejor será buscar a alguien más que pueda mantenerse ahí —Changmin sugirió.
—¿Pero quién?
—No lo sé, necesito unos días para encontrarlo porque mi gente esta tan atareada como yo.
—Debe ser alguien al que se le tenga la confianza para dejarlo que tome decisiones —agrego Yunho rascando su ceja asegurando el broche del maletín—. Sé que yo soy el encargado del proyecto pero no puedo solamente abandonar mis responsabilidades para irme allá, además… además esta Jaejoong.
—Lo entiendo —Extendió su brazo para aceptar la carpeta que Yunho tendía para él—. Tal vez podemos turnarnos aunque yo solo serviría para las cosas administrativas.
—Bien, supongo que buscare otra forma de arreglar esto —Observó su reloj—. Debo irme —Le palmeo el hombro de antes de dar media vuelta y salir casi corriendo del restaurante.
Changmin dio una rápida hojeada a los papeles en sus manos para regresar luego a su oficina.
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Por insistencia de Yunho, Jaejoong había accedido a tomar el resto de su día libre y así pasarlo juntos, el hecho de que ambos se encontraran sentados sobre el verde pasto de un parque público no era extraordinario ni distinguido como los muchos lugares en los que en los que él acostumbraba estar, pero era tan tranquilo que la incomodidad de los asientos, el bullicio de la ciudad o el caluroso clima parecían ser detalles mínimos que no se interponían con su estado de placidez.
—Podíamos haber comido en la empresa, hay un comedor ¿recuerdas? —mencionó sacudiéndose la hormiga que caminaba sobre su rodilla.
—Pero yo quería algo fuera.
—¿Y qué tal la azotea?
—Yah, ¿por qué quieres usar el lugar de otra pareja? —Yunho protesto semi recostándose apoyado en su codo —ese es el sitio reservado de tu primo y el intolerante.
—¿Y tú por qué querías que trajera comida cuando podíamos comprarla si de todos modos íbamos a salir a la calle? —Optando por no tomar en cuenta el apodo para Yoochun, Jaejoong le rebatió con otra pregunta.
—Porque es más saludable de esa forma.
—Pero tuve que despertarme más temprano, además me hiciste mentir diciendo que tenía una reunión para luego robarme mi celular.
—De verdad que eres muy quejumbroso, solo disfruta de la oportunidad que te doy para que tengas un buen rato —Inhaló hondo incorporándose de nuevo—. Olvida el teléfono, hoy solo tienes que ser mi novio.
—¿Ah sí? ¿Y qué tiene eso de disfrutable?
—Por ejemplo este momento, si no estuvieras conmigo estarías aburrido en tu oficina.
—Estaría trabajando —Lo corrigió.
—Por eso, aburrido —Ladeando su cuerpo, Yunho recargó su cabeza en el hombro izquierdo de Jaejoong—. Ahora que recuerdo, aun no he grabado mi nombre en ti.
—¿De qué hablas?
—Una vez me dijiste que le pusiera nombre a todo lo que es mío.
—Tss ¿y quién dice que yo tengo dueño?
—Lo tienes y soy yo —Le aseguro Yunho sin vacilar, acomodándose mejor sobre él.
—Nunca he soportado las escenas de tortolos y no quiero ser partícipe de una de ellas —Jaejoong pronuncio frunciendo sus labios e impulsando su dedo índice con la ayuda del pulgar hacia la frente de Yunho donde golpeo suavemente—. Así que deja de dar ese tipo de comentarios.
—Jae, vamos a la playa este fin de semana —Yunho propuso naturalmente ignorando el reproche.
—Acabas de regresar de ahí.
—Pero no es lo mismo, solo fue trabajo esta vez quiero relajarme.
—No sé si será posible —Le dijo frenando al otro a punto de quejarse—. Pero veré que puedo hacer.
—Haz que se pueda —Yunho enfatizo sonriendo mientras le jalaba una de sus mejillas.
—Aish tú siempre pides y pides —Jaejoong mencionó moviendo su cara para que Yunho lo soltara.
—Pero pido cosas para los dos.
Agrego atrapándolo por la cintura con ambos brazos para atraerlo hacia su pecho donde lo obligo a recargarse cortando su debate.
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Después de pasar toda la tarde con Jaejoong, Yunho subió a un taxi para dirigirse a su departamento, durante su viaje encendió su celular reconociendo de inmediato el icono que le anunciaba un nuevo correo de voz.
Su abuelo había tratado de comunicarse con él pero dado que no se encontraba en su trabajo y sin otro medio disponible para localizarlo, utilizo como recurso el dejarle un mensaje donde le decía que necesitaba verlo. Así que Yunho le indicó al conductor que cambiara de rumbo y en menos de media hora estaba en su antigua casa.
—Te esperaba hasta mañana —Le dijo el hombre desde la cama donde permanecía sentado, con el edredón cubriéndolo hasta el estomago.
—No estaba lejos de aquí.
—Me llamaron de Jeju para avisar que el ayuntamiento solicito ver al responsable del proyecto para discutir ciertos puntos de la viabilidad en cuanto a seguridad.
—¿Dieron alguna fecha? —Yunho preguntó yendo a sentarse en la silla colocada en uno de los rincones de la habitación.
—Lo antes posible, nos concedieron solo dos días antes de pausar la obra.
—Rayos —murmuró hundiendo la cabeza entre sus rodillas.
—Yunho, debemos ponernos serios en esta cuestión. Quiero saber si puedes encargarte de esto.
—Puedo hacerlo.
—¿Realmente? ¿Al 100%? —El señor Jung retiro las sabanas sacando sus piernas de la cama para ponerse de pie—. Cuando te asigne el desarrollo del centro recreativo lo hice creyendo que te dedicarías a el por completo, es decir, que dejarías tu cargo en A&D Kim, pero no fue así, luego pensé que tardarías un poco más en darte cuenta que eso era lo mejor y regresarías —Se acercó a la ventana donde abrió las cortinas con calma—. Pero no es así, y me preguntó cuánto más tiene que pasar para que tomes una decisión.
—No entiendo, ¿hacerme el encargado fue un tipo de chantaje para que volviera a casa?
—Solo fue mi aceptación a tu profesión.
—¿Entonces por qué me pides que renuncie? —cuestionó con su vista en la espalda de su abuelo mientras el hombre contemplaba hacia afuera.
—Porque estás haciendo un trabajo a medias, estas exigiéndote tanto como si con eso pudieras abarcar la distancia que separa a los dos lugares. Sé que sientes que si sigues así puedes sacar ambas cosas adelante, pero cuando se presentan sucesos como el de hoy ¿qué puedes hacer al respecto? te ves atado de manos porque necesitas primero pedir permiso para ir a solucionarlo, ¿pero y qué si no te lo dan?
—Lo conseguiré y si no, hablare con gente, puedo preguntarle a Choi Siwon si él….
—¿Y qué tal si hay una próxima vez? ¿Cuántos permisos más crees que te concederán antes de que te hagan la misma pregunta que yo? —Habiendo girado para confrontarlo, lo miró directo a los ojos.
—No puedo irme, lo que tengo aquí es muy importante para mí.
—¿Entonces quieres que busquemos un nuevo líder para el desarrollo? Tú podrías seguir siendo un colaborador solo que alguien más estaría al mando.
—No quiero eso —Yunho contestó llevando una mano a cada lado de su cabeza—. Realmente deseo terminarlo yo, quiero que puedas ver lo que puedo lograr.
—Si es por eso entonces olvídalo, ya tengo claro que puedes hacerte cargo de ti mismo con o sin el dinero de la familia. Si en un principio me mostré persistente en que manejaras la empresa fue porque considere que es ahí donde estaba tu futuro al igual que lo estuvo el mío, pero el ver cómo has logrado labrar tu propio camino me hizo comprender que estaba bien si tú seguías tus propias ideas y aun así no dejaría de sentirme orgulloso de ti. La verdadera pregunta es, qué quieres hacer tú, por ti.
—Yo, tengo que pensarlo —contestó con sinceridad.
—Solo considera que no tenemos mucho tiempo cuando está en juego los permisos para la construcción.
—Lo sé.
—Bien, ahora bajemos a cenar que muero de hambre —El señor Jung reafirmo el nudo de su bata caminando hacia la puerta y Yunho espero a que él saliera antes de hacer lo mismo.
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Conforme los días avanzaron para Yunho, él se mantuvo analizando lo que su abuelo le había dicho y lo que también él mismo ya venía pensando. Desde el momento en que dejo su casa, él había tenido claras sus prioridades, y todo parecía tan fácil en cuestión de decidir hacia donde ir y cuanto tiempo estar, pero ahora era como si cualquiera que fuera su elección, terminaría defraudando a alguien.
La ventaja de marcharse seria que podría ser el responsable no solo del actual proyecto sino de otros más ya que en los tres meses transcurridos había conocido a personas que lo invitaron a unírseles en la próxima restructuración de una de las principales avenidas de la isla así como en la edificación del centro comercial aledaño a esta. La empresa del padre de Minho iba en ascenso y también era una muy buena opción para él, él mismo señor Choi se lo había mencionado.
En cambio en A&D Kim le esperaban largos años de trabajo sin obtener un gran ascenso, ahí contaban con gente que tenia por lo menos el doble de su trayectoria y que sin duda ocuparían un mejor lugar antes que él. Después de que el condominio Bongchul fue concluido, tenía cinco meses en los que solamente fungía como el auxiliar de uno de los equipos en el área de desarrollo y cuando no era requerido en estos, volvía a las correcciones y elaboración de reportes del trabajo de los demás. Era desgastante observar como sus actividades se reducían a un cubículo cuando él deseaba estar a la par que los demás arquitectos. Pero al fin de cuentas, ese era su puesto, el de un asistente.
Y aunque su razonamiento ya le había dado la respuesta, para él era igual de difícil el aceptarla como llevarla a cabo. Pero si ya estaba convencido de ello, ¿para qué aplazarlo aun más?. Con la convicción de por medio, marco en su teléfono.
—Changmin-ah ¿podrías darme el número de Kyuhyun?
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Yunho observo por los cristales semitransparentes a Jaejoong quien mantenía su vista pegada al monitor de su computadora, limpió en la tela de su pantalón el repentino sudor de sus manos antes de jalar de la manija y abrir la puerta.
Caminando despacio sin hacer demasiado ruido, se dirigió directo al escritorio arrastrando hacia atrás una de las sillas para sentarse después en ella. Jaejoong giro su cuerpo al escuchar el ruido encontrándose con el rostro serio del hombre frente a él, guardo los avances de su trabajo quitándose los lentes, dejándolos sobre la superficie del mueble y volviendo su atención a Yunho.
—¿Otra vez te vas de viaje? —Le cuestionó desanimado al reconocer la expresión.
Yunho solo asintió oprimiendo las manos en sus rodillas y desviando su vista hacia el lapicero a su izquierda.
—¿Cuándo? —Jaejoong se recargó en el respaldo de su silla, ¿no llevaba ni una semana en la ciudad y pretendía marcharse de nuevo?
—Este sábado.
—Supongo entonces que no iremos a la playa —Mostró una sonrisa sarcástica tratando de aligerar el momento.
La mano de Yunho pasó entre sus propios cabellos como una manera de serenar a las emociones en su interior. Sus ojos buscaron a los de Jaejoong suspirando antes de hablar.
—Acabo de renunciar —soltó.
—¿Cómo?
—Lo de estar entre Seúl y Jeju no está funcionando, no puedo seguir abusando de los permisos que me dan aquí además de que tampoco me son suficientes, regreso solo porque tengo que hacerlo tratando siempre de no dejar demasiados pendientes, tanto aquí como allá se necesita de una persona que se enfoque solo en un trabajo, mis fines de semana no me bastan cuando lo que realmente se requiere es que si surge un problema pueda estar ahí en cuestión de minutos y no de horas. No hay nadie más que pueda hacerlo cuando yo soy el encargado —intento justificarse sin poder evitar mostrarse nervioso poniendo sus manos en puño sobre el escritorio.
—¿Te vas a mudar a Jeju? —Jaejoong había recibido demasiada información y lo único que pudo concluir fue que Yunho se iría.
—Sí.
—¿Así como así?
—No tengo otra opción —Le aseguró.
—¿De verdad o solo lo decidiste sin analizarlo detenidamente?
—No tienes idea de cuánto tiempo llevo buscando una salida pero el tiempo se acabo y no encontré nada.
—¿Y cómo voy a tenerla si tú no me has mencionado nada? de buenas a primera llegas a decirme que te vas sin ni siquiera platicarlo y solo actúas por tu cuenta —Estrepitosamente se levanto de su asiento para salir del espacio entre el mueble y la pared—. Eso me deja muy claro cuánto te interesa mi opinión.
—Necesitaba resolver esto por mí mismo.
—Y vaya que lo hiciste —lanzó irónicamente comenzando a juntar uno por uno a los archivos dispersos en su escritorio encontrando en ello una especie de desahogo—. Cuando te pregunte si podrías manejar ambas cosas no dudaste al decir que sí, me dijiste que tu hermano te ayudaría, ¿qué hay con eso?
—Él tiene compromisos aquí con el hotel y con otros negocios además no sabe lo necesario para el proyecto, también esta lo de que Minho aun estudia y no lo dejara aquí solo.
—Pero tú si a mí —Ofuscado, Jaejoong prosiguió con la repentina organización de su oficina, como si ese fuera el momento más apropiado para ello.
—Solo será un tiempo.
—¿Cuánto?
—Tal vez un año.
—¿Tal vez? —Alzó una ceja abriendo y cerrando cajones de mala gana.
—No lo sé con exactitud hay mucho que ver, probablemente me quede ahí un poco mas —Yunho siguió con su vista todos los acelerados movimientos de Jaejoong—. Pero podría estar viniendo los fines de semana, será más fácil de esa forma.
—¡Me acabas de decir que no puedes estar viajando! —Alzó sus brazos con exasperación mirándolo con irritación.
—Podre hacerlo cada quince días si me lo propongo.
—Son puras suposiciones —Negó efusivamente con la cabeza—. Pero sabes, no creo que sea el lugar para hablar de esto, será mejor si lo continuamos más tarde.
—Está bien, aun tengo revisiones que terminar antes de mañana si es que quiero que el Ingeniero Wan se quede con un concepto no tan malo de mi —Le dijo abandonando la silla y acomodándola enseguida.
—Yunho —Jaejoong lo llamo cuando este estaba a punto de caminar fuera —si desde un principio no era seguro que te quedaras aquí ¿por qué tuviste que involucrarme?
—No estaba en mis planes hacerlo, así como tampoco enamorarme —Sin decir mas, Yunho cerró la puerta saliendo del lugar.
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Junsu entró apresuradamente en la oficina de Jaejoong colocándose frente a él y luciendo levemente angustiado.
—Jae, Yoochun acaba de decirme que Yunho presento su renuncia ¿lo sabías?
En un intento de ganar tiempo para concentrarse en su respuesta, Jaejoong se puso de pie yendo hacia el sillón de piel sentándose en este e indicándole a su primo que hiciera lo mismo.
—Decidió irse a vivir a Jeju.
—¿Por qué?
—Los motivos no importan, el hecho es que apenas hoy me lo dijo y se va en dos días.
—Pero ustedes, ¿qué va a suceder con ustedes?
—Es lo mismo que yo me preguntó, tengo algo así como veinticuatro horas para averiguarlo —contestó con una sonrisa amarga.
—No necesariamente, es decir, aunque él se vaya pueden dejar que el tiempo decida, pueden ver cómo van las cosas y….
—Su, ¿sinceramente crees que nosotros podemos continuar? ¿qué la distancia no estropeará todo?
—Jae….
—La verdad es que no quiero una relación del tipo donde una de las dos personas viaja constantemente para ver a la otra, se que a la larga eso se volverá un fastidio. Tampoco deseo conformarme con llamadas telefónicas o utilizar internet —Suspiró cruzando sus brazos por encima de su pecho—. Quizás si él pudiera asegurarme el tiempo que permanecerá allá pero ni siquiera lo tiene claro, él se va a ir y yo… no sé si volverá algún día.
—Estas adelantándote a sucesos que no te constan, no dejes que tu lado maniático actué por ti.
—Solo estoy viendo la realidad, de qué me servirá crearme falsas ilusiones para fingir que todo seguirá bien cuando las probabilidades son en contra.
—De cualquier forma es algo que deben discutir juntos, tal vez exista una solución conveniente para ambos.
—Francamente lo dudo.
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En cuanto Jaejoong puso un pie en el pasillo que lo llevaba al elevador, pudo notar que Yunho ya lo esperaba recargado casi al final de este y sin necesidad de llamar su atención, este camino hacia él reuniéndose en las puertas del ascensor. El trayecto hacia la salida del edificio fue en completo silencio hasta que Jaejoong sugirió ir a una cafetería a no más de dos cuadras de ahí.
Una de las empleadas del lugar los acompaño a una de las mesas cercanas a la entrada. Tomando una orden de dos cafés tipo americano, la mujer los dejo solos volviendo cinco minutos después con las dos tazas encima de una bandeja plateada. Luego de colocarlas frente a ellos, volvió retirarse.
—Tuviste razón al reprocharme lo imprevisto que fue el exponerte mi decisión, pero no fue porque no me interesara escuchar tus pensamientos sino porque quería ser imparcial en lo que escogiera. Allá tengo una mayor oportunidad de la que tengo aquí. Esta mi sueño y mi porvenir. Pero aquí estás tú y eso es lo único que me ata a Seúl —Yunho habló abruptamente creyendo que si no se apresuraba alguien decir algo, solo se empeoraría la situación.
Jaejoong fijo sus ojos en el servilletero escuchando atento lo que Yunho le decía, no estando seguro si debía interrumpirlo o no, porque sabiendo por donde iba la conversación era más que evidente lo que seguiría. Desde que su primo lo había dejado solo, él no paro de pensar en las posibilidades hasta que concluyo cual era las más adecuada.
—Siendo sincero yo pensé en proponerte el irte conmigo, pero me sentí egoísta al querer apartarte de tu familia y empresa. No puedo pedirte que dejes todo por lo que has trabajado tanto tiempo solo por seguirme a mí. Pero tampoco quiero que lo nuestro termine así. No sé si es lo correcto o no, pero es lo que deseo —Ansioso, Yunho aguardo por lo que Jaejoong diría.
—Yo estuve molesto contigo por lo acelerado en que se dieron las cosas, porque sentí que no me estabas dando el tiempo suficiente para pensar pero creo que al final eso no hubiera importado porque tú elegiste algo y no hay nada que yo pudiera hacer al respecto, y de la misma forma en que tú no me pides renunciar a lo que tengo aquí, yo no limitare tu futuro pidiéndote que te quedes —Empujo a un lado su taza intacta al perder sus ganas por el café—. Pero un año es mucho tiempo, pueden pasar miles de cosas en el, conoceremos gente y….
—Así que se trata de eso, quieres salir con alguien más, estás diciendo que preferirías conocer nuevas personas.
—No, no estás entendiendo, Yunho es imposible que exista una relación, no funcionara de ninguna manera.
—Entiendo perfecto, mira no vamos a darle más vueltas al asunto, esto se define fácilmente —Para Jaejoong, oír esa palabra le pareció tan injusto porque para él no había nada fácil en esto—. ¿Quieres seguir conmigo o no?
—Ambos sabemos que es lo mejor, en ocasiones tengo a mi cargo hasta cinco proyectos a la vez, apenas tengo tiempo para respirar y muchas veces a algunos solo puedo atenderlos en el fin de semana ¿cuando se supone que podríamos vernos?
—Veo que es un no —Yunho mencionó brevemente antes de beber de un solo trago su ya casi café frío—. No puedo negar el hecho de que ambos le damos bastante prioridad a nuestro trabajo y tampoco puedo prometerte que no me enfadare cuando me canceles a última hora por lo mismo, es ilógico que quiera obligarte a seguir con esto.
—Si lo pones de esa manera, es como si yo fuera el que quiere terminar cuando….
—No, es solo que me aferre a lo nuestro sin razonar, pero bien, supongo que no hay nada más que hablar así que pagare la cuenta.
Jaejoong jugó con sus dedos observando a Yunho alejarse para ir hacia la caja, era como si la inevitable separación hubiera comenzado. Cuando Yunho volvió a estar a su lado, ambos salieron de ahí deteniéndose en la esquina de esa misma calle.
—¿Todavía vendrás mañana?
—Sí, aun debo limpiar mi lugar —Yunho contestó volteando hacia la parada del autobús—. Tomaré el….
—De acuerdo, yo regresare por mi auto.
—Hasta mañana.
—Ad….
El susurro de Jaejoong se quedo a la mitad porque Yunho ya no estaba ahí para escucharlo. Dentro de sus bolsillos, apretó sus manos en puños mientras caminaba hacia el estacionamiento de la compañía.
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Después de un día caótico en el que estuvo recorriendo casi todos los pisos del edificio, entre entregar sus últimos pendientes, recolectar las firmas necesarias y despedirse de algunos de sus compañeros. Yunho entró sigilosamente en la oficina de Junsu quien no se percato de su presencia al estar ensimismado en su aparente búsqueda en el estante de libros. Se deshizo de la mochila sobre su espalda dejándola suavemente en el piso para aproximarse al otro y con sus dos manos darle un ligero toque a sus costados haciéndolo brincar en su lugar por la sorpresa.
—Me asustaste —Junsu le dijo al reconocerlo.
—Perdón, me le escabullí a tu secretaria —Yunho se disculpo inclinando su cabeza hacia él.
—Quizás es tiempo de llamarle la atención, no eres la primera persona que lo hace, Jae siempre….
—O podrías poner una cámara —Lo interrumpió sonriendo—. En fin, yo vine a decir adiós.
—¿Mañana te vas?
—Así es —Yunho tomó uno libro al azar para revisarlo y casi de inmediato volver a colocarlo donde mismo.
—¿Con todas tus cosas?
—Bueno no son muchas en realidad, solo mi ropa —Rascó su nuca despistadamente—. En casos como este es conveniente el no tener muebles.
—Voy a extrañarte.
—Y yo a ti —Yunho le paso un brazo sobre sus hombros—. Pero al menos se cumplió tu cometido, ahora estas con Yoochun.
—Gracias a tu ayuda.
—El agradecido soy yo, tu familia fue muy amable conmigo y siempre voy a recordarlo —Retiro su brazo para sujetar con ambas manos sus hombros—. Deseo que todo te vaya de maravilla.
—Eso suena como si no te fuera a volver a ver.
—Ahm, cuando tengas ganas de hablarme puedes buscar a Changmin, él te dará mis datos.
—No será lo mismo —Junsu se quejó mostrando un mohín.
—Pero es lo mas que puedo ofrecer —Yunho se inclino dándole un breve abrazo que rápido fue correspondido—. Me voy, cuídate.
—Tú también.
Yunho sujeto su mochila colocándosela sobre sus hombros y agitó su mano antes de darse media vuelta para salir. Era ahora cuando venia la parte más complicada.
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La secretaria de Jaejoong se levanto rápidamente de su escritorio cuando observó como Yunho tiro su caja de clips al pasar demasiado cerca ocasionando que la regla T que colgaba de su mochila topara con esta. Desafortunadamente la reacción fue muy tardía y los cientos de clips se desperdigaron fatalmente por el piso. Yunho sonrió apenado antes de hincarse para ayudarle a juntarlos pero la caja que cargaba en sus brazos le hizo la tarea más complicada. La mujer le dijo que no era necesario y que ella se encargaría. Él tan solo acepto el ofrecimiento poniéndose de pie para entrar en la oficina de Jaejoong.
—Siento lo del alboroto que creé afuera.
—No te preocupes —Jaejoong sonrió tímidamente sentado en el borde de su escritorio desde donde había sido testigo del incidente.
—Solo tomare un par de cosas y me iré antes de causar otro accidente —Yunho se apresuro a decir—. Hable con el encargado de logística, me dijo que ellos pasaran luego por la mesa de dibujo.
—Oh, está bien.
Yunho echo un par de cuadernos dentro de la caja verificando que no quedara nada suyo ahí. Jaejoong lo observo y no pudo evitar encontrar similitud entre esa escena y la que tuvo con él cuando lo conoció en el ascensor, quizás ese había sido el primer error, el conocerlo.
—Creo que no olvido nada pero si ves algo mío, puedes tirarlo —Yunho dio un último vistazo acomodando la caja en sus brazos—. Y también puedes deshacerte de la llave de mi departamento, no la necesito.
El palpitar del corazón de Jaejoong aumento en cuestión de segundos, como si llevara varios minutos corriendo a toda velocidad. Llevaba horas imaginando como seria el momento en que Yunho saliera no solo de la empresa sino también de su vida, y con cada imagen que venía a su cabeza le hacía desear que este se retrasara lo más posible, aunque sabía que era inevitable, aun no se sentía preparado para afrontarlo, no una completa ruptura en su relación.
—Yo… me gustaría que pudiéramos seguir siendo cercanos, como amigos, tal vez por ahora no sea conveniente pero….
—No lo creo Jaejoong.
—¿Eh?
—No quiero ser tu amigo ni quiero seguir en contacto contigo —Yunho se acercó a él colocando la caja bajo uno de sus brazos para con su mano disponible dar una suave palmada en el otro hombro—. Pero en verdad espero que vivas feliz y saludablemente.
Luego de eso, simplemente camino hasta la puerta abriéndola y marchándose sin mirar atrás a Jaejoong quien no le quito los ojos de encima hasta que este desapareció del alcance de su vista.
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Después de dejar sus cosas en la casa de su abuelo, Yunho sintió la necesidad de salir a caminar porque el espacio le parecía insuficiente casi como si el pesimismo lo estuviera devorando de a poco. Estaba enojado con él, con Jaejoong y con medio mundo.
Más de dos horas recorriendo las calles sin rumbo aun no le daban el cansancio que ansiaba, ese que le haría dormir hasta el día siguiente. De pronto en su camino se atravesó el anuncio de un pequeño establecimiento. La tentación era demasiada aunque sabía que no debería estar ni por lo menos pensándolo. Pero había descubierto que Jaejoong le producía el vacio que solo era llenado cuando estaba a su lado, y al que ahora tendría que acostumbrase. Pero esta noche deseaba ocuparlo con algo más, algo que le hiciera olvidar que todo estaba mal.
Abriéndose paso entre la gente que ingresaba y salía, consiguió bajar las escaleras llegando hasta el encargado. Metió la mano dentro del bolsillo de su pantalón y saco un par de billetes los cuales entrego junto con una tarjeta al hombre con delantal azul.
—Por favor llame a este número en caso de que yo no pueda hacerlo —El hombre pareció titubear por un instante, más después accedió—. Gracias, ahora, un vodka.
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—Apago su celular —Junsu informo apretando su teléfono con frustración.
—¿Y si llamamos a su casa?
—¿Pero qué tal si no está y mi tía pregunta?
—Quizás solo quiere estar solo —Yoochun trato de tranquilizarlo al sujetarlo de la cintura y apegarlo a él.
—Odio que la gente quiera hacer eso sin avisar antes donde estará.
—Jaejoong ya es un hombre, no hará nada tonto —Subió su mano ahora a su cuello donde froto la parte trasera de el—. Es Jaejoong después de todo.
—Pero no puedo evitar preocuparme por él, solo quiero saber que está bien.
—Esperemos una hora y si no responde el celular iremos a buscarlo ¿ok?
—Bien, pero solo una hora.
—Lo prometo.
Con pesadez, Junsu tecleo el código de su departamento escuchando el click una vez que el seguro fue retirado. El frío del lugar llego a su piel en una fracción de segundo, por instinto fricciono las palmas de sus manos entre ellas antes de entrar y encender las luces.
—Olvide cerrar la ventana —mencionó mientras se quitaba sus zapatos arrastrando sus pies una vez que se deshizo de estos y paralizándose al encontrar a su primo en el sillón—. Jae.
—¿Cuánto tiempo llevas aquí? —Yoochun se apresuro a cerrar la ventana soportando los escalofríos cuando el viento golpeo su rostro.
—Estas helado —Junsu le dijo al tocarle uno de sus brazos.
—Traeré una manta —Yoochun avanzo casi corriendo hacia el cuarto de Junsu.
—Se fue —Jaejoong habló apretando mas sus piernas las cuales tenía contra su pecho y manteniendo su vista en la pared frente a él—. Me dijo que no quiere ser mi amigo, dijo que no quiere saber más de mí —Bajó su cabeza apoyándola de lado sobre sus rodillas—. Me odia ¿no es así?
—No Jae, él no te odia.
—¿Entonces por que tuvo que ser tan cruel? —El material afelpado de la frazada que Yoochun sitúo en su espalda, hizo que cerrara sus ojos justo cuando una línea húmeda apareció recorriéndolo desde sus pestañas hasta perderse en la línea de su mandíbula.
Junsu mordió su labio sin saber que otra cosa hacer más que sentarse a un lado de Jaejoong abrazándolo lo más ajustado que pudo sintiendo después a Yoochun unirse a ellos.
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Listo para entrar debajo de las sabanas de su cama, Changmin escucho el timbre de su celular desde la cómoda a dos metros de él. Pataleo antes de ponerse sus pantuflas caminando de mala gana y arrugando el entrecejo. El número desconocido casi le hizo dudar el si debía contestar pero Minho le grito que se apurara en callar al ‘maldito aparato’.
—¿Si? —respondió con voz cansada—. ¿Dónde está?... voy para allá.
Enseguida de colgar la llamada, Changmin se quito su pantalón de pijama yendo a buscar rápidamente dentro de su closet otra ropa que ponerse.
—¿Qué paso? —Minho le preguntó levantándose sobre sus codos mirándolo moverse de lado a lado buscando entre los cajones.
—Me llamaron de un bar —Se puso de prisa un par de calcetines impares—. Yunho esta inconsciente sobre la barra.
—¿Qué le paso?
—Se emborracho, eso es lo que le paso —contestó rodado los ojos.
—Pero hyung no toma.
—Exacto —Ajusto el suéter a su cuerpo acomodase el cabello con sus dedos—. No tardo.
—Espera, voy contigo —Minho se levanto de un brinco tomando el primer pantalón y chamarra con los que se topo.
Alcanzando a Changmin ya dentro de su auto, Minho se paso al asiento trasero para cambiarse ahí. Sin más tiempo que perder, condujeron rumbo al bar, preocupados por el estado en que encontrarían a Yunho.

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