Enredos de amor: Capítulo 13

Diferentes reacciones al amor

La semana había pasado rápido y ya era viernes, esa tarde la gerencia de A&D Kim estaba vuelta loca porque en veinte minutos tenían una junta sorpresa organizada por Kim Yoonhak, el presidente y padre de Junsu. Esta era una de sus tan acostumbradas revisiones sorpresas, un habito que aprendió de su padre y que seguramente se lo heredaría a su propio hijo. Según él, el factor sorpresa mostraba la verdadera cara de sus empleados, y el tomarlos desprevenidos hacia ver con claridad sus virtudes o carencias profesionales. Estas juntas habían sido las culpables de varios reacomodos en el organigrama de la empresa, casi nunca terminaban con un despido a menos que se descubrieran movimientos truculentos por parte de alguien, por lo regular lo peor que pasaba era una llamada de atención, que si bien no era ruda aun así a nadie le agradaba que su trabajo fuera cuestionado y puesto en evidencia delante de todos, pero también había cosas buenas, como los ascensos o aumentos de sueldo, porque al señor Kim le gustaba incentivar a sus empleados y reconocer su buen desempeño laboral.

Junsu había sido agarrado con la guardia baja, tenía planes para ese día pero nadie más que él y Yunho lo sabían, en su familia se le había inculcado que las responsabilidades estaban antes que la diversión, y más si estas eran en un día laboral, y si, efectivamente este era uno de ellos, por eso prefirió no decirle nada a su padre y sentarse dentro de su oficina haciendo puchero mientras esperaba que la junta comenzara, tal vez con buena suerte esta vez no se prolongaría mas allá de las siete y entonces alcanzaría a ir al cine, porque en realidad tenía muchas ganas de ir.
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Yunho tenía una hora de que había terminado los informes sobre la construcción que junto a otro arquitecto visito esa tarde. Había regresado a su departamento a darse un baño rápido y prepararse para su cita con Junsu. Al principio pensó en invitarlo a cenar pero su escaso presupuesto no se lo permitió por lo que tuvo que conformarse con llevarlo al cine, de alguna manera quería retribuir a todas esas comidas que el otro pago por él, y tal vez esto no sería mucho pero fue lo único que por el momento podía ofrecerle.
Para vestirse escogió un pantalón de mezclilla y una camisa que le dio un toque casual, después de checar por última vez su aspecto frente al espejo, salió del departamento dirigiéndose al cine.
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La junta se encontraba en un receso, llevaban casi tres horas ya en ella y es que al presidente Kim le encantaba antes que nada indagar en la vida de sus empleados en vez de ir al meollo del asunto, entonces cuando Junsu escucho que su padre le preguntó a uno de los empleados sobre su hijo y este le comento que estaba a punto de entrar al preescolar, supo que la cosa no pararía hasta obtener todo acerca de ello, así fue como todo el mundo se entero de que la primera palabra de Sungmo, el niño en cuestión, fue ‘agua’. Por desgracia esa era la misma palabra que Junsu pronuncio, y después vinieron unas cuantas anécdotas de su infancia, porque si de algo estaba orgulloso el señor Kim, era de su único retoño alias Junsu.
Todos los empleados estaban más que acostumbrados a reuniones como esta, de hecho muchos de ellos se preparaban mentalmente para dar por perdido el resto del día una vez que entraran a la sala de juntas. El único consuelo es que este tipo de asambleas no eran frecuentes.
Junsu observo su reloj, el minutero apunto el número nueve, dándose cuenta que faltaban 15 minutos para las siete, suspiro con frustración porque supo que no llegaría a su cita con Yunho, saco su celular del bolsillo de su pantalón y le marco. Tres repiques y él seguía sin contestar, no tenía mucho tiempo para que la junta volviera a retomarse, salió de su oficina casi corriendo y fue hasta el área de trabajo de él. Volteo a todos lados pero no hubo ninguna señal del hombre.
—Disculpa, busco a Yunho —Le dijo a una de las secretarias.
—Oh… salió acompañando a uno de los arquitectos.
—¿Y volverá?
—No lo creo, fueron a supervisar una obra y generalmente después de eso ya no vuelven.
—Gracias —Ambos se inclinaron y Junsu camino fuera tomando de nuevo a su celular, marco y espero a que contestaran—. Jae, necesito un favor.
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Jaejoong entró lentamente al estacionamiento subterráneo de una plaza comercial, maldiciendo su debilidad, porque muy pocas veces podía decirle no a alguien de su familia y lamentablemente esta no fue una de ellas.
Incluso le había dicho a su primo que el dejar al hombre plantado tampoco significaría el fin del mundo, pero Junsu insistió en que si tenía la más mínima posibilidad de evitar esto, la tomaría, porque según él «Yunho no merece un trato así» fueron las palabras textuales que utilizo.
Cuando llego al final de la gran escalera eléctrica fácilmente dio con Yunho, y es que no muy comúnmente ves a un chico sentado en medio de una banca con su pierna cruzada en algún tipo de pose de modelo y siendo observado por muchas chicas cuchicheando entre sí, si no lo conociera tal vez, solo tal vez, pensaría que se trataba de un famoso, pero como no era el caso, su intento de apariencia cool, con él no resultaba.
—Junsu dijo que lo siente pero esta atorado en una junta —Jaejoong habló rápidamente.
—Hola a ti también —Sonrió mientras miraba hacia arriba en la cara de él.
—Deberías contestar tu teléfono, así la gente no se molestaría en venir a avisarte —Ignoró las palabras del otro.
—La batería se agoto y no tengo el cargador a la mano     .
—Bueno ya cumplí, nos vemos —Jaejoong dio media vuelta tratando de alejarse pero le fue impedido por el repentino agarre en su muñeca derecha.
—Ya compre los boletos y dado que ya estás aquí, veámosla juntos —Soltó el brazo del otro cuando este volteó.
—No, si es por el dinero dime cuanto es y yo pago —Metió la mano en su bolsillo en busca de su cartera pero de nuevo fue detenido por Yunho.
—Para que desperdiciarlas, simplemente entremos —Se levantó de su lugar y sin esperar respuesta tomó la mano de Jaejoong.
—¡Yah! ¡Suéltame! —Forcejeó tratando de zafarse.
—Ssh… la gente esta viéndonos.
—¡Y que me importa, suéltame!
—Pensaran que tenemos una pelea de novios, ¿eso no te importa?
Jaejoong solo miró a su alrededor donde varias chicas murmuraban y podía jurar que incluso escucho sonidos de ‘aw’ por parte de algunas. En ese momento decidió rendirse, estaba haciendo un escándalo y al final de todos modos terminaría viendo la película ya que Yunho parecía ser más fuerte que él.
Entraron en la sala del cine y fueron a sentarse en una de las filas de la mitad dado que estaba casi por completo llena y pocos eran los asientos libres.
—¿No vamos a comprar nada para comer o beber?
—A la salida te compro una nieve —Yunho mencionó mientras acomodaba el apoyabrazos de su asiento.
—¡Yah! ¿Acaso soy un niño? —Jaejoong intento levantarse para solo ser regresado de inmediato a su asiento.
—Está por comenzar, no pienso perderme el inicio de la película.
—¿Te dije que fueras a comprar tú? ¿No verdad? Dime qué quieres y yo iré.
—¿Y si no regresas? Tal vez eso solo es un pretexto para marcharte, es un poco patético ir al cine solo, no quiero eso para mí —Señaló a unas tres filas delante de ellos donde una mujer llegaba sola a sentarse en uno de los lugares desocupados.
—No pensaba escapar —Jaejoong rodó los ojos.
—Aun así, para cuando regreses ya estará oscuro y difícilmente me encontraras, entonces tendré que levantarme e ir por ti y con tus habilidades tal vez hasta termines derramando algo sobre la demás gente.
Esta vez Jaejoong se quedo sin argumentos porque en el fondo supo que eso realmente podía suceder, y de solo pensarlo, las ganas de comer palomitas de maíz se le quitaron. Un minuto después las luces del lado izquierdo se apagaron y en treinta segundos más, también las del derecho. La película empezó a proyectarse en la pantalla y ambos hombres fijaron su vista en ella.
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La junta termino y todos después de dar una inclinación ante el señor Kim, salieron despavoridos, sabían que si a él se le ocurría preguntar sobre cualquier cosa, terminarían por abandonar el lugar hasta medianoche. Junsu sonrió ante la imagen de los empleados huyendo mientras arreglaba las carpetas en su lugar.
—Junsu ¿por qué no vienes a cenar a casa con tu madre y conmigo?
—Uhm… está bien, de hecho igual y me quedo a dormir.
—Oh eso alegrara mucho a tu mamá.
Ambos se sonrieron y partieron para su casa.
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La película estaba a punto de terminar y Jaejoong no tenía ninguna duda de que esta era una de las mejores que había visto en su vida. No sabía si fue la trama, los actores o todo en conjunto, pero realmente le había transmitido el sentimiento a su corazón.
La historia fue triste, aunque muy hermosa, él no pudo evitar que el agua se acumulara en sus ojos y menos que esta descendiera por su rostro, discretamente pasó su mano izquierda retirando las lágrimas, cuando las luces volvieron a encenderse y las letras con el reparto aparecieron, volteó su rostro hacia el lado derecho donde Yunho se encontraba sentado, fue rápido pero alcanzo a notar que el hombre también limpio su rostro, ambos se levantaron y comenzaron a caminar hacia la salida de emergencia.
—No imagine que llorabas por las películas —Jaejoong mencionó mientras una pequeña sonrisa burlona se formo en sus labios.
—Bueno lo hice, aunque no tanto como tú que hasta se te puso la nariz roja.
Instintivamente Jaejoong llevo ambas manos hasta cubrirla y Yunho rió con alegría, entonces Kim no supo cómo o por qué en su interior sintió felicidad, se supone que el hombre estaba burlándose de él pero esa risa sonaba tan cálida para sus oídos que deseo grabarla en su memoria.
—¿Vamos por el helado? —Yunho dejo de reír y le preguntó todavía con una pequeña señal de esta en su boca.
—De verdad que eres aburrido, pareces un adolescente con esa clase de invitaciones.
—¿Qué sugieres entonces?
—No lo sé, ir a beber algo y con algo me refiero a alcohol —Jaejoong aclaro por si acaso a Yunho se le ocurría decir un café o un refresco.
—No tomó licor.
—Mmm, creí que hablaba con un adulto.
—Mi tolerancia con el alcohol es baja, suelo perder el sentido incluso con un solo trago —Volteó su mirada sintiéndose un poco apenado—, no puedo arriesgarme a terminar inconsciente en quien sabe qué lugar.
—¡Yah! ¿Estás insinuando que me aprovechare de ti? —Jaejoong observo que el otro solo movió sus hombros en señal de no estar seguro—. ¡No soy ningún pervertido! —Bufó antes de empezar a caminar más rápido, signo de que comenzaba a enfadarse—. Siempre pensé que el que debería preocuparse por algo así, sería yo —murmuró suavemente, tanto que no fue audible para nadie.
—Te propongo algo, vayamos a comprar un helado para mí y tú escoges lo que quieras para ti.
Yunho se apresuro poniéndose enfrente del otro, Jaejoong solo desvió su rostro a un lado y asintió con su cabeza, no pudo ver que el otro hombre mostró una brillante sonrisa al ver tal gesto.
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Por primera vez en mucho tiempo Yoochun rechazo una invitación de sus amigos para ir a tomar algo, últimamente sus ánimos no le daban ganas de salir a divertirse, cuando no veía a Junsu empezaba a sospechar que este se encontraba con Yunho, y si estaba con él ¿qué estarían haciendo? esas constantes preocupaciones no lo dejaban concentrarse en otras cosas, por eso esa noche regreso temprano a su departamento, algo que extrañamente se estaba convirtiendo en su rutina semanal.
Fue a sentarse en el cómodo sillón reclinable de su pequeña biblioteca comenzando a hojear aquel libro de geología del que ya llevaba más de la mitad de sus cuatrocientas veinticinco páginas. Al menos utilizaría su situación actual para volverse un experto en esa materia.
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Jaejoong eligió un jugo de mango para él y un cono de vainilla con chocolate para Yunho, pago en la caja y salió del minisúper.
—Ten.
—Gracias —Yunho sujetó el helado comenzando a desprender el papel de este.
—Hiciste que se me quitaran las ganas de comprar algo más fuerte, como podría cuando lo bebería delante de un hombre que come un barquillo.
—Yo no te juzgaría si lo hicieras —Sonrió y luego le dio una pequeña mordida a la punta de su helado, ambos caminaron hasta sentarse en una de las bancas cercanas frente a un pequeño parque—. ¿Le diste a tu mamá las gracias de mi parte por la comida?
—Sí, ¿te la comiste toda tú solo?
—Tenía mucha hambre —Notó que Jaejoong amplió sus ojos y se apresuro a decir la verdad —La compartí con Junsu.
—Oh —Tomó un trago de su jugo volteando hacia uno de los edificios que se veían a la distancia—. Escogiste una buena película.
—¿A pesar de que te hizo llorar?
—A pesar de que NOS HIZO llorar, me gusto.
—Es una lástima que Junsu no pudiera verla.
—Ya es tarde, será mejor que nos vayamos —Repentinamente el escuchar el nombre de su primo lo hizo sentir fuera de lugar—. ¿Te vas solo o te llevo?
—Llévame —Se levantó casi como resorte comiendo la ultima parte del cono en su mano—, hoy camine mucho y me siento cansado.
—Bien.
Regresaron calmadamente a la plaza comercial para recoger el auto de Jaejoong que se encontraba aun en el estacionamiento de esta y en este recorrieron el camino hacia el condominio donde vivía el más alto.
Después de que Yunho llego a su departamento fue directamente a bañarse, sentía que el cansancio acumulado de toda la semana estaba apenas recayendo en su cuerpo, así que en cuanto se colocó una playera sin mangas y un pantalón holgado, se dejo caer en su cama durmiendo inmediatamente.
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Changmin recibió ese sábado por la mañana una llamada en su celular, pero había dejado olvidado su teléfono en el buro junto a su cama cuando salió a correr. El insistente sonido termino por despertar a Minho, quien con los ojos todavía cerrados estiró su brazo para tomar el aparato, una vez en su mano este dejo de sonar, abrió sus ojos para mirar la pantalla, cuatro llamadas de la misma persona, probablemente se trataba de alguien que se equivoco porque solo aparecía el número y no estaba grabado entre sus contactos. Regreso el celular al lugar donde antes se encontraba y en ese momento Changmin entró en la habitación.
—Tu teléfono no dejaba de sonar —Minho habló en medio de un bostezo.
—Al menos hizo que te despertaras, hoy tengo ganas de ir a algún lado —Se acercó a su celular y lo recogió.
—Ok, entonces deja me alisto.
Rápidamente se levanto casi corriendo hasta el baño llevándose entre sus pies una de las sabanas con la que casi tropieza, Changmin rió ante eso y empezó a examinar sus llamadas perdidas. El número por demás conocido provoco que frunciera el entrecejo, se dispuso a llamar pero la voz de Minho lo interrumpió.
—¡¿No piensas bañarte tú también?!
—Voy —Apagó su celular arrojándolo en la cama y se apresuro a entrar también en el baño, la llamada podía esperar por ahora.
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Junsu se levanto temprano en su antigua habitación, después de lavarse y cambiar su ropa se acercó al tocador a un costado de su cama, la superficie de este estaba repleta de portarretratos con fotografías de él con sus amigos, un montón de recuerdos impresos que dejo abandonados porque le gustaba observarlos cuando se quedaba a dormir en casa de sus padres, le dio un último vistazo a todas y salió de su habitación para bajar hasta el comedor donde seguramente ya estaría listo el desayuno.
—Junnie~ ya despertaste —Su madre se acercó a él pasando un brazo sobre su espalda jalándolo hasta la mesa—. ¿Dormiste bien?
—De maravilla —Sonrió dulcemente mientras se sentaba en una de las sillas—. ¿Y papá? —Le preguntó buscando con su mirada a su padre.
—Oh, un amigo suyo lo invito a jugar golf —Su madre mostró una sonrisa igual a la suya—. ¿Tienes planes para hoy?
—No… los tenía ayer pero tuvieron que ser cancelados por la junta.
—Oh eso es una lástima ¿y cuáles eran?
—Yunho me había invitado al cine.
—¿Qué? ¿Lo dejaste plantado por quedarte a una junta? —Junsu asintió con la cabeza y su madre casi tuvo ganas de darse de topes contra la mesa—. ¿Entonces qué esperas para llamarlo y decirle que vayan hoy?
—Pero él ya fue ayer, le había pedido a Jaejoong que fuera a avisarle que no podía ir y él me conto que los boletos ya se habían comprado así que entraron a ver la película.
—Junsu querido, se que Jae es de nuestra familia y lo quiero mucho, pero no se debe tener confianza en alguien que prácticamente lleva su traje de matrimonio a cuestas.
—Jae no está desesperado por casarse —Junsu dijo mientras negaba con su cabeza vigorosamente.
—Pero su madre lo está porque él lo haga —El señor Kim internamente supo que ella se encontraba en la misma situación.
—A Jae no le simpatiza Yunho.
—Oh créeme, esa podría ser tan solo una táctica.
Junsu por un momento pensó en lo que acaba de escuchar, pero de inmediato lo descarto porque Jaejoong no era así, además ellos parecían tan distintos que difícilmente congeniarían.
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La idea de ir a un parque de deportes extremos no era exactamente lo que Changmin había tenido en su cabeza cuando le propuso salir a su novio, pero Minho había obtenido un volante donde promocionaban el lugar, y a él le encantaban los deportes, y entre más extremos fueran mucho mejor.
Lo primero a lo que se subieron fue a la tirolesa, aunque lo de Changmin no eran precisamente las alturas el ver la cara de felicidad de Minho fue tan gratificante que se olvido la distancia entre sus pies y el suelo.
Después vino el escalar una pared, afortunadamente las piernas largas de ambos ayudaban bastante, pero la fuerza que requirieron en sus brazos término por tumbarlos más de diez minutos en una colchoneta cercana.
El resto del día paso absolutamente rápido para ellos entre el bongie, la cabalgata y los mini-karts, pero no podían irse sin jugar gotcha, porque era algo que desde siempre les había gustado, claro que ellos solían utilizar agua en lugar de bolas de pintura al disparar, pero finalmente el propósito del juego era el mismo, recibir la menor cantidad de tiros de su contrincante. Sin embargo descubrieron que los encargados del lugar habían mentido al decir que los golpes no dolían, claro que lo hacían, dolían como el infierno, pero ellos eran hombres y no mostrarían debilidad alguna aunque por dentro estuvieran retorciéndose del dolor.
Changmin acechaba a Minho desde atrás de una llanta, pero no contaba con que este lo atacaría con un movimiento sorpresa, algo que nombro gritando “salto de puma” y entonces Shim cayó sobre su espalda y su rifle resbalo de sus manos patinando varios metros lejos de él. Minho se sentó a horcajadas encima de su estomago y con su arma, apunto sobre su pecho diciendo ‘ríndete o muere’ a lo que Changmin respondió ‘jamás, prefiero morir como un valiente que vivir como un cobarde’ inmediatamente después lo contraataco haciéndole cosquillas en sus costillas por debajo del chaleco de seguridad y le apretó un poco arriba de su rodilla, un lugar en el que él sabía muy bien que Minho no resistiría y terminaría por bajarse de él.
Pero Choi no se bajo, en cambio solo perdió algo de fuerza mientras se reía tratando de resistir solo un poco mas, Changmin se las ingenio para darle vuelta a su cuerpo trayendo consigo al de su novio y así invertir posiciones. Sus manos ahora fueron a parar al pasto para apoyarse en ellas mientras con sus piernas seguía luchando por el control contra el hombre bajo él. Minho enrosco sus piernas en su cintura tratando de volver a colocarse en la cima pero Changmin puso todo su esfuerzo para impedirlo. Sus ojos se encontraron y los segundos parecieron horas en ese momento. Ambos se quitaron los cascos y solo fue cuestión de inclinarse un poco por parte de uno y agachar la cabeza por parte del otro, para que sus labios se juntaran. El beso comenzó inocente pero conforme el tiempo pasaba los niveles de intensidad fueron subiendo y quien sabe hasta donde habrían llegado si no es porque en los parlantes del lugar se escucho el aviso de que pronto cerrarían, se despegaron y Changmin se levanto ofreciéndole una mano a Minho para que él también lo hiciera.
Una vez de pie comenzaron a sacudir sus ropas y a recoger el equipamiento de Changmin, su pistola y chaleco, el cual no supieron cuando y como llego a perderlo, pero no era de extrañar porque este tipo de situaciones solían suceder a menudo, llegaba un instante en el que la pasión los envolvía que perdían noción de tiempo y lugar. Tomados de la mano caminaron hasta los módulos para regresar las cosas y así poder salir del parque.
Era de noche cuando llegaron a casa, después de ordenar la cena Changmin fue hacia su habitación para tomar su celular. En cuanto lo encendió el icono parpadeante anunciando un correo de voz lo sorprendió, presiono el botón para escucharlo.
“Salgo de viaje este lunes y quiero verte antes de partir”.
Changmin únicamente colgó su teléfono y después de pensarlo unos minutos camino hasta la ventana mientras esperaba que del otro lado de la línea contestaran.
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Junsu había regresado la tarde anterior a su departamento, y esta mañana sintió la necesidad de salir de compras, en realidad no necesitaba nada pero tenía ganas de estrenar algo, lo que fuera.
Él siempre había sido inseguro a la hora de decidir qué era lo que le quedaba mejor o que era lo que realmente necesitaba, cuando iba solo, por lo regular compraba cosas similares a las que ya tenía o terminaba llevando todo al no poder escoger de entre dos, tres o hasta cuatro cosas, y no es que su situación económica no le permitiera darse esos gustos sino que esos artículos acababan en un rincón de su armario sin ser usados.
Por eso esta vez llevaría a Yunho con él, quien amablemente acepto acompañarlo cuando se lo pidió y ahora se encontraban saliendo del estacionamiento a bordo del auto de Junsu. El sonido de un claxon alerto a Kim y por el retrovisor observo el coche de Yoochun detrás del suyo. Aparco el vehículo en la orilla de la calle y salió de este encontrándose a su primo y amigo quienes también emergieron del propio.
—¿A dónde vas? —Jaejoong preguntó mientras se acercaba a Junsu.
—Vamos al centro comercial.
—¿Vamos? —Yoochun ladeo su cabeza agachándose para ver a través del vidrio del auto al acompañante de su amigo, Yunho bajo la ventanilla y sonrió mientras agitaba su mano en forma de saludo—. Oh.
—¿Qué van a hacer allí? —Jaejoong se cruzo de brazos únicamente dirigiendo la mirada a su primo.
—Bobear —Junsu sonrió—. ¿Venían a verme?
—Sí, veníamos a invitarte a comer… pero viendo que ya tienes planes….
—Nosotros también vamos con ustedes —Jaejoong interrumpió a Yoochun.
—Ok, ¿entonces nos siguen?
—No, nos vamos en tu auto —Jaejoong no podía creer lo rápido que estaba actuando su cerebro ese día, parecía que el interesado en separar a ese par era él y no Yoochun.
—Oh, entonces déjale las llaves al portero, Yoochun-ah —Observo a su amigo asentir e ir de inmediato a donde le indicó—. Jae, ¿quieres que le diga a Yunho que se pase al asiento trasero?
—No, déjalo ahí, ¿iremos al centro cercano verdad? —Su primo afirmo con un gesto y entonces comenzó a moverse hacia el auto—. Es poca distancia, estaré bien.
Ambos entraron y se sentaron ajustando sus cinturones de seguridad, Jaejoong oprimió el botón para bajar la ventanilla de la puerta y así el aire pudiera colarse por ella, desde siempre el colocarse en los asientos traseros provocaba que su estomago se revolviera y se sintiera mareado, por eso procuraba sentarse adelante, pero esta vez de solo pensar en que Yunho y Yoochun estarían juntos le daba un mal augurio, porque sabía que el más alto constantemente soltaba palabras solo por el simple hecho de molestar, y en el actual estado de ánimo de Park, sabía que hasta ver una mosca volando le enfadaría.
—Listo —Yoochun llego rápidamente acomodándose junto a Jaejoong.
—Bien, vámonos entonces —Junsu piso el acelerador y condujo hacia el sur.
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Changmin había salido ese domingo dando como pretexto a Minho el que tenía que ir a su oficina para bajar unos documentos y ponerlos en la canastilla de envíos para que así fueran tomados a primera hora el lunes, pero Choi ese día había pensado en ir a comer con su suegros, así que decidió alcanzar a su novio en la empresa y de ahí ir juntos a la mansión Jung.
Aunque jamás espero que unas cuantas cuadras antes de llegar se encontraría a Changmin abrazando a una mujer, tal vez eso no era una gran demostración afectuosa o algo comprometedor, pero dudaba completamente que ella fuera la correspondencia aunque si fuera cierto ni siquiera quería imaginar lo que entonces sería la canasta de envíos, un lugar de cinco letras vino a su mente.
Permaneció ahí como si sus pies hubieran sido pegados en el pavimento, no supo si aquel abrazo duro segundos o minutos, solo supo que su corazón sintió una punzada que lo estaba desquebrajando. La mujer pasaba las manos de arriba hacia abajo en la espalda de Changmin, y él contuvo sus ganas de ir hacia ellos o gritar algo, mil veces se dijo a si mismo que eso sería ser inmaduro, mil veces se dijo que tenía que esperar y confrontarlo cuando llegara a casa, y mil veces se dijo que pasara lo que pasara actuaria con madurez, porque era obvio que Changmin lo engañaba por no serlo, ella aparentaba por lo menos llevarle 15 años y eso era mucho tiempo de ventaja en cuanto a experiencia se trataba.
Dio vuelta por donde vino y tomó de nuevo el tren, esperando que sus impulsos se mantuvieran bajo control para cuando estuviera frente a él.
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Esta era la tercera tienda que recorrían y Yoochun comenzaba a sentirse incomodo, desesperado y enfurecido pues las cosas no estaban saliendo para nada de cómo las había planeado. Esa mañana se había presentado desde muy temprano en casa de Jaejoong quien aún seguía dormido y tras zangolotear su cuerpo y hacer todo el ruido posible, logro que este se levantara refunfuñando de su cama, prácticamente lo arrastro al baño para que el agua le quitara el sueño. Una vez que Jaejoong estuvo completamente despierto aunque con una cara larga, le pidió ayuda porque su relación con Junsu estaba al borde de un acantilado y sentía que un ligero empujón haría que dejaran de ser amigos, tenía muchas ideas en su cabeza y todas ellas trágicas. Primero venia un noviazgo, después un compromiso, luego un matrimonio para finalmente él convertirse en el padrino de alguno de los hijos de Junsu y Yunho, imágenes poco alentadoras circulaban por su cabeza.
Y no es que tampoco quisiera que Junsu nunca formara una familia pero, ¿tenía que ser precisamente con ese sujeto? Yoochun sabía que Yunho y él no se llevaban bien, un aura negra servía de barrera para ambos, entonces lo más seguro es que poco a poco se pondría distancia entre la amistad que tenia con Junsu, pero aquí el problema era ¿cómo haría para separar a ese par? y más cuando Junsu reflejaba un enojo total cuando él nombraba algún aspecto negativo de Yunho, pensó en tal vez presentarle a uno de sus amigos, pero luego llego a la conclusión de que ninguno de sus amigos estaba a la altura de Junsu porque eran parranderos y unos cuzcos a más no poder, la única solución era Jaejoong puesto que él influía en las decisiones de Junsu, así que ese domingo unirían fuerzas y tratarían por todos los medios de hacerle ver que ese hombre no le convenía. Ya más tarde Jaejoong inventaría cualquier excusa tonta y se borraría del mapa dejando a Yoochun y su primo solos, entonces Park le mostraría que no necesita a un novio para divertirse porque él podría ser el reemplazo perfecto hasta que encontrara a alguien correcto, al indicado.
Pero una vez más sus planes se fueron por el desagüe y la vida se mofaba de él en su cara, porque desde que venían en el auto, Yunho y Junsu mostraron tanta química ante sus ojos que sintió ganas de sentarse en medio de los dos o de abrir la puerta y darle una patada a Yunho para que rodara fuera del vehículo, y eso ya era mucho en él porque nunca había tenido pensamientos criminales y jamás había deseado la desaparición de alguien con tanto anhelo, pero es que cuando Junsu intento cambiar la estación de la radio y tuvo contacto con la mano de Yunho quien se proponía a hacer lo mismo, para él tan solo fue imposible despegar su vista de la sonrisa que ambos compartieron o cuando Yunho dijo ‘amo esta canción’ y Junsu contestó ‘yo igual’ y entonces vio complicidad entre ellos, y cuando llegaron a la plaza comercial Junsu no paro de decir ‘¿Yunho crees que este color me hace ver pálido?’ ‘¿Yunho crees que esta camisa es muy formal?’ ‘¿Yunho crees que debería teñirme el cabello más claro?’ y un sin fin de Yunho’s mas. Su mal humor iba ascendiendo lentamente y se aproximaba a la cima de la neurosis.
Junsu se estaba probando unos lentes para el sol pero no podía escoger de entre todos los modelos frente a él, uno tras otro fue colocándoselos y después de verse en el espejo volteaba hacia sus acompañantes aunque solo parecía prestarle atención a lo que Yunho dijera. Jaejoong por su parte también aprovecho para medirse uno que otro par.
—Esos se te ven geniales Junsu —Yunho levanto ambos pulgares de sus manos.
—¿Debería comprar estos entonces? Uhm… pero también me gustan estos —Señaló unos de color café oscuro.
—Ambos lucen bien en ti —Se sonrieron mutuamente.
—¿Cómo se ven estos? —Jaejoong preguntó a los demás.
—Si tu propósito es lucir como un nerd, son perfectos —Yunho contestó inmediatamente.
Jaejoong se los quito de mala gana para después caminar a la zona de los sombreros tomando uno de estos al azar para obsérvalo con detenimiento.
—Yun lo hiciste enojar —Junsu le dijo seriamente.
—Era una broma, siempre toma las cosas con tanta seriedad —Sonrió volteando a ver a Jaejoong y tomó la mano de Junsu para darle un apretón—. En compensación le ayudare a elegir un sombrero porque el que trae seguro lastimara los ojos de las demás personas.
Junsu correspondió su apretón sonriendo y asintió con la cabeza mientras acomodaba los lentes que Jaejoong dejo botados. Yoochun quien hasta ese entonces solo se dedico a ser testigo de la escena, sintió repentinamente un impulso y sin darse cuenta ya se encontraba arrastrando a Junsu fuera de la tienda, siguiendo por un pequeño pasillo hasta doblar en una esquina donde los locales permanecían cerrados.
—Yoo...Yoochun... ¿qué diablos?... Suéltame.
Aunque lo soltó, Yoochun parecía no hacerle caso mientras se fue acercando hasta arrinconarlo en la pared, apoyando en ella sus brazos extendidos a cada lado de su cabeza y fijando su mirada en él.
—Qué estas….
—¡No quiero verte con él!
—¿Qué?
—¡No quiero que sonrías por sus bromas¡ ¡No quiero que le tomes la mano! ¡No quiero que vayas a comer con él! ¡No quiero siquiera que le hables!
—Tú... qué derecho tienes para dec...
—¡Odio que estés con él!
—¡Estás loco!
Junsu se agacho pasando por debajo de los brazos pero antes de que se alejara, Yoochun lo tomó por la muñeca y cuando giro para verlo este aprovecho para besarlo tomando con ambas manos su rostro. Yoochun por instinto cerró los ojos pero Junsu en cambio los amplio tanto que sintió que casi se salían de sus cavidades oculares. Park lo afianzo de la cintura con una mano mientras que movió la otra hasta su cuello. Junsu de pronto se sintió relajarse y lentamente cerró sus ojos comenzando a corresponder los suaves roces de sus labios. De pronto la cordura volvió a Yoochun y paulatinamente se fue separando del otro mirándose mutuamente.
—¿Por...Por qué me besaste?
—No lo sé.
—¡Debes saberlo, siempre hay una razón para todo!
—Pues no la sé, ahora mismo no sé ni lo que quiero —Yoochun aparto su vista y Junsu sintió la rabia crecer dentro de él.
—¡Entonces no hagas una cosa así a menos que lo sepas!
Junsu camino pisoteando de regreso al lugar de donde había sido sacado por la fuerza, con su cabeza llena de maldiciones para el hombre que aun permanecía de pie a unos pocos metros observándolo alejarse de él.
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Minho llevaba una hora y cuarto esperando que Changmin regresara y cada minuto que transcurría su frustración crecía más. En un arranque de ansiedad, abrió las puertas del amplio armario en su habitación y bajo de los estantes superiores un par de maletas, las colocó encima de su cama abriéndolas rápidamente, camino de regreso al guardarropa sacando un bonche de ropa, las doblo sin delicadeza alguna para meterlas en las valijas, después fue a la cómoda de una de las esquinas y tomó algunos artículos de ahí para también arrojarlos en el equipaje. Con ambas maletas listas, salió de su dormitorio y comenzó a bajar las escaleras.
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—Creo que este te quedara bien.
Yunho colocó sobre la cabeza de Jaejoong un pequeño sombrero gris con una franja negra, Jaejoong observo su reflejo en uno de los espejos redondos pegado en uno de los pilares.
—O esta —Le acercó una boina negra.
Y Jaejoong retiro el sombrero para colocársela volviendo a mirar su imagen, ni siquiera se daba cuenta de que estaba haciendo caso de lo que Yunho le decía, tal vez porque cuando este se acercó a decirle que su anterior comentario no había sido en serio, vio en sus ojos franqueza, o quizá porque cuando se ofreció a buscarle uno que resaltara su rostro se sintió un poco cohibido o cabía también la remota posibilidad de que ahora que otorgaba su total atención solamente a él, un ambiente de comodidad se instalo sobre ellos permitiéndole suavizar su actitud.
Estaban tan metidos en aquella elección que ni siquiera notaron la ausencia de los otros dos, ni tampoco el mal genio de Junsu cuando entró y tomó el par de lentes que Yunho le ayudo a escoger, ni mucho menos el apuro de Yoochun por alcanzarlo temiendo que lo dejaran botado en la plaza.
—¿Ya terminaron de escoger? —Junsu les preguntó con una apariencia seria.
—Si… llevare esta —Jaejoong señaló la boina en su cabeza.
Junsu solo dio media vuelta caminando hacia la caja para pagar, Jaejoong se dio cuenta de su hostilidad y rápidamente se acercó a Yoochun preguntándole si ocurrió algo pero este solo volteó hacia un lado negando ligeramente con su cabeza, después también camino pero él se dirigió hacia la puerta decidiendo esperarlos afuera.
Jaejoong y Yunho se miraron con la incertidumbre en sus ojos, ambos levantaron sus hombros indicando que no tenían ni idea de lo que pasaba, y después siguieron el camino de Junsu.
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Changmin llego a su casa y lo primero que se encontró al abrir la puerta fue un par de maletas con las que casi se tropieza al tratar de entrar.
—Qué demo….
—Son tus cosas, no son todas, solo un par de cambios y tu perfume, desodorante y eso tipo de objetos —Minho habló desde uno de los sillones.
—¿Y por que los tienes aquí? —Alzó una de sus piernas brincando la maleta frente a él.
—Obviamente para que te vayas.
—¿Para qué me vaya? ¿A dónde? ¿Por qué? —Changmin detuvo sus pasos mirándolo seriamente.
—¿A dónde? Eso tú sabrás, puedes irte con ella o con la que se te venga en gana y ¿por qué? porque no puedo vivir con alguien que no está comprometido al cien por ciento con esta relación.
—¿De qué diablos estás hablando? ¿Cuál ella?
—La mujer con la que estabas en el parque, ¿o es que sales con tantas que ya ni siquiera sabes a quien me refiero? ¿quieres que describa la ropa que llevaba puesta?
—Cómo….
—¿Cómo supe? Por casualidad, iba a tu oficina cuando de pronto bum, ahí estabas completamente pegado a esa mujer —Se levantó y camino hasta el minibar, después de sacar una botella con agua la destapo tomando un poco de ella—. Realmente debí ser muy tedioso para que te buscaras a alguien que te llevara tantos años de diferencia, aunque admito que parece ser alguien elegante —Dio una pequeña sonrisa bañada en sarcasmo antes de continuar —mas no puedo decir que es alguien refinada porque….
—No hables de más Minho —Changmin mostró una mirada retadora hacia él.
—Tan solo iba a decir que el lugar que escogió para tu encuentro no es muy fino que digamos, en Seúl hay algunos otros parques mas arreglados que estoy seguro encajarían mejor con su apariencia, pero supongo que con tu agenda apretada eso fue lo mejor que pudiste ofrecerle —Volvió a beber agua y cerro la botella dejándola sobre la barra junto al minibar.
—No sabes lo que dices —Comenzó a acercarse pero Minho estiró ambos brazos para indicarle que se detuviera.
—Tienes razón, en este momento no tengo mis ideas muy claras y es por eso que quiero que te vayas a otro lugar, porque él solo verte hace que mi yo interno quiera dejar todo y largarme a un lugar donde nunca vuelva a saber de ti —La tranquilidad de su voz mando un escalofrió al cuerpo de Changmin, esa serenidad no era propia de él.
—Yo….
—Vete, si necesitas algo que no haya puesto en tu equipaje procura venir cuando yo no este, conoces mi horario.
Giro sobre sus talones alejándose de ahí sin voltear a verlo, cuando llego a su habitación cerró la puerta recargándose en ella y un minuto después alcanzo a escuchar el click de la puerta principal, avisándole que Changmin había salido, el sonido de la cajuela siendo cerrada y el motor encendido, le dieron la certeza de que él le daría el tiempo necesario para pensar, aunque en su interior sentía que no había necesidad de ello, ¿que mas precisaba para darse cuenta de que su novio tenia a alguien más?, ni siquiera hizo el intento de negarlo, incluso trato de evitar que ella fuera insultada.
Poco a poco su piernas comenzaron a flaquear y se fue deslizando sobre la puerta hasta quedar en cuclillas, apoyo ambos brazos sobre sus rodillas entrelazando sus manos. Afortunadamente se encontraba solo, evitando su propia humillación de ser visto en aquella posición mientras una lagrima corría por su mejilla. Hundió su cabeza entre sus brazos y permitió que mas lagrimas mojaran su rostro.

2 comentarios:

  1. para mí que esa mujer es la mamá de changmin.
    kyaaaaa Yoochuniie besó al delfín...aaaaaaa así serian sus celos, aunque me da rabia que el frentón no sé de cuenta de que ama a Susu

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  2. Yoochun es un tonto, besa y luego decepciona a Su al decir que no sabe porqué. El YunJae ahora parece dejando a un lado cuando se molestan, congeniar en muchas cosas.

    Min deberías decir a Minho quién es esa mujer.

    Gracias!!!

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