Enredos de amor: Capítulo 18

Seamos amantes

—Escríbalo con chocolate blanco.
—¿Para esto me hiciste despertar temprano? —Changmin se quejó mientras recorría con su mirada los refrigeradores a su alrededor—. Pudiste venir tú solo.

—No recordaba la dirección, además en auto es más rápido —Sacó de su cartera un par de billetes para entregárselos a la cajera—. Gracias —Recibió una bolsa de plástico y una charola de unicel.
—¿Cual era la prisa de todos modos? —Aprovecho la distracción de Yunho para robarle un brownie de la bandeja.
—¡Hey! ¿Quién te dio permiso de agarrarlo? —Se alegro de haber comprado uno extra, sabía que algo como eso sucedería.
—Te está pegando duro el amor~ —Changmin abrió la puerta de su auto sujetando con sus dientes una de las orillas de la envoltura del pan.
—Date prisa que ya es tarde.
—¿Y de quien es la culpa? —Dio vuelta a la llave haciendo que el motor comenzara a funcionar y antes de partir le dio una rápida mordida al postre en una de sus manos.
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Jaejoong llego a su oficina extrañándose de encontrarla vacía, reviso su reloj notando que aun faltaban veinte minutos para su hora oficial de entrada, arqueó una de sus cejas al darse cuenta que él estaba ahí antes de lo debido, se había apresurado sin una razón aparente. Sin dar más importancia fue a sentarse detrás de su escritorio, de reojo vio la mesa de dibujo desocupada, agitó su cabeza y abrió el cajón del mueble sacando un par de documentos pendientes por revisar.
Media hora después escucho el ligero rechinido de la puerta, se negó si quiera a alzar la vista para observarlo entrar, soltó un bufido y con la vista fija en las hojas en sus manos le habló.
—Llegas tarde.
—Lo sé, tuve que comprar algo y me tomó más de lo esperado.
—Si tenias algo que hacer, debiste hacerlo más temprano.
—El lugar donde fui no abre más temprano —Colocó uno de los dos panes frente a Jaejoong—, y ahí venden los mejores brownies de la ciudad —Sonrió alegremente cuando el hombre volteó a verlo.
—¿Esto?
—Junsu me dijo que es tu favorito y pensé en traértelo como mi disculpa.
—¿Con esto esperas que se me pase mi molestia? —Primero le dice mi número y ahora lo que me gusta, pensó en su primo mientras observaba el pan decorado con ‘Joongie .
Pues… —Yunho rascó su frente pensando en una respuesta rápida y convincente—, quería darte algo dulce por el amargo momento de ayer.
—Que cursi sonó eso —Jaejoong rodó los ojos soltando un resoplido—, me chocan las cosas cursis.
—Está bien solo olvida lo que dije, pero en realidad este será uno de los mejores brownies que has comido.
Amplio la sonrisa mientras ponía un cubierto y un pequeño envase de cartón con leche a un lado del pan, después camino a su lugar habitual, Jaejoong bajo su vista de nuevo repasando en su mente el decorado, mordió su lengua para no sonreír cuando comenzó a retirar el recubrimiento de plástico que lo protegía, con el tenedor desechable corto un trozo, exactamente la parte del corazón, con el primer bocado el sabor inundo sus sentidos embriagándolo de dulzura, una extraña calidez que lo hizo feliz.
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Yoochun y Junsu acababan de tener una pequeña reunión donde trataron algunos asuntos de la empresa y ahora estaban recogiendo el cúmulo de papeles desperdigados a lo largo de la mesa de juntas.
—Su, ¿Por qué no me dijiste que Yunho se mudó a donde vivo?
—Oh, es que ni él mismo lo sabía y yo aun no he ido a su departamento —Se sintió aliviado de que Yunho le hubiera avisado de su encuentro con Yoochun y este no lo tomara desprevenido.
—Imagino que su sueldo se le debe ir tan solo en la renta —La palabra ‘aún’ no dejaba de dar vueltas en su cabeza.
—Estoy seguro de que hizo un buen trato con el dueño.
—Tal vez tiene algún negocio por fuera, es decir está recibiendo algún dinero extra.
—¿Estas insinuando que tiene ingresos truculentos?
—No precisamente, pero ahora que lo mencionas —Hizo un gesto aparentando un ‘quizás’.
—La amistad con Jaejoong te está afectando, su lado paranoico se te está pegando —Continuo apilando los documentos en sus brazos.
—Pero tienes que aceptar que la renta de un departamento en mi edificio debe ser costosa y no niego que el sueldo que tiene es bueno pero no lo suficiente para que tenga una vida desahogada en ese lugar.
Junsu se quedo sin palabras para responder porque a decir verdad después de que Yunho le conto donde vivía, él mismo pensó que si el propósito había sido estar en un sitio más económico ese no era el más apropiado, pero no le dio más importancia porque él había depositado su confianza y hasta que no se le demostrara que no era una persona de fiar, él no se la retiraría.
—Solo me preocupo por el tipo de gente que te rodea —Yoochun colocó su mano sobre uno de los hombros de él.
—Le preguntare.
—Bien —Le dio una pequeña sonrisa antes de moverse al otro lado de la mesa y terminar de limpiar.
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Yunho abordo el primer taxi que paso frente a la empresa, había pedido permiso para salir algunos minutos antes de su hora de comida ya que el restaurante donde vería a su abuelo estaba un tanto retirado de ahí y sabía perfectamente que al hombre le molestaba de sobremanera el esperar.
Pago la tarifa antes de entrar en el establecimiento preguntando por el señor Jung, de inmediato fue acompañado hasta una de las mesas del segundo piso donde tenían reservado uno de los espacios más tranquilos y en donde podrían hablar sin problemas.
Con una sola inclinación y sin palabras aparto una de las sillas para tomar asiento, de inmediato el mesero le entrego el menú, dándole un rápido vistazo eligió ternera al vino blanco, su abuelo mostró una sonrisa socarrona puesto que fue lo mismo que el pidió, en ocasiones eran tan parecidos.
—¿Cómo has estado? —Yunho preguntó después de entregar la carta al empleado.
—Vaya, pensé que nunca lo preguntarías —Bebió de su copa alzando una de sus cejas—. ¿Cómo me ves?
—Muy bien.
—Pero estoy cansado y mis nietos solo me dan más problemas.
—No sé qué a problemas te refieres —Miró hacia sus dedos que se encontraban tamborileando en el costoso mantel.
—A que estas trabajando en A&D Kim y Changmin ha estado encubriéndote.
—¿Y qué tiene de malo que trabaje ahí? Habíamos quedado en que lo haría y no utilice el apellido para entrar.
—Pero sigues siendo un Jung y estas en la empresa con la que actualmente tengo tratos ¿o no lo sabías?
—Hace poco me lo dijo Changmin pero ¿cuál es el problema? yo no estoy a cargo del proyecto del hotel.
—Voy a cancelar el contrato con ellos.
—¡No puedes hacerlo!
—¡¿Quién te crees para decirme lo que puedo o no hacer?!
—Pero es injusto, se supone que no te interpondrías en mi vida, teníamos un trato.
—Y no lo estoy violando, yo tengo el derecho de elegir con quien hacer negocios y con quién no.
—¿Solo por qué trabajo ahí quieres romper todo lazo con la empresa? ¿Por qué mejor no me retiras el apellido legalmente?
—Basta, estamos hablando como dos hombres maduros así que como tal compórtate —Observó como Yunho acomodaba su ropa enderezándose en su silla—. Estoy dispuesto a reconsiderar mi decisión si tú reconsideras la tuya.
—No —Dio una sonrisa de lado antes de tomar un poco de agua—. Toda mi vida he hecho lo que me has pedido que haga, sin protestar obedecí cada una de tus órdenes pero esta es mi vida y futuro.
—¿Entonces no te importa lo que suceda con nuestro patrimonio?
—Tienes a Changmin, él esta incluso más preparado que yo para hacerse cargo de todo ¿o es por qué no es un Jung?
—Por supuesto que no, nunca he hecho distinción entre ustedes y lo sabes, pero tú eres el mayor.
—Pero no me gusta, si trabaje un tiempo contigo fue por obligación no porque así lo haya yo querido.
—Ya te lo dije, para recibir tienes que dar algo a cambio —Sus palabras rebotaron en la cabeza de Yunho, incluso fue casi el mismo tono que él empleo con Jaejoong.
—No puedo volver a la oficina ahora que hago lo que siempre he soñado con hacer —Él junto a su abuelo asintieron con la cabeza cuando su comida fue colocada delante de ellos.
—Podrías intentarlo, tal vez trabajar medio tiempo.
—Mi trabajo es de tiempo completo, lo que hago no es un pasatiempo que puedo dejar botado en cualquier momento.
—Bien entonces al menos termina las negociaciones en Jeju —Hizo un pequeño corte en una de las dos rodajas de carne en su plato.
—Para hacer eso tendría que viajar y en este momento….
—El próximo mes organizaremos una fiesta a la que la mayoría de nuestros socios asistirán, así que estoy seguro de que podrás conseguir una cita con ellos antes de que se marchen de Seúl.
—¿Si arreglo eso, aprobarás mi profesión? —Comió un trozo de zanahoria.
—Llegado el momento hablaremos de eso, por ahora comamos —El señor Jung tomó un poco de vino y limpio su boca con la servilleta en su regazo—. Imagino que no querrás regresar tarde a tu trabajo.
Yunho negó con su cabeza decidiendo no decir nada aceptando el hecho de que necesitaba regresar a la empresa así que no era el mejor día para continuar con esa plática.
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Yoochun entró en el elevador rumbo a su oficina, sentía que la comida le había caído pesada a pesar de que solo comió una sencilla ensalada, su acompañante fue lo que acabo con su apetito antes de que siquiera tuviera oportunidad de probar los mariscos que ordenó, los cuales permanecieron intactos en su plato.
Hyosung era una mujer con la que había salido en un par de ocasiones en algunas de sus tantas parrandas, nunca paso de ser simplemente una salida ya fuera porque él encontraba a alguien más o porque era ella quien se entretenía con otro, la chica tenía una facilidad absoluta para envolver a cuanto hombre se le acercara, no por nada ella era una de las poseedoras de las peores reputaciones de la ciudad, lo cual resultaba ser sumamente beneficioso para su planes, hacer que Yunho se involucrara con alguien y mostrárselo a Junsu, afortunadamente estaba seguro de que ninguno de los dos hombres la conocía ya que el ambiente donde ella se movía no era frecuentado por ellos.
Consideraba tener una “amistad” con Hyosung, así que no vacilo en plantearle la cuestión y aunque pensó que tal vez él podría ofrecerle cierto estímulo por sus “servicios” jamás creyó que sería ella misma la que pondría la cantidad ni cuan exorbitante esta sería, sin duda la subestimación no era su fuerte.
—Maldita mujer interesada —habló entre dientes al salir del ascensor caminando por el largo pasillo.
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—¿Cómo te fue con el abuelo? —Changmin preguntó mientras untaba mantequilla en una rebanada de pan tostado.
—No tan mal como esperaba, me propuso algo y esta a la espera de la respuesta —Vertió un poco de leche en el tazón sobre la mesa.
—Te aconsejo que aceptes, cualquiera que esta sea, es lo mejor en tu situación —Mordió el pan mirando hacia el televisor.
—Necesito pensarlo, todavía no estoy seguro —Yunho revolvió el cereal en su plato volteando hacia la sala donde se encontraba Changmin sentado en el sillón—. Tu amigo del estadio Jamsil ¿aun trabaja ahí?
—Sí, ¿ahora piensas buscar otro trabajo? —mencionó con una sonrisa de lado.
—¿Podrías pedirle un favor? —Decidió ignorar el comentario y seguir con el verdadero motivo de su pregunta   .
—¿Qué ganaré por eso?
—¡Yah! ¿Te matara hacerle un favor gratis a tu hyung?
—No lo sé, últimamente solo doy y no recibo nada —Se levantó caminando a la cocina para buscar algo más que cenar—. Ayúdame a regresar con Minho y entonces hablamos —Su voz sonó aminorada cuando metió su cabeza en uno de los estantes en busca de las galletas que él mismo guardo ahí.
—Oh claro que lo hare ¿crees que me hace feliz tenerte aquí? cuando te mudaste con él fue uno de los días más felices de mi vida.
—Bien entonces ahora que nos entendemos ¿qué favor es ese? —Changmin camino al comedor con la caja de galletas en sus manos.
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El viernes muy temprano con la oscuridad aun cubriendo el lugar, Changmin entró en la habitación de Yunho sin preocuparse por el ruido de sus pasos, después de pronunciar tres veces el nombre de su hermano y no obtener respuesta, zarandeo uno de sus hombros hasta que un muy agitado Yunho abrió los ojos.
—Aquí esta lo que me pediste —Señaló el buró a un lado suyo—. Vuelvo el domingo en la noche —Observó al adormilado hombre asentir suavemente y dio media vuelta para avanzar hacia la puerta.
Yunho carraspeo un par de veces tratando de encontrar su voz para despedirse pero fue demasiado tarde porque Changmin ya había cerrado y el sonido de su caminar daba señas de que ahora estaba a punto de salir del departamento, bostezo mientras observaba la hora en el reloj, aun le quedaban tres horas más antes de que la alarma sonara. Cambio de posición en su amplia cama acurrucándose entre las sabanas, después de cerrar sus ojos el sueño se hizo de nueva cuenta cargo de su cuerpo y de inmediato se quedo dormido.
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Desde que Changmin llego a su oficina no paro de atender sus pendientes de diario y a las citas programadas para ese día, incluso redujo su tiempo de comida a solo veinte minutos con tal de salir más temprano. Después de pasar por Minho como acordó con él a las 5pm afuera de su universidad, manejo siguiendo de cerca a las otras dos camionetas que transportaban a los demás por un poco menos de dos horas hasta la playa cercana a Seúl. El trayecto fue ambientado por la música proveniente del ipod de Choi, música que para el gusto de él era demasiado escandalosa y por desgracia muy parecida al estilo de Yunho, pero que por provenir de su novio, era tolerable. Un poco después del atardecer los tres autos se encontraban estacionados afuera de la casa alquilada.
Minho entró a la habitación que durante dos noches compartiría con Changmin, aventó su pequeña maleta en una de las esquinas y fue directamente hacia la cama para dejarse caer, el viaje a Eurwangni había dejado un gran cansancio en él. Shim entró con pasos cansados casi cinco minutos después, la repartición de los cuartos fue casi un caos cuando todos se enteraron que solo la mitad de ellos tenían dos camas, los demás tendrían que compartir la misma con otros de sus compañeros o acomodarse en el suelo.
Desde que Minho le habló sobre sus planes, Changmin se aseguro de ser él quien escogiera el lugar de hospedaje tomando en cuenta las comodidades y ventajas que este le ofrecería, así que con ayuda del jefe de grupo hizo todos los arreglos para conseguir una de las casas en renta cercana al mar, no fue fácil conseguirla con tan poco tiempo de anticipación pero gracias a su trabajo contaba con muchas conexiones en materia de turismo alrededor del país.
Abrió el estrecho ropero de madera y empezó a introducir las pocas prendas de su equipaje, al terminar con el suyo continuo con el de Minho quien dormía pacíficamente. Con una sonrisa picara observo el frasco de sales antes de dirigirse al baño para colocarlo a un lado del jacuzzi.
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Jaejoong recogía los platos del desayuno cuando el timbre de su casa se escucho, su madre quien también le ayudaba con ello se ofreció a ser quien atendiera la puerta. Coloco todo en el fregadero abriendo el grifo para comenzar a lavarlos.
—Joongie, tenemos visita —La voz de su mamá hizo que abandonara lo que estaba haciendo para voltear hacia ella.
—Hola —Yunho lo saludo sonriendo con su brazo entrelazado por el de la mujer.
—¿Qué haces aquí?
—Resulta que conseguí dos boletos para el juego de beisbol de hoy y vengo a invitarte a ir conmigo.
—Wow escuche que estaban agotados desde hace tres semanas —La señora habló con un sobrenotado entusiasmo.
—Gracias por pensar en mí pero….
—Claro que ira, a Jaejoong le fascina el beisbol, además hace mucho tiempo que no sale a ningún lado.
—¡Mamá! ¿Podrías dejarme hablar? —Secó sus manos en uno de los trapos colgados en un adorno sobre la pared y puso sus ojos en Yunho—. Ya tengo planes con Yoochun.
—Siempre sales con Yoochunnie, estoy segura de que no habrá problema si le cancelas —Soltó el brazo del hombre para ir donde su hijo—. Yo misma puedo hacerlo mientras tú te cambias de ropa para salir con Yunho —Con ambas manos empujo la espalda de Jaejoong—. Anda ve antes de que se les haga tarde.
—Pero dije….
—Jaejoong querido, se qué prefieres ver el partido desde el inicio ¿no es cierto? —dijo entre dientes antes de dar un ligero pellizco en uno de sus brazos.
—Bien, ahora bajo —Pisoteo subiendo los escalones, después de todo era mejor salir a tener que lidiar con las quejas de su madre.
—Yunho, ¿quieres algo mientras esperas a mi hijo?
—Agua está bien, gracias —contestó con una amplia sonrisa en sus labios.
Casi veinte minutos fue lo que tardo Jaejoong en bajar, vistiendo un pantalón de gabardina café y una playera tipo polo blanca, su semblante serio era ocultado por la sombra que la gorra en su cabeza provocaba en su rostro. Antes de marcharse la mujer les dijo que los esperaría para cenar con ella, de esa manera se aseguraría de que ellos pasaran prácticamente todo el sábado juntos.
—¿Iremos en mi auto supongo?
—Podemos ir en autobús si prefieres.
Jaejoong rodó los ojos apagando la alarma de su coche y abriendo casi simultáneamente la puerta del conductor, se colocó el cinturón de seguridad antes de encender el motor, Yunho abrió la ventanilla de su lado una vez que termino de ajustar también el suyo, un minuto después el vehículo comenzó a moverse fuera de la casa pasando por las puertas abiertas del portal.
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Los asientos en los que Yunho y Jaejoong se encontraban sentados estaban casi a la mitad del estadio, desde ahí podían observar el juego sin ningún problema. Iban apenas en la tercera entrada y Yunho ya se encontraba desanimado porque su equipo preferido los Doosan Bears, iba abajo en el marcador, por el contrario Jaejoong aplaudía alegremente porque el bateador del LG Twins acaba de lanzar una pelota que el jugador del equipo contrario perdió, chasqueo su lengua después de gritar un ‘bravo’ recibiendo un codazo por parte del otro quien entrecerró sus ojos.
Inexplicablemente después de cuatro entradas más, el vuelco de las posiciones del marcador puso un profundo ceño en él, quien lanzaba maldiciones cada vez que una carrera del equipo rival era completada, constantemente intercambiaba comentarios con Yunho, los cuales casi siempre terminaban en burlas o provocaciones pero que le hacían disfrutar del encuentro, era divertido estar con alguien que tuviera por lo menos una mínima idea de beisbol, razón por la cual dejo de asistir a partidos puesto que sus acompañantes no entendían nada y pasaba la mitad del tiempo explicándoles y por ende perdiendo muchos detalles del juego.
Cuando se dio por concluido el encuentro ambos se levantaron de sus lugares caminando hacia una de las salidas, dentro del estacionamiento Jaejoong sonrió y dio una palmada en la espalda de Yunho.
—Ya hombre no siempre se puede ganar, tal vez la próxima vez tengas mayor suerte si cambias de equipo.
—Estuvimos tan cerca —Avanzaba con la cabeza gacha pateando frecuentemente las pequeñas piedras en el pavimento.
—Estar cerca no basta, hay que actuar para resultar vencedor —Jugó con el llavero en sus manos después de abrir la puerta para Yunho—. Vamos te llevo a tu casa.
—¿No recuerdas que tu mamá nos dijo que nos esperaría para cenar?
—No la tomes en serio, seguramente ya ceno o salió con alguna de sus amigas —Intento de dar un pretexto para no volver a su casa junto a él.
—Aun así es mejor asegurarse, no me gustaría que tu mamá tuviera un mal concepto de mí.
—Qué más da lo que opine de ti si….
—Es importante su opinión porque es tu mamá.
—¿Eh? —El calor baño a las mejillas de Jaejoong haciéndolo sentir incomodo.
—¿Deberíamos comprar algo en el camino? ¿Algún postre? ¿Tal vez una tarta? —Entró en el auto acomodándose en el asiento.
—¿Por qué piensas que puedes agradarle a las personas con comida? —cuestionó al entrar por la otra puerta.
—Siempre funciona, contigo fue así ¿no?
Jaejoong observo su rostro sonrojado en el espejo retrovisor al asegurarse de tener el camino libre para moverse, mordió su lengua para no protestar porque sabía que cualquier cosa que dijera no podría quitarle la razón a Yunho, un pedazo de chocolate basto para que tirara su enojo y se comportara como si en realidad nunca hubiera estado molesto.
En completo silencio condujo rumbo a su casa mientras Yunho se entretenía en la radio cambiando constantemente de estación hasta que dio con una de acuerdo a su gusto, por el rabillo de su ojo derecho vio como el hombre se recargó en el respaldo cerrando los ojos y moviendo sus labios cantando en silencio la canción que en ese momento sonaba, un corto suspiro salió de su boca al regresar por completo su atención al camino frente a él.
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El grupo de estudiantes universitarios recorrían con tranquilidad las calles del centro de Eurwangni, sus ojos se enajenaban entre los suvenires, las tiendas lujosas y los puestos de comida de los alrededores.
Tomados de las manos como cualquier pareja, Changmin y Minho examinaban una de las tantas viseras colgadas en una de las rejas de un improvisado vendedor ambulante, desviando su atención, Shim noto a la distancia a Jonghyun platicando con otro chico mientras lo mantenía abrazado por los hombros y el otro sujetaba su cintura, arqueando una de sus cejas volteó hacia el hombre a su lado.
—Minho, ¿tus amigos son muy cariñosos entre si no te parece?
—¿Quiénes? —Regresó la visera a su lugar mirando hacia donde Changmin le señalaba—. Oh, es porque son novios —Le pego ligeramente con su puño en el costado de su cuerpo y camino a donde vendían sombreros.
—¿Novios? No me habías dicho que Jonghyun tenía novio.
—No me preguntaste —Se probó un sombrero gris ajustándolo de los lados y tomando un pequeño espejo de mano para observarse—. ¿Por qué? ¿Estás interesado en él? —Quitándose el accesorio de su cabeza, escogió otro echando de nuevo un vistazo a su reflejo.
—Creí que a él le gustabas.
—Kibum y Jonghyun salen desde hace mas de dos años —Acomodo su cabello sacando su billetera decidiendo comprar ese—. Además aunque así fuera, él no es mi tipo —Pagó la cantidad marcada en la pequeña etiqueta guardando su cartera después de esto.
—Y sabiendo todo eso, ¿Por qué dejaste que yo pensara tantas cosas?
—Porque es divertido verte sufrir por mi —Empujo la frente de Changmin con su dedo índice—. Se necesita ser tonto para no darse cuenta de ello —habló con un tono arrogante—. Si yo fuera a fijarme en otro seria en alguien lindo como Taemin.
—¡Yah! —Frunció el ceño jalando el brazo de Minho—. Sigue diciendo cosas así y rebajare tu mensualidad.
Choi rodó los ojos antes de entrelazar sus dedos con los de Changmin, tratando de avanzar más rápido para dar alcance a los demás.
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Antes de llegar a la casa de Jaejoong, Yunho le insistió en ir a una vinatería a lo cual recibió una mirada confundida pero aun así lo hizo, el que el hombre regresara con una botella de vino tinto, solo hizo que su expresión se mostrara aun mas contrariada, el más alto entendió por lo que se apresuro a aclarar que se trataba de un licor sin alcohol.
Mihwa los recibió con una calurosa sonrisa cuando entraron, mientras alistaba las cosas en la mesa no dejo de preguntar como estuvo todo y entre la plática el tiempo paso casi volando.
—Gracias por la cena —Yunho le dio una reverencia a la señora Kim.
—Y a ti por el vino, lo guardare para la próxima vez que vengas —Se acercó a su hijo tomándolo del brazo—. Acompáñalo Jaejoong.
—Buenas noches señora.
Volvió a inclinarse antes de caminar a la salida siendo seguido por el otro hombre. Llegando a las enormes puertas negras, Yunho espero a que Jaejoong estuviera a su lado.
—Fue divertido pasar el día contigo.
—Si tú lo dices —Jaejoong se recargó en una de las puertas después de que el otro salió por ella—. Te veo el lunes.
Cuando se disponía a cerrar la puerta fue sujetado por la muñeca, observo la mano en su piel hasta que fue tomado de la barbilla levantando su rostro encontrándose con la mirada de Yunho, sintió un par de dedos recorrer sus labios y separarlos al tiempo que su corazón palpitaba agitadamente dentro de su pecho.
Su labio inferior fue el primero en ser apresado, después sus propias manos colocadas en la espalda de Yunho para finalmente ser sostenido por la cintura, la increíble facilidad con la que se relajo en los brazos de él paso desapercibida cuando los bellos de la parte trasera de su cuello se levantaron con una simple caricia. Una lata siendo pateada por un grupo de chicos a una cuadra de ahí, fue lo que los hizo separarse.
—Buenas noches Joongie.
Yunho beso la comisura de sus labios y se marcho sonriendo, Jaejoong cerró el cancel de inmediato subiendo casi corriendo los cuatro escalones que daban a su casa, dentro de ella se recargó en la puerta poniendo sus manos sobre sus rodillas que sentía que en cualquier momento se doblarían incapaces de sostener su peso. Al escuchar un ruido dentro de la cocina le pareció más conveniente reponerse en su habitación a que su madre lo bombardeara con un millar de preguntas, apresurándose subió hacia la segunda planta donde tendría la privacidad para razonar lo que acaba de suceder.
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Observar el cielo nunca había sido tan relajante como en ese momento, sentado en un camastro teniendo a Minho recargado sobre su torso mientras lo envolvía con sus brazos sobre su estomago con la fresca brisa del mar pegando en sus pieles, el olor salino llenándolos y el sonido de las olas adormeciéndolos.
La playa era desde siempre uno de sus lugares preferidos pero últimamente su agenda estaba tan repleta de reuniones y ocupaciones que el tiempo solo le alcanzaba para darse una escapada como esta.
Pasando la punta de sus dedos sobre la oreja de Minho logro llamar su atención.
—¿Le hemos dado ya suficiente tiempo a tu orgullo no crees? Extraño vivir contigo.
—Yo también, pero aun no puedes regresar.
—¿Cuánto más pretendes que espere?
—Dos semanas, necesito terminar con mis exámenes primero.
—¿Qué tiene que ver eso?
—Me distraes, no me dejas estudiar —Acaricio cariñosamente las manos sobre su abdomen—. Aparte ahora que compartes departamento con tu hyung yo puedo pedirle su ayuda con mis tareas más fácilmente.
—Bien, haz lo que quieras al fin y al cabo siempre lo haces —Se levantó repentinamente adentrándose en la habitación.
—¡Changmin-ah! ¡Solo estaba jugando!
Hizo un ligero mohín cuando lo encontró tumbado en la cama pretendiendo dormir, había conseguido hacerlo enfadar y ahora seguramente tendría que lidiar con un Changmin malhumorado por el resto de sus cortas vacaciones.
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El fin de semana se había ido casi en un santiamén, fue lo que Yunho pensó al terminar de ponerse sus calcetines, lentamente camino al dormitorio de su hermano para despertarlo como era su costumbre antes de irse a trabajar.
—Changmin ya es hora —Agitó el cuerpo que se aferraba a las cobijas sobre él—. Se te hará tarde si te quedas dormido después de que me vaya.
—Hable a la oficina para reportarme enfermo, iré por la tarde —Se volteó de lado para alejarse de la fastidiosa interrupción.
—¿Llegaste en la madrugada verdad? tú no estás mas a salvo que yo del abuelo, cuando se entere dudo que salgas bien librado.
—Ssh… ya vete —Tapo su cabeza con una de las almohadas intentando acallar la molesta voz.
—Bien, hasta en la noche.
Sonriendo maliciosamente amarro las agujetas de sus zapatos y cuando salió del departamento con un azotón cerró la puerta, pego la oreja en ella alcanzando a percibir un grito. Riendo, camino por el pasillo topándose con Yoochun en la puerta del ascensor.
—Hola.
—Mmh —Park fue el primero en abordar el aparato oprimiendo el botón de planta baja.
—Hoy te vas temprano —Yunho opino sin voltear a mirarlo.
—¿Algún problema?
—Fue un simple comentario —Hizo una mueca con su boca al notar el mal genio del otro.
El timbre anunciando la llegada se escucho un segundo antes de que las puertas se abrieran, ambos emergieron caminando fuera del edificio, Yunho inclino su cabeza hacia Yoochun y este solo ignoro el gesto desplazándose hacia el estacionamiento.
Apenas había avanzado media cuadra cuando una mujer choco contra su cuerpo haciendo que la bolsa en las manos de ella cayera al suelo.
—Lo siento, estaba distraída y no lo vi —Acomodo su vestido de la parte inferior.
—No se preocupe, fue un accidente —Yunho se agacho recogiendo la bolsa para entregársela.
—Gracias —Ella extendió su mano sujetando el plástico pero alcanzando a rozar los dedos del otro.
—No es nada —Se inclinó y a punto de seguir su camino escucho que le llamaba—. ¿Sí?
—¿De casualidad conoce algún lugar cercano donde arreglen zapatos? —Levanto la bolsa mostrando una sonrisa tímida.
—En realidad no tengo mucho tiempo en esta zona.
—Oh ya veo, bueno gracias de todos modos —Pasó un mechón de cabello detrás de su oreja—. Por cierto mi nombre es Bae Hyosung.
—Shim Yunho mucho gusto —Ofreció su mano siendo está tomada velozmente—. Fue un placer conocerla Hyosung-ssi pero tengo algo de prisa.
—Por supuesto —Hizo una ligera venía observando cómo se alejaba Yunho, saco su celular y después de mandar un mensaje de texto abordo un taxi.
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Jaejoong entró en su oficina fingiendo estar leyendo el periódico que llevaba en sus manos, diciendo un sencillo ‘buenos días’, colocó su saco en el perchero y se sentó en su silla todavía con los ojos puestos en la sección deportiva.
—Oye mañana iré al condominio Bongchul ¿quieres venir?
—¿Eh? Uhm yo… iré hoy.
—¿Hoy? ¿Por la tarde? —Jaejoong le respondió asintiendo—. Tal vez si le pido permiso al Ingeniero Wan pueda ir contigo —Se levantó para tomar el teléfono siendo detenido por la mano de Jaejoong.
—No hay necesidad de eso, ¿para qué utilizar el tiempo de tus otras obligaciones cuando puedes usar el que tienes asignado para el proyecto?
—Tienes razón —Tomó su chamarra de mezclilla—. Vengo a la hora de la comida para irnos juntos.
—¿Juntos a donde? ¿Y a dónde vas? —Jaejoong se puso de pie siguiendo con la mirada al hombre quien se encontraba a punto de abrir la puerta.
—Abajo, hoy intercambiare los turnos, así podre disponer de la tarde para acompañarte —No esperando más tiempo salió de la oficina.
—Ni siquiera me preguntó si estaba de acuerdo —murmuró dejándose caer sobre el respaldo de su silla.
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—Vine a raptarte para ir a comer —Junsu entró sonriendo en la oficina de Yoochun.
—¿Y eso? —Él lo miró desde su silla—. ¿Y tu novio? —Brinco del asiento tomando su saco y caminado hacia el otro.
—Fue con Jae a ver lo del condominio.
—Oh, bien entonces aprovechemos su ausencia para hablar mal de él.
—Chunnie~ —Palmeo su espalda—. Mejor hablemos de ti ¿qué has estado haciendo últimamente?
—Trabajar —Sujetó los hombros de Junsu empujándolo hacia fuera—. ¿Y tú?
—Lo mismo.
—Ah que aburridos somos —Bromeo poniéndose a su lado—. Deberíamos salir uno de estos días, claro, si es que puedes.
—¡Claro que puedo!
—Entonces arreglemos una cita.
Los ojos de Junsu se iluminaron al sentir un ligero gorgoteo de alegría recorrerlo cuando la mano de Yoochun atrapo a la suya con demasiada naturalidad, como si esa fuera la manera correcta en que debería ser. Tan solo por ese instante se olvido de sus dudas, arrepentimientos y preocupaciones, disfrutaría de esa sensación todo lo que esta durara.
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—¿No podíamos vernos allá después de comer?
—Pero yo quería comer contigo.
—Deja de hacer eso —Jaejoong dejo los palillos en el plato a un lado suyo.
—¿Qué?
—Tus intentos tontos de coqueteo.
—¿Prefieres que sea directo entonces? Bien eso está mejor —Soltó la cuchara cruzando su vista con la de él—. Quiero ser algo más que tu amigo.
—¿Me preguntó cuándo hemos sido amigos?
—¿Sabías que el sarcasmo es la otra cara del afecto? —Sonrió engreídamente—. Debes adorarme porque lo empleas mucho conmigo.
—Quisieras.
—Lo ves —Señaló con ambas manos—. Pero tengo un problema, oficialmente soy el “novio” de tu primo —Dobló dos dedos de cada mano—. Así que te propongo que por ahora seamos amantes secretos.
—Debes estar loco para declararte de esta manera, deja de bromear que quiero comer tranquilamente —Jaejoong tomó un trozo de carne y lo baño en una salsa.
—No estoy bromeando, habló en serio —Yunho se inclino hacia delante poniendo una mano sobre un costado de su boca como si fuera a decir un secreto—. Tengamos una relación prohibida —dijo en voz baja.
—Basta, de verdad estoy perdiendo el apetito.
—¿Qué puedo hacer para que me creas? —Cruzo sus brazos esperando una respuesta.
—Supongamos que es verdad lo que dices —Colocó ambas palmas de sus manos sobre sus muslos—. Tienes cierto tipo de “amistades” con otra gente y yo no seré uno más del montón.
—La verdad no sé por qué insistes con eso, si es por la mujer con la que baile ni siquiera se su nombre, si es Heechul te aseguro que somos simplemente amigos y si por alguna casualidad te refieres a Minho ya te dije que él es como mi hermano, tiene un novio extremadamente celoso y por si eso fuera poco, es demasiado alto para mi gusto —Bebió de su vaso con agua—. A mí me gusta que sean un poco más bajos.
Inmediatamente Jaejoong ingirió casi sin masticar el pedazo de carne tratando de deshacer el nudo que repentinamente se formo en su garganta. Yunho espero alguna replica pero al no llegar nunca, continuo comiendo de su sopa, ocasionalmente robo comida del plato de Jaejoong y aunque este se daba cuenta de ello no protesto en ningún momento, tal vez fue porque se encontraba demasiado ensimismado en sus pensamientos para renegar por el comportamiento del otro.
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Jaejoong decidió darle una visita rápida a Junsu antes de ir a su casa, demasiadas cosas agobiaban su cabeza y tenía que deshacerse por lo menos de alguna de ellas. Su primo abrió la puerta vistiendo ya su pijama, con una ligera sonrisa se saludaron y fueron a sentarse en el sillón de la sala.
—Junsu-ah ¿te sigue gustando Yoochun?
—¿A qué viene esa pregunta?
—Tan solo contéstala.
—Sí pero ¿él te dijo algo?
—No, es solo que como están las cosas con… Yunho.
—¿Es por él por lo que peguntas? —Junsu subió sus pies en el sofá juntando sus rodillas a su pecho para recargar sus brazos sobre ellas.
—Este….
—Yunho ya habló conmigo Jae —Le mostró una cálida sonrisa—. Me dijo que está interesado en ti.
—¿Eso te dijo? —Cruzo su pierna derecha encima de la izquierda—. ¿Cuándo?
—Hace una semana.
—¿Y tú… tú estás bien con ello?
—Debería ser yo quien preguntara, es decir, el novio de mi primo finge ser mi novio ante él que quiero para mi novio —Con un dedo rascó el costado de su cabeza no estando del todo seguro si se expreso correctamente.
—No somos novios —Jaejoong negó con la cabeza efusivamente.
—¿No lo son? Pensé que esta plática era el preludio para que me dijeras que me alejara de él.
—¿Cómo puedo tener algo con alguien que está contigo? —Giro su cara eludiéndolo.
—Pero lo nuestro es solo una farsa, es verdad que en cierto momento pensé en convertirlo en una realidad pero nosotros… simplemente no hicimos ese… click —Tomó las manos de su primo entre las suyas para que volteara hacia él—. Ustedes dos si lo hicieron, y no veo el porqué no puedan intentarlo —Bajo una de sus piernas dibujando círculos invisibles con la punta de su pie—. ¿O es que aún no te lo pide? él dijo que te lo diría pronto.
—Si lo hizo, aunque de una manera muy poco convencional.
—Es tu decisión si lo aceptas o no pero ten en claro que yo no soy un impedimento —Apretó su manos antes de soltarlas—. Solo tenme un poco de paciencia para arreglar las cosas con Yoochun, he decidido decirle la verdad.
—Junsu.
—Se molestara pero… no puedo seguir utilizando a Yunho cuando no es más libre.
—¡Yah! Te dije que no somos nada.
—Pero lo serán —aseguro—. También se enfadara contigo, lo siento Jae enrede todo —Hizo el intento de sonreír pero solo consiguió curvear un poco los extremos de sus labios.
—Si quieres entre los dos podemos….
—Eso no facilitara las cosas, de todos modos esto fue un plan mío y quiero terminarlo yo solo.
—¿Seguro?
—Sí.
Se mantuvieron pensativos en la misma posición hasta que Jaejoong creyó que era hora de retirarse, aun no estaba convencido de lo que hacer pero esa conversación había despejado algo de la neblina en su cerebro, dejaría que el tiempo le demostrara cual era el camino correcto.
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Esta era la cuarta vez en esa semana que Jaejoong comía junto con Yunho, durante esas veces habían acudido a restaurantes alejados de la compañía para evitar que se iniciaran rumores y estos llegaran a oídos de Yoochun o que él mismo se diera cuenta de esas salidas poco amistosas, y no es que se mostraran por demás cariñosos es más si acaso habían llegado a tomarse la mano tan solo por un momento pero cómo se supone que explicarían el que Yunho pasara más tiempo con Jaejoong que con Junsu, su novio.
—Hey, si querías papas hubieras pedido para ti también —Le dio una palmada a su mano para que dejara de quitarle su comida.
—Solo quería una —Yunho escondió su brazo después de tomar otra rápidamente.
—¡Yah! Siempre haces lo mismo, a la próxima….
—¿Yunho? —Ambos voltearon a dónde provino la voz, una mujer se acercó a su mesa—. Me alegra verte.
—Oh, tú….
—Desde esa mañana no he dejado de pensar en ti —Hyosung abrazo la espalda de Yunho dándole un ligero beso en su mejilla, poniendo solo la presión suficiente para dejar marcados sus labios en el rostro—. Ni siquiera tuvimos tiempo de intercambiar nuestros números de teléfono —Ágilmente tomó una de las servilletas del despachador en el centro de la mesa y escribió un número, probablemente el de su celular—. Aquí tienes, espero tu llamada pronto —Con una sonrisa coqueta y un caminar provocativo se alejo de ellos.
Jaejoong mantuvo el ceño fruncido sin decir palabra alguna solo dedicándose a comer hasta que se levanto estrepitosamente tirando un par de billetes sobre la mesa para comenzar a alejarse de ahí, Yunho rápidamente tomó el resto de su refresco y lo siguió a toda prisa, jalándolo del brazo logro detenerlo a unos metros de su automóvil.
—¿Por qué te vas así?
—Ya termine de comer —Agitó su brazo bruscamente para soltarse de él.
—¿Fue por ella cierto? la acabo de conocer —Yunho afianzo el agarre de su mano.
—Me di cuenta, no tendrán sus números pero ya compartieron algo más.
—Estas malinterpretando todo, no recuerdo ni su nombre.
—¡No me importa! —Movió con más fuerza su brazo hasta que logro liberarse—. No me interesa tener nada con un demente como tú que cree que puede tener miles de amoríos a la vez —Siguió caminando hasta llegar a un lado de su coche.
—¡Sigues con eso! —Yunho elevo sus manos en el aire con fastidio —Si yo fuera así ¿crees que te lo restregaría en la cara? ¡no seré el hombre más inteligente pero tampoco soy el más estúpido!
—Eso me queda bastante claro —Abrió la puerta sujetándola con una mano—. Involucrándote con una mujer que se mete con cualquiera te hace ser una eminencia —habló burlonamente—. Creí que tenías mejores estándares.
—¿No vas a creerme entonces? —preguntó al ver que el otro entró en el vehículo.
—Supongo que tienes dinero para regresar por tu cuenta —Jaejoong encendió el motor comenzando de inmediato a moverse por el estacionamiento—. Espero que hayas guardado la servilleta pero si no es así no te preocupes, puedes preguntarle a cualquier hombre por su teléfono y seguro lo tendrá —Pasando justo a un costado de él bajo un poco más la ventanilla mientras se colocaba sus lentes oscuros—. Y por favor límpiate la cara antes de volver.
El rastro de humo fue todo lo que quedo de su partida, apretando los dientes Yunho paso el dorso de su mano en la mejilla donde había recibido el beso. Llegando a una de las esquinas de la calle le hizo la parada a un taxi, después de darle la dirección cerró los ojos dejando caer su cabeza en el respaldo del asiento.
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Lentamente Yoochun ingreso en la oficina de Junsu acomodando su celular en uno de los bolsillos de su saco, frente a su amigo sonrió antes de sentarse.
—¿Qué tal comiste?
—Bien ¿y tú? —Junsu contestó sonriendo.
—¿Eh? igual —Sus ojos lo observaron con detenimiento—. ¿Y cómo van las cosas entre Yunho y tú?
—Bien —Tomó un bloque de hojas golpeándolas en la superficie de su escritorio para emparejar la pila—. ¿Viniste a entregarme algo?
—Solo quería saber si has sabido algo del resultado de la propuesta.
—¿No sabes que los resultados se darán en una junta? —Junsu levanto una de sus cejas al escucharlo.
—Oh si… lo olvide —Dio una sonrisa de disculpa poniéndose de pie—. Bueno te dejo, tengo que hacer una llamada.
—Ok —Junsu movió su mano para despedirse.
—Maldita mujer —Yoochun oprimió furiosamente el teclado de su celular avanzando por el corredor.
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—Jae, ¿podrías mandarme los avances de tus proyectos?
—Si —Él le contestó fríamente sin despegar la vista del monitor de su computadora.
—¿Mal día?
—Algo así.
—Yo igual —Soltando un fuerte resoplido, Yoochun se dejo caer en el sillón junto al escritorio —fui estafado por una mujer ¿puedes creerlo?—. Dejó salir un ligera carcajada.
—¿Qué?
—Digamos que le pague a una tipa para que me hiciera un favor —Rascó su cabeza con ambas manos con una pequeña sonrisa apagada en sus labios—. En esta época los favores se cobran y a qué precio.
—¿Qué tipo de favor?
—Que sedujera a Yunho delante de Junsu —Estiró sus piernas cruzándolas por los tobillos—. La muy descarada me llamo y me dijo que fue todo un éxito, pero cuando fui con Junsu él lucia perfectamente normal —Volvió a reír dejando caer sus brazos a los costados—. Tal vez lo perdono fácilmente.
—¿Quién es esa mujer?
—Hyosung, alias la-que-no-deja-títere-con-cabeza.
—Oh —Definitivamente era ella, pensó Jaejoong.
—“Se puso enormemente celoso” “estaba segura que me quemaría con su mirada” si como no —Yoochun imito a la mujer cuando le habló por teléfono, bostezo desplegando sus brazos por encima—. Me voy, te encargo los informes.
—¿Eh? Sí, nos vemos —En cuanto la puerta fue cerrada, Jaejoong dejo que la mitad superior de su cuerpo hiciera contacto con la madera de su escritorio—. Aish.
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Yunho organizaba uno de los tantos estantes cerca de su cubículo, los cuales estaban saturados de documentos por doquier, en esas ocasiones más que nunca era cuando detestaba su trabajo.
—¿Podemos hablar?
La voz suave de Jaejoong lo saco de sus tareas haciendo que lanzara los trozos de papel en el bote de basura cercano a él para indicarle que tomara asiento.
—Te creo, creo lo que me dijiste en la tarde, yo… lamento haberte dejado ahí.
—¿Qué te hizo cambiar de opinión? —habló dándole la espalda permitiendo así ocultar su sonrisa.
—Hable con Yoochun y él me dijo que eso que paso fue un plan suyo —Jugó con los dedos de sus manos al sentirse nervioso—. Le pago a ella para que se comportara así contigo.
—Oh entonces lo que en realidad sucedió es que crees en lo que te diga él y al reafirmar mi versión es como concluyes que dije la verdad —Arrugo otro par de hojas arrojándolas también a la basura—. Me alegra saber que tanto así confías en mi.
—No puedes culparme, tienes que aceptar que esa mujer dijo e hizo cosas que confundirían a cualquiera.
—¿Olvidas que soy un demente? Generalmente pienso y actuó irrazonablemente —Sujetó una de las esquinas de la bolsa dentro del basurero y la levanto—. Ahora si me disculpas tengo que tirar esto —Yunho abandono el lugar sin decir más.
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Junsu caminaba de un lado a otro a lo largo de su departamento, desde la ventana de la sala hasta el fregadero en la cocina, el día de mañana en casa de sus padres se haría una reunión exprés, y su madre encarecidamente le pidió que invitara a Yunho, pero dentro de sus planes el invitarlo solo pospondría su ya de por si dilatada confesión con Yoochun, puesto que en más de una ocasión había tratado de traer el tema de “su novio” a colación y fracaso en el intento, esta vez sentía que el asunto era una bomba de tiempo.
El sentimiento que le ocasionaba el engañar y utilizar estaba provocando un desgaste en su estado de ánimo, llevaba más de tres noches sin dormir bien, y en los días se le estaban agotando las excusas para disculpar a Yunho de su ausencia, se suponía que estaban en la etapa donde todo era dicha y felicidad pero ellos aparentaban todo lo contrario.
Junsu comía solo en su oficina o lo acompañaba Yoochun, a la salida del trabajo solo intercambiaba un par de palabras con Yunho y cada quien se iba para su casa, nada más lejano a una relación amorosa era lo que ellos mostraban a los demás.
Pero él lo entendía perfectamente, él mismo Yunho le dijo que estaba cortejando a su primo por lo que por los próximos días sería muy difícil estar juntos, y tampoco existía ninguna obligación para ello, puesto que ya ni siquiera pagaba su renta.
Desconocía en qué momento había avanzado tanto hasta el punto de no saber cómo arreglar las cosas, ajustar su vida implicaría desajustar las de los demás, mas especifico la de Jaejoong y Yunho. El riesgo de perder la confianza de Yoochun era alto pero su preocupación era casi igual de no saber cómo reaccionaría con los otros dos involucrados.
Sea como fuera, era una situación que tenía que enfrentar y entre más pronto lo hiciera, mejor.
—Yoochun-ah, ¿iras mañana a mi casa? —habló por el teléfono—. ¿Podríamos ir después a algún lado tú y yo? me gustaría hablar contigo….
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Dentro de su carro Jaejoong renegaba consigo mismo por simplemente no poder dejar las cosas así como estaban, una sencilla solución antes de que su vida se volviera un caos, pero algo dentro de él se negaba a hacerle caso al raciocinio. Yunho atravesó la calle y él toco la bocina, el sonido hizo que el hombre diera un ligero brinco al estar muy cerca del cofre.
—Sube —Como si no hubiera escuchado nada, él siguió caminando sobre la acera—. Dios, este hombre —Apretó el volante mientras pisaba ligeramente el acelerador siguiéndolo a su paso, después de tres cuadras su desesperación creció—. Podrías por favor ahorrarme el ridículo de estar siguiendo a un hombre y también evitarías el tuyo al compórtate de esa manera.
Sin otro remedio Yunho entró calladamente ajustándose el cinturón de seguridad, el trayecto estuvo en completo silencio, Jaejoong varias veces mordió su lengua al casi decir algo, cosas como ‘parece que lloverá esta noche’ ‘no hay mucho tráfico’ y ‘el clima está fresco’ quedaron atoradas en su garganta al saber que quizás serian comentarios muy tontos.
Estacionándose frente al edificio donde ahora Yunho vivía, este desabrocho el cinturón, abrió la puerta y dijo “gracias, hasta el lunes” siendo detenido por Jaejoong se volvió a verlo.
—Ya te dije que lo lamentaba, prácticamente me humille al perseguirte por las calles ¿hasta cuándo vas a seguir molesto? —Pestañeo un par de veces antes de seguir—. Tú solo me compraste un brownie.
—Pero no fue uno cualquiera —Enderezó su cuerpo volviendo a cerrar la puerta—. Asume la responsabilidad y conténtame.
—¿Qué?
Siguió la mirada de él, entendiendo a lo que se refería. Ignoro el cosquilleo en los dedos de sus pies y se deshizo del cinturón de seguridad para ladear su cuerpo aproximándose a Yunho, cerrando sus ojos y entreabriendo sus labios ataco al otro par con suavidad, de pronto su rostro fue inmovilizado por dos fuertes manos y él tan solo se permitió ser guiado al ritmo e intensidad que se le imponía, porque todo era demasiado dulce y sereno que no podía más que dejarse llevar como si el mundo se hubiera detenido por un momento.
Yoochun desde el balcón de su departamento se preguntaba que hacia el auto de Jaejoong estacionado ahí, llevaba más de cinco minutos esperando a que Kim saliera imaginando que subiría con él, pero al ver salir a Yunho y casi de inmediato a Jaejoong marcharse, su cabeza se lleno de incertidumbre, recargando sus antebrazos en el alto barandal hundió su nariz preguntándose repetidamente que hacían ellos dos juntos.

2 comentarios:

  1. Estoy leyendo este fantástico fic de un jalón, perdona si no comenté los capítulos anteriores, es que realmente es envolvente este asunto. Y más ahora que todo esta completamente patas pa'arriba. Se pone buenísimo!

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  2. Es de ya que Junsu le diga la verdad a Yoochun, pues empezará a sospechar ante lo de Yunho y Jae.

    Por fin están juntos Jae y Yunho como amantes secretos.

    Gracias!!!

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