Enredos de amor: Capítulo 19

Encuentros inesperados

¿Y a que se debe esta reunión tan repentina? —Mihwa preguntó con una taza de café en su mano.
—Bueno es una pre-celebración por la propuesta de Junsu —contestó Yehee estrechando a su hijo en sus brazos.

—Todavía no se elige a un ganador así que es mejor no dar por hecho mi victoria —Junsu sutilmente se soltó del abrazo.
—Por supuesto que ganaras, nadie tiene duda de eso ¿no es así? —Su madre dirigió su vista a cada uno de ellos quienes negaron mientras sonreían.
—Junsu ¿y Yunho? —Yoochun le preguntó a su amigo.
—Oh, tuvo un compromiso.
—¿Por qué no vino Jaejoong, tía? —Park ahora preguntó hacia la mujer.
—Es que salió con un amigo —contestó sonriendo.
La corta respuesta trajo un leve nerviosismo en Junsu, una mirada de duda en Yoochun y unos ojos entrecerrados por parte de la señora Yehee, quien temía que su sobrino y Yunho estuvieran en ese momento juntos.
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Con un cielo parcialmente nublado el clima era sumamente fresco que comer en una de las tantas mesas a las afueras de un pequeño establecimiento en aquella plaza comercial, era una de las mejores opciones que Minho y Changmin tuvieron para esa tarde del sábado, el salir sin un plan de por medio les dejo muy pocas ideas e incluso ganas de buscar algún lugar mejor en el que estar.
Picoteando la fruta que tenía en su plato, Changmin miraba uno de los volantes que un chico le había entregado, el anuncio de un spa junto con sus promociones en esa ocasión no le llamo mucho la atención, bostezando hizo el papel a un lado y comió un pedazo de sandia.
En tanto, Minho bebía de su jugo mientras miraba a su alrededor, el tal vez hubiera sido mejor quedarse a hacer tarea en lugar de salir, paso por su mente antes de que sus ojos se fijaran en la figura de un hombre que caminaba no muy lejos de ellos.
—Min, ese de ahí —Señaló disimuladamente con su dedo pulgar—. ¿Es quien creo que es?
—¿Eh?... rayos —Apresuradamente saco su cartera para arrojar algo de dinero sobre la mesa—. Vámonos.
Avanzando a pasos veloces ambos se movieron por el pasillo pero el camino de Changmin se vio interrumpido cuando frente a él se encontró con quien estaba huyendo.
—Oh, Jaejoong-ssi —Fue lo único que salió de su boca.
—Hola —Saludo dando una pequeña inclinación—. Que coincidencia encontrarnos aquí.
—Si verdad —Sonrió tímidamente volteando hacia su derecha hacia donde suponía estaba Minho pero por el contrario nadie había ahí—. ¿Dónde?...
—¿Eh? —Jaejoong arqueó sus cejas con desconcierto.
—Nada, me preguntaba donde venderán productos electrónicos.
—Ah, en la segunda planta.
—Oh —Sonrió nuevamente moviendo su pie derecho al sentirse incomodo—. Y…
—Perdón —Jaejoong saco el celular de su bolsillo contestando de inmediato—. ...si…en la entrada este… pero… está bien —Deposito el aparato de nuevo en su pantalón mirando directo a la cara de Changmin—. Me tengo que ir.
—Entiendo, gusto en saludarte —Le dio una reverencia.
—Igualmente —contestó el gesto para después girar su cuerpo hacia el lado contrario y comenzar a alejarse.
Shim busco en los alrededores por alguna señal de su novio, maldiciendo el que lo haya dejado morir solo, marco en su teléfono esperando que rápido le contestara para decirle un par de cosas.
Instantes antes….
Yunho entró en la plaza al abrirse las puertas mecánicas, a través de sus lentes oscuros observo los concurridos locales de ropa y zapatos, zigzagueando entre la gente reconoció a Jaejoong caminando a no mucha distancia de él, incremento la velocidad por temor de que este se perdiera de su vista, a unos cuantos pasos los rostros de Changmin y Minho estuvieron a su alcance, agrando los ojos cuando se dio cuenta que caminaban hacia la misma dirección y en cualquier momento estarían frente a frente, por suerte parecía que Choi se dio cuenta decidiendo cambiar su rumbo precipitadamente, una alta maceta fue donde permaneció oculto a la expectativa del otro par.
Llegando directo con él, Yunho palmeo su hombro haciendo que este brincara un poco por la sorpresa.
—Hyung —Yunho colocó uno de sus dedos sobre sus labios antes de tomar su celular presionando un botón para después colocarlo sobre su oído.
—Hey Jae, ¿ya llegaste?... ¿dónde estás?... oh yo estoy en la oeste, será más fácil si nos vemos aquí… no conozco mucho este lugar, podría perderme y tomarnos horas encontrarnos… ok —Termino la llamada sin despegar su vista de él y su hermano, en cuanto los vio separarse volteó con Minho—. Luego nos vemos —Se fue casi corriendo hacia el lado extremo del centro.
—¡Changmin! —Con su teléfono vibrando en su mano, Choi se acercó a él—. ¿No me vio cierto?
—Eso creo —contestó con voz tensa—. ¿Te llevo a casa o qué?
—¿Ya? ¿Tan pronto? Vamos a otra parte, todavía es muy temprano —Afianzándose fuertemente de su brazo lo jaló hacia la salida.
Bufando por lo bajo, Changmin camino cansadamente, a veces detestaba su falta de carácter en cuanto a Minho se trataba.
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—Gracias por rescatarme de ese lugar —Junsu habló sonriendo hacia Yoochun.
—Lo dices como si no se tratara de tu familia.
—Mi familia muchas veces puede ser terrorífica, sobre todo mi madre y mi tía.
—Yo en realidad las encuentro encantadoras.
Luego de que la madre de Jaejoong dijera que este había salido con un amigo, la madre de Junsu comenzó a realizar un tipo de interrogatorio sobre ella, el objetivo principal era conocer el nombre del sujeto, de pronto el tema se había tergiversado de tal forma que ambas empezaron a competir sobre sus hijos, quien era el más inteligente o el más astuto pasaron a segundo término en cuanto abordaron los atributos físicos, Junsu pensó en la suerte que Jaejoong tenía al no estar presente y así poder ahorrarse el bochorno de escuchar como su propia madre lo describía tan explícitamente, suerte con la que obviamente no contaba él mismo. Afortunadamente Yoochun interrumpió la tan amena conversación justo en el momento cuando el tono de voz estaba en un alarmante aumento.
—Ayer dijiste que querías hablar conmigo.
—Oh… eso, yo quiero hablar de Yunho, él y….
—Junsu —Yoochun se colocó frente al otro con una expresión seria—. Francamente ese hombre no es de mi agrado así que preferiría tener cualquier otro tema de conversación.
—Pero… necesito.
—Abrieron una nueva tienda de discos cerca de aquí ¿vamos a verla? —Jaló su mano para que lo siguiera.
—Yoochun-ah —Lo miró con una expresión de suplica pero esta decayó al ver la de Yoochun, soltando un suspiro antes de bajar los hombros continuo—. Bien pero deberás comprarme algo.
—Lo prometo —Sus ojos se convirtieron en dos medias lunas al sonreír y sus pasos fueron retomados liderando el camino hacia el lugar.
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Jaejoong tomó de su refresco de naranja para ayudar a su garganta seca a pasar el puño de palomitas que sentía atorado en ella, nunca antes el ver una película había causado que su cuerpo sudara frio, ni siquiera las de terror, pero recientemente había experimentado ese tipo de sensación y no solo en el cine sino en cualquier lugar donde se encontrara a lado de Yunho, un nerviosismo que le hacía querer alejarse de él pero también permanecer siempre así.
La amplitud de la pantalla frente a él, parecía ser no suficiente para cubrir todos los ángulos que sus ojos podían observar puesto que en varias ocasiones su atención se desvió al hombre junto a él, algunas veces solo era una simple mirada fugaz hacia su perfil pero muchas otras fue una exanimación minuciosa hacia sus ojos, mentón y labios, con los cuales se llego a preguntar por qué su madre no los había incluido en su descripción de buenos atributos, cuando desde su punto de vista eran tan besables, un leve calor también baño su rostro con cada uno de estos pensamientos.
Al terminar la película las luces de la sala se encendieron y todos se pusieron de pie para dirigirse fuera de esta, Yunho como venía haciendo en todas sus salidas, sujeto la mano de Jaejoong entrelazando sus dedos. Al principio para Kim fue una acción a la que opuso resistencia pero después simplemente la dejo pasar, era difícil para una persona independiente como él, empezar a ceder un poco de su libertad a alguien más.
—¿Tienes hambre?
—No mucha ¿y tú?
—Tampoco —Yunho se detuvo frente a una de las neverías de la plaza—. ¿Quieres un helado?
—¿Siempre comes uno después del cine?
—Solía hacerlo cuando era niño, supongo que se hizo una costumbre para mí —Lo arrastro dentro del establecimiento—. ¿De qué lo quieres?
Jaejoong observo las hileras de sabores a través del vidrio del exhibidor, mordiendo uno de sus dedos recorrió con su vista los anuncios pegados en la parte superior, mostrándose indeciso volteó a ver a Yunho quien ya había pedido el suyo.
—¿Aun no eliges? —Sonrió cuando Jaejoong negó con su cabeza—. Bien entonces yo escogeré por ti, veamos….
Exactamente no supo por qué, pero bajo la cabeza sonrojado cuando Yunho después de pedir le guiño un ojo, alzo su vista de nuevo al recibir el pequeño envase de unicel encontrando las sonrisas de las empleadas que no hicieron más que intimidarlo aun más. La cercanía y cuidado que sentía por parte de él, era algo a lo que podía acostumbrase muy fácilmente y eso estaba siendo cada vez mas peligrosamente necesario.
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Los estantes con las filas de discos acomodados de acuerdo al género inundaban el lugar, entre los instrumentos colocados en una de las paredes frontales y los afiches de los nuevos productos, Yoochun y Junsu se encontraban en uno de los módulos donde podían escuchar algunos de los cd’s de los artistas más populares, cada uno con audífonos puestos se entretenía cambiando o escuchando las canciones.
Yoochun había escogido un grupo de rock pesado pero solo encontró dos canciones interesantes, siempre había optado por los beats altos pero esta vez sus oídos se rehusaron a seguir con el sonido avasallador de las guitarras eléctricas y mezclas sintéticas, dejando los auriculares a un lado, camino a donde Junsu se hallaba sumamente perdido por la música que oía.
Al principio Junsu no tenía muchos ánimos de estar ahí, porque él simplemente sentía una pesadez en su conciencia que no lo dejaba distraerse y disfrutar de lo que tenía a su alrededor. Había pasado parte de la madrugada y casi toda la mañana pensando la mejor forma para confesarse a Yoochun, nunca encontró una que le hiciera sentir seguro pero decidido a que ese mismo día le contaría todo, se prometió así mismo armarse de valor en cualquier oportunidad que tuviera para hablar con él. Contando la que acaba de tener hace no más de veinte minutos, llevaba tres, en las cuales las palabras nunca encontraron la voz necesitada para ser escuchadas. Fijando sus ojos en las cajas de discos que tenía en sus manos y con la música que percibían sus oídos, se sumergió en un estado que le permitió por unos instantes dejarse llevar por el ritmo y poner su mente en blanco.
Estando frente al otro, solo por diversión, Yoochun paso una de sus manos frente al rostro de él y tal cual lo espero no recibió respuesta, porque conociendo las expresiones de su amigo, este estaba perdido en sus pensamientos por lo que no se daba cuenta de lo que lo rodeaba. Sonriendo clavo su vista en las facciones de Junsu, primero fueron sus parpados, luego sus pestañas, bajando por su nariz llego hasta su boca y de a poco sin darse cuenta la curva en la propia comenzó a desvanecerse.
Nunca en toda su vida se había puesto a analizar meticulosamente la fisonomía de alguien, era cierto que se fijaba en los rasgos de las personas pero solo a simple vista porque sus ojos eran como los de un depredador que al instante podían detectar la belleza, por lo que jamás empleaba más de un minuto en examinar y mucho menos perdía su tiempo en notar cuan lindo es ver a Junsu hacer un pequeño puchero o lo sexy que le parece la manera en que humedece sus labios.
La letra de la suave balada que en ese momento sonaba se asimilaba tanto a su propia historia, el amor oculto hacia el mejor amigo y el temor de que la amistad terminara a causa de este, que Junsu tuvo que soltar un ligero resoplido por el tenue dolor en su pecho. Cerrando momentáneamente sus ojos comenzó a imaginarse que su situación era distinta y que esa canción que escuchaba en nada encajaba con él.
Una suave calidez cubrió sus labios haciendo que de inmediato sus ojos se abrieran y su cuerpo se tambaleara hacia atrás, pero antes de tocar el firme plástico del módulo fue retenido por un brazo en su cintura y una gentil mano se poso en su mejilla. La idea de que Yoochun lo estuviera besando llego como un rayo a su cerebro sin embargo parecía que sus reflejos eran aun más rápidos porque para cuando se dio cuenta ya estaba correspondiendo el beso e incluso su mano derecha sujetaba la nuca del otro impidiendo que el contacto se perdiera.
La conciencia distraída de Yoochun le hizo reaccionar cuando el simple roce de su lengua con la ajena le hizo sentir un ligero toque como el de una pequeña descarga eléctrica. Bajando ambos brazos a sus costados retrocedió tres pasos, la mirada perdida de Junsu lo trajo de vuelta a la realidad.
—Yo… perdón… no quise… me tengo que ir —Dio media vuelta sobre sus pies caminando lo más rápido que pudo fuera de ahí.
Junsu mostró una sonrisa resignada al regresar a su lugar correspondiente a los cd’s que aun cargaba en una de sus manos, agradeciendo mentalmente que la gente en el establecimientos estuvieran tan ensimismadas en lo que hacían que no se percataron de lo ocurrido. Con la tristeza reflejada en su cara abandono el sitio.
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Un acuario era el lugar que ahora mismo Minho y Changmin recorrían, la insistencia del menor por entrar fue un tanto fastidiosa, porque sencillamente Shim no le encontraba nada de diversión al ver a peces nadar de un lado para otro dentro de una caja de vidrio, pero en cambio Choi siempre había tendido la tentación de tener una mascota.
Desde que se mudaron juntos, Minho quiso conseguirse un perro, pero Changmin se negó puesto que un animal implicaba cuidados y atenciones que él se negó a dar y que dudaba que el otro fuera a hacerlo, al menos tal cual se debía. Entonces la segunda opción fue un gato, pero también fue rechazada, lo mismo pasó con las aves, hámster, iguana e incluso hurón que Minho propuso, ahora los peces eran el capricho del momento. Y es que a veces él podía comportarse tan terco como un niño.
—Podemos comprar una pecera como esta —Señaló hacia la que tenían enfrente—. Estoy seguro de que en el recibidor se verá bien.
—No lo sé, ya ni siquiera recuerdo como luce el recibidor.
—¿Crees que Yunho hyung este saliendo en serio con Jaejoong-ssi? —Captando la indirecta, Minho supuso que era mejor cambiar el tema para evitar tensiones.
—No lo sé, pero si así fuera no lo culparía —Atrayendo la mirada del otro sonrió de lado—. Jaejoong siempre me ha parecido lindo.
—¡Yah! ¿Por qué dices eso? ¡Él es algo así como el novio de tu hermano! ¿No te das cuenta?
—Pero no dije nada malo.
Salió del comercio frunciendo el ceño provocado que Changmin desplegara una sonrisa triunfal al conseguir que el asunto de la compra de los dichosos peces saliera de su mente. El cambio de enfoques siempre había sido la manera más fácil para Shim de salirse con la suya.
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La semana de Yoochun estaba siendo más ajetreada de lo habitual, con su carga normal de trabajo más los constantes y extraños acercamientos entre Yunho y Jaejoong. Tan solo hace un día cuando caminaba rumbo a la copiadora, en uno de los pasillos se los había encontrado murmurando y el que Jaejoong se alejara con su rostro sonrojado no había despejado en nada sus sospechas, las cuales se negaba a creer.
Por otra parte también estaba que por todos los medios había tratando de evitar a Junsu, siempre manteniéndose dentro de su oficina evitando asomar su nariz fuera de ella lo menos posible y pidiéndole a su secretaria que no recibiera a nadie a no ser que tuviera cita.
El no sentirse preparado para enfrentarlo le causaba estragos en su concentración, en ocasiones perdía tanto tiempo en su oficina que tenía que llevarse parte de su trabajo a casa, algo que rara vez había hecho durante todo su tiempo en la compañía.
Una sensación de miedo lo acompañaba en cada momento en que decidía hablar con él, por lo que en el último instante se acobardaba y simplemente se distraía con otra cosa. Porque claro, ni idea tenia de lo correcto por decir para justificarse o si en realidad quería justificarse del todo.
Era verdad que había actuado de forma premeditada pero solo sintió el impulso de hacerlo y eso fue algo que no pudo evitar. El mantenerse detrás de la raya observando a Junsu en una relación siendo solo su amigo le estaba resultando insuficiente, y tal vez en verdad lo era.
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—¿Cenamos juntos? —Con dos largas zancadas, Yunho alcanzo a Jaejoong antes de salir de la empresa.
—¿Otra vez? Le prometí a mi mamá que cenaría con ella.
—Perfecto, extraño la comida de tu madre.
—Tss, ¿Quién dijo que podías auto-invitarte a mi casa? —Jaejoong arqueó una ceja sonriendo de medio lado.
—Vamos, no tienes porque disimular que amas tenerme cerca —Golpeo suavemente su brazo con el puño a manera de broma—. Solo estoy haciéndote las cosas más fáciles.
—Eres la personificación de la arrogancia en persona —Rodó sus ojos caminando hacia fuera—. No sé qué fue lo que preparo mi mamá.
—No importa, yo puedo comer lo que sea, no soy remilgoso.
—No lo dudo —Bajando despacio los escalones saco su celular del pantalón—. Tendré que avisarle que vamos para allá….
—¡Hyung! —Minho llego casi corriendo hasta ellos—. Hola —Saludo a ambos para después ponerse a un lado de Yunho.
—¿Qué haces aquí Minho?
—Vine por ti para irnos juntos, ¿recuerdas que prometiste ayudarme con mi tarea?
—¿Tiene que ser hoy? —Yunho paso su mano entre su cabello.
—¿Por qué? ¿Estás ocupado? —Agacho la cabeza rascando su nuca—. No te preocupes hyung, ya tengo casi todo terminado solo quería que lo revisaras pero puedo entregarlo así —Mostró una sonrisa decaída.
—Bueno supongo que podremos dejarlo para otro día ¿verdad Jaejoong? —Metió ambas manos a los bolsillos de su pantalón.
—¿Eh?, si —Jaejoong reafirmo su respuesta con un gesto.
—Entonces nos vemos mañana —Pasándolo de lado, Yunho oprimió su antebrazo tenuemente.
—Adiós Jaejoong-ssi —Minho agitó su mano despidiéndose—. Hyung, vámonos en taxi, podemos pasar a comprar algo para comer tú sabes cómo es….
Jaejoong permaneció de pie observando como Yunho y Minho caminaban a lo largo de la banqueta, apretando el celular en su mano se dirigió al estacionamiento por su auto.
Siempre se considero una persona calmada e incapaz de mostrarse posesiva hacia alguien, pero lo cierto era que con Yunho simplemente no podía serlo, se estaba convirtiendo en un hombre celoso y como tal prefería mantener las moscas lejos de su pastel, por lo que si las intensiones de llevar una relación formal con él eran ciertas, entonces debían aclaran un par de cosas antes de continuar. Con eso en sus pensamientos, condujo hasta su casa con su estado de ánimo menguado.
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Después de una cena breve, Yunho llevo a Minho a su habitación para trabajar sobre los planos que trajo, acomodados sobre la mesa de dibujo, ambos analizaron cada una de las especificaciones que debían cumplir, con una que otra corrección o alguna adición terminaron en menos de una hora. Ahora juntos recogían el material mientras eran vigilados por un Changmin despreocupado sentado en el borde de la cama.
—Hyung~.
—¿Mhm?
—¿Es tu novio Jaejoong-ssi? —Minho preguntó casualmente.
—Se podría decir.
—Entonces te aconsejo que tengas cuidado y conserves tus ojos fijos en las personas a tu alrededor —Miró hacia Changmin—. No vaya a ser que alguien quiera hacerte competencia.
—¿Competencia? ¿Quién? —Entrecerró sus ojos al seguir la mirada de Minho—. ¿Changmin?
—¡Yah! Eso no es cierto, jamás me metería con lo que es tuyo —Le dijo a Yunho antes de levantarse para ir hacia Minho—. Tú ven conmigo —Jalándolo de la muñeca lo saco de ahí dejando a su hermano desconcertado.
—¡Espera, deje mis cosas ahí!
—Después iras por ella —Cerró la puerta luego de arrastrarlo adentro de su dormitorio—. No sé qué pretendías diciendo eso pero te aseguro que nada bueno podrías obtener.
—Solo estaba dándole un consejo a tu hyung.
—Bien, pero solo quiero que te quede claro que te las estoy guardando Choi Minho y me las cobrare cuando menos te lo esperes —Con eso salió de su propio cuarto.
Bajando sus hombros Minho recorrió el mismo camino que Changmin, comportándose amablemente hasta que decidió retirarse logro que algo de la preocupación se disipara, porque después de todo, una amenaza no era cualquier cosa y menos cuando se trataba de una de su novio, quien si se lo proponía podía ser todo un dolor de cabeza.
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Conforme los días transcurrían, para Junsu era como si su tiempo lo estuviera representando un reloj de arena y este estuviera tirando ya sus últimos granos, y para empeorar la situación, Yoochun parecía haber desaparecido, presentía que lo estaba evadiendo no obstante a decir verdad si él se encontrara en una mejor situación probablemente también lo haría.
Con la vista al frente, fácilmente pudo notar que la manija de su puerta comenzó a moverse, y solo pudo morderse la punta de su lengua cuando vio entrar a Yoochun en su oficina, la sequedad repentina de su garganta le hizo pedirle a Minji un poco de agua.
—Me acaban de informar que mañana anuncian a la propuesta ganadora.
—Sabía que ese momento tenía que llegar pero no puedo evitar sentir nervios —Junsu habló ocultando su intranquilidad.
—Bueno si te elijen o no, eso ya no está en tus manos.
—Es verdad —Sonrió débilmente—. No te había visto estos días.
—He estado algo ocupado.
—Oh —Jugando con sus dedos intento tomar valor para sacar el tema de su noviazgo a relucir—. Yo….
—Quiero preguntarte algo, sé que no es de mi incumbencia pero ¿tienes problemas con Yunho? antes de que estuvieran en una relación los veía juntos más tiempo que ahora que la tienen.
—Es que… él ha estado algo atareado con lo del condominio.
—Ya veo… bueno me tengo que ir, debo….
—Antes de que te vayas —Con sus palabras lo detuvo a medio camino—. ¿Podemos hablar?
—¿Es por lo del sábado?
—Sí y no… en realidad quiero….
—Realmente tengo algo de prisa, necesito terminar con mi trabajo cuanto antes porque tengo un asunto que atender.
—Pero… —Junsu se puso de pie dando unos cuantos pasos rodeando su escritorio.
—Hablamos luego ¿ok? —Yoochun le sonrió antes de salir.
Quedándose con las palabras en la boca Junsu miró fijamente hacia la puerta, con la frustración creciendo día a día, cada vez era más difícil para él siquiera el mirarlo a la cara, quizás lo mejor sería hacer una cita directa con su secretaria para así disponer del tiempo suficiente sin que este se viera renuente para hablar.
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La cena pospuesta de hace tan solo un par de días había sido el perfecto pretexto para que Yunho y Jaejoong fueran a un elegante restaurante al sur de la ciudad.
El pago extra que estaba recibiendo por el proyecto Bongchul mas la módica renta que pagaba, le dejaba a Yunho un presupuesto que si bien no era del todo enorme era lo suficientemente desahogado para darse una salida como esta.
Concentrándose en el corte que realizaba sobre el filete, Jaejoong paso hondo antes de hablar del tema que había estado molestándolo últimamente.
—¿La renta de tu nuevo departamento no es muy cara?
—No en realidad, el dueño es un amigo así que me dio un precio especial.
—¿Un viejo amigo?
—Sí, es un amigo mutuo entre… otro amigo y yo.
—Oh —Sin dejar de cortar su pescado continuo—. Y ¿desde hace cuanto conoces a Minho?
—Un poco más de seis años —Limpio su boca con la fina servilleta de tela—. ¿Sigues pensando que él y yo tenemos algo? —Jaejoong negó con la cabeza evadiendo su mirada por lo que Yunho junto sus labios soltando un resoplido—. Las posibilidades de que entre él y yo pase algo son las mismas que tú tienes con Junsu, nulas ¿cierto?
Solo asintiendo fue como le contestó Jaejoong, acción que le robo una sonrisa.
—¿Qué voy a hacer con alguien tan celoso como tú? —Yunho preguntó más para sí mismo que para el otro.
Utilizando su mano izquierda alcanzo la derecha de Jaejoong, la cual acaricio con su pulgar antes de darle un apretón por encima de la mesa. A partir de ese momento la sensación de tener mariposas en el estomago no abandono en toda la velada a Jaejoong.
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Yoochun le había dado muchas vueltas al asunto de Yunho y Jaejoong, la única conclusión que podía sacar era que el hombre estaba jugando con los dos primos, y no sería la primera vez que algo así sucediera, él mismo Yoochun fue testigo de situaciones como esa, en las que al principio se acercaban a uno de ellos pero después el interés se mostraba para ambos. Solo que esta vez era más grave puesto que Jaejoong tenía pleno conocimiento de la relación de Junsu y aun así era como si no pusiera distancia entre el hombre y él, claramente ese comportamiento no parecía propio de él. Necesitaba verlo y tener una charla seria, podrían ser solo figuraciones suyas pero era mejor desechar cualquier posibilidad por remota que esta fuera.
Desafortunadamente no pudo desocuparse a tiempo ya que asunto tras asunto hizo que se mantuviera sentado detrás de su escritorio trabajando, por lo que para cuando fue en busca de Jaejoong, Sunhee su secretaria le informo que su jefe había salido ya hace más de media hora. Decidido a no esperar más para hablar con él así que se dirigió a su casa, incluso esto resultaba un poco más conveniente al tener la privacidad que el lugar les concedería.
Estando a solo una cuadra alcanzo a ver a Jaejoong estacionar su coche, alegrándose de encontrarlo aparco su automóvil en la esquina e inmediatamente salió de este. Caminando se topo con la imagen de su amigo de la mano con Yunho, se detuvo tan solo para comprobar si sus ojos estaban en lo correcto, y definitivamente lo estaban.
Al salir del restaurante Jaejoong le propuso a Yunho llevarlo a su departamento pero algo dentro de este hizo surgir su lado varonil y se negó a ser tratado de esa forma, recientemente el no tener su propio carro le estaba haciendo sentir incomodo, declinando la oferta se las ingenio para convencerlo en ser él quien lo acompañara hasta su casa, aunque fuera él mismo Jaejoong quien condujera su propio auto, Kim sonrió después de decir ‘si eso es lo que tú quieres’.
Jaejoong batallaba por encontrar las llaves del portal de su casa porque Yunho se negaba a soltar su mano.
—Maldito censor —gruño viendo hacia la gran puerta—. Y tú déjame buscar las llaves.
—Deberías arreglarlo, que molestia tener que bajarte del auto para abrir el portón.
—¿Crees que no lo sé? Pero el inútil que contrato la última vez mi madre solo lo dejo funcionando dos semanas, no he tenido tiempo de buscar a alguien más.
—Oh yo conozco a alguien, buscaré sus datos y te los daré —Soltó su mano poniéndose frente a él—. Pero te costara.
—Hasta crees que te daré dinero —Jaejoong lo esquivó colocándose frente a la puerta.
—¿Quién habló de dinero? —Yunho se acercó por detrás para susurrar en su oído—. Existen otros métodos.
—¡Oye! Lo de nosotros ni siquiera es algo serio y ya estas sugiriendo ciertas cosas —Volteó a verlo levantando una ceja.
—Me rompiste el corazón al saber que no tomas a lo nuestro como algo serio —Colocó una mano en su pecho simulándose dolido—. Además yo me refería a que podías llevarme comida o darme un aventón en tu carro.
—Pues… de todos modos no pienso convertirme en tu chofer o chef personal —Antes de que pudiera regresar a su segundo intento de abrir el portón fue sujetado de la cintura.
—Entonces ya se nos ocurrirá otra cosa después —Yunho murmuró inclinando su cabeza.
Jaejoong puso sus manos sobre los brazos de Yunho al tiempo que ladeaba su cabeza ligeramente cuando sus ojos se desorbitaron al ver al hombre de pie a un poco más de un metro de ellos.
—Yoo…Yoochun... esto no es lo que tú crees —Jaejoong retiro sus manos separándose unos pasos del otro sintiendo la sangre caer hasta sus pies.
—¡¿Entonces qué diablos es?! —Rápidamente llego hasta el par.
—Cálmate, déjanos explicarte —Yunho habló.
—¡Tú cállate! y tú —Señaló a Jaejoong—. No eres más que….
—¡Cuidado con lo que dices! —Yunho camino hacia delante enfrentándolo.
—¡Tú no eres nadie para advertirme nada! —Acercándosele jaló el cuello de su camisa.
—¡No! ¡Yoochun! ¡Déjanos hablar! —Jaejoong se colocó entre ambos tratando de que Yoochun soltara a Yunho.
—¿Para decir qué? ¿Que tú y este infeliz están viéndose a las espaldas de tu propio primo? ¡Creí que eras mejor que eso! ¡Pero no resultaste ser más que un perro traicionero!
Yunho apretó su mano y tiro su puño directo a la mejilla derecha de Yoochun quien con un ruido seco cayo al pavimento, no satisfecho con eso, Yunho trato de encimársele para darle otro golpe en la cara pero Jaejoong fue más rápido al sujetar su brazo.
—¡No Yunho!
—¡Suéltame! ¿Vas a dejar que te hable así? —Forcejeo hasta lograr soltarse.
—¡He dicho que no!
Jaejoong se hinco y con su cuerpo cubrió el de Yoochun, este rehusándose a ser tocado por el otro, lo empujo bruscamente enviándolo al suelo e intento levantarse pero Yunho enfurecido por ver a Jaejoong tirado, pateo uno de sus costados enviándolo de nuevo al asfalto sobre su espalda.
Kim aterrado por lo que sucedía, se las ingenio para levantarse rápidamente antes de que el otro volviera a atacar.
—¡No! —Colocando ambas manos en el torso de Yunho, Jaejoong puso toda su fuerza para empujarlo pero no logro moverlo ni un centímetro—. ¡Basta!
Sin ver que este desistiera de su intento, su mano actuó por cuenta propia al golpear su rostro para tratar de controlarlo, acción que logro que Yunho se paralizara y le dirigiera una mirada fría.
—Yu...Yunho... yo —La voz de Jaejoong titubeo con su semblante palideciendo cuando el hombre dio media vuelta para retirarse del lugar sin voltear a verlo.
—No puedo creer que hicieras algo así —Yoochun por fin se levanto sujetándose su costado derecho—. Preferirlo a él en lugar de a tu familia.
—No sabes lo que dices —habló mirando el camino que siguió Yunho al marcharse—. Entra a la casa te daré algo para el dolor —Volteó a la puerta abriéndola prontamente.
—Ahórrate tus falsas atenciones —haciendo un gesto de dolor Yoochun se desplazo a su vehículo.
Jaejoong suspiro hondo observando todos sus movimientos, no tenia caso el buscar persuadirlo, Yoochun no estaba en la mejor disposición para escuchar en ese momento. En cuanto estuvo fuera de su vista metió la mano al bolsillo de su pantalón sacando su celular, cerró los ojos mientras esperaba que del otro lado contestaran.
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Junsu trato de controlar su respiración mientras avanzaba lentamente hacia la puerta de su departamento, sabía perfectamente que del otro lado se encontraba Yoochun y también sabia cual era el motivo por el que estaba ahí, el recibir una llamada de Jaejoong lo había dejado con casi un ataque de pánico al que se resistía en dejar que tomara el control sobre él.
Después de abrir la puerta, Yoochun entró con una apariencia perturbada, la valentía que hasta hace un rato sintió se desvaneció en cuanto vio a Junsu, ¿cómo se supone que le contaría lo que acaba de ver? ¿cómo le diría que su propio primo lo había traicionado?
—Chun tu cara —Junsu notó con horror el inminente hinchazón en el lado derecho de su rostro —iré por hielo.
—No —Lo sujeto de la muñeca—. Su-ah, necesitamos hablar.
—Primero deja que… —Yoochun sostuvo su cuerpo como si con eso le evitara cualquier sufrimiento—. Chun.
—No sé cómo empezar —Lo estrecho un poco más, preparándose para lo siguiente—. Desde hace días aprecié un comportamiento extraño entre Jaejoong y Yunho y….
—Lo sé —Ahora fue él quien apretó sus brazos contra la cintura del otro.
—Tú no entiendes, lo que trato de decir es….
—Jaejoong y Yunho están saliendo, eso lo sé.
—¿Lo sabes? ¿Cómo es que? —Yoochun rompió el abrazo mirándolo directo a los ojos.
—Yo… Yunho y yo… entre él y yo nunca hubo algo más que una amistad —Casi como un tic nervioso sintió que el parpado de uno de sus ojos se movió varias veces.
—¿De qué estás hablando? Es esto una justificación para Jaejoong porque el hecho de que sea tu primo no lo hace….
—Estoy diciendo que lo único que había entre Yunho y yo eran apariencias, nada mas —Observó los ojos ensanchados de Yoochun y apretando los puños continuo—. Hace unos meses lo conocí y le pedí que pretendiera estar interesado en mi —Decidió omitir los detalles del pago de la renta.
—¿Para qué? ¿Qué pretendías con eso? —Yoochun frunció el ceño pensando en la mezcla de emociones que había experimentado por algo falso.
—Hacerte creer que tenía a alguien más.
—¿En conclusión lo que estás diciendo es que todo esto fue un juego tuyo?
—Solo quería saber que era lo que realmente sentías por mí, si como yo era algo más que amistad, y si tenía caso seguir enamorado de ti porque ya no podía seguir simplemente esperando que algún día correspondieras mi amor.
—¿Es esto una broma? Porque yo más bien creo que estaban divirtiéndose haciendo un estúpido de mi —Sacando su lado irónico, soltó una risa burlona antes de comenzar a dar unos cuantos aplausos—. Los felicito, son excelentes actores y podrían haber seguido así perfectamente si no es porque aquel par no aguanto la calentura y no tuvieron la precaución de esconderse.
—No hables así de ellos.
—¡Yo habló como se me pega la gana! —gritó tan fuerte que Junsu por primera vez tuvo miedo de él—. Debí darme cuenta de lo enfermas que están las mentes de ustedes tres —Sus ojos de pronto se mostraron un tanto más oscuros de lo normal—. ¿Hasta cuándo seguirías con esto? ¿Quién mas estaba enterado? ¿Tus padres?
—¡No! ellos no saben nada —Hizo el intento de agarrar su mano pero Yoochun rápidamente se aparto—. Varias veces intente decírtelo pero siempre cambiabas el tema o me decías que no querías hablar de ello.
—Por supuesto, tan solo el oír el nombre de ese tipo me hacia hervir la sangre pero si me hubieras dicho que me estabas mintiendo te juro que habría mantenido alerta mis oídos para escuchar cómo te estabas burlando de mi.
Yoochun dio vuelta comenzando a caminar hacia la puerta pero Junsu se adelanto apresurándose hasta ella y con ambos brazos la cubrió.
—No puedes irte, aun no terminamos de hablar.
—Quítate, ya termine de hablar contigo.
—¡Pero yo no!
—Hazte a un lado o te... —Intento apartarlo de la puerta.
—¿O me qué? ¿Me vas apegar? hazlo vamos, hazlo de una vez —La voz de Junsu comenzó a sonar temblorosa—. Tal vez así deje amarte y pueda ser feliz, tal vez así pueda llegar a odiarte —Lagrimas silenciosas comenzaron a descender de sus ojos.
Yoochun aparto su vista respirando hondo y juntando la suficiente fuerza, lo alejo solo lo necesario para poder salir, estando fuera, camino casi corriendo negándose a voltear, prohibiéndose flaquear porque no por frágil que ahora pareciera, mostraría debilidad por él.
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Completamente arropado en su cama, Jaejoong leía una revista de chismes de la farándula que tomó prestada de la habitación de su madre, fue lo único que estuvo lo suficientemente a su alcance para encontrar alguna distracción.
Generalmente cuando leía algo de este género únicamente hojeaba las páginas poniendo atención en una que otra fotografía aunque en realidad no estaba muy al tanto de quienes eran todas las personas que aparecían en ellas, pero esta vez estaba incluso leyendo los pie de página donde venia la información del reportero y fotógrafo.
Poniendo un extra en su concentración, logro despreocuparse durante los minutos que los artículos duraran pero en el breve interludio de cambiar de noticia, su memoria reproducía de nuevo la pelea entre Yoochun, Yunho y él.
En un momento desvió su vista notando a su celular a unos centímetros de él, sin muchas ganas lo tomó entre sus manos comenzando a escribir un mensaje, eligiendo el destinatario mordió una esquina de su labio inferior antes de borrar palabra por palabra, este era su tercer intento de envió fracasado. Yoochun era obvio que no le contestaría, Yunho probablemente no querría saber de él y Junsu seguramente no tendría ánimos para hablar con nadie.
Dejando la revista a un lado, apagó la pequeña lámpara encima de su buró, tal vez lo mejor sería dejarle a la noche tranquilizar los ánimos, un poco de serenidad era más conveniente antes de intentar algún tipo de solución.
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Junsu desconocía cuanto tiempo llevaba en aquella posición, sentado en el suelo con su espalda recargada en la puerta, sus ojos fijos en la línea entre el techo y la pared frente a él y sin emitir sonido. El clima afuera daba la impresión de que en cualquier momento una tormenta caería sobre la ciudad, el aire frio levantaba a la delgada cortina que cubría la ventana abierta de su sala y rastros de este alcanzaban a tocarlo provocándole un ligero escalofrío que con su mente enmarañada simplemente ignoraba.
El sonido del timbre lo saco del aturdimiento haciendo que prácticamente sin saber cómo se levantara y diera vuelta a la manija de la cerradura. Quedándose justo así, ahí en ese lugar casi como una estatua, recibió un abrazo de inmediato.
—Hey… lo siento.
Y Junsu se permitió llorar en ese par de brazos que lo reconfortaban dibujando círculos imaginarios en su espalda.

1 comentario:

  1. Espero que ese que llego sea Yoochun, que haya dejado a un lado su cobardía y que acepte sus amor por Junsu.

    Que se reconcilien pronto Yunho y Jae.

    Gracias!!!

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