Enredos de amor: Capítulo 23

Conociéndote más

—¿Vas a decir algo o no? no estoy dispuesto a esperar toda la noche porque te decidas a hablar.
Junsu se mostró impaciente sentado en una de las sillas del comedor. Creía haberle dado el tiempo suficiente ya que espero hasta que Yoochun llegara a su lugar teniendo en cuenta que el pesado traje que vestía no le dejaba esa tarea nada fácil. Pero el hombre ahora solo se dedicaba a observar sus rodillas como si ahí fuera a encontrar la solución a sus problemas.

—Se que tomaste tus propias conclusiones pero no fue sobre los verdaderos hechos —Finalmente habló.
—¿Y entonces?
—¿Podrías solo… darme unos minutos para despejarme?
—No, ¿acaso no te di ya cinco años para ello? ¿Quieres que espere una vida por ti?
—Yo solo necesito….
—Tan solo di lo que tengas en mente, no necesitas crear un discurso, las palabras que utilices me dan lo mismo si solo servirán para adornar una situación.
—Yo, desde hace un mes he estado saliendo sin decirte nada —Yoochun tomó un respiro antes de continuar—. Primero fue solo un fin de semana pero luego también después del trabajo.
—Es decir que tus citas, en realidad no eran de negocios.
—Quise decírtelo pero creí que te molestarías.
—Naturalmente, no recuerdo haber acordado una relación abierta para que fuera de otra manera, si estabas interesado en continuar con tus ligues de una noche no hubieras iniciado nada conmigo —Junsu hizo el intento de ponerse de pie siendo detenido por Yoochun antes de que siquiera terminara de incorporarse.
—Eso es solo un malentendido, yo no me involucre con nadie más, quiero decir, no de esa manera en que piensas.
—Especifica a cual de todas te refieres porque tengo un amplio panorama de tus enredos nocturnos.
—Yo solo iba a bares por el póker, hace un tiempo uno de mis amigos se unió a un grupo de hombres que se juntaban para jugar partidas y me invito a participar, fui un par de veces pero después por tener otras cosas que atender del trabajo y las confusiones que tenia respecto a ti, abandone todo eso.
—¿Cómo es que no lo sabía? ¿Por qué no lo mencionaste antes?
—Porque desde un principio a ti no te han gustado mis amistades además de que no quería que pensaras que me había convertido en un vicioso.
—¿Entonces preferías que pensara que tenias aventuras a mis espaldas?
—Pero no las tuve, y eventualmente te lo iba a decir, es solo que no encontraba el momento o la forma.
—¿Realmente es verdad lo de que no tuviste algo con otra persona? —Con sus pulgares, Junsu le acaricio los pómulos.
—Lo juro, desde que estoy contigo no tengo necesidad de ver a alguien más, es como si estar con otra persona fuera tan vacío que no valiera la pena —Yoochun se aseguro de mirarlo a los ojos al decirlo.
—Si en algún momento, sintieras que yo ya no soy suficiente ¿me lo dirás?
—Junsu-ah, yo no….
—Promételo.
—Su….
—Por favor.
—Lo hare, lo prometo.
—Si eso llegara a pasar prefiero que lo hablemos porque aunque nos separáramos, podría seguir siendo tu amigo si así lo quisieras, no quiero odiarte Chun —Junsu se agacho para abrazarse al cuello de Yoochun.
—Si lo hicieras, entonces me odiaría a mi mismo —Con una pequeña sonrisa y un reflejo de alivio le correspondió el abrazo.
—Ahora cuéntame de tu disfraz.
—Fue idea del ex de tu primo y tuyo.
—¿Eh?... ¿Yunho? —Separándose del otro, Junsu ladeo su cabeza en señal de incomprensión.
—Estuvimos más de dos horas recorriendo media ciudad y despertando a la otra mitad para conseguir un atuendo de mi tamaño, esto —Se señaló a sí mismo—. Fue lo mejor que pudimos conseguir.
—Debo admitir que es una táctica extraña para conseguir convencer a alguien, escondido detrás de una imagen canina —Junsu rió imaginando a los dos hombres luchando por adquirir el disfraz.
—Yunho dijo que existían grandes posibilidades de obtener buenos resultados si me mostraba lo más ridículo que pudiera ante tus ojos.
—¿Por qué así sentiría pena por ti?
—No, porque te darías cuenta de lo mucho que me quieres —Yoochun dijo al tiempo que jalaba despacio la mano de Junsu para que este se sentara a un lado suyo.
—¿Necesitabas llegar a esto para saberlo? —preguntó sin poner resistencia al acomodarse en el piso y ser tirado dentro de los gracias al traje, acolchonados brazos de Yoochun.
—Lo que necesitaba era que vieras el desastre que soy sin ti.
—Diablos, basto un día con Yunho para que te enseñara su palabrería cursi, Jaejoong tuvo razón al contarme de su tendencia a decir ese tipo de cosas —Junsu dijo sonriendo.
—Bueno las rosas fueron idea mía.
—Eso es solo porque sabes que amo las rosas.
—Algún provecho debía obtener de todo este tiempo de conocerte —añadió mientras agitaba el ya despeinado cabello de Junsu.
—Y… ¿Qué hay de Yunho?
—No tengo ni maldita idea de lo que le guste —Yoochun habló con petulancia.
—Muy gracioso, me refiero a que si sabes que hará respecto a Jaejoong.
—Tengo un ligero pensamiento pero todo depende de Jae, él es quien decidirá si vale la pena intentarlo de nuevo o no —Junsu suspiro al escucharlo, dejándose mecer en sus brazos imaginando lo que su primo elegiría.
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Aun con los ojos cerrados, Jaejoong revolvió su cabello volteándose boca arriba en su cama. Refunfuño cuando despertó por completo y vio la hora en su reloj. Era más del medio día y no tenía ganas de levantarse aun, mas haciendo caso a sus necesidades fisiológicas, se obligo a hacerlo para ir al baño lo que le causo una leve punzada en su cabeza.
Una vez que arreglo su habitación salió de ella bajando quedamente las escaleras. La voz de su madre le aviso que tenía visita por lo que dio un rápido chequeo a su ropa antes de pasar a la sala de su casa.
—Jae que bueno que ya despertaste, estaba a punto de ir por ti —Teniendo la vista al frente, la señora Kim habló en cuanto noto la presencia de su hijo.
—¿Qué hace aquí Jung-ssi? —Jaejoong ignoro el comentario dirigiéndose hacia el hombre que le miraba.
—Necesito hablar contigo —Yunho contestó poniéndose de pie manteniéndose en el mismo lugar.
—Si es de trabajo haga una cita con mi secretaria, cualquier asunto ajeno a ello no tiene nada que ver conmigo.
—Jae.
—Mamá por favor —Alzó su mano para detener el argumento de su madre—. Esta vez deja que yo maneje esto solo.
—Lo entiendo, pero solo escucha lo que tiene que decir y después lo que decidas estará perfecto para mí —Mihwa se levanto yendo hacia el sillón para tomar de ahí su bolso—. Saldré con Jongil, así podrán hablar con tranquilidad —Pasando a un lado de Jaejoong sujeto una de sus manos dándole un suave apretón por unos segundos y después se fue.
Jaejoong estuvo a punto de protestar diciendo que no tenía nada de qué hablar con él, pero luego creyó que hacer eso era dar algún tipo de escena infantil, además de que él mismo lo había dicho, quería manejar ‘esto’ solo y como tal lo iba hacer. Como si nada camino dentro de la cocina regresando de ella luego de unos instantes, con un vaso con agua y una pastilla efervescente deshaciéndose dentro de este y un pedazo de panque en su otra mano. Camino hacia el sofá hasta sentarse sosteniendo el trozo de pan con su boca antes de encender el televisor.
Pasaron diez minutos en los que Jaejoong tomó el líquido de su vaso y comió por completo el pan, y ahora veía la repetición de un drama del que nunca había visto ni un solo capítulo, lo cual explicaba el que no entendiera nada, aunque sinceramente tampoco le importaba no hacerlo.
De reojo podía ver a Yunho mirándolo recargado en sus brazos cruzados apoyados en el comedor. Jaejoong trataba de ignorarlo pero el que alguien conserve su vista sobre ti no es algo agradable y más cuando es una persona indeseable, como lo era Yunho en ese momento.
—La puerta no tiene seguro, eres libre de irte —Jaejoong mencionó sin despegar su atención del televisor sin obtener palabra del otro.
Cuando el drama termino y comenzó otro, él decidió cambiar de canal y como un típico sábado no encontró nada decente para ver. Así que apagó el aparato dejando el control a un lado suyo y fijando sus ojos en Yunho quien todavía lo observaba.
—¡Aish que molesto!
Jaejoong se levanto caminando directo a las escaleras deteniéndose cuando Yunho bloqueo su camino, primero intento esquivarlo hacia la derecha y después hacia la izquierda pero el hombre parecía no ceder. Kim cruzo sus brazos sobre su pecho afilando su mirada hacia él cuando este sonrió.
—¡Oye suéltame! —Jaejoong protesto al ser arrastrado de regreso al sillón donde hasta hace un rato estaba.
—¿Prometes escucharme?
—¡Déjame ir! ¡No hagas las cosas más complicadas!
—De alguna manera tengo que hablar contigo, si para que me escuches necesito abrazarte juro que no me voy a quejar pero me gustaría que no te resistieras tanto.
—¿Entonces pretendes que me relaje entre tus brazos como si nada?
—Sería lo ideal —contestó reforzando el abrazo.
—¡Ni lo pienses Jung Yunho!
—Dame diez minutos, seré breve y después contestare todas tus preguntas.
—No tengo ningún interés en saber más nada de ti.
—Pero yo quiero que sepas todo de mí, quiero decirte las razones por las que oculte mi apellido, que al fin y al cabo solo es un nombre, sigo siendo la misma persona.
Yunho disminuyo la fuerza en sus brazos al sentir a Jaejoong tranquilizarse en ellos. Subió uno de sus pies haciéndose a un lado hasta quedar recargado en una de las esquinas del sillón. Llevando sus manos detrás de su nuca, resoplo antes de hablar.
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Jaejoong mantuvo su barbilla pegada a una de sus rodillas flexionadas cerca de su pecho, Yunho acababa de contestar su quinta preguntar y aunque todo lo que escucho parecía tener lógica, él aun tenía sus reservas sin tomar en cuenta que su ego le decía que no debía ceder tan fácil.
Yunho le habló sobre sus diferencias con su abuelo, sobre el tiempo que vivió con Changmin y el trabajo que ahora volvía a desempeñar en la compañía de su familia. De entre las cosas que le preguntó, Jaejoong se entero de que su propio tío, el padre de Junsu, sabía que era Jung y no Shim, y que fue él quien lo ayudo a guardar su identidad en la empresa. Lo que más le molestaba era el haber tenido todo frente a él y no verlo, y aunque Yunho le aseguro que de no haber existido la fiesta él pronto hubiera hablado con él, Jaejoong no tenía ninguna constancia de ello.
—¿Tienes otra duda? —Jaejoong evadió su mirada colocando ambos pies en el suelo antes de recargarse en el respaldo y hacer su cabeza hacia atrás—. Entonces, ¿me acompañarías a comer? —Al no obtener respuesta, Yunho se acercó hasta poner la palma de su mano bajo la de Jaejoong y acaricio con su pulgar el dorso de esta—. ¿Por favor?
—Bien —Jaejoong acepto después de rodar los ojos.
Yunho le sonrió levantándose de inmediato cuando lo vio caminar hasta la puerta donde después de tomar las llaves y ponerse sus zapatos salió de la casa. Jaejoong sintió el cuerpo de Yunho chocar con el suyo cuando se detuvo al recordar que su auto estaba en el estacionamiento de Junsu pero antes de que lo dijera, noto al coche de Yoochun estacionado a un metro de ahí.
—Él y yo hicimos las paces —Yunho mencionó al abrir la puerta del copiloto—. Así que no tuvo problema de prestármelo —Rodeo el auto una vez que Jaejoong estuvo a punto de subir.
—¿Se supone que ahora son hermanos del mismo dolor o algo así?
—Podría decirse.
Jaejoong suspiro mientras se colocaba el cinturón, sujetándose del tablero en cuanto Yunho arranco incrementado la velocidad rápidamente. Alcanzo a distinguir ‘el motor es realmente bueno’ de entre las cosas que dijo en las primeras quince cuadras en las que ni un solo semáforo lo detuvo. La próxima vez, si es que existía otra, optaría por tomar el autobús a viajar en un automóvil conducido por este hombre.
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Yoochun sonrió feliz al arrancar una fracción de la barra de chocolate que Junsu le ofrecía mientras se acomodaba sobre su estomago. Jamás había pensado tan solo en la idea de pasar un sábado sin nada mejor que hacer que estar acurrucado en el sillón con su novio mientras veían cualquier programa en la televisión. Desde que estaba saliendo con Junsu, su vida había girado 180° de cómo solía ser, no más trasnochadas en algún bar o despertares en lugares de paso y por sobre todo, no más el sentimiento de soledad en su interior.
—¿Ayer tú y Jaejoong fueron a algún lado?
—No en realidad —Junsu respondió acomodando la pequeña manta sobre sus piernas.
—Cuando estaba en mi departamento no deje de recordar tu promesa acerca de tener cosas más graves de que preocuparme que de Yunho.
—Oh eso —Junsu jugó con sus dedos—. La verdad es que la venganza si estuvo en mi mente pero creo que ese no es mi estilo.
—Yo me sentí aterrado tan solo de imaginarlo.
—Me alegra, porque eso es lo menos que te mereces por ponerme bajo tanto estrés emocional.
—Lo siento —Yoochun apretó sus labios formando un ligero mohín.
—Realmente no me mereces.
—Lo sé.
—Soy demasiado genial para ti.
—Por supuesto.
—Yah, no eres el mejor de los hombres pero alguien tenía que quererte y supongo que ese me toco ser a mi —murmuró Junsu pasando la punta de su dedo índice sobre sus rostros en la foto donde aparecían ambos.
—Ves, no soy el mejor pero sí el más afortunado —Yoochun sonrió poniendo su atención también en la foto que ahora sustituía a la de Yunho y Junsu en el portarretrato que el otro sujetaba.
—Yoochun-ah, la próxima vez que vayas a jugar ¿me llevarías contigo? —preguntó dejando de lado el cuadro.
—¿Quieres ir a un lugar que apesta a alcohol y cigarro?
—Por qué no, si me lo propongo también puedo hacer de eso una de mis costumbres.
—Yah, no me gustaría que eso pasara, prefiero renunciar a ello de nuevo.
—Pero no puedes privarme, de cualquier forma iré, contigo o sin ti —asevero.
—¿Estás hablando en serio?
—Totalmente, ayer comprobé que no conozco nada de la vida nocturna de Seúl, ¿qué voy hacer cuando tú te des tus escapadas? en algo tengo que distraerme —Junsu giro su cuerpo quedando boca abajo sobre el abdomen de Yoochun.
—Aish, me estás diciendo todo esto para martirizarme ¿cierto? —Arqueó una de sus cejas al sentir una mano colándose debajo de la sudadera que llevaba puesta—. ¿Cómo se supone que me concentrare cuando tú estás distrayéndote sin mi?
—Entonces debes llevarme contigo y mantener tus ojos sobre mi —Le sugirió moviendo sus manos sin timidez sobre la piel.
—Ya hablaremos de eso luego —Yoochun se enderezó logrando que las otras manos dejaran de tocar su torso y levanto a Junsu rápidamente tomándolo de los brazos—. A tu cuarto, ahora —ordenó antes de apresurarse hacia el dormitorio.
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Jaejoong reconoció aquella zona residencial, y según recordaba, por ahí no se encontraba ningún restaurante cercano. Yunho detuvo el auto sin apagar el motor frente a un gran portal banco, toco la bocina y de inmediato este se abrió para ellos. Sin esperar más, Yunho condujo hacia el interior.
—¿Dónde estamos? —Jaejoong le cuestionó una vez que el otro estaciono el vehículo frente a la gran casa.
—En mi casa.
—¿Qué?
—Ayer me preguntaste si me divertí al jugar a tu alrededor, yo de verdad fui sincero, no estoy jugando contigo —Abrió la puerta pero antes de salir volteó a verlo—. Quiero que conozcas a mi familia.
Jaejoong abrió su boca pero ninguna palabra salió de ella así que volvió a cerrarla negando efusivamente con su cabeza, acción que le robo una sonrisa a Yunho, Jaejoong no se sentía preparado para esto, ni siquiera estaba vestido adecuadamente para la ocasión.
—Sí, tienes que hacerlo, además ya les dije así que ahora ellos también quieren conocerte.
Inflando sus mejillas y soltando el aire, Jaejoong se armo de valor al ponerse a un lado de Yunho, y aunque su corazón latió un par de compases más rápido cuando sonó el timbre, disimulo su nerviosismo al ver a un Minho sonriente abrir la puerta.
Yunho situó la palma de su mano sobre la espalda de Jaejoong indicándole que entrara, Kim apretó sus labios mientras caminaba por el amplio pasillo que los llevo hasta la sala donde cuatro personas sentadas los aguardaban.
—Llegaron —Minho habló apresurándose en ir junto a Changmin.
—Él es Kim Jaejoong —Yunho lo acercó a los demás tomándolo por los hombros—. Él es mi abuelo, mi mamá, su esposo, mi hermano y mi cuñado —mencionó a cada una de las personas frente a ellos.
—Shim Sunhwa —La madre de Yunho dio un paso adelante inclinándose hacia Jaejoong el cual rápidamente hizo lo mismo sujetando ambas manos de la mujer—. Me alegra que vinieras, espero que te guste el japchae, no suelo cocinar pero….
Sunhwa continuo hablando mientras lo tomaba del brazo y Jaejoong mordió su labio inferior dejándose arrastrar por ella hacia la cocina ante las miradas alegres del resto de los hombres.
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Jaejoong jamás hubiera imaginado cuán bien resultaría esa reunión. En ningún momento había llegado a sentirse incomodo ni se le había atosigado con preguntas, en realidad el tema principal había sido Yunho, quien se vio atacado por todas las partes con anécdotas de diversos tipos de las que Jaejoong no pudo evitar reír.
Y la comida había estado realmente buena, por un momento se imagino tanto a su madre como a la de Yunho platicando mientras compartían recetas, tal imagen le hizo sonreír. Estaba verdaderamente sorprendido por la cantidad de información que sabían de él, ignoraba desde cuando Yunho les había hablado de su relación pero sin duda esta era aprobada por todos ellos.
En un principio Changmin se mantuvo reservado, pero conforme el tiempo paso, su lengua parecía haberse desatado al hablar toda clase de sucesos bochornosos para su hermano. Los señores Shim se mostraron respetuosos y encantadores tratando de controlar la conversación. Minho se comporto amigable como siempre y esta vez sabiendo de quien era novio, Jaejoong lo encontró hasta simpático, tanto así que no le molesto cuando de la nada comenzó a llamarlo hyung. El señor Jung había volcado el concepto que tenia de él al ser tan atento e incluso unirse a las bromas hacia su nieto. No era de extrañar el porqué las cuatro horas ahí habían parecido ser menos de una para él.
Y ahora que iban de regreso a su casa, Jaejoong quería saber cómo estaban las cosas entre ellos. Es decir, no existía nada que impidiera que estuvieran juntos, él mismo lo quería. Si Yunho se lo pedía, él diría que sí. Porque Jaejoong entre más quería a las personas, más fácil le era molestarse con ellas al igual que perdonarlas.
—Hey, toda la información que escuchaste hoy, es totalmente confidencial, no debes divulgarla.
—Tú no puedes prohibirme nada —Kim contestó manteniendo su vista al frente.
—Yo… jamás revelaría nada de ti —Yunho hizo un puchero casi imperceptible que Jaejoong no alcanzo a notar.
—A diferencia de otros, soy un libro abierto y no tengo nada que ocultar.
—Pero eso es porque tú eres especial, tú eres único.
Al igual que todo el mundo, Jaejoong agrego en su mente. Si iba a empezar con palabras cursis o zalameras, que por lo menos utilizara las correctas. Porque diablos, estaban a menos de cinco minutos de su casa y Yunho aun no mencionaba lo que él quería escuchar.
Tan perdido estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando este le abrió la puerta, hasta que lo llamo por tercera vez. Jaejoong solo sacudió su cabeza bajando del automóvil y camino hacia el portón de su casa. Lentamente busco las llaves en su bolsillo rehusándose a sacarlas en cuanto dio con ellas. Sujeto con sus dientes el interior de su labio al introducir el metal en la cerradura y girar de esta.
—Gracias por lo de hoy —Jaejoong escucho a espaldas de él—. Que pases buena noche y… —Se aferro fuerte de la llave en su mano —También le das las buenas noches a tu mamá de mi parte.
Jaejoong contuvo la respiración cuando escuchó pasos y se mordió mas fuerte al oírlos lejanos. Su conciencia le decía una cosa cuando su razonamiento le indicaba otra y él simplemente movía sus ojos de un lado a otro como si con ello pudiera decidirse más fácilmente a cual hacer caso.
—Yunho —Finalmente su conciencia habló por él.
—¿Si?
—¿Parezco alguien fácil de engañar? —Jaejoong avanzo hacia donde Yunho permanecía inmóvil.
—No.
—¿A partir de ahora, hablaras claramente conmigo? —mencionó a centímetros de separación de él.
—Definitivamente.
—Bien, porque si vuelves a mentirme —Envolvió el cuello de Yunho con sus brazos—. Terminamos para siempre.
La sonrisa de Yunho fue interrumpida por el beso de Jaejoong al que sin tapujos correspondió. Rápidamente sus brazos se encargaron de reducir la distancia entre ellos y elevaron ligeramente su cuerpo hasta dejarlo a la misma altura.
Dar un espectáculo gratuito a sus vecinos, en absoluto era lo que deseaba Jaejoong, por lo que bajo sus brazos para jalar los costados de la camisa de Yunho hasta que este libero su boca.
—Ven a darle personalmente las buenas noches a mi mamá —Jaejoong estiró su mano ofreciéndola para Yunho.
La agradable calidez que sintió cuando sus dedos se entrelazaron con los de él, envió casi igual cantidad de chispas que el beso anterior. Y Jaejoong se asusto al saber que un simple contacto con Yunho pudiera significar tanto, inclusive llego a temer el volverse codependiente a este.
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El lunes cerca de las 11am, Jaejoong guardo el diseño en el que desde hacia una hora trabajaba, ver a Yoochun caminar alrededor de su oficina simplemente lo desconcentro.
—Mmm, ¿buscas algo? —Le habló haciendo que frenara sus pasos.
—Al hombre que trabaja aquí contigo.
—¿Yunho?
—Sí, ese —Yoochun paso una mano entre sus cabellos en clara señal de desesperación—. Me dijeron que estaría aquí.
—Tenía un asunto que atender —Jaejoong inclino su silla cruzando los brazos sobre su pecho.
—¡Maldición! —Resoplando apoyo sus manos en el escritorio—. ¿Se arreglaron las cosas entre ustedes?
—Si —Sin querer evitarlo, Jaejoong contestó sonriendo.
—Entonces dame las llaves de tu coche.
—¿Perdón? —Jaejoong elevo una de sus cejas.
—Tu novio es un tipo muy astuto, y yo fui demasiado confiado al creer que lo devolvería el mismo día.
—¿A qué te refieres?
—¡A mi coche! —Agitó sus manos en el aire—. El viernes, le dije que estaba bien que lo utilizara para regresar a casa después de que me dejo en el departamento de Junsu, pero jamás creí que lo fuera a utilizar como si fuera de él.
—Yoochun-ah, debiste especificarle que solo debía regresarlo a tu edificio y no volver a utilizarlo.
—¡Pero es que eso es por sentido común! ¡Él ya rebasó los límites!
—Bueno eso tendrás que hablarlo directamente con él, porque sabes, no soy su guardián y no tengo porqué responder por Yunho.
—Jae, de verdad necesito mi auto, tengo una cita en dos horas.
—Llama un taxi —Jaejoong sugirió con una sonrisa maliciosa mientras giraba el monitor—. Además, no sabía que los sabuesos supieran manejar —El enojo de Yoochun se desvaneció al ver como fondo de pantalla a él mismo con el enorme disfraz de perro.
—A quien se la has….
—Solo la tengo para recordarme que tan loco puede ser el amor —Volvió a virar la pantalla dejándola en su posición original—. Aunque admito que si me ha provocado una que otra risa.
—Jae, cuando ese hombre regrese, dile por favor que me entregue las llaves.
—Me asegurare de ello Chun.
Suspirando, Yoochun salió de la oficina de Jaejoong dirigiéndose a la suya para ordenarle a su secretaria que le pidiera un taxi.
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—Changmin-ah, desde siempre pensé que eras grandioso como hermano pero nunca imagine que fueras tan generoso para comprarme algo así.
Ignorando el comentario, Changmin giro su atención al vendedor junto a él, preguntándole cuanto tiempo tardarían en entregárselo en caso de que se decidiera por ese. La respuesta dependía de si requería de algún cambio, de lo contrario para el atardecer podría tenerlo.
—¿Qué te parece, este está bien? —Cansadamente, Changmin le preguntó a Yunho.
—Preferiría algo más sobrio.
—¡Yah! ¡Esta es la tercera vez que dices algo similar, te pedí que vinieras para ayudarme a elegir pero solo das respuestas escuetas y aumentas mis dudas!
Para Yunho no existía un mejor pasatiempo que ver a su hermano rezongar, pero tenía que volver al trabajo antes del medio día, esa había sido la promesa que le hizo a Jaejoong para que este lo cubriera de su fuga laboral, así que sonrió con frustración.
—Este es perfecto y estoy seguro de que le encantara.
Changmin asintió y después volteó con el hombre a su lado para decir ‘me lo llevo’. El sujeto rápidamente le pidió que lo acompañara a su oficina y Yunho aprovecho para despedirse e ir rumbo a su trabajo.
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Jaejoong salto en su lugar al verse rodeado por dos brazos mientras acomodaba el archivero de su oficina. Cerró el cajón de mueble y se zafo del agarre girando para hacer frente a Yunho.
—Estamos en la oficina por si no te has dado cuenta —Jung le hizo una seña hacia la puerta y se encontró con una barrera de su vista hacia fuera—. Bajaste las persianas ¿qué pensaran del porqué lo hiciste?
—¿Importa?
—Sí, tengo una reputación impecable y gracias a ti eso está a punto de estropearse —Jaejoong camino hacia la pared de cristal y de un tirón, la vista fue descubierta de nuevo.
—No se puede vivir plenamente al estar pensando en el que dirán —Yunho habló sentándose en una orilla del escritorio de Jaejoong.
—Si todo el mundo hiciera eso….
—Todos serian felices.
—Como sea —Jaejoong calmadamente regreso al archivero donde tomó una de las carpetas y comenzó a hojearla—. Creí que habíamos quedado en que no volverías a mentirme.
—Así es, no lo he hecho.
—Me dijiste que Yoochun te presto su coche y no es cierto, estuvo aquí hace un rato exigiéndolo de regreso.
—Ah eso —Yunho paso una mano sobre su nuca sacudiendo algunos cabellos—. Pensé que estaría en algo así como en plena reconciliación con Junsu y por lo tanto utilizarían el mismo auto —Jaejoong dejo la carpeta sobre la superficie del mueble para fulminar a Yunho con sus ojos—. Pero… ya volví a llenar el tanque de gasolina —Jung se levanto caminando hacia el otro y se apoyo en el archivero—. Y estaba a punto de ir a darle las llaves pero primero quise venir a verte… porque pensé que me extrañabas —murmuró.
—Te odio —Jaejoong soltó en un suspiro dándose vuelta después.
—¿Por qué?
—Porque me haces enojar constantemente.
—¿Quieres que te haga reír? —Le propuso sonriendo.
—No te atrevas —Jaejoong advirtió aterrorizado al verlo cada vez más cerca con las manos levantadas, como si fuera a atraparlo.
—Lo acabas de pedir —Teniéndolo acorralado contrala pared, Yunho lo sujeto comenzando a hacerle cosquillas sobre su estomago y espalda.
—Yah, detente, te voy a odiar mas si no te detienes —Él dejo de hacerlo pero solo para acariciar la mejilla de Jaejoong con sus nudillos.
—Yo en cambio te quiero cada vez mas —Jaejoong de pronto se encontró sonriendo mientras Yunho se inclinaba hacia su rostro, antes de que sus labios se juntaran Jaejoong le enrosco el cuello con sus brazos pero el otro de inmediato los retiro—. Sé que estás loco por mi pero recuerda que estamos en la oficina.
—¡Yah!
—Muero de hambre vamos a comer —Yunho jaló de su mano sin esperar respuesta.
—Tú de verdad me haces….
—¿Derretir de amor? —Salieron de la oficina manteniendo sus manos juntas a través del pasillo.
—Tss aquí vamos con cursilerías.
—¿Esta noche cenamos en mi departamento?
—¿Eh? —Jaejoong abrió grande sus ojos al tiempo que se daba cuenta de que ya estaban en el elevador.
—Además de la vez que fuiste a rogar por mi amor —bromeo con altivez—. Nunca más has estado ahí, pero… solo era una sugerencia siempre podemos….
—No, está bien ahí.
—Ok —Sonrió de pronto recordando a Yoochun —las llaves —Agitó los metales delante de Jaejoong y este las tomó.
—Se las dejaremos al vigilante, no puedo arriesgarme a comer solo si Yoochun decide tomar represalias severas.
—Haces bien en cuidarme —Yunho lo abrazo desde atrás.
—Presuntuoso —mencionó mientras colocaba sus manos encima de las otras.
Ambos continuaron en silencio hasta que emergieron del elevador rumbo a la salida de la empresa.
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Minho entró a su casa soltando protestas en un tono que sonaban a un murmullo, llegando directo al minibar, tomó una botella con agua destapándola casi al instante para beber de ella. Cuando tomó casi la mitad del contenido, respiro hondo volteando solo para sorprenderse al ver a Changmin observándolo desde el sofá.
—Me asustaste —habló poniendo una mano sobre su pecho.
—¿Algo salió mal en tus clases? —Changmin le preguntó observándolo con cuidado.
—Uno de mis maestros adelanto las fechas para la entrega de nuestros proyectos y por si eso fuera poco, otro se reporto enfermo así que nos envió un sinnúmero de tareas.
Minho mostró una apariencia decaída que cambio a una sonrisa cuando Changmin palmeo el lugar libre a un lado suyo, sin aguardar mas, camino hacia él sentándose dejando caer su espalda sobre el respaldo.
—Hoy saliste temprano —habló Minho trazándole círculos en la espalda antes de recargar su cabeza en el hombro del otro.
—Me escabullí porque quería darte una sorpresa.
—Y vaya que me la diste, casi me ahogo con el agua al verte.
—Aun estamos en el mes de nuestro aniversario —Changmin ignoro el comentario alcanzado a apreciar por el rabillo de su ojo el asentimiento por parte de Minho—. Todavía tengo permitido darte un regalo por ese motivo.
—¿Otro más? —Minho cuestionó levantando su cabeza y sentándose completamente recto.
—¿No puedo darte un regalo si se me da la gana? —protestó alzando la voz y frunciendo el ceño consiguiendo que Minho bajara su mirada jugando con sus dedos.
—No es eso —susurró—. Es solo que no me lo esperaba.
Changmin sonrió sujetando la mano de Minho, la mantuvo así unos segundos delineando con dos de sus dedos las rayas de su palma. Después colocó un objeto sobre ella cerrándola en puño apresuradamente y dejándola libre de su agarre. Minho observo con detenimiento su mano, como si aun no procesara las acciones de Changmin, lentamente despego sus dedos quedando a su vista un par de llaves sujetas a una argolla plateada con un pez azul de plástico en el extremo.
—Ahora ya no robaras el mío —Escucho a Changmin dándole una sonrisa que aumento con cada palabra pronunciada.
—¿Es un auto? —Minho alcanzo a preguntar mientras se abalanzaba contra el otro.
—¿Tú qué crees?
La única respuesta coherente que Minho encontró en ese momento fue propagar inagotables besos alrededor del rostro de Changmin, quien no se quejó ni se negó a recibirlos. Sus fervientes muestras de afecto fueron cortadas abruptamente cuando se puso de pie jalando el brazo de su novio y liderando el camino hacia el segundo piso.
—Hey ¿no quieres ver tu coche? —Changmin soltó asombrado por lo rápido que subían las escaleras.
—Primero debo agradecerte apropiadamente por mi obsequio —Después de decir eso, lo que siguió fue la puerta de la recamara principal siendo azotada.
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Durante toda la tarde, Jaejoong había mantenido su mente ocupada con pensamientos acerca de la cena de esa noche. En si solamente comerían, si después simplemente iría a su casa o si harían otra cosa, y si fuera así, que harían. Entonces cada duda desencadenaba otras más. Se preguntaba si debía ir preparado, en caso de que decidieran avanzar a otra etapa en su relación.
La última vez en su casa estaba más que dispuesto a llegar hasta el final pero ahora que contaba con más tiempo para analizar la situación podía ver las diferentes posibilidades, Yunho parecía ser una persona sana, el también lo era pero no estaría de más utilizar protección. Tenía más de un año sin salir con nadie por no decir de llegar más lejos así que probablemente necesitaría de algún producto que le facilitara las cosas. Pero si el llegaba con tales objetos, ¿Yunho lo tomaría como un acto de seducción, aun cuando este no sugiriera nada?. Pero la verdad es que Jaejoong estaba listo además de dispuesto para dar ese paso. Él lo deseaba.
Y ahora que se encontraba sentado junto a Yunho mientras miraban una película. Jaejoong concluyo que el estrés de ese día había sido en vano. Yunho se había comportado como siempre, antes de llegar al departamento habían comprado algo de comida, después de la cena, sugirió de manera casual el ver la televisión. No besos, no roces y ni siquiera miradas provocativas. Tal vez él había creído que Jaejoong quería tomarse todo con calma pero honestamente ¿cuánto más necesitaban?
Jaejoong ya era un adulto, con madurez, con experiencia, ¿y si él lo quería, que lo detenía?. El problema era como se lo haría saber, sin sonar como una exigencia o demasiado sugestivo. Mordió su labio antes de mostrarse decido tocando la rodilla de Yunho.
Sus dientes presionaron más fuerte al paso de cuatro minutos sin obtener alguna reacción. La palma de su mano se desplazo unos centímetros más arriba con sus dedos inquietos moviéndose en forma de caricia. Su movimiento fue interrumpido por la mano de Yunho atrayéndola hacia el espacio del sillón que mantenía a sus cuerpos separados. Con sus dedos ahora entrelazados con los de él, se le hizo imposible no sentirse desanimado.
Cuando el filme termino, Jaejoong observo a Yunho ponerse de pie y estirarse antes de apagar el televisor. Contuvo la respiración esperando la siguiente acción por parte de este.
—Ya es tarde, será mejor que te vayas a casa.
Un suspiro escapo de sus labios al escucharlo haciendo que permaneciera inmóvil en el mismo lugar. Yunho estiró sus manos hacia él pero Jaejoong por primera vez decidió actuar con capricho cruzándose de brazos oponiéndose a marcharse tan pronto.
—Jae, tengo sueño, no es hora de jugar.
—Bien —desistió de su comportamiento al negarse a forzar una situación que no deseaban ambos, no se mostraría ansioso por obtener algo que no se daba por voluntad propia.
De mala gana, Jaejoong se colocó el saco que había dejado sobre el brazo del sofá alisándolo en cuanto lo tuvo puesto y caminando hacia la puerta donde Yunho ya lo esperaba. Sus zapatos estuvieron puestos más rápido de lo que tardo en llegar a ellos así que le dio un suave apretón a la mano de Yunho antes de decirle buenas noches y salir del departamento sin detenerse.
Como era de esperar, Yunho le dio una mirada intrigada que fue recibida por la espalda de Jaejoong alejándose a una velocidad más acelerada de lo común. Asegurándose de traer las llaves, cerró la puerta apresurándose por darle alcance, lográndolo casi cuando las puertas del elevador estaban por cerrarse.
—Hey, hoy realmente llevas prisa —bromeo obteniendo un resoplido al instante, frunciendo el ceño se acercó a Jaejoong pinchando una de sus mejillas con su dedo índice en varias ocasiones—. ¿Enojado?
—No —contestó firmemente quitando la mano sobre su rostro.
—He estado pensando en que podríamos irnos de viaje un fin de semana, que tal si vamos a….
—Estoy ocupado.
—¿No podrías hacerme un hueco en tu agenda? —Volvió a picotearlo.
—No y deja de hacer eso —De nueva cuenta le retiró la mano.
—Siempre me haces todo tan difícil —mencionó alejándose a una distancia prudente entre los dos—. ¿Si te doy algo, prometes no aventarlo contra mi cara?
Yunho se resigno al no recibir respuesta así que mostró su brazo que tenia oculto tras su espalda. La bolsa azul que sujetaba en su mano se balanceo de un lado a otro captando la atención de Jaejoong quien la miró con curiosidad arqueando una de sus cejas.
—Esto es un regalo adelantado de viaje, yo solía tener uno en mi auto así que si quieres yo puedo instalarlo —Le dijo sacando una caja y poniéndola frente a él—-. No sé cómo has podido vivir sin un GPS, para mí era tan esencial como el combustible.
—Tengo un buen sentido de orientación —Jaejoong habló al tiempo que agarraba el paquete entre sus manos—. ¿Y esta marca es buena? —Examinando la caja, olvido su repentina molestia.
—De las mejores, y le compre algo también a tu mamá —Sacó ahora un empaque de cartón con la imagen de un circulo de madera cuyo centro era ocupado por una figura que representaba a una persona y a su alrededor cinco cuchillos clavados, uno entre cada uno de sus miembros corporales—. No son los mejores para un cocinero pero el diseño me atrapo.
—Creo que me servirán más a mí —Le dio una sonrisa maliciosa—. ¿A qué se debe esto? —Señaló ambos objetos.
—Simple generosidad —Yunho volvió a colocar la caja dentro de la bolsa al percibir la mirada afilada de Jaejoong y camino detrás de él cuando el ascensor se abrió—. Está bien, es mi disculpa material —Pasó su brazo libre por encima de los hombros del otro logrando que sus pasos se emparejaran—. Este es el momento en el que obtienes una recompensa costosa por pasar un mal rato al igual que yo me quito un poco de remordimiento de mi conciencia.
—Así que así es como funciona, tú harás algo “malo” y yo obtendré un “premio” por ello. Eres tan esplendido —Tiro sus palabras con sarcasmo.
—Bueno no sé si en un futuro te premiare con algo majestuoso pero… —Termino su propia broma cuando noto que Jaejoong no lo percibió de esa manera—. Aish, no hablaba en serio, no puedo prometer que no hare algo que te moleste porque parece que es lo que hago cada cinco minutos, solo puedo decirte que yo te daré la misma cantidad de oportunidades que tú me des a mí y que intentare no cometer los mismos errores, si quieres un regalo está bien y si no también, eso es solo algo extra que….
—Para tener sueño estas muy parlanchín —Jaejoong corto su discurso—. Solo te aclaro que cada vez el costo debe ser mayor, francamente no creo que tus bolsillos puedan solventar mis gustos.
—Trabajare más duro.
—Mejor comete menos errores —Le sugirió—. Y en cuanto a la instalación, prefiero ir con un profesional, no te ofendas pero me es difícil confiar después de lo de mi cuadro.
—Ok, lo merezco.
—Te veo mañana —Jaejoong se elevo en las puntas de sus pies llegando a la altura de Yunho besando la esquina de sus labios y sin darle el tiempo de reaccionar, le arrebato suavemente la bolsa metiendo su GPS en ella—. Si mañana llegas tarde, te reportare con Yoochun, así que no le des un pretexto más para vengarse.
Después de que el auto de Jaejoong desapareció de su vista, Yunho rascó el lado derecho de su cabeza silbando felizmente mientras caminaba de regreso al elevador.
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Con sus últimos dos días atareados con los detalles finales para el condominio Bongchul, Yunho y Jaejoong no habían sido capaces de encontrar tiempo para verse. Así que ese jueves Yunho le había dicho que lo esperaría en la recepción de la compañía al cuarto para las ocho de esa noche. Jaejoong apagó las luces de su oficina antes de cerrar la puerta y verificar la hora en la pantalla de su celular. Durante su camino hacia la entrada principal, se preguntó la clase de planes que Yunho tendría para esa noche, sinceramente se sentía tan cansado que solo tenía ganas de llegar a su casa y recostarse, pero no iba a manifestarle sus deseos porque él mismo deseaba que pasaran más tiempo juntos.
Cuando llego al primer piso encontró a Yunho sentado en una de las sillas con sus manos detrás de su nuca apoyadas en la pared. Una sonrisa fue lo primero que salió de sus labios antes de murmurar ‘hola’. Yunho le contestó de la misma forma tomando su mano y saliendo del lugar bajando los escalones y deteniéndose junto a una motocicleta estacionada ahí.
—Me la presto uno de los chicos de la construcción —Yunho le dijo sacando un casco de entre uno de los arbustos no muy lejos de ellos—. Tal vez me compre una, hoy me salvo de quedar atascado en un embotellamiento —Subió en ella asegurándose de dejar espacio para otra persona—. Sube, te llevare a casa.
—No gracias.
—Vamos, llegaremos más rápido —Palmeo el cuero del asiento.
Jaejoong estuvo a punto de reafirmar su respuesta anterior cuando un deseo reprimido lo invadió, desde siempre se imagino como seria viajar en moto, agregándole que la imagen suya sujetándose a Yunho parecía demasiado tentadora.
—Pero, si me voy contigo en esto, no tendré con que venir mañana al trabajo.
—Tengo que regresársela así que puedo pasar por ti, vamos al condominio juntos y así aprovechas para checar las instalaciones.
—Está bien.
—Genial, ahora sube.
Los ojos de Jaejoong brillaron cuando se acomodo detrás del hombre colocándose el casco que Yunho le ofreció el cual también le ayudo a ajustar en su cabeza.
—¿Y el tuyo? —Jaejoong le preguntó cuando escucho el ruido del motor, ampliando sus ojos al ver a Yunho con un casco blanco, el que utilizaba para trabajar—. Debes estar bromeando.
—El dueño no tenía otro, de cualquier forma manejaré despacio y dado que tomare una ruta especial estoy seguro que no nos toparemos con ningún oficial.
—Sabes que, estoy reconsiderando la idea —El cuerpo de Jaejoong se ladeo hacia la banqueta con la intención de bajarse pero le fue imposible cuando Yunho arranco.
—Agárrate bien —mencionó al acelerar.
—¡Yunho!
Jaejoong cerró los ojos aferrando sus manos fuertemente a la cintura del hombre que conducía por las calles, casi al límite de la velocidad permitida.
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Yunho se deshizo de sus zapatos buscando a ciegas el interruptor de la luz. En cuanto su departamento estuvo iluminado, se hizo a un lado abriendo más la puerta para que un exasperado Jaejoong pudiera entrar.
—¿Por qué siempre cedo a algo que desde un principio no me parece buena idea e inevitablemente resulta mal? —Se quejó retirándose sus zapatos nuevos prácticamente arruinados.
—Pero no es mi culpa que la naturaleza decidiera bañar las calles de Seúl precisamente hoy —Yunho habló bajamente.
Lo cierto era que ambos habían notado el cielo nublado en su totalidad, pero dado que de esa manera venia estando en los últimos días, ninguno le tomó importancia. Llevaban menos de medio camino recorrido cuando parte de la ciudad se alumbro y un minuto después el sonido de un relámpago llego a sus oídos, supieron que esa noche no solamente se trataría de una falsa alarma de lluvia, no pasaron ni cinco minutos cuando comenzó a caer una llovizna que rápidamente se convirtió en una tupida tormenta. En ese momento Yunho comprendió que sería una mala idea continuar por más tiempo bajo ese clima. Así que dio la vuelta dirigiéndose a su departamento considerándolo más cercano desde ese punto. Y ahora, los dos vestían pesadas ropas empapadas.
—Ven, te prestare ropa —Yunho le indicó antes de subir por las escaleras. Dentro de su habitación, abrió la puerta del baño y encendió la luz caminando después hacia su closet—. Puedes cambiarte aquí, buscare algo para que te pongas y lo dejaré en la cama.
Jaejoong obedeció más por su incomodidad que por aprobación. Quedando completamente desnudo dentro del baño la regadera lucio tan atrayente para sus ojos que aprovecho para darse una rápida ducha, una vez que termino, salió con nada más que una toalla alrededor de su cintura asomando su cabeza para comprobar que la recamara se encontrara vacía. Al hallarse solo, camino hacia la camisa y pantalón doblado encima del edredón gris.
La calidez de la tela le brindo un poco de confort, froto su cabello con la misma toalla que había tomado antes y después se peino frente al espejo del baño. Sintiéndose mejor, bajo las escaleras con el bonche de ropas mojadas sobre sus brazos.
—¿Tienes una bolsa en la que pueda poner esto? —Le preguntó a Yunho quien lo veía de pie cerca del comedor.
—Puedo lavarla, ahora ya se utilizar la lavadora.
—No es necesario.
—Prepare té ¿quieres un poco? —ofreció a cambio.
—Ya me voy, pediré un taxi pero antes ¿me prestas un par de zapatos?
—Aun llueve, tardaras siglos en conseguir uno.
—No lo creo, conozco un sitio donde….
—No es tan tarde, solo te pido que tomes algo conmigo.
Yunho habló caminando hacia la cocina donde colocó dos tazas sobre la encimera y fue por el recipiente con agua caliente. Jaejoong lo siguió en silencio observando cada uno de sus movimientos perdiéndose en la playera azul sin mangas que traía puesta, la cual le permitía recorrer con su vista el contorno de los músculos de sus brazos.
—Solo hace falta que le agregues azúcar —Jaejoong escucho saliendo de su ensueño cuando Yunho tomó un banco y lo acercó para sentarse en el.
—Prefiero miel.
—Oh, creo que vi un frasco en la alacena —mencionó abandonando su taza para ir a buscar en los estantes uniéndosele Jaejoong unos segundos después.
—¿Será ese?
—¿Cuál?
Yunho preguntó girando su cabeza hacia el otro para captar el objeto al que se refería pero lo único que consiguió fue que sus labios rozaran la nariz de Jaejoong. Ambos permanecieron estáticos al encontrarse sus ojos, después de vacilar por unos instantes, Yunho inclino su cabeza atrapando el labio inferior de Jaejoong quien puso sus manos sobre el otro par de hombros.
Conforme el beso se fue intensificando, Yunho empujo a Jaejoong al mueble contiguo donde lo presiono con su cuerpo desacoplando su boca para situar sus labios sobre el otro cuello logrando que Jaejoong echara su cabeza hacia atrás dándole más lugar para explorar.
Un jadeo fue lo que le hizo ver a Yunho que estaba haciendo algo bien así que se alentó a sí mismo para avanzar más. Con su mano derecha levanto el muslo izquierdo de Jaejoong colocándolo en su propia cadera lo cual le dio a Kim el mensaje de contribuir en el avance.
Jaejoong entrecruzo sus brazos detrás del cuello de Yunho antes de impulsar hacia arriba a su otra pierna recibiendo ayuda inmediata de la mano libre del otro hombre. Una vez asegurado en el agarre, noto como salían de la cocina pasando por el comedor y aproximándose a las escaleras.
Yunho dejo el cuello para fijar su vista en los escalones que ahora subía con sumo cuidado, suspiro al sentir suaves mordidas repartidas a lo largo de su mandíbula mientras que su nuca era ligeramente acariciada por un par de dedos. Pisando el último escalón, afianzo los muslos de Jaejoong después de comenzar a besar sus labios sin cerrar los ojos para observar aunque fuera un poco del camino. Llegando a su cama, subió en ella desplazándose arrodillado aun con Jaejoong a cuestas, una vez que dio con las almohadas lo colocó delicadamente sobre el colchón apoyándose en sus manos sin romper el beso.
Jaejoong bajo sus brazos del cuello para que las palmas de sus manos frías se filtraran bajo la delgada playera de Yunho proporcionándole vibraciones que lo recorrían desde el abdomen hasta su espalda. Apretó más sus ojos cerrados cuando Yunho descendió dejando con sus labios un rastro tibio en su barbilla, trazándole el cuello con la punta de su lengua y besándole intensamente la manzana de Adán para luego instalarse finalmente a un costado sin detener sus movimientos. Su transpiración aumento al darse cuenta de que una mano se deslizaba hacia el sur deteniéndose en el borde de su pants.
Con una facilidad increíble, los dedos de Yunho esquivaron el resorte de la prenda por lo que en un santiamén estaban tocando la piel tersa sin mostrar asombro al descubrir que Jaejoong no portaba ropa interior. Él mismo era el culpable de ello por no proporcionársela al pensar que tal vez se sentiría incomodo en usarla sabiendo que era de alguien más.
Cuando dio con su objetivo, lo rodeo con su mano aflojando su puño para circularlo lentamente de arriba abajo. Al ver a Jaejoong estremecerse debajo de él, sonrío decidiendo retirar su mano justo cuando percibió dedos temblorosos en la parte trasera de su pantalón. Sostenido por sus brazos, los estiró de tal forma que se le facilito el ver al otro hombre, la visión de un rostro sonrojado y labios entreabiertos le hicieron inevitable el volver a cubrirlos con los suyos.
Sometiéndose al mando exigente de Yunho en el beso, Jaejoong prefirió ocuparse de la molesta mezclilla que lo separaba del verdadero contacto que él anhelaba, con ambas manos sobre la pretina del jean fue sencillo desabrochar el botón y bajar el cierre de la cremallera. Dispuesto a no detenerse hasta eliminar toda la tela indeseable, jaló hacia abajo el pantalón trayendo consigo el boxer pero de pronto una de sus manos fue retirada por Yunho quien se levanto sobre sus rodillas para quitarse su playera y después ayudarlo a sentarse prescindiendo en un ágil movimiento también de la suya.
Teniendo a Jaejoong con el torso desnudo, lo insto a que se recostara de nuevo volviéndose encima de él. Con una de sus manos acaricio el costado de su cuerpo y con la otra los pectorales y estomago, remarcando con las yemas de sus dedos cada línea que encontraba. Jaejoong a cambio le obsequio besos en su clavícula y hombros mientras sus manos retomaron la tarea que antes se vieron forzadas a abandonar, esta vez sin esquivas se deshizo del pantalón y utilizo sus pies para resbalarlo más allá de sus tobillos. El elástico de su ropa interior se atasco por el evidente obstáculo en medio de sus piernas por lo que Jaejoong con amplia habilidad lo libero y sus dedos comenzaron prodigiosamente a trabajar en este.
El pulso de Yunho se acelero en cuanto sintió los roces sobre de si, forzándose a despegar su boca para tomar aire. Con determinación, una vez más detuvo la audacia de Jaejoong para hacerse a un lado terminando de remover las ropas atoradas en sus pies y arrojándolas contra el piso de la habitación. Su mente le indicó el siguiente paso, así que abrió el cajón del pequeño mueble pegado a la cama sacando de este una botella de plástico y aprovecho su posición actual para despojar a Jaejoong del pantalón que aun vestía antes de volver a colocarse entre sus piernas.
Observo como vertió un poco del contenido del envase en sus dedos y lo siguiente que Yunho le hizo sentir fue el tener a uno de estos moviéndose en su interior como si buscara algo en él. Jaejoong sabía que esto era preciso para ahorrarse dolor innecesario pero su impaciencia crecía con cada palmo de su piel que era tocado, por esto lo sujeto de la cintura y le murmuró que se diera prisa mientras su cuerpo se tensaba y relajaba al estar siendo preparado.
Considerándose listos, se unieron pausadamente compartiendo casi una misma respiración cuando sus alientos golpeaban el rostro del otro. Jaejoong adapto su cuerpo al de Yunho sintiéndose plenamente lleno, soltando un ligero suspiro antes de atraerlo por la espalda para que quedara casi adherido a él, porque así lo necesitaba, ansiaba sentirse uno con él.
Sus rodillas se flexionaron para plantar sus pies sobre las pantorrillas del hombre que lo cubría, provocando que sus dedos se clavaran en estas cada vez que Yunho acertaba en el lugar adecuado. Su nariz choco en uno de los hombros cuando quiso besar la piel frente a él, todos los pedazos a su alcance fueron humedecidos por sus labios y lengua antes de que Yunho levantara su mentón demandando su boca. No duraría, seguramente no lo haría, si este hombre seguía tratándolo de esa manera, Jaejoong se dijo a sí mismo.
Como un torbellino, las emociones recorrían a Yunho desde la parte superior de su cuerpo hasta el extremo contrario. Esta era la experiencia más maravillosa por la que había pasado en toda su vida. Era como si miles de burbujas eléctricas acumuladas en cada uno de los poros de su piel, se avivaran cuando Jaejoong lo estrujaba en sus brazos.
En un momento sus manos se entrelazaron, enganchándose con más ímpetu a la otra con cada vaivén en el que sus cuerpos se reunían buscando la máxima fricción que pudieran conseguir.
Con el desenlace cada vez más cerca, Yunho pego su frente a la de Jaejoong mirándolo solo un segundo directamente a sus ojos para después ocultar su cabeza en el cuello de él oprimiéndolo con sus labios al acelerar sus movimientos estando casi al borde del clímax.
Una mano de Jaejoong se inmiscuyo entre los dos cuerpos para auto-proporcionarse un extra de atención que no duro más que un par de minutos en hacerle alcanzar la cima de su satisfacción. Con sus sentidos bloqueados, fue casi imperceptible la rigidez de Yunho al llegar a la culminación de su propia realización. Solo pudo estar seguro de ello cuando su cuerpo fue casi sofocado por el peso del hombre encima de él. Inhalo calmadamente cerrando sus ojos llevando sus manos a los cabellos húmedos del otro y creo con ellos extrañas figuras puntiagudas.
Yunho dio un último beso sobre el cuello de Jaejoong antes de rodarse hacia un lado quedando recostado sobre su espalda. Estiro su mano hasta encontrar la del otro para sujetar sus dedos y luego enlazarlos con los suyos mientras se regulaban las palpitaciones de su corazón que casi podía asegurar que coincidían con el ritmo de la lluvia que caía en el exterior.
Desde la perspectiva de Jaejoong, todo había resultado diferente a como considero que las cosas se darían entre ellos, pero había sido tan espontaneo que simplemente dejo que la situación fluyera por sí sola. Lo único que le quedaba claro sin ninguna duda, es que este era el mejor acto de amor que hubiera compartido nunca.
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El sonido de un objeto estrellándose contra el suelo logro despertar a Yunho alarmándolo por lo estruendoso que se escucho para sus oídos. Rápidamente encendió una de las luces pegadas en la cabecera de su cama revelándose ante a sus ojos el perfil del cuerpo de Jaejoong recogiendo un objeto mientras murmuraba algo.
—¿Planeabas irte sin despedirte? —Le preguntó al verlo por completo vestido.
—No —Jaejoong contestó mordiendo luego su labio mientras examinaba el despertador en sus manos—. Cuando estuviera listo, te iba a decir.
—Eso —Yunho se sentó señalando hacia el reloj que analizaba —es una reliquia familiar.
Jaejoong solo pudo engrandecer sus ojos al escucharlo, lanzándole una mirada de muerte un segundo después cuando lo oyó reír.
—Es broma —Le dijo.
—De todos modos te comprare otro —Resopló dejando el artefacto con el cristal roto, encima del buró.
Sin oportunidad de esquivar la mano de Yunho que se apodero de su muñeca, Jaejoong perdió el equilibrio cayendo encima del hombre en la cama y deslizándose hasta quedar de espalda contra el colchón con sus piernas sobre el regazo del otro.
—No te vayas —Le rogo.
—Me tengo que ir, es casi media noche y mi mamá….
—Llámale y dile que pasaras la noche conmigo —Yunho sugirió infantilmente.
—¿Estás loco? Mi mamá podrá ser todo lo moderna que tú quieras pero eso es demasiado para mí.
—Entonces dile que te quedaras con Junsu.
—Le parecerá sospechoso y no lo creerá.
—Tal vez no quedara conforme pero aceptara tu excusa.
—No, será mejor que me vaya —Jaejoong hizo el intento de levantarse pero una pierna de Yunho encerró las suyas.
—Bien, en ese caso yo le llamare para pedirle permiso, estoy seguro no me lo negara, soy su yerno favorito —Sonrió mientras tomaba el teléfono inalámbrico a un lado suyo.
—Ni lo intentes —Jaejoong dijo al conseguir arrebatarle el teléfono.
—Hazlo tú entonces, pero de ninguna forma dejaré que salgas de aquí —Torció su cuerpo dejándose caer sobre las palmas de sus manos logrando que el otro quedara atrapado entre sus brazos.
—Estas planeando mantenerme como tu prisionero —Jaejoong susurro recorriéndole con uno de sus dedos el tabique de la nariz.
—No lo había pensado, pero ahora que lo mencionaste suena bastante tentador —Yunho pronuncio con voz un poco más gruesa de lo normal.
Jaejoong sonrió de medio lado mientras se arrastraba por medio de sus pies hasta salir del control del hombre, con el espacio suficiente logro rodar fuera de la cama, evitando el reproche que estaba a punto de recibir por parte de Yunho.
—Voy a ir por mi celular —habló de forma concreta antes de salir de la habitación.
Yunho se levanto velozmente trayendo consigo una de las sabanas para envolverse en ella desde los hombros y manteniéndola cerrada con sus manos.
—Te acompaño —dijo llegando hasta donde Jaejoong se encontraba y sin darle tiempo de objetar, zigzagueo sus brazos con todo y sabana alrededor de su cintura permitiendo que la amplia tela cubriera a ambos y así poder mantener el agradable contacto entre ellos, deseando que la mágica noche se prolongara todo el tiempo posible.

3 comentarios:

  1. uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuy hasta que se les izo pasar la noche juntos a ese par de tortolitos que bello es el amor y mas cuando es de ellos dos juntos los AMO con locura

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  2. Bueno espero que ahora si permanezcan juntos y no se vuelvan a ocultar cosas que dañen la relación.

    Gracias!!!

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  3. Ay!!! Jae no aguantas nada...pasiencia de Santo la del pobre de Yunho...me acuerdo que la primera vez que leí este cap...me ataque de risa porque juraba que el auto si era para Yunho...jajaj

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