Enredos de amor: Capítulo 1

El plan maestro

En un restaurante de Seúl se encontraban dos hombres sentados tomando sus bebidas mientras conversaban amenamente, bueno eso fue hasta que uno de ellos comento algo y el otro se sobresalto un poco derramando su frappuccino en la mesa.
—¡Diablos! —Jaejoong tomo una servilleta y comenzó a sacudir su pantalón que había sido ligeramente salpicado por el líquido.

—No creí que reaccionarias así, después de todo no es para tanto —Junsu miro el desastre delante de sus ojos y trato de reprimir su risa.
—Si gustan podemos cambiarlos de mesa —Una de las empleadas del establecimiento se acerco a ellos cuando se percato del incidente, a decir verdad su reacción fue muy rápida quizá porque ella junto con otro par de empleadas estaban desde la esquina observado al par de chicos atractivos.
—No, realmente no es necesario, solo por favor ¿podría traer otro igual para él? —Junsu le dijo con una sonrisa a la camarera.
—No, mejor una botella con agua por favor —Jaejoong se apresuro a decir.
—Enseguida —La chica dio una inclinación y fue por el pedido.
—¿Eso que me dijiste es en serio? —Jaejoong dejo a un lado la servilleta ahora mojada y dirigió su atención hacia Junsu.
—Por supuesto, y a decir verdad entre más lo pienso me convenzo más de que tome la decisión correcta.
—Me parece que el hacer que un desconocido se haga pasar por tu novio no es exactamente una decisión correcta —Jaejoong trato encontrar las palabras para hablar con su primo mientras respiraba lentamente.
—Se que si lo dices de esa forma en que tú lo haces, suena algo ridículo pero… creo que ya pase mucho tiempo esperando que las cosas entre Yoochun y yo lleguen a cierto punto y… nada…. me están prácticamente saliendo raíces esperando por él.
—Lo sé, eso lo sé, pero tal vez solo deberías hablar con él y dejarle claro que o te hace caso o te buscaras a otro, no sé, algo por ese estilo, pero ya al grado de contratar a alguien para darle celos es demasiado extremo.
—Pero no lo estoy contratando, estamos haciéndonos un favor mutuo —Junsu tomó el popote de su malteada de chocolate entre sus labios y sorbió de el.
—Cuando hay dinero de por medio no creo que sea un favor mutuo, bueno el concepto de favores para mí no incluyen eso.
—Por eso no eres bueno en los negocios —Junsu le dio una sonrisa de lado.
—De todos modos no me dedico a eso… además no estamos hablando de eso, aquí el punto es que estas utilizando a un EXTRAÑO para hacerle creer a Yoochun que ya tienes a alguien —Jaejoong comenzaba a exasperarse porque a diferencia de Junsu, para él cada vez que lo pensaba más, la idea le parecía más y más descabellada.
—Eso es lo mejor porque al ser un “extraño”, implica el hecho de que nadie lo conoce y así ninguno podrá echarme de cabeza —Junsu lo dijo tan seguro de sí mismo que se sintió casi como una eminencia.
—Pero exactamente por eso de que nadie sabe quién es ó de donde viene, hace que todo este plan no solo sea loco sino también peligroso y… oh gracias —Jaejoong desvió su mirada hacia la camarera que regreso con su agua y recogió el vaso derramado y la servilleta a un lado de este para después retirarse—. Bueno a todo esto ¿cómo fue que lo conociste?
—Estaba desahogándome con la señora del aseo a la que me encontré cuando llegue en la mañana a la empresa… tú sabes mis penas de amor con Yoochun… él últimamente ha vuelto a las andadas y yo me estoy cansando de ser siempre el que espera que voltee a verme y….
—Junsu… me sé la historia de memoria, la vivo día a día, no por nada los tres trabajamos juntos y casi siempre vamos a todos lados juntos —Al escucharse a si mismo se sintió un poco patético por ser siempre la tercera rueda en la relación, por no decirse más feo—. En primer lugar no sé porque tienes que contarle tus intimidades a los empleados pero vamos a ignorar eso y solo ve al grano quieres.
—Bueno yo no tengo amigos que no sean también tuyos o de Yoochun que para el caso es lo mismo porque como dices siempre estamos juntos, la cosa es que ella me dijo que tal vez lo que él necesita es un empujoncito o mejor dicho celos, y de alguna forma eso me pareció un buen consejo porque cuando yo siento celos por él, lo cual es la mayoría del tiempo ya que tú sabes que… —Jaejoong estiró su brazo derecho y levanto su mano como para indicarle a su primo que dejara de divagar con el tema— pero de nuevo yo no conozco a nadie, así que le dije esto a la señora y como si fuera enviado del cielo, Yunho apareció y me dijo que él podría ayudarme si yo quería, que había tomado un taller de actuación en la universidad y que hasta interpreto a un príncipe, sinceramente no lo dudo porque su porte es tan aristocrático, si lo vieras Jae… —Junsu suspiró y su mente se puso en blanco al imaginárselo con traje de príncipe, pero fue devuelto a la realidad cuando Jaejoong agito una mano frente a su rostro—. Bueno yo al principio dude un poco, pero él después dijo que lo único que pedía a cambio era un lugar en donde vivir, porque se encontraba en una situación muy apretada en estos momentos ya que no tenía trabajo, realmente me conmovió la expresión que puso, así que me pregunte a mi mismo que por qué no intentarlo por un mes, y le dije que si.
—De verdad que eres fácil de convencer, ¿cuánto tiempo lo pensaste? ¿5 minutos?.. no me digas que piensas meterlo en tu casa —Jaejoong arqueo una de su cejas mientras miraba fijamente la cara del otro.
—Por supuesto que no, todavía no lo conozco tan bien para estar tan cómodo a su alrededor, cómo puedo dejar que alguien que apenas conozco sepa de mis hábitos, eso sería… auto violar mi intimidad —Junsu levantó su manos al aire para darle énfasis a lo que dijo.
—Vaya, al menos tienes algo de cordura.
—Llame a la administración del edificio en el que vivo y rente uno de los departamentos —Volvió a dar otro sorbo en su bebida—. Probablemente en este momento este instalándose ya.
—Pero la renta ahí es bastante alta, además que tal si es un psicópata y comienza a acecharte y tiene planes nada santos contigo o con toda la familia —Ahora fue Jaejoong quien alzo su brazos en el aire.
—Jae eres demasiado desconfiado con la gente, debes aprender a tener un poco de fe, no siempre las personas tienen malas intenciones, estoy seguro que al menos el 90% de la población del planeta son gente buena.
—Y que tal si ese tipo pertenece a ese 10% restante… es que no estoy en contra de confiar en las personas cuando las conoces, cuando llevas un tiempo prudente tratándolas pero ¿hasta hace cuantas horas lo conoces? estoy seguro que apenas sabes su nombre y… y eso sin saber si de verdad es su nombre verdadero… que tal si… —Jaejoong empezó a hacer ademanes con sus manos tratando de hacer entrar en razón al hombre enfrente de él.
—¿Por qué me daría un nombre falso? A mi parecer lucía muy sincero, además tenía una linda sonrisa.
—No puedes guiarte por las apariencias, ya sabes lo que dicen “no todo lo que brilla es oro”.
—Yo se que Yunho es una buena persona, sus ojos lo demuestran —Junsu vio su reloj dándose cuenta de que tenían solo veinte minutos para regresar al trabajo.
—Bueno… ¿y cuando podre conocerlo?… por lo menos para verle su cara y asegurarme de que no tiene pinta de depravado —Poco conforme Jaejoong tuvo que abstenerse de seguir discutiendo algo en lo que sabía no conseguiría resultar ganador.
—Mañana en el cóctel de la empresa, ya tengo todo fríamente calculado —El brillo en los ojos de Junsu le envió un escalofrió al cuerpo de Jaejoong.
—Agh solo espero que no estés cometiendo un gran error —Alzó su mano e hizo una seña con esta para llamar a la chica que los atendía.
—Veras que no, y mañana cuando lo conozcas te darás cuenta que tiene más pinta de ángel que de malhechor.
—Hasta no ver no creer….
Después de pagar la cuenta salieron del local y abordaron el auto de Junsu para ir hacia A&D Kim la empresa del padre de Junsu, donde este era uno de los máximos ejecutivos del área de gerencia.
A&D Kim es una firma que se encarga de construir y remodelar principalmente para empresas, brindando entre sus servicios el diseño de interiores en donde Jaejoong fungía como un experto en ello.
Era una compañía grande que llevaba muchos años de prestigio, una de las más grandes en toda Corea. Como su nombre lo indica la familia Kim es dueña de esta. Durante cuatro generaciones había pasado el control al primogénito de la familia, por lo que en 10 años más, Junsu se convertiría en el presidente de ella. Jaejoong siendo el hijo del hermano menor del padre de Junsu, impedía que aunque este fuera mayor no pudiera ser la próxima cabeza de la empresa. Aunque sinceramente esto era un alivio para él, ya que como bien había dicho su primo, Jaejoong no había nacido con el don para los negocios pero si con un indiscutible gusto por la elegancia y una visión vanguardista que le valieron el obtener el puesto que ahora tenía y lo convertían en el diseñador más solicitado de la compañía.
Ambos eran hijos únicos, pero el cariño que sentían el uno por el otro era casi de hermanos. Desde pequeños asistieron a la misma escuela aunque en grados diferentes debido a la diferencia de casi un año de edad entre ellos.
Cuando entraron en la universidad, Junsu conoció a Park Yoochun hijo de uno de los accionistas de la empresa de su familia, ambos estudiaban administración de empresas por lo que con excepción de las materias optativas, tenían las mismas clases. En sus tiempos libres se reunían con Jaejoong y pronto entre los tres formaron un gran lazo de amistad, hasta que los sentimientos de Junsu hacia Yoochun comenzaron a cambiar, pero para cuando se dio cuenta de esto ya era demasiado tarde, él ya se había enamorado de Park y no había vuelta atrás.
Cuando llegaron a la empresa cada uno se dirigió a su oficina de regreso a sus labores.
—Minji, ¿Recibí alguna llamada? —Junsu le pregunto a su secretaria.
—Oh no señor, pero el señor Park lo espera en su oficina —La secretaria le indico.
Junsu asistió con la cabeza e ingresó en su oficina. Efectivamente Yoochun se encontraba en el interior, sentado en un sillón de cuero negro a un costado de la sala con la pierna izquierda cruzada por encima de su pierna derecha, mientras se entretenia leyendo una revista. El ruido de la puerta al ser cerrada detrás de Junsu hizo que la vista del hombre se dirigiera hacia él.
—Cuando supe que te fuiste a comer con Jaejoong, me sorprendió que no me invitaran.
—Creí que no irías a comer con tal de salir más temprano y alistarte para esta noche —Junsu avanzo detrás de su escritorio y después de quitarse su saco y colocarlo adecuadamente en el perchero a su lado, se sentó en su silla ejecutiva.
—¿Hay algún evento esta noche? —Yoochun coloco la revista a un lado de donde se encontraba sentado.
—No de negocios, pero supongo que tú tienes planes al igual que desde hace casi un mes los has tenido diariamente.
—Esta noche no, hoy por casi me quedo dormido, tengo muchas horas atrasadas de sueño, además mañana será el cóctel y no quiero parecer zombi delante de todos —Yoochun se levanto yendo a sentarse hasta una de las sillas frente al escritorio de Junsu.
—Supongo que tienes razón… y…. ¿me esperabas para algo en particular? —Comenzó a hojear los papeles que tenía apilados en su escritorio, tratando de no mirar al hombre de enfrente ya que sentía cierto enojo por el cinismo con el que expresaba la enorme cantidad de horas que debió pasar con alguien en lugar de utilizarlas para dormir.
—Oh… yo quería saber a qué hora pasaré por ti mañana, es que estaré muy ocupado y creo que no podre venir a la oficina, tengo que visitar algunos proyectos en construcción y….
—No tienes que pasar por mí, yo iré por mi cuenta —Junsu corto la explicación de Yoochun.
—Pero desde siempre he pasado por ti para ir a los eventos de la empresa —Frunció el ceño ante lo que dijo Junsu.
—Si… pero esta vez iré acompañado y él se ofreció a llevarme —Encendió su computadora y arrugo un par de hojas para después lanzarlas al bote de basura en el piso.
—¿Él? ¿Iras con alguien?.. nunca vas con nadie.
—Bueno ahora no será así, en realidad no quería pero fue difícil decirle no.
—¿A sí? y ¿se puede saber por qué?
—Porque él es una persona muy persistente y fue muy amable al ofrecerse a acompañarme ya que no pude salir en la cita que había estado tantas veces pidiéndome —El mismo Junsu se sorprendió de cuán fácil le resulto decir aquello sin mostrar ningún tipo de titubeo.
—¿Cita? ¿De quién estás hablando? ¿Es alguien a quien conozca? —Yoochun se mostro muy curioso al respecto.
—No, es alguien a quien hasta hace poco conocí y no he tenido oportunidad de presentárselos a ti y a Jae, de hecho fue esa una de las razones por las que decidí acceder a que él me acompañara, quisiera que ambos le dieran el visto bueno —Junsu tecleo la contraseña de su pc y espero a que esta iniciara totalmente.
—¿A qué te refieres con visto bueno? ¿Para qué tenemos que dárselo? —Park coloco las palmas de sus manos sobre la superficie café delante de él en un intento de calmar sus nervios que por una extraña razón sentía que lo embargaban.
—Hoy estas más preguntón de lo normal, todo a su tiempo Chun-ah, no debo decir las cosas antes de que se concluyan, puede que terminen por echarse a perder y eso es algo que prefiero que no suceda —Fingió escribir unas cuantas palabras en una hoja del procesador de textos mientras de reojo observaba la expresión de su amigo.
—Tú estás más misterioso de lo normal, pero está bien si no quieres que interfiera en tus planes no lo hare y punto —Se hizo un poco para atrás y se levanto—. Solo me preocupo por ti eso es todo….
—No hay nada de qué preocuparse —Junsu dirigió su mirada hacia él.
—Si tú lo dices está bien, solo quiero que sepas que si tienes algo de qué hablar estoy ahí para ti.
—Lo sé y te lo agradezco, lo mismo va para ti.
—Bien… te dejo porque tengo algunas citas que atender —Yoochun dio media vuelta, al llegar a la puerta y girar la perilla, se volteo hacia Junsu—. Te veo mañana en el cóctel.
—Sí, nos vemos ahí.
Le dio una sonrisa, cuando finalmente Yoochun salió de la oficina y cerró la puerta, soltó un suspiro de alivio, era genial por primera vez ser el que provoca aunque sea un poco de angustia y no al revés. Siempre que Park salía con alguien, Junsu se sentía afligido por no saber con quién lo hacía, ya era justo que por lo menos una vez él se sintiera de la misma forma.
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Cuando Yoochun llego a su oficina se dejo caer en su silla, se aflojo un poco la corbata y pidió por el interfono a su secretaria que le llevara un té.
—¿Qué sucede contigo Su? Tú siempre compartes todo conmigo, no me guardas secretos.
Sintió una ligera punzada en su pecho, una angustia estaba naciendo ahí y la sensación no le era grata.
Yoochun era un hombre enfocado a su trabajo, familia y amigos cuando estaba en su estado normal, en otro estado, se enfocaba a su trabajo y a las fiestas, era alguien que podría considerarse de doble personalidad, llevaba a un hombre parrandero dormido en su interior que no despertaba muy seguido pero cuando lo hacía era muy difícil volver a dormirlo.
Cuando el fiestero se apoderaba de sus sentidos, Yoochun frecuentaba bares, fiestas y todo tipo de lugar que implicara caricias y alcohol, no importaba si era hombre o mujer el que le brindara lo primero y muchas veces ni siquiera importaba el estado civil de estos, lo que le valió dos hospitalizaciones y varios moretones por meterse con personas no exactamente solteras.
Pero a pesar de eso, era un hombre muy inteligente y audaz para los negocios, que daría cualquier cosa por alguna de las personas que ama, entre ellas Junsu y Jaejoong.
Yoochun también era uno de los ejecutivos de A&D Kim solo que en el área de planeación, aunque su padre tenía la influencia suficiente para hacer que él entrara ahí a trabajar, Yoochun se gano su cargo en base a un proyecto que presento. Quería ganarse el respeto de los demás por su esfuerzo y no impuesto por su apellido.
Desde que él había conocido a Junsu supo que sería parte importante de su vida, al principio sintió una leve atracción por él, pero se encontró con el dilema de tener una relación amorosa tal vez pasajera o una amistad por el resto de su vida, obviamente opto por lo segundo, así que ignoro su libido interno hasta que este se distrajo con otra y otra persona sucesivamente.
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Eran casi las 7 de la noche y Jaejoong se encontraba dándole los últimos toques a su diseño del redecorado para el lobby del Lotte Hotel Seoul, resulto ser todo un reto ya que tuvo que presentar cinco veces el prototipo para el dueño, puesto que este era una persona de altos estándares y difícil de satisfacer, pero parecía que esta vez por fin lo había logrado, solo era cuestión de cambiar detalles mínimos y listo.
El timbre de su teléfono sonó y presiono el botón del altavoz.
—Dime Sunhee-ssi.
—Junsu-ssi está por la línea dos.
—Ok gracias —Jaejoong quito el altavoz y presiono el botón para acceder a la llamada de Junsu—. ¿Ya vas de salida?
—Sí, quiero que vengas conmigo a mi casa, necesito ultimar unos detalles contigo sobre lo de mañana, pensé que sería mejor que conozcas hoy a Yunho y así los tres idearemos el plan maestro —La voz de Junsu sonaba un poco sobreexcitada.
—Pero todavía no termino mi diseño y necesito tenerlo listo para mañana, recuerdas que el Sr….
—Pero Jae~ de verdad necesito que vengas conmigo~ tú serás mi coartada —Junsu interrumpió a Jaejoong utilizando el tono más dulce que tenia—. Además que tal si Yunho en realidad si es algún tipo de criminal ex convicto y me ataca, dime ¿quién llamara a la policía? o ¿es qué quieres encontrar a mi cuerpo sin vida tres días después flotando en el río Han? —Junsu intentó convencer por el lado paranoico de Jaejoong.
—¡No digas eso ni de broma!.. mira hagamos esto… ve a tu casa… te encierras… y esperas por mí para ponerte en contacto con ese tal Yunho… yo estaré ahí en dos horas a más tardar ¿te parece?
—Me parece per…fec…to, te veo en dos horas, te amo~ —Junsu colgó el teléfono sin esperar mas.
—Agh no sé ni siquiera por qué estoy de acuerdo con todo esto… en realidad no se siquiera si lo estoy.
Jaejoong recargo su brazo derecho sobre su codo en el escritorio y cubrió su frente con la palma de la mano, inhalando y exhalando dos veces decidió volver a su trabajo para terminar lo más pronto posible, no fuera que lo que de broma dijo su primo se convirtiera en realidad.
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Dos horas y media más tarde, un hombre alto se encontraba arrastrando dos maletas grandes, pateado una caja de cartón con varios tubos de papel dentro de ella, en su espalda llevaba una mochila desbordada con más tubos de papel y reglas de dibujo, debajo de su brazo izquierdo llevaba una carpeta enorme y debajo del otro un pequeño estuche, como podía se las ingeniaba para caminar sin tirar nada en su trayecto al ascensor del edificio en el que a partir de ahora viviría.
Enfrente del elevador se encontraba alguien, por lo que pensó que afortunadamente no tendría que dejar alguna de las cosas en el suelo para presionar el botón, le había costado mucho trabajo acomodarlas como las traía gracias a la ayuda del conductor del taxi donde venia.
Cuando las puertas del ascensor se abrieron ambos hombres ingresaron, por supuesto uno más lento que el otro. Una vez que las puertas se cerraron, Jaejoong presiono el botón para llegar al piso 7mo. El otro hombre observo sus propias manos y brazos por lo que decidió pedir el favor.
—Oye linda ¿podrías oprimir el 9 por mi?
—¿Linda?.. acaso no es bastante obvio que no soy una chica sino un hombre —Jaejoong mostro una expresión de indignación total por lo dicho por el otro tipo—. ¿Acaso estas ciego o retrasado?
—Oh yo… lo siento es que… debe ser que últimamente no he dormido bien… te pido disculpas, pero podrías por favor presionar el botón.
Jaejoong a regañadientes lo hizo, una vez que llego al piso donde se encontraba el departamento de Junsu bajo sin mirar atrás al hombre que le hablaba.
—¡De verdad lo siento!.. de verdad creía que era una chica… él tiene la culpa, para que se pone la capucha cuando tiene ese tipo de cara, si al menos le hubiera visto el cabello tal vez no me hubiera confundido —Continuó hablando por lo bajo hasta que el timbre sonó avisando la llegada a su piso, salió pateando su caja y así siguió hasta llegar a la puerta de su departamento, dejo todas las cosas en el suelo y saco la llave para abrir la puerta que se encontraba en uno de los bolsillos de su pantalón.
Una vez que fue abierta metió las maletas y después regreso por lo que había dejado afuera, una vez con todas sus cosas adentro cerró la puerta encendiendo las luces para observar el lugar.
—No está mal… bueno ahora solo falta conseguir trabajo para mantenerme.
Tomo sus maletas dirigiéndose hacia la única habitación del lugar, porque aunque este era muy amplio, contaba solo con un cuarto, afortunadamente el departamento era amueblado por lo que solo tendría que preocuparse por conseguir comida, ya que por lo menos por un mes tendría asegurada la renta.
—Te voy a demostrar que si puedo vivir por mi mismo.
Empezó a desempacar acomodando sus cosas en el amplio closet en la esquina de la habitación.
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Jaejoong se encontraba en el baño de Junsu mojándose el rostro con agua fría, realmente que ese tipo le dijera ‘linda’ lo había hecho enojar y ahora necesitaba bajarse el calor que de pronto sintió.
En cuanto Junsu abrió la puerta para su primo, este pasó como Pedro por su casa aventando su sudadera a uno de los sillones en la sala y después fue directamente a encerrarse en el baño. Junsu se quedo inmóvil solo viendo la espalda de Jaejoong desaparecer casi instantáneamente.
Cuando Jaejoong se sintió lo suficientemente calmado, salió y se sentó a un lado de Junsu en el comedor.
—¿Te sientes mejor? —Le pregunto precavidamente, conocía muy bien a su primo y sabía cómo debía comportarse cuando él presentaba esa mirada en sus ojos.
—No del todo, pero creo que si.
—¿Quieres hablar de ello?
—Un vecino idiota tuyo me dijo linda —El solo recordarlo hizo que maldijera al hombre.
—Bueno en realidad lo eres… —Junsu vio la mirada de muerte que Jaejoong puso sobre él— quiero decir eres lindo… bueno eres guapo… mejor dicho masculinamente atractivo.
—No quiero seguir hablando de esto, mejor de una vez vayamos a ver a tu supuesto novio para ya irme a mi casa a dormir —Jaejoong se levanto de la silla y comenzó a caminar hacia la puerta.
—Es…Esta bien —Junsu prefirió solo limitarse a seguirlo.
Ambos hombres subieron al elevador y cuando Junsu presiono el número 9, Jaejoong tuvo un mal presentimiento.
Junsu se detuvo frente al departamento 903 para tocar el timbre. Un minuto después, el mismo hombre alto que hace unos minutos había compartido el elevador con Jaejoong, apareció detrás de la puerta con una sonrisa que al instante se borro de su rostro.
Junsu sintió un aura negra a su alrededor, por lo que decidió romper el tan incomodo momento de tensión.
—Yunho… ¿podemos pasar?
—S…Si por supuesto —Yunho se aparto de la puerta y despejo el camino para que ambos hombres entraran.
Jaejoong decidió que no haría lo que en este momento tenía en su mente, se controlaría porque Junsu estaba primero que cualquier frustración repentina que él pudiera sentir. Si algo había que odiara más que nada en el mundo, era el ser confundido por una mujer, durante toda su vida le había sucedido esto, y era más que desesperante para él. En su mente venían escenas y escenas de él golpeando de una y mil formas a Yunho en cada ángulo que pudiera existir, en cámara lenta y rápida, pero por milésima vez ese día decidió solo suspirar y concentrase en el plan maestro como lo había nombrado Junsu, ya que el tener un novio falso con múltiples heridas en su cuerpo no sería una gran imagen que provocara celos en Yoochun, más bien le provocaría lastima.
Después de sentarse los tres, comenzaron a discutir los detalles del plan de mañana, y no fue hasta hora y media después cuando Junsu se despidió de Yunho y tanto él como Jaejoong salieron de su ahora departamento. Jaejoong le dijo buenas noches a Junsu decidiendo que era hora de regresar a su casa, un largo día le esperaba mañana y necesitaba agarrar fuerzas para enfrentarlo.
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Yoochun se encontraba en su habitación recostado sobre su cama, era la 4ta vez que encendía la lámpara en su mesita de noche a un lado de su cama, no podía dormir, pensaba en quien podría ser ese que acompañaría a Junsu y más aun quería saber a qué se refería con eso de la ‘aprobación’.
—¡Maldición! Ya son las 2:25 am —Vio el reloj colgado en la pared de enfrente—. ¡Agh! —Se levanto de su cama decidido en leer un libro de geología que no sabía porque tenía entre su colección de libros—. Espero que con esto me dé sueño o por lo menos aprenderé más sobre el planeta.
Semi recostado en su cama se recargo en la cabecera de esta y fijo sus ojos en una de las líneas de una página al azar.
Una hora después y 20 páginas leídas, más no comprendidas, Yoochun había caído bajo la influencia de Morfeo. En sus facciones reflejaba una pequeña sonrisa producto de su sueño en el que golpeaba a un hombre sin rostro hasta que este caía tendido en el suelo.

5 comentarios:

  1. y el hombre sin rostro por supuesto debería de ser yunho pobre yunho todos lo quieren golpear el no tiene la culpa de ser tan guapo

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  2. holaaaa.....hoy por fin empezare a leer tus fics...lo voy a empezar a qui para que así yo pueda dejar mi comentario (ose desahogarme...jijijij) cada ves que un capitulo me ponga de nervios, como este.

    dios en que esta pensando Junsu, eso de dar celos luego se vuelve un relajo, y luego de resolver las cosas la terminamos por enredar...espero que el tenga mucha suerte en su plan maestroo.

    yunho y jae ya empezaron con el pie izquierdo y esto por lo que veo se va a poner muy bueno.

    gracias por este primer capitulo..

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  3. Creo que chun si que debe tener muchas dudas eh...
    JS lo dijo todo tan misterioso..
    Jae y Yunho se conocieron no gratamente :/

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  4. Después de años lo estoy leyendo...

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  5. Jajaja, Jae y Yoochun te quieren golpear Yunho y tú ni encuenta.

    Espero que el plan de Junsu salga como el quiere.

    Gracias!!!

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