Enredos de amor: Capítulo 11

Demasiado bueno para ser realidad

A las 9:30am en punto Junsu rodó en la cama y cayó al suelo haciendo que soltara un fuerte quejido por el dolor que provoco el golpe. Yoochun escucho el grito y rápidamente abrió los ojos sentándose al mismo tiempo.
—¿Qué paso?
—¿Q…Que haces aquí? —Junsu desde el suelo volteó a su alrededor comprobando que se encontraba en su habitación —¿Por qué estas en mi cama?
—Oh —Yoochun retiró la manta de sus piernas y se levanto—, desperté en la madrugada y me di cuenta de que nos habíamos quedado dormidos en la sala, te traje hasta la cama y yo tenía demasiado sueño, solo quise dormir unos minutos antes de ir a mi casa, pero supongo que termine durmiendo más de la cuenta.
—¿Y Yunho y Jaejoong?
—Cuando me desperté ya no estaban.
—Iré a hacer el desayuno —Junsu se puso de pie y camino fuera del cuarto porque se sintió un poco a disgusto al estar ahí.
Yoochun se quedo por unos segundos observando hacia el lugar por donde salió el otro, pensó en que aunque el ambiente entre ellos era incomodo por lo menos no lo corrió, soltó un largo suspiro para después caminar hacia el baño.
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Ese día Yunho se había despertado temprano, a pesar de que después de regresar a su departamento la noche anterior había permanecido cuatro horas frente a su computadora terminando el trabajo que dejo pendiente, pero ese día tenía muchos planes, iría al supermercado a comprar la despensa para llenar su alacena y refrigerador que se encontraban prácticamente vacios, después iría a comprarse ese par de tennis que vio en uno de los aparadores del centro comercial en una de sus tantas idas a comer con Junsu. Pasearía por alguna galería de arte cercana y le compraría cualquier cuadro a Jaejoong para que lo dejara tranquilo y no estuviera echándoselo en cara cada que lo viera, al regresar pediría el no. de cuenta al administrador del edificio para depositar lo de la renta del departamento y por la noche le llamaría a Changmin para quedarse de ver con él y regresarle el dinero que le debía.
Salió de bañarse con una sonrisa en su rostro y la mantuvo así mientras se cambiaba y salía de su departamento, hasta que fuera del edificio se encontró con Minho quien estaba a punto de entrar.
—Hyung.
—¿Eh, hola? ¿Qué haces aquí?
—Vine a visitarte.
—Pelearon de nuevo —Yunho lo vio fijamente pero Minho evadió su mirada—. Voy de salida, tengo muchas cosas que hacer hoy.
—Yo voy contigo, traje el coche de Changmin.
—¿Te lo presto? —Su expresión de asombro provoco la primera sonrisa de ese día en Choi.
—No, aproveche que él salió a correr para tomar las llaves.
—Se enojara cuando se dé cuenta.
—Él prometió comprarme un auto y hasta ahora no ha cumplido —Ambos comenzaron a caminar hacia el vehículo estacionado en la esquina.
—Según recuerdo, él dijo que te lo daría en tu próximo cumpleaños.
—Lo que pasa es que él no quiere arriesgarse a que lo siga y así descubra que sale con alguien más —Oprimió el botón en el llavero para apagar la alarma del carro.
—¿Ahora se te metió en la cabeza que te es infiel? —Yunho dio una pequeña sonrisa entrando en el auto.
—Tengo una ligera sospecha de ello —Minho también entró y después de colocarse el cinturón de seguridad, colocó la llave y le dio vuelta para arrancar.
—No creo que te haga algo como eso, no niego que él ha salido con más de una persona a la vez pero eso era porque no tenía una relación seria con ninguna de ellas, cuando el salía con alguien formalmente jamás mostró interés en nadie más.
—Siempre hay una primera vez para todo —Mantuvo su vista fija en el camino sin expresar ningún tipo de emoción en su rostro.
—No llegues a ninguna conclusión sin antes estar seguro.
Yunho trato de persuadirlo sabiendo lo impulsivo que su cuñado era, esa fue una de sus preocupaciones cuando se entero de que él y su hermano comenzaron a salir, Changmin era muy intolerante a los actos de arranque y él temió que eso en un futuro fuera a lastimarlos.
Minho conoció en persona a Changmin cuando regreso a Seúl para estudiar en la universidad, ya antes Yunho le había hablado mucho de él, pero como este se encontraba en Londres estudiando no había tenido la oportunidad de tratarlo antes.
La primera impresión que tuvo Minho respecto a él fue de egocéntrico, su actitud fría hacia todo hizo que él pensara que si Yunho no le hubiera contado que ellos dos no eran hermanos de sangre habría creído que alguno de los dos era adoptado, y seguramente ese seria Changmin, porque los padres de ellos tampoco eran así, seguramente lo heredo de su madre, había llegado a esa conclusión.
Pero después de tratarlo por más tiempo empezó a sentir una atracción hacia él, aunque Shim nunca le mostrara ningún indicio de corresponderle, hasta que inesperadamente un sábado por la tarde se presento en su departamento y lo invito a salir. Esa fue la primera cita de muchas otras, después se hicieron novios para finalmente vivir juntos.
Changmin desde un principio había sido muy franco con él al decirle que no creía en el matrimonio, que incluso una antigua novia lo había dejado por ese motivo, pero a Minho eso no le importo, él solo quería que ambos se comprometieran en una relación seria, y entonces cuando menos lo espero ya llevaban casi año y medio de noviazgo.
Un lunes cualquiera, Shim le mando un mensaje de texto diciéndole que tenia la casa perfecta para ambos, cuando Minho leyó aquello contestó bromeando en forma de pregunta si eso era una propuesta de vivir juntos, el siguiente mensaje que recibió hizo que tirara su cuaderno de la butaca donde se encontraba sentado y llamara la atención de toda la clase de ‘Arquitectura moderna’, nunca antes dos sencillas letras lo habían hecho sentir tan feliz y nervioso al mismo tiempo, un sí que sabe a gloria, fue lo único que pudo pensar en ese momento.
Y ahora que tenían siete meses de vivir juntos sentía inseguridad, porque entre mas lo conocía mas se enamoraba de él y entre mas lo hacía, sabía que sería peor el sufrimiento si ellos se separaban, era cierto que el que no arriesga no gana, pero si perdía, ¿alguna vez volvería a ser él mismo de antes? ¿el Minho de antes de conocer a Changmin?, sin duda eso jamás pasaría.
—Hyung ¿A dónde vamos? —Minho detuvo el auto en un alto que marco el semáforo y volteó hacia el lado del copiloto.
—Tenia curiosidad de hasta cuando me ibas a preguntar, van cinco veces que pasamos por esta cuadra —Yunho rió y Minho contestó con una tímida sonrisa—. Vamos a un supermercado pero antes necesito pasar a un cajero automático.
—Ah, ya sé a dónde ir entonces —La luz verde se mostró y Minho aprovecho que estaba pegado a la orilla para dar vuelta a la izquierda e ir al lugar en su mente.
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Yoochun salió de la recamara recién cambiado con el cabello mojado dando señal de que había tomado una ducha, al escuchar los pasos, Junsu volteó a verlo.
—Tome prestado esto, espero no te moleste —dijo mientras se señalaba a sí mismo en la ropas que traía puestas.
—No —Junsu negó con su cabeza—, ya casi esta esto.
Yoochun asintió y camino hacia el comedor pero la foto donde él junto con Junsu y Jaejoong estaban sonriendo llamo su atención, entonces camino hasta ella para tomarla entre sus manos, la sonrisa que se había dibujado en su rostro desapareció por completo cuando noto la pequeña fotografía colocada en una de las esquinas, aquella que Junsu y Yunho se habían tomado en una cabina.
Park bajo una de sus manos y la apretó en puño cuando vio los brazos de Yunho encerrados posesivamente en la cintura de Junsu mientras ambos reían.
—¿Cuándo se tomaron esta fotografía?
—¿Cuál? —Junsu vacio un poco de arroz en dos platos y volteó a ver a su amigo—, oh, hace como un mes —Regresó a su tarea de servir el desayuno.
Yoochun dejo ambas imágenes en su lugar y fue a sentarse en una de las sillas del comedor.
—¿Ustedes están ya…?
—Listo, ¿me ayudas a llevar las cosas a la mesa en lo que yo me baño rápido? —Junsu le preguntó mientras caminaba hacia su habitación.
—Claro —Yoochun se levanto rápidamente e hizo lo que se le pidió.
—Gracias —Ambos se sonrieron entre sí.
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Oh la vida era cruel, muy cruel, no había más tonos rosados en ella, eso fue lo que pensó Yunho al revisar su cuenta bancaria, si bien el sueldo era bueno pero no lo suficientemente alto para pagar renta, comida y deudas, llego a la conclusión que solo podría cubrir la renta y con lo restante seguir con su pobre menú, agua y ramen, pensó en que ese maldito departamento consumiría todo su dinero, incluso llego a pasar por su cabeza el mudarse a la calle, al menos se ahorraría el alquiler.
—Hyung ¿Qué pasa?
—Que desperté a la realidad.
—¿Eh?
—Vamos a comprar rápido antes de que Changmin llame histérico preguntando por su auto.
Ambos entraron sonriendo al enorme supermercado y fueron a tomar uno de los carritos para poner en el los productos que fueran escogiendo.
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Jaejoong caminaba por uno de los amplios pasillos buscando la marca del atún que a su mamá le gustaba, su madre era quisquillosa solamente por algunas cosas y esta era una de esas, él sabía que si no llevaba de esa entonces no comería y se enojaría con él, y no era bueno vivir con una madre enojada.
Llego hasta el anaquel donde se encontraba el atún pero cuando estaba a punto de tomar las únicas cuatro latas otra mano fue más rápida que la de él llevándose todas. Jaejoong volteó hacia su izquierda para ver a la persona que lo hundiría en el martirio al volver a casa, se trataba del amigo de Yunho, tenía que ser amigo de él, pensó.
—Hola, no sé si me recuerdes… nos conocimos en el depar….
—Si te recuerdo, hola —Minho habló con una pequeña sonrisa.
—Yo… no suelo pedir este tipo de cosas pero… ¿me dejarías comprar a mí esas latas? —Jaejoong trato de poner una expresión de desesperación para convencer al chico.
—Pero estas son las favoritas de Yunho hyung —Minho se aferró a los cuatro objetos dando un paso atrás.
—Por favor, realmente las necesito.
—No se las des Minho —Yunho apareció en el corredor empujando el carro del supermercado.
Jaejoong frunció el ceño al escuchar la voz y dio media vuelta pasándolo de largo mientras pisoteaba. Cuando desapareció, ambos siguieron su camino en busca de más cosas.
—¿Hyung este té está bien?
—No voy a llevar té.
—¿Por qué? ¿Ya compraste?
—Mi presupuesto es limitado.
—Ah es por eso, yo lo comprare por ti —Minho le sonrió y después de poner la caja en el carro comenzó a empujarlo—, vamos por el cereal.
—Eso también está fuera de mi presupuesto.
—Entonces también lo comprare para ti, yo pagare todo lo que este fuera de tu presupuesto, además Changmin es quien paga mi tarjeta —La pequeña sonrisa que tenia se convirtió en una malévola.
Yunho supo que era inútil discutir, Minho era terco y no lograría convencerlo, así que solo encogió sus hombros y siguió desde atrás al otro.
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Después de terminar su desayuno ambos comenzaron a limpiar todo, cuando Junsu lavaba un plato se lo pasaba a Yoochun para que lo secara hasta que terminaron con ellos.
Los momentos incómodos desaparecían cuando encontraban algún tema del cual hablar, pero cuando se les terminaban los argumentos, el silencio caía sobre ellos haciéndoles sentir con ganas de teletransportase a otro lugar lejos.
—Lamento la forma en que te hablé la ultima vez —Junsu fue el primero en traer aquella conversación de varios días atrás—, no tengo ningún derecho para cuestionar tu forma de actuar.
—¿En verdad piensas de mí de esa manera?
—Lo que dije salió porque estaba enojado pero mentiría si digo que en el fondo no lo pensaba —Se recargó en la encimera cerca del fregadero y fijo su vista en el adorno frutal a un costado de su amigo—, tal vez no exactamente como lo solté, creo que las palabras que pronuncie no fueron las apropiadas, pero….
—Pero la idea es la misma ¿no es cierto?
—Si —Junsu observó la cara de decepción de Yoochun y sintió que su pecho se contrajo—, pero nunca te he visto enamorado, solo he visto tu etapa de conquistador… así que supongo que solo critique ese lado tuyo —Trató de mostrar una sonrisa pero solo resulto un intento de ella—. Cuando vea ese otro lado tuyo, entonces estoy seguro que me harás tragar mis propias palabras y yo… espero que eso sea pronto porque quiero verte feliz y esa vida de libertinaje que llevas no logra eso.
—No estoy listo.
—¿Mmm?
—No estoy listo para entregar mi corazón —Yoochun clavó su mirada en los ojos de Junsu—, no quiero quedarme sin el.
—Jae me dijo una vez que el corazón no desaparece cuando se lo das a alguien que amas, sino por el contrario conseguirás dos, el tuyo y el de la otra persona y luego lentamente se fundirán en uno más fuerte y más sólido, él dijo que eso es el amor.
—Eso no sonó muy propio de Jaejoong —Arqueó una de sus cejas al pensar en Jaejoong diciendo eso.
—Es que lo leyó en algún manga, pero de cualquier forma creo que es cierto, cuando amas y eres correspondido no solo tú eres el que arriesga su corazón tal vez el que salga perjudicado podrías no ser tú.
—¿Y si no soy correspondido?
—Estamos hablando de ‘Park Yoochun’ ¿quién no le correspondería a él? ¿Alguno de tus objetivos te ha dicho no? —Junsu caminó hasta la ventana del lado derecho de la sala, abrió la cortina y saco su cabeza observando a los autos pasar.
—¿Entonces crees que debería buscar alguien con quien sentar cabeza? —Yoochun se acercó a él y con un leve empujón en su cadera se hizo espacio para ver también por la ventana.
—Definitivamente si —Junsu pensó en la alegría que sentiría si ‘ese alguien’ fuera él—. Mantén tus ojos bien abiertos, no sabes cuando ese alguien puede aparecer.
Permanecieron en silencio en la misma posición esta vez sin importar que el silencio volviera a rodearlos, ahora era diferente, ahora se sentía confortable.
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Jaejoong no era de los hombres que se rendían después del primer fracaso por eso se mantuvo escondido mientras esperaba la oportunidad de un descuido por parte de aquellos dos y así él poder sacar del carrito aquellas latas de atún tan anheladas, y ese momento llego, Minho desapareció al parecer yendo en busca de algo y Yunho se distrajo analizando empaques de sal, ¿qué rayos se le analiza a un empaque de sal? en su opinión podría ser el que tuviera más contenido, ya que Yunho traía un paquete en cada mano y parecía que utilizaba sus brazos como balanzas, Jaejoong rodó los ojos al pensar en que era obvio que ambos contenían lo mismo, ¿acaso no sabía que por eso tenían el peso especifico grabado en el plástico? Dejando de lado eso, Kim camino sigilosamente hasta él y metió uno de sus brazos en el carro de autoservicio y sujeto las latas que por suerte estaban apiladas facilitando el agarre, a punto de sacarlas una mano tomó su muñeca haciendo que diera un pequeño salto por la impresión.
—Ssh… ¿asaltando el carro de alguien más? —Yunho dijo mientras agitaba su cabeza en negación.
—No son tuyas, todavía no las pagas.
—Bueno pero están apartadas.
—Aish bien, quédatelas, no me importa.
Jaejoong soltó las latas y sacudió su mano para zafarse del agarre y camino para alejarse, Yunho no pudo evitar sonreír, algo en su interior disfrutaba el hacerlo enojar, colocó una de las bolsas de sal en el carro las cuales en realidad no estaba examinando sino mas bien simulando hacerlo, tenia rato ya de que se había dado cuenta que Jaejoong los estaba siguiendo así que aprovecho el momento en que Minho fue por la leche para actuar como si fuera ajeno a toda la situación.
Kim iba maldiciendo por lo bajo mientras zigzagueaba entre los pasillos, ahora debería ir a otro lugar a conseguir el dichoso atún.
—Ojala que le duela el estomago cuando se lo coma.
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Changmin regreso de correr y como era costumbre lo primero que hizo fue darse una ducha, el hecho de que Minho ya no se encontrara durmiendo no le pareció del todo raro, porque Choi en ocasiones se levantaba temprano para hacer sus proyectos de la universidad, y así encontrarse libre por si acaso planeaban salir por la tarde.
Pero cuando Changmin termino de vestirse y fue directamente al estudio personal de Minho y no lo encontró allí supo que algo extraño estaba sucediendo, fue a la cocina y le preguntó por su novio a una de las mujeres del personal de la casa, ella se limito a contestar que desde la noche anterior no lo habían visto y lo mismo contestaron los otros empleados.
Un ligero temor lo recorrió desde los pies hasta la cabeza, camino lentamente hasta fuera de su casa y una vez ahí observo el espacio vacío. Efectivamente su auto fue llevado lejos de él y estaba en algún punto desconocido, entró de nuevo subiendo corriendo las escaleras para llegar hasta su habitación, abrió la puerta azotándola en el proceso y tomó rápidamente su celular, a punto de marcar una de las sirvientas apareció con el teléfono en mano diciéndole que tenía una llamada del señor Jung, aventó suavemente su celular a la cama, sujeto el que le ofrecía la mujer haciendo que esta se retirara inmediatamente, por ahora la llamada a su novio quedaría pendiente.
—¡Si le pasa algo a mi bebé estas tan muerto Choi Minho! —habló antes de acercar el aparato a su oído—. ¿Abuelo?
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Para mala suerte de Jaejoong la fila de la caja rápida estaba fuera de servicio, solo llevaba tres cosas y las demás filas eran enormes, miró a su reloj lamentando el haberse quedado viendo los productos electrónicos ya que al final termino por no comprar ninguno, deseaba una nueva notebook pero no se decidió por ninguna, después pensó en comprar una cámara de video pero se dio cuenta que en realidad le gustaba más tomar fotos, vio las cámaras digitales pero ninguna le gusto, fue casi una hora perdida en eso.
Volteo a su alrededor y vio a dos hombres altos ya muy avanzados en una de las hileras, mordió su labio inferior antes de suspirar cansadamente, avanzo hasta ellos para tocar el hombro de Yunho.
—Déjame adelante de ti.
—¿Perdón? ¿Quieres que te deje colar en la fila?
—Solo tengo tres cosas y todos tienen miles, no quiero salir de aquí hasta en la noche.
—No puedo hacer eso, los demás se molestaran conmigo.
—Entonces paga esto por mí, yo te daré el dinero.
—¿Por qué? —Yunho se recargó en el carro y arqueó una de sus cejas, Jaejoong solo volteó a un costado murmurando algo—. ¿Qué dijiste? —Colocó una mano en su oreja para indicarle que no escucho.
—Por favor —Kim habló mientras lo miraba con sus ojos entre cerrados.
—Si lo pides tan amablemente no puedo negarme, pon las cosas aquí.
Después de pagar las cosas con la tarjeta de crédito de Minho, los tres caminaron fuera de la tienda de autoservicio hasta el estacionamiento y se detuvieron al llegar a un auto deportivo último modelo. Choi presiono un botón y la cajuela se abrió.
—Aquí está el dinero —Jaejoong extendió su mano con unos cuantos billetes hacia Yunho.
—¿Aun quieres las latas de atún?
—¿Me las vas a vender?
—Depende.
—Olvídalo, no me interesa hacer tratos contigo, solo toma el maldito dinero y dame mis cosas.
—Está bien —Yunho sacó dos bolsas que contenían shampoo, jabón y cátsup, y les agrego las cuatro latas de atún—, ahí está —Se las entregó aceptando el dinero a cambio.
—Gracias, lo que te di también cubre lo del atún —Había notado que Yunho metió las latas en una de sus bolsas, y ya que no tenía ganas de ir a otro lado a conseguirlas, prefirió no decir nada y solo aceptarlas.
—Ok —Le sonrió amablemente—. ¿Dónde dejaste tu auto?
—Vine en autobús, no iba a comprar muchas cosas y a veces los fines de semana el estacionamiento está muy lleno así que… bueno me voy —Jaejoong se cortó así mismo cuando noto que estaba contándole mucho a alguien que no tenia porque saber nada de él.
—Nosotros te llevamos —Yunho ofreció amablemente.
—No gracias.
—No es molestia el llevarte —Minho había terminado de guardar él mismo todas las cosas y se incluyo en la plática—, hace mucho calor y llegaras más rápido en el auto.
—Te debo un aventón, vamos —Yunho tomó su mano para jalarlo hasta la puerta, la abrió e hizo el asiento hacia delante para que entrara.
—Espera… —Rodó sus ojos y se agacho para entrar—, gracias entonces.
—No es nada —Minho entró sentándose y encendió el auto en cuanto Yunho cerró la puerta—, tú me dices por dónde ir.
—Oh… cuando salgas das vuelta a la derecha y sigue por la misma hasta llegar a la segunda intersección, ahí das vuelta y más adelante te digo donde dar otra.
—Ok... oh —El celular de Minho comenzó a sonar desde el bolsillo de su pantalón—, ya se había tardado en llamar —Sonrió cuando leyó el nombre en pantalla, oprimió el botón para contestar y lo acercó a su oído—. Hey.
¡¿Dónde estás?! —Se escuchó la voz de Changmin un tono más alto de lo normal.
—En un supermercado.
¿Qué haces ahí?
Vine a comprar unas cosas.
¡¿Y porque te llevaste mi auto?!
Porque eran muchas, además tenía ganas de conducir.
¡Quiero que regreses en este mismo instante!
En una hora estoy allá.
¿Qué quieres decir con una hora? ¡Llevas casi dos horas fuera!
Me tengo que ir, voy a colgar.
¡Yah! Regresa, no quiero encontrar un solo rayón en mi auto.
Sí, sí, ya lo sé, nos vemos~ —Colgó y regreso su teléfono a su pantalón—. Ni siquiera preguntó con quien estaba ni que compre, con que su auto se encuentre bien es más que suficiente.
—Te espera un largo sermón cuando regreses.
—Nah, si me dice algo le ponchare las llantas a esta maldita cosa.
—Si tienes prisa, de verdad puedo irme en autobús —Jaejoong desde el asiento trasero habló mientras hizo el intento empujar el asiento delantero para que Yunho se levantara y así pudiera bajar.
—No, solo es que mi novio está en crisis, el que haga berrinche por un rato no lo va a matar —Minho volteó su cabeza hacia él y le mostró una pequeña sonrisa—. Bueno, ahora si vámonos.
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—¿Recuerdas esta?
—Oh si, fue cuando nos saltamos las clases para ir a comer sushi.
—Sip y esta es de cuando jugamos futbol dentro de la asociación de alumnos, ¿te acuerdas de la cara que puso Jae cuando la lámpara se despego del techo?
—Como olvidarla, quisiera haber tomado una foto de ella.
Yoochun y Junsu llevaban casi una hora platicando sobre sus días como estudiantes universitarios incluso Kim había ido por su laptop para ver las fotos de aquellos días, tenían cientos de imágenes donde salían con varios de sus compañeros, todas reflejaban bellos recuerdos que traían añoranza a sus vidas.
—El otro día mientras caminaba por una calle vi al profesor Hwan, sentí la necesidad de esconderme.
—Afortunadamente yo no me lo he topado, pero si lo hago fingiré no conocerlo.
—¡Yah! ¿Cómo puedes ser tan descarado respecto a eso?
—No fuimos los primeros ni lo últimos en hacer trampa en uno de sus exámenes —Yoochun mencionó aquello muy quitado de la pena.
—Eso no importa, todavía lo recuerdo como si hubiera sido ayer, incluso puedo aun oír sus silbidos mientras nos quitaba nuestros acordeones.
—¿No le has contado a nadie de esto verdad?
—Claro que no, ¿crees que es algo de lo que estaría orgulloso de hablar?
—No debes hacerlo, es nuestro secreto, mis padres piensan que yo jamás hice algo indebido y no quiero que esa imagen que tienen de mi se derrumbe —Park le guiño un ojo.
—Ni yo —Junsu soltó una pequeña risa.
Así de fácil las paces entre ellos estaban hechas, Junsu no se sentía así de a gusto con alguien como con Yoochun y este no se mostraba tan abierto como con él, era como si sus defectos y virtudes encajaran perfecto como dos piezas de un rompecabezas.
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Minho estaciono el auto enfrente de la casa de Jaejoong, Yunho se quito del asiento y lo inclino hacia delante para que Jaejoong pudiera salir, una vez afuera se inclino leventemente agradeciendo por el ride, dio media vuelta para avanzar hacia su casa pero una voz femenina detuvo su camino.
—Joongie, ya llegaste —La madre de Jaejoong salió de su casa al ver que su hijo llego acompañado, se acercó al vehículo y se asomo para ver de quien se trataba—. Oh… Yunho.
—Buenas tardes señora —Yunho salió e hizo una ligera reverencia.
—Me alegra volver a verte ¿Cómo has estado?
—Bien ¿y usted?
—Muy bien, ¿por qué no pasas un rato a la casa?
—Mamá, lleva prisa —Jaejoong jaló del brazo de su madre.
—Pero unos minutos no harán mucha diferencia —La señora Kim insistió mientras trataba de acercarse más a Yunho pero el agarre de su hijo no se lo permitió.
—Gracias pero si tengo algo de prisa, aunque espero que la invitación quede abierta para otra ocasión.
—Por supuesto, ¿tal vez mañana?
—¿Cena?
—Si.
—Perfecto.
Jaejoong solo volteaba hacia cada uno de los lados, era posible que eso estuviera sucediendo frente a sus ojos, ¿una de las personas que más detestaba y su propia madre estaban poniéndose de acuerdo para una cena? ¿en su casa? Deseaba que alguien saliera de la nada diciendo ‘sorpresa estas en una cámara escondida’, pero no sucedió.
—Bien, me tengo que ir, hasta mañana —Yunho agitó su mano e ingreso en el auto partiendo inmediatamente.
—¡Mamá! ¿Por qué lo invitaste?
—¿Qué tiene? ¿Es un amigo tuyo no?
—¡No! ¡No es mi amigo! —Jaejoong entró pisoteando en su casa y llevo las bolsas a la cocina —No quiero que venga —Metió bruscamente las latas en la alacena y salió dirigiéndose a su habitación.
—¡Jae! ¿Me trajiste lo que te pedí? —Su madre gritó desde la sala pero no recibió respuesta, movió sus hombros con desinterés y fue por uno de sus libros de cocina para buscar la receta perfecta para la próxima cena.
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—¡Ya llegue!
Minho entró en su casa mirando a su alrededor en busca de alguna señal de Changmin, hubiera jurado que lo encontraría en la cochera esperando por él, pero no fue así, tal vez esta vez Shim realmente se había molestado con él. Vio hacia la sala y lo encontró sentado en uno de los sillones, camino hacia él inmediatamente.
—Antes de que me grites quiero decirte que estaba con… —Cuando Minho se dio cuenta de la presencia de su suegra, corto su discurso.
—¿Con quién? —Changmin arqueó una de sus cejas aguardando por la respuesta.
—Con… Jonghyun —Avanzó hasta la madrastra de Changmin y se inclino ante ella —hola.
—Nunca van a visitarnos —La señora Shim le sonrió cálidamente y con la mano le indicó que tomara asiento a un lado de ella.
—Hemos estado ocupados, pero trataremos de ir pronto —Changmin habló mientras levantaba su taza con té para dar un sorbo de ella.
—Minho… ¿aun no se comunica Yunho contigo?
—No.
Minho tuvo que morderse la lengua para no decir la verdad, sus padres siempre le habían inculcado que tratara a los padres de los demás como los propios, y Minho nunca le mentía a sus padres, además de que la señora Shim fue una de las primeras en apoyar su relación y la que intercedió con su familia para que aceptaran el hecho de que él junto con su hijo vivirían juntos. Minho la quería casi como a una segunda madre.
—Mamá, te dije que Yunho llamo a mi oficina y….
—Lo sé, pero estoy segura que sabes dónde está y no vas decírmelo, siempre ha sido así con ustedes dos, se guardan la información para sí mismos.
No es que Shim Hyoyeon se quejara de la relación de complicidad que tenían Yunho y Changmin, al contrario era feliz por ello pues aunque no eran hermanos de verdad el lazo entre ellos era tan estrecho que a vista de los demás no existía ninguna diferencia.
Desde pequeños ellos constantemente preferían recibir ambos el castigo por la travesura que alguno de los dos cometía en lugar de delatar al culpable, siendo casi siempre Yunho. La actitud de Changmin siempre había sido centrada a diferencia de Yunho, quien siempre se mostró soñador, y aunque la mayoría de las veces parecía que los papeles de hyung y dongsaeng se invertían, ambos estaban ahí para cuando se necesitaran, como la vez en que Yunho se involucro en una riña con algunos de sus compañeros en la escuela porque estos se burlaron del hecho de no tener padre y Changmin habló con la directora pidiéndole que no lo expulsara, esa vez Shim casi lloro para convencerla, o la vez en que los brabucones de la escuela molestaban diariamente a Changmin y Yunho fue a amenazarlos aprovechando que les doblaba la estatura; cosas como esas pasaron a lo largo de los quince años que llevaban siendo parte de la misma familia. Y Hyoyeon se sentía sumamente agradecida con la vida por darle la oportunidad de tener no solo uno sino dos hijos maravillosos, pero una madre nunca deja de preocuparse por sus hijos no importa la edad que tengan, porque aunque Changmin le repetía incansablemente que Yunho tenía la edad suficiente para cuidarse eso no le quitaba el dejo de inquietud que llevaba dentro de sí.
—Bien, solo espero que si tiene alguna dificultad lo ayudes por mi y dile que una llamada no es mucho pedir —La señora Shim dio una palmada en la mano de Minho y se levanto—, y ustedes vayan a casa pronto.
Ambos hombres se levantaron para acompañarla hasta la puerta, ahí la despidieron y regresaron al mismo espacio donde se encontraban antes.
—Me siento mal ocultándole lo de hyung.
—Hablare con él y si él no se lo dice yo lo hare —Changmin tomó la mano del otro guiándolo al garaje —¿donde está lo que compraste? —mencionó mientras examinaba minuciosamente su automóvil.
—Uhm… yo.
—¿Qué hiciste?...
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Yoochun llego a su departamento después del atardecer, se encontraba contento después de haber arreglado las cosas con Junsu pero aun así sentía inseguridad, esa que desde el día en que conoció a ‘Shim Yunho’ se aferro a su ser y solo traía complicaciones a su vida.
Llevaba un mes trabajando en la empresa y desafortunadamente no había recibido quejas de su trabajo, resultaba irónico que hasta el Ingeniero Wan adulo su profesionalismo, se suponía que lo había puesto a su cargo para que lo ahogara en trabajo y por ende desertara, pero nada de eso ocurrió es mas ni siquiera se quejaba, que se supone que era ese tipo, ¿alguien perfecto? un perfecto idiota, eso es lo que era a su parecer.
Sea como fuera Yoochun tenía que conseguir sacar de su camino a ese hombre, porque tal vez si este desaparecía sus emociones no volverían a jugarle malas pasadas, el no volvería a sentir ese ímpetu de abrazar a su mejor amigo y mucho menos sentir la necesidad de besarlo como esa tarde, porque obviamente su mente solo estaba viéndose afectada por Yunho, no es que en realidad sintiera algo más que amistad por Junsu ¿o sí?

1 comentario:

  1. Yoochun me desesperas.

    Yunho como dice tu madre, aunque sea una llamada, porque los hijos sean buenos o malos siempre se velará por ellos, porque son los hijos.

    Gracias!!!

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